Lincoln: en serio, esta es la peor parte de tener perro- decía con tapabocas mientras recogía los periódicos del ático, lugar designado para su mascota como lugar de baño.

Lucy: ¿y qué me dices de esta? - inquirió con guantes de hule, esta misma cepillaba el grueso pelaje de un perro que a sus cuatro meses alcanzaba el tamaño del cuerpo de la chica- con esto podríamos rellenar un colchón- apunto a un montón de pelos, parcialmente color cenizo grisáceo.

Cuando terminaron fueron a lavarse las manos, y fueron a acostarse en su recamara, ya metidos en la cama se dedicaron un "buenas noches" y se durmieron.

Al día siguiente en la escuela.

Tres chicas, las tres pelinegras estaban juntas en una mesa, jugaban con un mazo de cartas, una chica con camiseta blanca con un escorpión rojo, estaba poniendo cartas boca abajo.

Stella: no es cierto- dijo al voltear la séptima carta.

Haiku: ¿esa era tu carta? - Stella asintió y Lucy sonrió triunfante.

Lucy: si, los meses de clases con Lincoln- ambas chicas las miraron con cara 7w7- no me miren así, somos solo amigos.

Ambas dijeron "sí, claro", la charla fue interrumpida por la llegada de la profesora, las clases transcurrieron de manera increíblemente aburrida, el descanso fue la única parte sin estrés ni ronquidos, cuando llego la tan ansiada hora de la salida, todos estaban listos para la salida.

Lucy: -que estaba cerca de la salida- olvide mi baraja, ya regreso- fue al salón.

Al llegar al salón, tomo la barja del Tarot y se dispuso a irse, cuando escucho una voz atrás suya.

¿??: vaya, vaya miren a quien tengo delante- a Lucy se le helo la piel, se dio la vuelta y ahí estaba la persona más odiada por la pequeña gótica.

Lucy: ¡LYNN!- ahí estaba, vestida con ropa deportiva roja, muy alta, cabello desaliñado atado en una coleta, mientras más se acercaba a paso lento, más se alejaba Lucy, en algún punto la acorralo contra la pared

Lynn: dime ¿Quién es el chico con el que estabas?, tu sabes el lindo- por un momento sonrió- dilo y no te dolerá... mucho.

Lucy contra la pared, estaba hiperventilada, asustada y no le salían las palabras, solo estaba ahí esperando lo peor, cerro con fuerza sus ojos solo escucho "te lo buscaste".

Cerca de la salida.

Los amigos de la vida, estaban esperando a su amiga Lucy, junto a la puerta había un tablón con anuncios, entre ellos había un cartel que decía "viaje a la opera poética", este mismo fue percibido por el chico peliblanco del grupo.

Lincoln: *esto le encantaría a Lucy*- pensó para sí mismo- *¿Dónde estará? Mejor la busco*- con este último pensamiento fue a buscar a su mejor amigo.

El aula estaba retirada de la salida, así que tenía que recorrer un gran camino, en su camino paso y miro de reojo a una chica vestida de rojo, era raro pero el chico jurara que la piel de sus nudillos eran color rojo. Cuando por fin llego al aula, se le paralizo el corazón y se le salieron las lagrimas, la escena era horrible, su querida "hermana" estaba cubierta de moretones, a base de rasguños le habían rasgado parte de su ropa y le sangraba la nariz, todo en medio de cartas del Tarot. El chico tiro su mochila, acogió a su amiga en brazos y salió de ahí, no le importo nada ni nadie quien dejo atrás, fue a su casa y busco todo para ayudarle.

En la llegada al sentir la preocupación, Charles no dio ladrido alguno y fue tras sus dueños, empezó a lamer las heridas de su cuidadora, Lincoln llego con el botiquín.

Lucy: m-me duele- dijo casi al borde del llanto cuando Lincoln le realizo los tratamientos de primeros auxilios.

Lincoln: sé que te duele, pero en serio necesitas esto- estaba colocando el último de los vendajes, y luego se miraron a los ojos, ambos los tenían hinchados y rojos de tanto que habían llorado, fueron lentamente acercando sus rostros, estaban a pocos milímetros, sentían su mutua respiración cuando torpemente y de manera tímida se dieron un beso...