Interrupción
-¿Qué tiene que vengan mis padres?-me pregunta Tom mientras subimos por el ascensor.
-¿Qué tiene?-le pregunto mirándolo, resople.- Tiene todo, Tom que pasa si Harrison les dice algo de...-digo y no termino la frase, debería decir ¿nosotros? Porque técnicamente no somos nada.
-Harrison no dirá nada, si alguien tiene que decir algo seré yo-me dice encogiéndose de hombros mientras mira el panel que indica el piso en el que vamos.
-¿Tu vas a decir algo?-le pregunto con miedo, me mira.
-¿Tengo algo que decir?-me pregunta coqueto. Desvío mi mirada, no dejare que me cambie el tema.
-Tom-le digo seria. Rueda los ojos y se apoya en la pared del ascensor.
-Mira, ni yo ni Harrison hemos dicho algo, pero me parece que Paddy si-me dice. Abro los ojos y me pongo frente a el.
-¿Qué ha dicho?-le pregunto, se ríe al ver mi expresión.
-Que eres una enfermera, muy guapa, que lo ayudaste y que te has juntado con nosotros en estos días-me dice agarrando mi mano. Un escalofrió recorre la punta de mis dedos hasta mi cuello. No te distraigas me digo.
-Entonces solo hay que decirle que no diga nada-le digo asintiendo para mi misma, más tranquila.
-¿Por qué? ¿hay algo que decir acaso?-me pregunta acercándose a mi. Es mas alto que yo, pero no tanto, al ponerme de puntillas lo alcanzo. No me dejo intimidar por su altura.
-No, no se-le digo dudosa, aunque intente sonar segura.
Se acerca a mi y me da un corto beso, antes de que se abran las puertas del ascensor en nuestro piso.
-Vaya-dice una voz conocida. Nos separamos de inmediato, y vemos a Zendaya sonriendo ante nuestra vergüenza. Nos bajamos del ascensor, Tom tomándome mi mano.
-Hola-le dice Tom- ¿Qué haces aquí?
-Los buscaba-le dice mirándolo mientras sonríe, yo me muerdo el labio y miro el suelo.
-Me tengo que ir, adiós!-les digo y me arranco por el pasillo, mientras escucho la risa de Zendaya.
Entro a mi habitación rápidamente y cierro al puerta tras de mi. Me toco los labios. Primero siento que desfallezco, porque lo único que quiero es besarlo todo el día. Y luego muero de la vergüenza ya que Zendaya nos vio. Me asusto y salto al escuchar el golpeteo en la puerta. Respiro profundo y la abro, es Tom.
-No te vas a arrancar tan fácil-me dice sonriéndome, me muerdo el labio y lo dejo pasar.
-Que se te ofrece-le digo como si nada.
-Zendaya no va a decir nada si es lo que te preocupa-me dice mirando mi habitación. Yo estoy apoyada en la pared mirando como camina, con mis brazos cruzados en mi espalda.
-Bien-le digo.
-¿Qué te asusta de que vengan mis padres?-me pregunta girándose para mirarme. Aprieto mis labios, fingiendo no entender y me encojo de hombros.
-No tengo miedo-le digo, me levanta una ceja como diciendo "no soy estúpido" y ruedo los ojos.- Bueno, creo que será un poco raro el verlos de lejos, eso es todo, considerando...-digo señalándonos. Se ríe.
-¿Tanto te cuesta decir que nos besamos?-me pregunta mientras se acerca lentamente, me sonrojo pero enderezo mi espalda y pongo aspecto de seria.
-No me cuesta-le digo con orgullo, se vuelve a reír.
-Entonces dilo-me dice.
-El que-digo yo haciéndome la loca.
-______-me dice cuando esta a dos pasos de mi.
-Tom-le digo de manera inocente.
-Eres buena actriz, pero se que no eres tonta-me dice sonriendo y negando con la cabeza, esta a un paso, miro el suelo y resoplo.
-Nos... besamos, y listo-le digo encogiéndome de hombros, se ríe.
-¿Fue tan difícil?-me pregunta, ruedo los ojos.
-Mira, no quiero que sientas que esto-le digo señalándonos- significa algo, ni que me presentes a tus padres ni nada, no es necesario, nos besamos una vez.
-Dos veces-me interrumpe.
-Dos veces-corrijo, el esta cruzado de brazos con una sonrisa, ya no sigue acercándose.- Eso fue todo.
-¿Quieres que eso sea todo?-me pregunta. Me muerdo el labio, claro que no, pero no es algo que reconocería.
Se acerca y agarra mi cintura. No puedo dejar de mirar sus ojos, y mi respiración esta agitada, mi corazón bombea con fuerza, y mis manos comienzan a sudar.
-Depende-le digo en un susurro. Se acerca, haciendo que rocemos nuestras narices.
-¿De que?-me pregunta.
-De lo que tu quieras también-le digo cerrando los ojos mientras siento el calor que emana de su cuerpo, y su aroma tan embriagador.
Se acerca y junta nuestros labios, dejándome paralizada en un principio. Luego, lentamente, subo mis manos hasta su cuello y lo apego mas a mi, profundizando el beso. Comienza a mover su labios suave y lentamente, y yo siento que me derrito. Me separo de la pared mientras seguimos besándonos y moviendo nuestros labios.
Avanzamos hasta que Tom topa con el sillón y se sienta en el mango, quedando yo mas alta que el. Enredo mis dedos en su cabello y el enrolla sus brazos en mi cintura. Puedo sentir como las corrientes eléctricas recorren mi cuerpo, y la necesidad de besarlo, en vez de calmarse al estar así, se acrecientan. Nos separamos brevemente para volver a besarnos y mover nuestros labios, comenzando casi a desesperarnos, buscando los labios del otro.
-Vaya, parece que estamos interrumpiendo-dice Martin. De inmediato nos separamos y Tom se cae de espaldas en el sillón mientras yo, sonrojada, me tropiezo. Ahí esta Martin, parado en la puerta ocultando su risa, y peor aun, detrás de el esta Harrison y Jacob.
-Hola chicos-dice Tom levantándose sonrojado y con una risa incomoda.
Demonios, demonios, demonios. Esto no puede ser peor.
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