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› Lisa.
Para mi desgracia la hora de la cena se había ido rápidamente y ya era hora de ir a dormir, Jennie me agarró de la muñeca y me guío a su habitación, subimos las escaleras, luego caminamos por un pasillo donde las paredes estaban decoradas con muchas fotos de su familia. Hasta llegar a una puerta que tenía la inicial de Jennie.
Al entrar me puse aún más nerviosa, no podía dejar de pensar si mi mente me traicionara en la noche y tuviera una erección, tenía que algo. hacer
— ¿En qué lado te gusta dormir? — me preguntó mientras arreglaba la cama.
— Cualquier lado esta bien — sonreí amablemente y ella asintió.
Después de que la cama estuviera lista Jennie apagó la luz y se acostó en la cama dándome la espalda, suspiré y me acerqué a la puerta para salir de aquella habitación.
— ¿A dónde crees que vas? — me quedé quieta al escuchar la voz de Jennie — Ven aquí ahora mismo — como un perrito obediente caminé hacia ella — ¿A dónde pensabas ir? — me volvió a preguntar.
— Y-Yo... No quisiera incomodarte, es tu cama, yo podría dormir en el sofá de la sala — hablé nerviosa y ella negó.
— Si mi mamá te ve ahí me regañará, así que acuéstate en la cama — asentí a sus palabras y me acosté a su lado dándole la espalda — Buenas noches nerd.
— Buenas noches — murmuré antes de cerrar los ojos.
4:36 AM
> Jennie.
— Tan bella mi Jennie... — suspiré al sentir sus labios rozar en mis muslos desnudos.
— L-Lisa... — un suave gemido salió de mis labios al sentir su lengua en cerca de mi seguro, húmedo centro.
— ¿Desesperada? — mordí mi labio inferior, me estaba torturando con esas simples caricias,
— No sabes... Cuanto... — volví a gemir cuando hizo un suave roce de sus labios en mi humedad. — Por favor Lisa... Hazme tuya... — suspiré.
— Como ordenes... — dicho eso paso su caliente lengua en mi centro haciéndome soltar un profundo gemido, las lamidas no paraban de su parte y me encantaba aquello. Mi mano fue a su cabello enredando mis dedos en el y hundiendo aún mas su rostro, quería más contacto, quería más de ella.
— Lisa... — gemí su nombre.
— ¿Qué pasa Jennie? — abrí los ojos como platos al escuchar la voz de Lisa.
— N-Nada, ¡Olvídalo! — le di la espalda y abracé
mi almohada con fuerza.
— E-Está bien — exclamó, pude sentir como se levantaba de la cama — Iré al baño — dicho eso escuche sus pasos alejarse.
Cuando verifique que no estaba solté un gran suspiro, por poco era descubierta, ¿Pero cómo iba a evitar soñar cosas así si la tengo al lado?, estúpida nerd.
Respiré profundamente, sentí aquel sueño tan real, aún podía sentir un cosquilleo en mis muslos, como si el roce de sus labios estuvieran ahí aún, me sentía tan caliente, sobretodo en mi centro. Me moví al lado donde estaba acostada Lisa, agarre su almohada y la abracé a mi pecho, podía el olor de su cabello, olía a fresas, la sensación que sentía de la cabeza hasta la punta de los dedos de los pies, me encantaba, podía sentir su calor en este lado de la cama, mierda, como deseaba tocarme e imaginar que era ella la que me tocaba con sus manos o sus labios, inconscientemente mi mano bajo por mi abdomen hasta llegar al borde de mi corto pantalón de pijama, mi mano se metió debajo del pantalón y fueron a mis húmedas bragas, mis dedos rozaron la tela que cubría mi caliente centro, suspiré, que bien se sentía.
Roce mis dedos sobre la tela una y otra vez sacándome suaves jadeos que salían de mis labios, mi otra mano la metí bajo mi camiseta y luego bajo mi sostén, agarre mi seno y lo masaje al mismo ritmo que mi otra mano me brindaba placer abajo.
Me calmaba que Lisa aún no apareciera, necesitaba terminar lo que empecé, metí mis dedos en mi centro moviéndolos con rapidez, los metía y sacaba imaginándome que era Lisa la que lo hacía, apretaba mi mano en mi seno brindando aún más placer, sentía que iba a llegar al glorioso orgasmo.
› Ningning.
— Bueno debería irme a dormir señora Kim — la chica se trató de levantar pero la agarré del brazo y la volví a sentar en el sofá, no podía arriesgarme de que entrara a la habitación de Jennie y que la vea haciendo sus cochinadas
— ¿No te gustaría ver el álbum de fotos de Jennie? — le pregunté con una amable sonrisa, ella sonrió asintiendo — Bien, no te vayas a mover de aquí ― le dije mientras me levantaba e iba a mi habitación, Jennie tendría que darme una explicación.
> Lisa.
Me encontraba ayudando a la señora Kim a hacer el desayuno, las dos nos la habíamos pasado riendo y burlando de las fotos de Jennie cuando estaba pequeña, Jennie de pequeña era muy adorable y torpe.
Aunque era raro, cada vez que miraba hacia las escaleras la señora Kim me volteaba el rostro hacia las fotos pero lo ignore.
— Buenos días... — aquella soñolienta y adorable voz era de Jennie.
— Buenos días mi querida hija — le dijo su madre que le sonreía con una chancleta en la mano, ¿De que me perdí?
— Buenos días Jennie — le sonreí pero ella solo miró a otro lado.
Luego de haber desayunado, me duche y vestí con mi ropa ya seca en el baño de invitados para no incomodar a Jennie.
— Lo lamento pero no podré llevarlas — habló la señora Kim mirándonos.
— No hay problema mamá, las dos podemos ir caminando ¿verdad? — asentí sonriendo.
— Bien pero vayan bien juntitas, así se defienden ambas — la elegante mujer agarró la mano de ambas e hizo que agarremos la mano de la otra, pude sentir un leve rubor en mis mejillas, miré a Jennie y ella estaba igual — No se vayan a soltar, ¿Ok? — las dos asentimos mirando al suelo.
Dicho eso las dos salimos aún tomadas de la mano, me parecía raro que Jennie no la soltara pero aún así disfrute de su cálido contacto.
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