La semana siguiente, las cosas volvieron más o menos a la normalidad, o lo más normal posible. Harry fue a clase, mantuvo la cabeza gacha, se reunió con Riddle para trabajar en romper la maldición y también para su proyecto de Encantamientos.

Excepto que, de alguna manera, se sentía como si algo fuera diferente.

Tal vez solo fue Harry. Había accedido al juramento porque no quería que Riddle lo maldijera y porque no podía, ni siquiera ahora, ver las desventajas de que Riddle aceptara no lastimarlo. Pero el hecho de que lo hubieran jurado durante seis meses dejaba más claro, de alguna manera, que es posible que no se deshagan de la conexión entre ellos por un tiempo. Harry trató de imaginar específicamente cómo sería el resto del año escolar, si tuviera que seguir viendo a Riddle todos los días o dos. Tenía que seguir tocándolo.

Se estremeció. Debería mantenerse optimista. Tal vez la solución estaría en el próximo libro al que recurrieran.

Pero, también, tal vez no era solo Harry. Algo parecía diferente en Riddle esta semana.

A Harry le tomó un tiempo resolverlo. Al principio, parecía que Riddle estaba más feliz de alguna manera. Pero no estaba asentado, no era como si hubiera promulgado algún plan malvado que se hubiera resuelto; a menudo comenzaba a caminar cuando él y Harry se encontraban, como si de repente tuviera un exceso de energía que gastar. Le dio la espalda a Harry con más frecuencia, levantándose abrupta o simplemente moviéndose para que Harry no pudiera ver su rostro. Pero cuando no estaba haciendo eso, seguía observando a Harry tan de cerca como siempre lo había hecho cuando todavía sospechaba de Harry.

Sin embargo, al final de esa semana, Harry se dio cuenta de que Riddle de repente parecía mucho menos concentrado en romper la maldición.

El martes y el miércoles, Tom argumentó que tenían que trabajar en su proyecto de encantamientos, que en realidad tenía una fecha límite inminente. Harry estaba disfrutando de los aspectos prácticos, probando el hechizo en diferentes objetos y viendo si luego podían pasar entre sí, aunque Riddle seguía tratando de llevarlo a algunos lugares francamente espeluznantes.

— ¿Estás seguro de que no estás dispuesto a intentarlo? — preguntó, a la ligera, después de que hablaron de nuevo sobre agregar una sección de discusión sobre cómo se podría usar el hechizo para mover cosas dentro y fuera del cuerpo — Quieres ser un investigador dedicado, ¿no es así, Harry? — Su tono sonaba como si estuviera bromeando, pero tenía una expresión extraña en su rostro.

Harry decidió tomarlo como una broma — Por supuesto — dijo, poniendo los ojos en blanco — voy a tratar de meterme esta zanahoria dentro de mí para un proyecto escolar. Esa es una gran investigación allí mismo —

— Ciertamente es innovador — dijo Riddle, sus ojos bailando — ¿y dónde pondrías la zanahoria, Harry? ¿Para la investigación? —

Harry balbuceó y cambió el tema a algo más productivo.

Trabajaron en investigar la maldición nuevamente el jueves, pero solo después de que Harry lo presionara. Y Riddle definitivamente estuvo distraído todo el tiempo.

— Inteligente — dijo, después de que Harry le explicara cómo había tratado de ejecutar un hechizo, encuéntrame usando un recuerdo de ellos conectados. Ciertamente había hecho algo, excepto que no había sido nada útil por lo que Harry podía ver — Tu mente corre en direcciones interesantes, Harry, cuando se trata de aplicaciones prácticas de la magia —

— Solo porque algunas cosas resultan ser un poco estúpidas... — dijo Harry, sonrojándose, pero Riddle levantó una mano.

— Realmente no quise decir eso negativamente, Harry. Encuentro tus usos de la magia... vigorizantes. Piensas en direcciones que yo no habría considerado. Sí, a veces fallan, pero cuando funcionan... Los resultados son algo único —

Eso hizo que Harry sintiera algo extraño, como si algo ligero y aireado se hubiera alojado en su pecho. Nadie había hablado de sus enfoques poco convencionales como si fueran algo bueno antes.

