NUEVE
El encierro no perdona.
Invade, trastoca, se instala,
el cuerpo domesticado asume otro ritual.
el espíritu se hace frágil
y la mente traiciona.
Por las noches en este encierro
el techo amenaza con aplastarme,
se acerca, se regocija de mis temores,
goza con macabra sonrisa.
Yo recurro a tu recuerdo,
me aferro
para espantar esta cercana locura.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro