La siguiente semana fue un poco rara. Harry se mantuvo alejado de Slytherin por el resto del fin de semana. Pasó un tiempo en la biblioteca y el resto en la Sala de los Menesteres. Se dijo a sí mismo que era para continuar con la investigación, tanto este asunto con Riddle como sus intentos poco entusiastas de familiarizarse con la magia del tiempo, pero, sobre todo, era para evitar a Riddle.

Sin embargo, no podía seguir así para siempre, así que el lunes por la mañana entró en su primera clase del día y se resignó a enfrentarse a las sospechas de Riddle. No se sorprendió del todo cuando Riddle pasó junto a su asiento anterior y se sentó junto a Harry.

— Me has estado evitando — dijo.

— He estado evitando a todos — murmuró Harry. Riddle también había estado hablando en voz baja, pero la habitación estaba casi en silencio y Harry no quería que nadie escuchara.

— ¿Y esto tiene la intención de hacerme creer que no estableciste esta- esta maldición? — Riddle fruncía el ceño ahora. Harry sabía que esto sucedería, pero aun así era frustrante.

— Vamos a encontrarnos más tarde, entonces — dijo — De hecho, estaba trabajando para investigar el encantamiento, la maldición, lo que sea, así que no tienes que preocuparte —

— ¿En serio? — El ceño fruncido de Riddle se disipó cuando se giró para mirar a Harry especulativamente — Después de Pociones, entonces — dijo — Tú también tienes un período libre, ¿no? —

— ...Si — dijo Harry.

Y luego, a pesar del claro acuerdo, Riddle tiró de la bata de Harry cuando él se levantó para irse al final de la clase.

— Ven conmigo — dijo brevemente. Estaba frunciendo el ceño de nuevo — Solo tomará un minuto — agregó, cuando Harry comenzó a protestar, por lo que suspiró y asintió.

Salir de un salón de clases con Riddle fue una experiencia incómoda. Todos los vieron irse; Mulciber y Lestrange se giraron muy claramente para seguir su progreso hacia la puerta.

— ¿Qué les has dicho a tus secuaces? — preguntó, mientras Riddle lo guiaba por el corredor. Riddle le lanzó una mirada divertida.

— ¿Por qué los llamas mis secuaces, Harry? —

— Pregunta estúpida, porque claramente lo son. ¿Qué les has dicho? ¿Sobre por qué de repente estás pasando tiempo conmigo? —

— Que estamos trabajando en el proyecto, obviamente. No les he hablado de tus... resultados inesperados en los exámenes, ni de esta maldición. Sin embargo, puedes esperar recibir un poco más de atención de ellos. Es una curiosidad natural — Riddle se detuvo frente a una pequeña puerta que Harry nunca había visto antes — El honor en la magia — murmuró Riddle, y la puerta se abrió.

— Wow — dijo Harry, distraído, mientras entraba. Era como una versión más elegante del baño del prefecto que había visto en cuarto año. El baño era tan grande que básicamente era una piscina, con incluso más grifos que el del prefecto.

— Una de las ventajas de ser Premio Anual — dijo Riddle, cerrando la puerta. De repente, Harry fue muy consciente de la presencia física de Riddle a su lado. Tomó un respiro profundo. Era sólo la cosa de la maldición, se dijo a sí mismo.

— ¿Qué estamos haciendo aquí, Riddle? — preguntó.

— Necesito revisar algo — dijo Riddle, recostándose contra la puerta. Miró a Harry de arriba abajo lentamente y Harry descubrió, para su horror, que estaba empezando a sonrojarse.

— ¿Revisar qué? — preguntó, luchando contra el impulso de cruzar los brazos, apartándose de la mirada de Riddle.

— Pásame tu mano — dijo Riddle.

— ¿Qué? ¿Es en serio? —

— Es bastante simple, Harry — Riddle extendió una mano.

Harry lo miró. Debería pedirle a Riddle que le explicara por qué quería volver a intentarlo, pero estaba bastante seguro de que Riddle se molestaría por eso ... Además, Harry realmente quería volver a sentirlo.

Extendió la mano y agarró la mano de Riddle.

Era mejor de lo que recordaba. Su mano apretó la de Riddle y Riddle levantó su otra mano también. Harry estiró ambas manos y se aferró, el calor barriendo a través de él. Riddle deslizó sus manos a lo largo de las muñecas de Harry, sus antebrazos, rozando más de su piel, y Harry se balanceó más cerca y lo dejó. Se sentía completamente relajado y, sin embargo, su piel cantaba con un extraño tipo de euforia ...

<< Debería soltarlo >> pensó distantemente y después de eso, dejaría que Riddle deslizara sus manos más a lo largo de la piel de Harry. Su cara estaba muy cerca de la de Harry, notó Harry, y si Harry se tambaleaba un poco más, si dejaba caer su cabeza hacia donde Riddle estaba esperando...

Riddle lo soltó.

Fue como un balde de agua fría. Harry casi se tiró hacia atrás cuando su conciencia volvió, recordando que se trataba de Tom Riddle, que todo esto estaba mal y probablemente algún tipo de maldición. El lado positivo era que Riddle parecía más frustrado que Harry.

— Esto es intolerable — escupió, apretando las manos. — Esto no puede continuar. No seré-coaccionado de esta manera —

— Entonces, ¿por qué nos trajiste aquí para intentarlo de nuevo? — preguntó Harry, tratando de calmar su propia respiración.

Pensó que era una pregunta justa, pero Riddle lo miró con desdén — Supongo, entonces, que no has estado sufriendo dolor de cabeza desde la última vez que... ¿hicimos contacto físico? —

— ... No — dijo Harry lentamente.

— Maravilloso — Riddle presionó una mano en su sien, frotándola — Esta maldición está dirigida a mí, entonces. Lo supuse, pero esto lo confirma —

— ¿Así que tienes dolor de cabeza? —

Riddle negó con la cabeza — Ya no — dijo — El momento es claro. Tuve un dolor de cabeza menos de 24 horas después de que nos tocamos por última vez, y ha ido aumentando constantemente desde entonces. Me imagino que, a las 48 horas, habría sido debilitante —

— Eso no es bueno —

—No, Harry. No lo es — Riddle se enderezó, otra de esas expresiones difíciles de leer en su rostro — ¿Sigues manteniendo que no tuviste nada que ver en esto? —

— Yo no hice nada — dijo Harry —Mira, seguramente hay toneladas de personas que podrían querer maldecirte —

— Muy elogioso, Harry —

— Aunque es verdad, ¿no? Quiero decir, incluso las personas celosas de ti, o algo así —

— ¿Te refieres a alguien como tú? ¿Alguien qué pasa desapercibido y es impopular? —

— Te lo dije, no soy yo — dijo Harry, molesto a pesar de sus mejores intenciones. Sabía que se veía mal, pero hasta donde Riddle sabía, Harry no tenía motivos para querer meterse con él. Excepto que ahora aparentemente había pensado en una razón.

— Entonces, ¿no estás celoso, Harry? ¿No codicias la popularidad y la gracia social? ¿No buscarías ganarlo, tal vez, atrapando a alguien como yo en algún tipo de atadura que produzca placer? —

— ¡No! — dijo Harry, levantando las manos — No soy yo. Y como dije, podemos hablar más tarde sobre cómo podemos averiguar quién o qué lo causó —

Riddle se quedó en silencio por un momento, considerando, y luego finalmente asintió.

— Muy bien, Harry. Pero espero poder ponerte las manos encima al menos una vez al día, antes de que el dolor de cabeza comience a acumularse —

Exasperada mente, Harry sintió que se sonrojaba de nuevo. La forma en que Riddle acababa de mirar, diciendo que le iba poner las manos encima ... Probablemente no había querido decir nada con eso. Era solo esta maldición jugando con la cabeza de Harry.

Se dio cuenta de que todavía estaba mirando a Riddle.

— Claro — dijo apresuradamente — Ahora, ¿hemos terminado aquí? —

— Si hemos terminado — dijo Riddle, y estaba sonriendo de nuevo. Incomodar a Harry obviamente lo puso de buen humor.

No avanzaron mucho en su reunión después de Pociones. Fueron al salón de clases en el que se habían estado el sábado, recibiendo miradas curiosas en los pasillos de personas que claramente se preguntaban qué estaba haciendo Tom Riddle con alguien como Harry.

Cuando llegaron, Harry entró directamente y se sentó. Riddle cerró la puerta detrás de ellos y Harry lo escuchó murmurar un hechizo silenciador. Luego vino y se sentó frente a Harry.

Harry había visto a Riddle en todas sus clases juntos, sentado como un estudiante modelo; relajado pero correcto, mirando hacia adelante. Él no se sentaba así ahora. Las sillas todavía estaban en filas, y giró la de la fila frente a Harry para mirarlo. Lo acercó al otro lado del escritorio de Harry y separó las piernas mientras se sentaba, de modo que sus rodillas quedaran a cada lado de las patas de la mesa.

No es que Harry notara cómo Riddle casi lo tocaba, o que las piernas de Harry ahora estaban estiradas debajo de la silla de Riddle, entre las piernas de Riddle, o algo así.

— Entonces — dijo Riddle, juntando sus manos sobre el escritorio — convénceme de que esto no fue causado por ti. Dime lo que has encontrado —

No dijo mucho. En lugar de admitir que había pasado la mayor parte del domingo mirando al vacío mientras los libros que había tomado prestados permanecían intactos frente a él, tartamudeó los conceptos básicos de lo que había logrado leer.

Había sido difícil saber por dónde empezar; esto no encajaba en ninguna de las categorías estándar de maldición. Ninguna maldición te hacía sentir placer, y solo cuando elegías activarlo, y sin compulsión para seguir activándolo, excepto el dolor de cabeza de Riddle, supuso Harry. Harry había terminado hojeando una selección aleatoria de libros para ver si algo saltaba a la vista.

— ...Y este libro menciona algo sobre la conexión entre las almas y los cuerpos físicos, pero obviamente el autor al que hace referencia está en la Sección Restringida. Y luego miré en este libro sobre enfermedades raras, pero ninguno de ellos coincidía en absoluto — concluyó finalmente.

— Es un comienzo, supongo — dijo Riddle, aunque parecía insatisfecho.

— Bueno, si la respuesta fuera fácil, ya la habrías encontrado — replicó Harry, luego se dio cuenta de que accidentalmente había felicitado a Riddle.

— De hecho — dijo Riddle, su extraña pequeña sonrisa reapareció, y luego estiró su mano para tocar a Harry de nuevo.

Una vez más, Harry se dijo a sí mismo que debería retroceder. Sin embargo, cada vez se sentía menos urgente. No había pasado nada malo. Seguramente estaba bien para él quedarse donde estaba, dejar que el placer se filtrara a través de él, temblar mientras Riddle frotaba sus dedos sobre la parte superior de la mano de Harry.

Y, como siempre, Riddle estaba ansioso por detenerlo. Se demoró un poco más esta vez, dejando que sus dedos se deslizaran por los brazos de Harry, pero antes de que Harry pudiera traer de vuelta a su mente la idea de terminar él mismo, Riddle lo había hecho.

— Revisaré los libros en la Sección Restringida — dijo Riddle — No debería llevar mucho tiempo determinar si alguno de los que mencionaste tiene algún indicio de solución —

— Bien — dijo Harry, y trató de fingir que su corazón no latía todavía con fuerza.

§§§

Así transcurrió el resto de la semana. En algún momento todos los días, Riddle arrastraba a Harry a algún lugar y juntaba sus manos, ocasionalmente sus brazos. A veces volvía a marcharse inmediatamente después, a veces les exigía que hablaran sobre otras posibles causas de la cosa entre ellos, o que intentaran algo para su proyecto de Encantamientos, que aparentemente también le importaba.

Harry trató de mantenerse cauteloso, pero cuando el lunes llegó de nuevo, de alguna manera todo se había convertido en parte de su rutina. Necesitaban resolver esto, se recordó a sí mismo, para poder desaparecer del radar de Riddle nuevamente, sin cambiar nada en la línea de tiempo para que el futuro siguiera siendo el mismo para que él regresara. Pero ese era un problema distante, de alguna manera, y seguía sintiéndose increíble cuando Riddle lo tocaba, incluso si Riddle estaba claramente molesto por eso. Estaba bien si les tomaba un par de semanas más, razonó Harry.

El martes, Riddle lo mantuvo hablando sobre el proyecto de Encantamientos, y Harry estaba tan involucrado en la conversación que no se dio cuenta de que Riddle los había llevado al Gran Comedor y a la mesa de Slytherin.

— Te unirás a nosotros, ¿verdad? — dijo Mulciber, mirando a Harry con sorpresa.

— Lo hará — dijo Riddle, sentándose y dejando un espacio libre para Harry. Harry vaciló, pero la comida estaba allí y tenía mucha hambre << sólo por esta ocasión >> se dijo, y se sentó.

— Entonces — dijo Lestrange, mientras Harry cargaba papas asadas en su plato — Te has acomodado un poco este trimestre, ¿verdad, Evans? —

Harry miró a su alrededor, pero Riddle había iniciado una conversación con Mulciber en la que el resto del grupo estaba absorto. Nadie más escuchaba a Lestrange.