Harry se recordó a sí mismo que no necesitaba la buena opinión de Riddle. Ni siquiera lo quería.

—¿Aprendiste tales técnicas de tus padres? — Riddle preguntó, y allí estaba el aguijón en la cola. Por supuesto, solo era Riddle haciéndole el favor porque quería interrogar a Harry de nuevo.

— Pensé que estábamos aquí para hablar sobre esta maldición —dijo Harry, más secamente de lo que pretendía.

Riddle asintió, pero en realidad nunca contribuyó con nada a su discusión. Escuchó las ideas de Harry y habló sobre ellas durante un minuto o dos, pero luego siguió dirigiendo la conversación hacia el propio Harry, o hacia su proyecto de Encantamientos, o hacia algo completamente distinto.

Luego sucedió lo mismo la noche siguiente.

Todo lo que Harry había producido era una serie de callejones sin salida y, sin embargo, Riddle parecía mucho menos molesto que en cualquiera de las semanas anteriores.

— Todo lo que eliminamos es otra vía cerrada — dijo despreocupado. — Un resultado fallido aún nos acerca a nuestro objetivo — Lo cual estaba muy lejos de lo que había estado diciendo la primera semana.

Luego estaba la necesidad de Riddle de tocarlo.

Harry estaba tratando de no pensar en eso. Fue bueno que Riddle volviera abruptamente a toques más ligeros esa semana, agarrando una de las manos de Harry por solo unos segundos y luego soltándola, o poniendo su mano sobre el brazo de Harry por un minuto, pero sin moverlo, sin usar su otra mano. Era mejor así.

Excepto que no ayudó al estado de ánimo de Harry. Riddle estaba actuando de manera extraña, y Harry apenas pudo disfrutar el lado positivo de su tiempo juntos. Claro, Riddle había demostrado ser sorprendentemente fácil de trabajar, y tenía muchas cosas interesantes que decir, pero era Riddle. Harry no podía disfrutar pasar tiempo con él. Todo su Tom Riddle-Ness siempre estuvo al acecho, tácito.

Finalmente, el viernes por la noche, Harry decidió que ya había tenido suficiente. Riddle, en un tono de voz completamente razonable, estaba explicando por qué tenía sentido que trabajaran en Encantamientos nuevamente, a pesar de que casi terminarían si Riddle se olvidaba de las tangentes adicionales que quería explorar.

— ¿Qué es lo que pasa contigo? — estalló Harry — No lo entiendo, Riddle. Durante semanas me has estado acosando por esta maldición entre nosotros, ¿y ahora de repente no te importa romperla? —

— ¿Qué estás diciendo, Harry? — Riddle dijo, todavía viéndose exasperantemente imperturbable.

— Pensé que estaba bastante claro — dijo Harry, mirándolo — Tú eres el que está actuando sospechoso ahora, Riddle. ¿De repente no quieres que esta maldición desaparezca o algo así? —

Riddle levantó una ceja — ¿Eso es lo que has estado pensando esta semana, Harry? —

— Responde a la pregunta, Riddle —

Riddle suspiró — A diferencia de ti, Harry, yo sé cómo ordenar mis prioridades. Ambos sabemos ahora que esto parece no tener una respuesta fácil inmediata. Y ahora que he eliminado mis sospechas, creo que es prudente dirigir mi atención a otras cosas por un tiempo. La vida no espera a que resuelvas un problema para seguir adelante con los demás —

— ¿Y no podrías haberme dicho eso? — dijo Harry, apropiadamente molesto ahora, excepto que entonces Riddle les quitó el viento a sus velas.

— Mis disculpas — dijo de inmediato — Pensé que era obvio, pero veo que has estado preocupado por eso. Aunque, Harry, lo mismo es cierto al revés. Podrías haber preguntado antes de ahora — Harry trató de pensar en una respuesta, y no pudo. No le gustó, pero la lógica de Riddle tenía sentido — Vamos — dijo Riddle de repente — ¿qué dices de tomarte la noche libre? Sin proyecto de Encantamientos y sin examinar la maldición —

— ¿Qué quieres decir? — preguntó Harry, sospechando de nuevo. ¿Riddle tenía algo mejor que quería hacer sin Harry?

Riddle simplemente le hizo un gesto a Harry para que lo siguiera y Harry, molesto, pero no lo suficiente como para irse, así lo hizo.

Como siempre, Riddle lo sorprendió. Terminaron en el lujoso baño al que Riddle lo había llevado en la primera semana del trimestre. Harry frunció el ceño, incapaz de entender por qué Riddle había elegido este lugar.

— Es privado — dijo Riddle, respondiendo a su mirada inquisitiva — No es lo más cómodo, lo reconozco, pero en un salón de clases siempre existe el riesgo de que pase alguien. Y no quiero compartir esto demasiado ampliamente —

— ¿Compartir qué? — preguntó Harry, pero Riddle ya estaba sacando una pequeña bolsa y desencogiendo una serie de objetos de su interior. Una manta grande y luego una variedad de alimentos que se veían mucho más elegantes que cualquier cosa que consiguieran en Hogwarts; los paquetes eran todos lujosos, con etiquetas discretas para indicar lo que había dentro.

— ... ¿Qué? — dijo de nuevo. Riddle se acomodó en la manta, haciéndole un gesto a Harry para que se uniera a él.

— Me dieron esto a cambio de ayudar a un compañero Slytherin — dijo simplemente — Me han asegurado que los chocolates son particularmente buenos —

— Bien — dijo Harry, sentándose lentamente — Pero eso no explica por qué me los ofreces —

Riddle se encogió de hombros. — Considéralo una disculpa — dijo — No me había dado cuenta de que habías estado preocupado esta semana. Yo... había pasado por alto que estás tan ansioso por llegar al fondo de esta maldición como yo —

Harry se quedó boquiabierto. Riddle definitivamente estaba detrás de algo.

Sin embargo, los chocolates se veían bien, así que después de que Riddle abrió la caja, Harry siguió adelante y tomó uno. Sabía muy bien, rico y se derretía en la lengua, al igual que las otras cosas que Riddle produjo de las cajas: fruta confitada, extrañas bolitas parecidas al algodón que parecían un poco de algodón de azúcar y estallaban, burbujeando, en un líquido dulcemente chispeante en la boca. Harry tuvo que admitir que estaban un poco por encima de los frijoles de todos los sabores de Bertie Bott.

Mientras comían, Riddle le contó sobre el favor que había hecho para conseguirlos, ayudando a una Slytherin de sangre pura más joven a instalarse después de que ella sintiera nostalgia en el primer trimestre. Harry estaba bastante seguro de que Riddle se lo estaba inventando, o al menos editando cuidadosamente algunas partes, pero aun así contó una buena historia.

—Debería hacerme amigo de más personas ricas — dijo Harry, tomando otro chocolate — si dan cosas como esta regularmente —

— Conocer a los ricos de nuestra sociedad tiene sus ventajas — dijo Riddle con una sonrisa.

— Es una pena que no se lleven bien conmigo, entonces — dijo Harry alegremente — ya que parece que la mayoría de los magos y brujas ricos terminan siendo esnobs de sangre pura — Todavía no se habría hecho amigo de Malfoy, pensó, incluso si Malfoy le hubiera ofrecido comida como esta cuando se conocieron. No habría valido la pena.

— Es una barrera, sí, pero no infranqueable — La voz de Riddle era suave — Soy un mestizo, Harry, y todavía me estoy abriendo camino en su mundo — Harry lo miró en estado de shock — Sé que no se habla comúnmente de eso en Slytherin — continuó Riddle, confundiendo la sorpresa de Harry con sus palabras, y no con el hecho de que Riddle lo había mencionado en absoluto — Pero no me concedieron mi puesto en nuestra Casa fácilmente. Vengo de menos que tú, Harry. Es posible para nosotros ascender en esta sociedad. Si luchamos por ello —

— ¿Y si no quiero luchar por ello? — Harry dijo, igual de bajo.

—¿Por qué no lo harías, Harry? ¿Cuándo eres tan claramente capaz de hacerlo? — Riddle parecía realmente querer saber la respuesta. Estaba mirando fijamente a Harry, sus ojos oscuros.

— Tienes que seguir sus reglas — dijo Harry, sosteniendo la mirada de Riddle — Tienes que ir por ahí aceptando que la sangre pura es mejor que los nacidos de muggles. Cosa que yo no creo, por cierto —

— Pero ellos conocen este mundo — respondió Riddle. Sin embargo, no sonaba a la defensiva, simplemente involucrado en la conversación — Nacen con magia, inmersos en ella desde sus primeros días —

— ¿Y no me dijiste que admiras mi magia poco convencional? ¿No perderías eso si solo escuchas a las personas que dicen que su camino es el único camino? —

— Así que sigue las reglas — susurró Riddle — ábrete camino y luego podrás moldear las cosas de la manera que quieras —

Harry parpadeó. Realmente sonaba como si a Riddle no le importaran las creencias de la sangre pura, solo las cosas que podía obtener repitiéndolas como loros.

Harry no sabía si eso era mejor o peor.

— Es demasiado fácil — dijo, sacudiendo la cabeza — decir que haré cosas que no me gustan ahora y llegaré a lo correcto más tarde. ¿Qué pasa si nunca llegas tan lejos? ¿Qué pasa si te atrapan aceptando cosas en las que realmente no crees? —

— Entonces, ¿qué harías, Harry? —

Harry se encogió de hombros — No tengo ningún gran plan — dijo. — Solo tengo que hacer lo que creo que es correcto —

— ¿Y aun así te escondes en Hogwarts, decidido a pasar desapercibido? No, no me estoy entrometiendo esta vez — dijo Riddle con una sonrisa, mientras Harry comenzaba a fruncir el ceño — Simplemente no tiene sentido para mí, Harry — Su voz se suavizó aún más — Nada de ti tiene sentido —

— Nada sobre ti tiene sentido — replicó Harry, honestamente. Dumbledore le había dado la impresión de que Tom Riddle había sido tan bueno como Voldemort desde sus días de escuela, y las impresiones que tenía del diario de Tom, y todo lo que pasó con Hagrid, solo reforzaron eso. Y, sin embargo, Harry había pasado las últimas cuatro semanas con él, más el último año observándolo, y sí, claramente estaba listo para vender todo y a todos por poder, pero...

Pero él no había hecho eso todavía. No completamente. También era alguien de la edad de Harry, trabajando en su camino en el mundo. Preocupado por los resultados de sus exámenes y su futuro.

En este momento, sentado con las piernas cruzadas frente a Harry, su expresión abierta, Tom Riddle no parecía del todo irredimible.

— ¿Por qué vas por la ruta de la sangre pura? — preguntó Harry — Sé lo inteligente que eres, lo bueno que eres para envolver a la gente alrededor de tu dedo. ¿No puedes encontrar una manera de lograr lo que quieres sin soltar todas esas tonterías acerca de que la sangre pura es mejor que los demás? —

— Tienes que ver — dijo Riddle, inclinándose hacia adelante — cuán rápido es este camino. Tiempo, Harry, siempre se trata de tiempo. No deseo ser una voz solitaria que clame en el desierto. No quiero ver cómo el apoyo que he construido se desvanece de la noche a la mañana. Con la base que tengo, con este apoyo de sangre pura, puedo lograr grandes cosas, Harry. Tienes que ver eso —

Harry se giró, incómodo <<Grandes cosas>>

— Tal vez — dijo — no creo que valga la pena lograr grandes cosas a expensas de cosas buenas —

— Harry — dijo Riddle, un poco suplicante. Harry no volteó a verlo — Harry — dijo Riddle de nuevo, más cerca, y luego la mano de Riddle estaba en la mejilla de Harry, llevándola de nuevo a la cara de Riddle.

