6._Cerveza
¿Por qué Black dejó su chaqueta? Se preguntó Mary al encontrar aquella prenda a la mañana siguiente. No le dio mucha importancia y tomó la suya para irse al trabajo. Era un poco tarde, pero hubiera logrado llegar a tiempo de no ser por otra manifestación que se desplazaba por la avenida. Acabo con una amonestación por haber llegado una hora después de la hora de inicio.
Desde su casa Black veía la muchedumbre avanzar hacia el ayuntamiento. Parado en el pequeño balcón de la ventana de su cuarto, sosteniendo una taza grande de té, a ratos, sus ojos huían al océano. Estaba paralizado. No podía trabajar, su taller seguía desmantelado y el tiempo libre se le estaba volviendo lento, pesado. Después de estar seguro esa gente molesta no iba acercarse a su propiedad, Black volvió al interior de su cuarto. Sus libros no estaban y ejercitarse no era una actividad a la que le dedicará el suficiente tiempo como para mantener en control sus pensamientos. No es que sus ideas lo atormentaran sino que eran muchas. A ratos demasiadas lo que de un modo u otro acaba por agitarlo, por obligarlo a ocuparse de algún modo aunque fuera una hora o dos. Disfrutaba su soledad, pero en ella Black cultivaba demasiadas cosas.
Ordenando algunas cosas dio con una caja de cartón grueso en que guardo las viejas fotografías que tomo años atrás. No recordaba precisamente el motivo por el que se ocupó con ese pasatiempo, pero si que hubo un tiempo en lo apasionó bastante el poder retratar situaciones que comúnmente nadie haría. Hacia años se había olvidado de eso como se olvidó de muchas cosas, pero no teniendo algo mejor que hacer buscó su vieja cámara entre los compartimentos de su closet. Reviso aquel instrumento después de cargar la batería por más de una hora. El lente estaba dañado. El cristal había sido rayado por algún descuido o bien por el tiempo que llevaba allí arrumbada. Mary le había pagado por su trabajo así que tenía un poco de dinero extra que decidió usar para reparar su vieja camara.
En los días siguientes, Black se paseo entre los manifestantes retratando todas esas cosas que tanto despreciaba. Así paso el tiempo hasta que llegó el día de la cita en la aseguradora donde se reunió con Mary que se presentó a la hora señalada. La entrevista fue un tanto larga y casi se sintió como un interrogatorio de la policía, pero la mujer respondió a todo de manera contundente. Sabía que todo iba a ser verificado por el paramédico, por el personal del hospital y otros personajes. Al dejar el edificio, Mary lo hizo sonriendo de una forma que estaba entre la satisfacción y la resignación.
-Espero que pronto te paguen tu dinero- le dijo a Black que salió junto a ella.
-Con lo bien que mentiste no creo que encuentren demasiados argumentos para negarse a hacerlo- le respondió Black que sonreía también.
-Mentiras...verdad, al fin todo es cosa de perspectiva- repitió Mary como para reflexionar, aunque no muy en serio
-Estas equivocada.
- ¿Qué es la verdad entonces?- le pregunto Mary viéndole con una expresión un tanto ingenua.
-La congruencia entre lo expresado y el objeto de expresión- le contestó Black de forma un poco dura.
-¿Y allí no influye la perspectiva?
-La subjetividad no influye en la verdad- le respondió Black- Si tú bebes agua de un río dirás que es dulce, si yo bebo agua del mar diré que es salada...
-Pero la verdad es que el agua no tiene sabor- intervino Mary.
-El punto es que esas son realidades individuales y muchas llegan a ser absurdamente estrechas, como la de toda esa gente- señaló Black al mirar, a lo lejos, otra marcha de protesta.
-Eres un tipo muy listo- le dijo Mary y él se sonrió con arrogancia mientras se giraba a la derecha, para seguir la acera hasta donde dejó estacionada su motocicleta.
Ellos no habían hablado desde la última vez que Black fue a la casa de Mary. Él la miró de reojo, para ver si ella lo seguía o se encaminaba a alguna parte, pero solo se quedó ahí viendo su reloj de muñeca.
-¿A quién esperas?- le preguntó al girarse a ella.
-Un amigo que pasaría por mí- le contestó Mary sacando su teléfono del bolsillo de su abrigo ligero- Vaya...
-¿Qué sucede?- le preguntó Black.
-Producto de los desvíos, por las protestas, está atrapado en el tráfico- le respondió Mary viendo hacia a la calle. No había mucho transito esa mañana.
-¿Quieres que te lleve?- le consulto Black y ante el desfavorable panorama, Mary aceptó.
Sortear las calles congestionadas y las que decenas de personas saturaban era más fácil en una motocicleta, pero Black era un atrevido que uso la ruta más corta, pese a que eso era bastante peligroso. Los manifestantes no se tomaban bien que un vehículo se cruzará en su camino, llegando a arrojarles piedras y demás objetos. Uno de esos por poco le da a Mary en la cabeza. Ella no llevaba casco. Otra cosa a la que la mujer quedó expuesta fue al aire saturado de gas pimienta. Era muy difícil respirar en esas calles donde los escombros de las estructuras públicas salpicaba todo el lugar. Por suerte Black consiguió pasar por allí bastante rápido, sin embargo, unas calles más allá se vio obligada a golpear el costado del piloto para que esté se detuviera. El gas pimienta hizo estragos en la pobre mujer que acabo de rodilla en la acera a punto de vomitar de la tos que la atacó. Black no se mostró muy preocupado, pero después de estacionar su motocicleta fue a una tienda cercana volviendo con Mary con una botella de leche y un rollo de esas toallas de papel para que se limpiará el rostro.
Después de una media hora, Mary logró respirar mejor y deshacerse de esa sensación de ardor que tenía en el rostro que quedó un poco rojo a raíz de la irritación. Sentada en una de las jardineras de concreto acabo por beberse la leche con la expresión de una niña regañada. En las noticias se anunciaba de la escalada de violencia en las manifestaciones. Más calles fueron cerradas producto de todo el tumulto dejando a media ciudad sin vías de tránsito.
-Exelente...ahora no podré volver a casa- se quejó Mary tras escuchar la radio del barredor de calles que estaba a unos metros más allá.
-Que inútiles- gruñó Black cruzando los brazos con disgusto, pues tenía pensado ir a la casa de Mary y divertirse un rato, pero pronto considero que eso no tenía que ocurrir allí nada más- Vamos a mi casa. Es más fácil llegar allí si usamos las calles de los almacenes.
-No resistiré pasar por ese aire viciado- le advirtió la mujer.
-Tú ponte el casco y conduce- le dijo Black arrojando las llaves a sus manos.
-¿En serio?- exclamó Mary que amaba la motocicleta de Black. Él asintió con la cabeza. Era la primera vez que la veía mostrar entusiasmo y sonreír así, como cuando le das a un niño algo que deseaba.
Mary tuvo la oportunidad de conducir esa motocicleta antes, pero no disfruto poder hacerlo. En esa oportunidad fue distinto. Black no sé sujeto de ella sino de los asideros. No esperó que la muchacha pudiera desplazarse tan bien en su vehículo, pero concluyó que era mejor no esperar algo de ella ni para bien ni para mal, tal como hacia con todo lo demás. Después de unos minutos alcanzaron la casa de Black que tenía unos cristales rotos y bastante basura en el frontis. La ubicación de ese inmueble lo convertía en blanco de vandalismo, pero no le fue tan mal.
-Deberias considerar poner protección a tus cristales- le dijo Mary al llegar a la puerta, Black chasqueo la lengua y abrió para que ella pudiera entrar.
-Hay cerveza en la nevera y si quieres un café puedes hacerlo tú misma- le dijo mientras él iba hacia la sala para levantar los cristales de la ventana.
Mary lo vio pasar y después de mirar la cafetera con desinterés fue tras él para ver si lo podía ayudar, pero terminó interesandose en la cámara fotográfica que estaba en el mueble de la televisión. Black la observó ir hacia ese objeto y como víctima de un hechizo tomarlo entre sus manos cual si sostuviera una reliquia.