— Supongo — dijo, pasando a las verduras.

— Bueno, me alegro — dijo Lestrange fácilmente — No me gustaba ver a un compañero Slytherin así. Este asunto de Grindelwald ha sido asqueroso —

— ¿Tú crees? — dijo Harry, un poco sorprendido. Tenía la impresión de que la mayoría de los Slytherins mantenían una cuidadosa neutralidad cuando se trataba de opiniones sobre Grindelwald.

— No puedo decir que no estoy de acuerdo con todo lo que dice — dijo Lestrange — pero la forma en que lo hace es un desperdicio, Evans, te lo aseguro. Una innecesaria pérdida de vidas —

— Lo es — dijo Harry, y se mordió el labio antes de que accidentalmente dijera algo acerca de que Grindelwald no duraría mucho más.

— ¿Dónde vivías antes de venir aquí? — preguntó Lestrange, pasándole a Harry la salsa. — ¿Estabas en la costa? Sé que algunas de las aldeas fueron bastante afectadas —

— Yo, er... Sí, lo estaba — dijo Harry, tratando de recordar su historia de fondo inventada. Hacía años que nadie le preguntaba al respecto — Pero no en un pueblo — agregó — Nosotros, er, nuestra casa estaba bastante aislada —

— No me había dado cuenta de que los hombres de Grindelwald habían estado golpeando ese tipo de lugar — dijo Lestrange, sorprendido.

— Sí, bueno, nosotros tampoco — dijo Harry, maldiciéndose por venir a sentarse aquí. No podía olvidar que necesitaba mantener la guardia alta alrededor de todos los Slytherins, de todos aquí. Afortunadamente, Lestrange no pareció pensar en nada con sus respuestas.

— ¿Así que no tuviste mucho contacto con la sociedad mágica? — preguntó a continuación — ¿Tan aislado como estabas? —

— Eh, no — dijo Harry — Nosotros... no salimos mucho. Solo el viaje ocasional al Callejón Diagon, ese tipo de cosas —

— ¿Pero aún encontraste una manera de jugar partidos de Quidditch? — vino la voz de Riddle, suavemente, desde el otro lado de Harry — Debes haber tenido una gran familia —

Harry se estremeció. No había notado que Riddle escuchaba. Peor aún, ante las palabras de Riddle, el resto del grupo también se volteó hacia Harry.

— Siempre hay gente con quien jugar Quidditch — dijo — Puede que no lo hayas notado, pero es un deporte bastante popular —

Una mirada de sorpresa cruzó el rostro de Mulciber frente a Harry, pero Riddle simplemente se rió.

— ¿Y no queda nadie con quien todavía estés en contacto? — Lestrange dijo. Sus preguntas de repente parecían mucho más intrusivas, formuladas en el silencio del grupo — ¿Sin amigos de la familia, sin vecinos? —

— No — dijo Harry — No hay nadie — Se metió otro bocado de patata en la boca y luego se puso de pie. Lestrange hizo un movimiento para detenerlo, pero luego miró a Riddle y se apartó abruptamente.

— Me alegro de que pudieras unirte a nosotros, Harry — dijo Riddle, con una suave sonrisa que parecía totalmente fuera de lugar en el Gran Comedor.

Harry se fue sin responder y sin mirar atrás.

Harry estuvo nervioso nuevamente por el resto de la noche, pero Riddle debió haber dicho algo, porque nadie lo molestó. Se reunió con Riddle antes del almuerzo del día siguiente y Riddle no mencionó las cosas que Harry había dicho, sino que se concentró en su investigación. Harry medio quería dejarlo pasar, pero descubrió que no podía.

— ¿Hiciste que Lestrange me interrogara? — preguntó, cuando Riddle se estaba preparando para irse.

Riddle miró hacia arriba, sorprendido — ¿Por qué diablos haría eso? —

Harry se quedó boquiabierto — Porque — balbuceó — todavía sospechas de mí —

Riddle negó con la cabeza lentamente — Me quedó claro — dijo — a medida que avanzamos con tanta lentitud para desentrañar esto, que es de una magia que está claramente más allá de ti. No, Harry, no tengo ningún interés en tu pasado, o si decides compartirlo con Lestrange —

Y salió de la habitación, dejando a Harry mirándolo.

§§§

Harry no sabía si era porque Riddle sospechaba menos de él, como decía, pero después de eso, siguió prolongando los toques.

