Era una soleada mañana de domingo, dos chicos se encontraban acostados en su cama compartida, la chica de nueve años y el chico de once, la chica pelinegra y el chico albino, eran casi opuestos, pero se amaban, abrazados iban despertando por la luz que llegaba por su ventana.

Lucy: buenos días- dijo despertando y viendo a su compañero.

Lincoln: buenos días Lucy- respondió a la chica y miro el techo donde se puso a pensar- oye, ¿Qué somos ahora?

Lucy: por dónde tienes la mano, es difícil decirlo- dio una suave risilla y un sonrojo leve.

La situación era la siguiente, Lincoln estaba a la derecha, Lucy estaba acostada a la izquierda junto a la pared, el brazo de Lincoln, estaba enroscada alrededor de su cadera y su mano estaba agarrando el glúteo izquierdo de la chica, al notarlo el chico entro en un gran sonrojo.

Lincoln: lo siento- retiro su mano de la zona .

Lucy: no te preocupes, si eres tú no me molesta- con este último comentario, Lincoln se sonrojo por completo.

Lincoln: okey- contesto y prosiguió- Lucy, ¿Qué somos ahora?

Lucy dejo su sonrojo, y miro el techo pensativa.

Lucy: pues, creo que ya somos más que amigos- respondió con duda- ¿Cómo lo llamarías?

Lincoln alzó los hombros, estaba igual de confundido que ella, ahora estaba en un dilema, imposible de clasificar.

Lincoln: pues, es una gran pregunta y la verdad es un gran dilema.

Lucy: no lo sería si nos atreviéramos a ser algo más- no esperaba lo que seguía.

Lincoln: ¿Sugieres que seamos algo más?- al inquirir esto último su compañera se sonrojo levemente.

Lucy: N-n-no lo sé, sería arriesgado- se sentó en la cama.

Lincoln imitó su acto y paso su mano por sus hombros, la acerco a un abrazo.

Lincoln: tu lo dijiste, debemos atrevernos a ser algo más- le dedicó una sonrisa a la pequeña chica- así que, ¿Quieres ser mi novia?

Lucy estaba en un gran sonrojo, mirando a su compañero no dijo nada, solo se lanzó contra Lincoln y con un abrazo le  dio un enorme beso, era un beso diferente sentían una chispa cálida y electrizante que recorría sus rostros, se separaron por falta de oxígeno, dónde Lucy contestó.

Lucy: si quiero.