El contacto fue eléctrico. Harry respiró hondo, tratando de deleitarse y prepararse al mismo tiempo, porque Riddle seguramente iba a retroceder de inmediato, iba a hacer que se sintiera como si estuviera arrancando una parte de Harry con él.

Pero Riddle mantuvo su mano en la mejilla de Harry, estudiando su expresión. La boca de Riddle estaba abierta, notó Harry. la de Harry también.

— Harry — Riddle respiró, y luego se inclinó, o tal vez Harry lo hizo, y luego la boca de Riddle estaba sobre la de Harry.

Después de una semana de toques fugaces, mano a mano, fue casi abrumador. La lengua de Riddle en su boca. La mano de Riddle agarrando su cuello. Riddle lo empujó hacia atrás para que Harry cayera sobre la manta, Riddle lo siguió hacia abajo, sin apartar la boca de la de Harry. El peso de él encima de Harry hizo que Harry retrocediera inmediatamente al fin de semana anterior, después del güisqui, la única otra vez que Riddle había estado encima de él de esta manera. Harry no tenía la excusa del alcohol esta vez.

Pero aun así no apartó a Riddle.

Dejó que Riddle lo presionara hacia abajo, deslizó una mano debajo de la camisa de Harry, dejó que su propia mano se deslizara alrededor de la cintura de Riddle a cambio. Riddle apartó la boca el tiempo suficiente para murmurar un hechizo y la camisa de Harry desapareció abruptamente, seguida por la de Riddle. Harry quería protestar, no tenía tantas camisas, excepto que era tan buena como la última vez, con él y Riddle apretados pecho contra pecho, piel deslizándose contra piel y el aliento de Riddle caliente. Harry trató de tragarse sus gemidos, pero fue difícil, cuando Riddle parecía capaz de exprimir profundidades desconocidas de placer con solo deslizar una mano por el costado de Harry, mientras seguía besándolo, caliente y pesado.

Entonces Riddle fue más allá. Sus dedos fueron a la cintura de Harry. En pausa.

Luego separó su boca de la de Harry por otro momento, y los pantalones de ambos desaparecieron.

Riddle volvió a bajar de inmediato, y las repentinas dudas de Harry se vieron abrumadas por la sensación de las piernas de Riddle enredadas con las suyas. Los besos de Riddle se volvieron más urgentes, más intensos, mientras Harry gemía debajo de él y trataba de tocar a Riddle en tantos lugares como fuera posible. Con razón todos en su propio tiempo se habían vuelto locos en quinto año, pensó vagamente, si habían estado haciendo cosas que se sentían, aunque sea una fracción como esta.

Al menos todavía tenían puestos los bóxers, pensó cuando Riddle desvaneció sus pantalones. Parecía una distinción importante, algún tipo de barrera, excepto que tal vez no había sido tan importante después de todo, porque cuando Riddle finalmente bajó los bóxers de Harry, Harry solo protestó levemente. Los dedos de Riddle sobre él eran indescriptibles. Harry casi se corre allí y luego cuando Riddle lo agarró, deslizándose por la longitud de Harry en un movimiento firme.

Riddle agarró la base de Harry casi dolorosamente, tirando de él hacia atrás desde el borde. Luego, para calmarlo, se inclinó hacia atrás y besó a Harry, toda esa piel sobre piel y ahora la polla de Harry también estaba presionada contra Riddle, goteando, haciendo que Harry se sacudiera impotentemente hacia arriba cada vez que Riddle se movía sobre él.