-Es una cámara profesional- dijo en voz baja- Nunca había...- decía, pero al notar la forma en que Black la estaba viendo se interrumpió- Hace unos años tome un curso de fotografía. No pude terminarlo, pero me compré una semiprofesional.
-Esi que por eso conoces a Helmut newton- comentó Black olvidandose de los vidrios rotos- ¿Qué me dices de Bill Brantt?
-Hmm surrealista. Prefiero a Robert Capa- le contestó Mary y Black se medio sonrió.
Cuando él llegó frente a la muchacha tomó de sus manos la cámara, retiró la tapa del lente para ajustarlo y enfoco a Mary quien reaccionó como si le hubiera apuntado con un arma.
-No me gusta que me tomen fotografías- exclamó ella y se mostró bastante alterada.
-¿Por qué no? ¿No te gusta como te ves o crees que te robaran el alma?
-Solo no me gusta- exclamó Mary.
-Es una lastima. Te podría haber hecho unos retratos maravillosos. Tienes carácter- le dijo Black bajando el lente de la cámara por la figura de la mujer cual lo hubiera hecho una indiscreta mirada.
- El candaulismo jamás me ha interesado, pero ya veo que a ti sí.
-Abaratar a tu amante de ocasión...
-¿Abaratar?- exclamó Mary arqueando una ceja.
-¿El término te ofendió?
-No soy tan fácil de zaherir- le respondió Mary acercándose a él para poner sus manos en la cámara- ¿Me la prestas?
-No- contestó Black rápidamente- La he estado usando estos días. He tomado varias fotografías y... ¿Quieres ver?
Mary parecía saber de fotografía un poco más que el común de las personas. Desde el punto de vista de Black era alguien a quien valía la pena presumir su talento. El había vuelto a montar un cuarto oscuro en el primer piso. La habían era pequeña, un tanto estrecha, en especial para dos personas, pero a Mary eso no le importó mucho. Solo que tuvo que ser cuidadosa de no tirar nada para poder ver las fotografías que colgaban en el lugar y de las que Black no dudo en soltarle el contexto. Ese tipo, la mayoría del tiempo, hablaba muy poco, pero cuando se refería a un tema de su interés era capaz de hablar por largos periodos de tiempo y de usar un lenguaje muy culto. A Mary no le molestó soportar su verborra, pero algo que ella no notó y él tampoco es que el motivo para que Mary acabará en esa casa, había quedado en un segundo plano. Black la detuvo por horas solo para presumir su trabajo fotográfico que obtuvo un par de recibimientos tiempo atrás. Justos se quedaron en la sala tomando unas cervezas y hablando. Aunque aquello fue más un monólogo de Black que una charla y él fue quien más bebió. Parecía estar bastante a gusto. Esos ojos resentidos se hicieron ligeramente menos hostiles y su voz dejo ese tono tajante que solía tener.
Por fin cerca de las diez de la noche la lengua y ánimo de Black perdió fuerza. Para entonces Mary había recabado suficiente información para hacer una pregunta que a Black no le cayó muy bien.
-¿Dónde aprendiste mecánica?- Mary bebió un poco de cerveza de su botella antes de hablar, Black apartó la suya de su boca- Es que...no es un oficio que vaya con alguien como tú. Das la impresión de haber tenido una posición más elevada que está. De haber estudiado mucho también...
Black se sonrió de esa forma medio oscura que solía hacer y acercando su cerveza a su boca, otra vez, respondió de forma algo jocosa.
-Aprendi en la cárcel...
-¿Por qué estuviste ahí?- le preguntó Mary sin impresión, sin sorpresa.
-Asesine una chica entrometida- le contestó sin dejar saber si hablaba en broma o en serio.
-Yo una vez estuve en un calabozo- comentó Mary.
-¿Tiraste basura en la calle?- se burló Black.
-Golpee a un policía. Fue sin querer...- añadió sonriendo.
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