Al día siguiente, se encontraron por la noche, después de la cena. Habían pasado más de 24 horas, por lo que Harry no se sorprendió cuando Riddle inmediatamente se giró hacia él tan pronto como estuvieron en el salón de clases, antes de que Harry se hubiera sentado.

Estaba sorprendido de que Riddle no fuera por sus manos esta vez. En lugar de eso, colocó sus manos en el cuello de Harry, pasando sus pulgares por su garganta. Harry habría protestado, pero estaba demasiado ocupado cerrando los ojos y dejando que las sensaciones lo invadieran. El pulgar de Riddle raspó su clavícula y Harry hizo un ruido que definitivamente no llamaría un grito ahogado.

— Pon tus manos sobre mí, Harry — susurró Riddle, y Harry no debería, excepto que Riddle estaba acariciando con sus dedos el cuello de Harry y todo lo que Harry podía pensar era cuánto mejor sería si sus manos estuvieran sobre Riddle también, era una gran idea, y sus manos ya estaban tocando a Riddle.

Riddle tenía demasiada ropa en el camino. Las manos de Harry patinaron sobre su túnica, frustrado, y Harry supo lo cerca que estaba de este sentimiento aún mejor, así que hizo algo impulsivo y levantó sus manos hacia la cara de Riddle.

Los ojos de Harry aún estaban cerrados. Lo hizo torpe al tratar de alcanzar a Riddle, pero también significaba que podía medio olvidar quién estaba frente a él, medio ignorar el hecho de que estaba estirando las manos para cubrir el rostro de Riddle.

Riddle hizo un ruido a medio camino de un grito ahogado. Tarareó apreciativamente mientras Harry extendía sus manos sobre las mejillas de Riddle, las yemas de sus dedos rozaban el borde del cabello de Riddle. Se sentía tan bien como Harry había pensado que sería, si no mejor. El doble de contacto que cuando estaban sentados tocándose las manos, y estaba el delicioso conocimiento de que Riddle estaba justo frente a él, el calor de su cuerpo a un suspiro de distancia mientras sus manos seguían acariciando el cuello de Harry y se sentía bien, se sentía tan bien.

Harry quería influir en Riddle. No podía recordar por qué no querría hacer eso. Excepto que las manos de Riddle lo sujetaban en su lugar, así que Harry hizo lo siguiente obvio y atrajo a Riddle hacia él. Riddle se corrió con sorprendente facilidad, dejando que Harry lo acercara más, y las manos de Harry todavía estaban en su rostro y su rostro estaba justo allí, y Harry sintió que un impulso insaciable se elevaba en él, y no podía pensar por qué no debería rendirse, así que tiró de Riddle un poco más cerca y lo besó.

Riddle le devolvió el beso inmediatamente, una mano deslizándose para agarrar la nuca de Harry. Abrió la boca de Harry y luego sintió la lengua de Riddle en su boca, y sintió...

Él estaba gimiendo. No pudo evitarlo. La lengua de Riddle en su boca fue una revelación. Se retorció impotente mientras Riddle seguía adelante, y cómo se sentía esto aún mejor, cómo seguía creciendo, Riddle presionado contra él y este sentimiento indescriptible atravesándolo, como nada que hubiera sentido antes; excepto incluso cuando pensó que sentía un eco de familiaridad, de rectitud, como si su cuerpo estuviera recordando el placer que había sentido antes.

Y luego, de nuevo, Riddle se echó hacia atrás. Harry lanzó un grito de protesta cuando la boca de Riddle dejó la suya, persiguiéndola ciegamente. Entonces Riddle los desenredó por completo y Harry recordó abruptamente quiénes eran y qué habían estado haciendo.

— Necesitamos encontrar una manera de terminar con esto — dijo con horror. Realmente esperaba que su túnica escondiera el estado incómodo en el que se encontraba.

— Eso — dijo Riddle — es lo que he estado diciendo, Harry — Seguía mirando a Harry, y Harry se dio cuenta de que se estaba frotando la boca con la mano. Lo dejó caer y deseó que Riddle mirara en otra parte. Se obligó a no mirar la boca de Riddle.

Lossueños que Harry tuvo esa noche fueron más vívidos que nunca. Se despertósudando y se puso una mano sobre sí mismo antes de estar completamentedespierto, tratando de revivir las cosas que había estado sintiendo mientrasdormía; la sensación de otra mano en su pene, de alguien presionándolo contrasu cama. Se masturbó con imágenes medio olvidadas de esa mano, de una voz quele decía lo bien que se veía, y ahogó sus gritos en su almohada cuando se corrió.

Continuara ...

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