Necesitaba venir. Pero Riddle parecía saber exactamente lo cerca que estaba y siguió retrocediendo, aflojándose en el momento equivocado, frotándose contra él demasiado lentamente. Fue glorioso y enloquecedor; Harry no quería que este sentimiento terminara demasiado pronto, esta conexión, este escape donde todas sus preocupaciones habituales se diluían en nada; pero al mismo tiempo estaba a punto de correrse y lo necesitaba, necesitaba la liberación, y Riddle no se la estaba dando.

— Necesito — Riddle jadeaba, luciendo tan deshecho como Harry se sentía a pesar de estar claramente lo suficientemente consciente como para mantener a Harry al límite — Harry, necesito... —

Harry gimió inarticuladamente. Riddle necesitaba hacer algo. Harry estuvo absolutamente de acuerdo.

— Por favor — jadeó Harry, mientras Riddle agarraba su base de nuevo, la palabra arrancada de él — Por favor, Riddle... —

— Llámame Tom — dijo Riddle, feroz, apretando a Harry de nuevo.

Harry gritó y dijo — Sí, Tom, por favor, joder —

— Sí, Harry — dijo Tom, ronco — sí — y Harry pensó que finalmente podría estar a punto de tirarlo por el borde, excepto que extendió un dedo alrededor y, antes de que Harry se diera cuenta de lo que iba a hacer, Tom deslizó un dedo mojado dentro del culo de Harry.

El mundo de Harry se volvió blanco.

Se sintió suspendido, atrapado, mientras su orgasmo lo ahogaba como una ola, todo su cuerpo rígido de placer, tratando de aferrarse al momento por más tiempo, para siempre, para perseguir la alegría que estaba sintiendo, y ni siquiera era la mano de Tom la que estaba sobre él, su pene o sus piernas rozándose contra las piernas de Harry; era ese dedo, todavía presionado con firmeza, inexorablemente, lo que había llevado a Harry a algo más allá de lo que jamás había experimentado antes. Gritó, la habitación resonó con eso, arqueándose debajo de Tom, mientras Tom lo atravesaba, su rostro brillaba mientras miraba a Harry.

No quitó el dedo cuando Harry terminó. Harry yacía allí, con el pecho agitado, pensando que debería alejarse, excepto que sabía que no lo haría en este momento. No solo porque sus piernas se sentían como gelatina y todavía estaba en lo alto para correr más fuerte que la semana anterior. No solo porque no quería enfrentar cómo se sentiría cuando volviera a ser él mismo.

Era más simple que eso. Justo ahora, en este momento, no podía soportar la idea de no tener el dedo de Tom dentro de él.

Tom seguía mirándolo, con los ojos muy abiertos y oscuros, deslizando su dedo hacia adentro y hacia afuera un poco. Harry siguió acostado allí, dejándolo.

— Harry — dijo Tom en voz baja — oh, Harry — y mientras Harry yacía allí, Tom agregó un segundo dedo.

Harry se mordió el labio, tratando de no reaccionar, fue inútil La conexión cantaba entre ellos y Tom seguía mirándolo fijamente a la cara incluso mientras metía el segundo dedo en el trasero de Harry. Parecía tener práctica en esto, y Harry pensó, con una molestia que realmente no podía sentir en este momento, que probablemente había hecho esto con otras personas. No era la primera vez para él, como lo fue para Harry.

Sin embargo, Harry se acostumbró bastante rápido a los dos dedos, probablemente por lo relajado que aún estaba con la conexión zumbando a través de su piel, ronroneando ante la sensación de los dedos de Tom dentro de él. Tom añadió un tercer dedo. De alguna manera se sentía aún mejor.

Harry había perdido la noción del tiempo. Yacía allí, los únicos ruidos eran el sonido obsceno de los dedos de Tom moviéndose, la respiración agitada de Harry.

— Harry — dijo Tom finalmente — Necesito- es decir, tengo que- quiero—

Tom nunca se quedó sin palabras. Aun así, Harry sabía lo que quería decir. Podía ver que Tom aún no se había corrido, podía ver su polla tensándose a través de los bóxers que todavía tenía puestos.

— ¿Yo puedo...? — preguntó Tom, casi demasiado bajo para que Harry lo escuchara, y Harry sabía exactamente lo que estaba preguntando.

Harry no podía decir que sí, no podía, simplemente no podía. Pero tampoco dijo que no.

Tom lo miró fijamente, sus dedos aún enterrados en el trasero de Harry. Lentamente, agarró sus bóxers con la otra mano y se los quitó torpemente.

Harry seguía sin decir nada. No se apartó.

Tom se reposicionó entre las piernas de Harry. Empujó un poco de la manta para amontonarla debajo de las caderas de Harry, dejándolo inclinado hacia arriba. Observó a Harry por un largo momento más.

Luego, en un repentino estallido de movimiento, sacó los dedos, alineó su pene y empujó.

— Joder — se oyó decir Harry — joder, joder, Tom, joder — como si se hubiera reducido a dos palabras y el estiramiento de Tom empujándolo y nada más. Quemó un poco, sin embargo, Harry tuvo que contenerse para no empujar hacia atrás para que Tom entrara más profundo y rápido.

Tom estaba respirando inestablemente, temblando ligeramente, pero se mantuvo acercándose a Harry. Lo tomó lenta pero constantemente, y no pasó mucho tiempo hasta que toda su longitud estaba sentada dentro.

Harry cerró los ojos, se mordió el labio y trató de no mostrar lo bien que se sentía.

Fue inútil. Gritó en el momento en que Tom comenzó a moverse, follándoselo constantemente, golpeando algo en Harry que lo hizo temblar por completo, y agregó que solo tenía a Tom dentro de él, tenía a Tom enterrado en él, con los ojos muy abiertos sobre Harry mientras seguía, moviéndose, cuando volvió a poner su mano sobre Harry mientras seguía empujando, y Harry no se había dado cuenta de que se ponía duro de nuevo, pero claramente iba a correrse por segunda vez, se sentía inevitable, porque nada en el mundo se había sentido tan bien como Tom empujándose dentro de él.

Tom jadeaba encima de él, también cerca, las palabras salían de él.

— Lo sabía — dijo, jadeando — Sabía que querrías, sabía, incluso ahora, qué bien... —

Pero claramente quería que Harry viniera primero. Harry yació allí y dejó que Tom tomará el control, su mano moviéndose más rápido sobre Harry y su pene todavía golpeando ese lugar dentro de Harry, y la conexión cantó a través de cada centímetro de Harry, y cuando se corrió sintió que Tom también lo soltaba. Harry no pudo pensar en nada mejor que la imagen de Tom corriéndose dentro de él, dejando algo de sí mismo dentro de Harry.

Harry se estremeció durante su clímax y se apretó alrededor de Tom mientras él se corría y por un largo, largo momento, estuvo tan feliz como nunca en su vida.

Tom se desplomó sobre él cuando terminó. Parecía reacio a retirarse, lo cual Harry entendió. Todavía estaba temblando placenteramente, el recuerdo de esa dicha aún palpitaba a través de él, y no quería perderlo.

Se quedaron allí por un minuto o dos, el tiempo suficiente para que el sudor comenzara a enfriarse de una manera que Harry imaginó que sería desagradable una vez que se alejara de Tom. Se movió debajo de Tom y, por suerte o por desgracia, Tom lo tomó como una señal.

Se liberó de Harry, lentamente. Los desenredó y luego, con clara desgana, se dio la vuelta para dejar de tocar a Harry por completo.

Hubo otro momento de silencio. Harry apretó los ojos cerrados. No sabía qué estaba sintiendo exactamente, solo que todo estaba enredado en una agitación furiosamente complicada en su pecho donde antes solo había sentido placer.

— Mierda — dijo con tristeza.

Tom, Riddle, hizo un sonido que podría haber sido una risa.

— Ciertamente — dijo, con la voz quebrada por la palabra, pero cuando Harry miró, vio que Riddle había desviado la mirada para que Harry no pudiera ver su rostro.

Continuara ...

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