Capítulo 48 Jaque a la Reina
-No, Amalie- hablo Derek- Entiendelo, Macristen se vínculo con Anais, si no nos aseguras que ella saldrá ilesa no lo permitiremos.
-Príncipe Derek, entiende, estamos enfrentándonos a un ente jamás visto, han pasado años y a penas nos dimos cuenta que ella era la bruja, ¿sabes cuánto tiempo paso fortaleciéndose?- Contesto ella.
-Te entendemos Amalie- agrego Patrick- Sin embargo, entiendenos a nosotros también, Anais es nuestra prioridad, en está historia los malos resultaron bueno y lo buenos malos.
-Sacrificar a Anais no es una opción que te quede claro, guardiana.
Nos encontrábamos en la biblioteca de la mansión, sólo estábamos Derek, Patrick, Amalie y yo, la informamos a ella lo que había ocurrido en el instituto, le dijimos la verdad, le hicimos ver que todos estos años habiamos estado detrás de un señuelo, que habíamos cometido un muy grande error y que ahora personas inocentes habían pagado por un pecado que no habían cometido. El plan de Amalie, era perfecto, el único problema era que corría el riesgo de no salir ilesa y con la mínima muestra de peligro que mostrará la misión, no la aceptarían, en este punto de la historia yo ya estaba harta de que todos tomarán decisiones por mí, de que todos me ocultaran cosas, de que todos tratarán de protegerme como si yo fuera una niña de porcelana la cual se romperá con el mínimo roce. Ella había acabado con mi vida, había acabado con la vida de mi madre y ahora amenazaba la poca familia que me quedaba, yo no estaba dispuesta a perderlos y tuve que casi perder a mi hermana para darme cuenta de todos los oscuros secretos que guardaba mi familia, aún después de tantos años y cuando creía que yo lo había visto todo esto había sido la cereza del pastel. El lugar consistía en una habitación, con un pequeño escritorio de madera tallado a mano y una silla al frente, una biblioteca de lado izquierdo de la pared, desde el techo hasta el suelo con muchos libros de diferentes épocas, años, siglos y escritores, una puerta dividida en dos Qué lleva pequeña antesala donde allí estaba esperando el resto de las personas.
El plan de Amalie era simple, (al menos para mí) podría funcionar perfectamente bien. Sin embargo, Derek no estaba de acuerdo con él, esté consistía en formar una emboscada, someter a la bruja para que ésta se entregará, claro está, que habían muchos factores en contra, no sabíamos con quiénes trabajaban, dónde se encontraba, a quiénes de la hermandad había logrado sonsacar, no teníamos casi nada la verdad pero tampoco nos arriesgaríamos a perderla de nuevo después de tantos años, todo encajó como una pieza de puzzle, todas las misiones en las que yo había estado, ella también está involucrada, cuando yo me acercaba a la verdad ella la cubría. Mientras todos estaban concentrados en Betzzaveth, ella movía sus fichas en total silencio, nadie se entero nunca que dentro de nuestra apariencia pura algo se podría. La puerta de la biblioteca se abrió, mi hermano asomó su cabeza y luego entro, seguido de él venía mí hermana Elif, en ese instante la felicidad que sentí fue tanto que corrí hacía ella para abrazarla, aún estaba paliducha y tenía grandes ojeras,pero de resto todo en ella estaba bien, al menos a simple vista. La sonrisa de me borro al ver como Betzzaveth entraba a la habitación donde estaba Amalie, abrí mi boca con sorpresa. Elif, traía puesto el vestido blanco que tenía en el "Velorio" y estaba descalza, su melena castaña estaba alboratada y caía un poco más abajo de sus pechos, sus ojos ámbar casi del color de los míos no tenían ese brillo tan típico en nuestros ojos, estaban apagado, tal vez por el cansancio.
-¿Haz estado encubriendo a Betzzaveth?- preguntó Amalie- Anais ella es la persona más buscada del cónclave y el mundo de las sombras.
-Lo sabemos pero ella es inocente- Habló mí hermana, por un instante había olvidado como se escuchaba su voz- Todo éste tiempo y las vidas pérdidas ha sido Macristen.
-Admito que... Al principio estaba con ella, es mí hermana creí que hacia lo correcto, pero cuando me entere que había matado a la familia Braus decidí dar un paso hacia atrás, puedo ser lo que sea pero no sería nunca tan malagradecida como para asesinar a quien me dio de comer- Dijo Betzzaveth.
-Betzzaveth salvo a Elif y a mí familia- agregue yo.
-Lo siento. Anais, pero una vida salvada no compensa todos estos años de crímenes contra nuestro mundo y la hermandad- contesto ella.
-Amalie, ella nos puede ayudar, puede hacer un hechizo que desvincule la vida de Anais con la de Macristen- dijo Derek.
-Si lo hacen, Macristen es toda tuya- respondió Patrick- Anais no tendrá nada que ver y ustedes podrán matarla si lo desean.
-Para hacer un hechizo de desvinculación se necesita que las dos personas estén lo más cerca posible una de la otra- agrego ella.
-Anais, no lo hará, que les quede claro- esta vez fue Derek, mi irritación empezó a subir cada vez más, sólo escuchaba los reclamos por parte de Amalie, las negaciones por parte de Derek, la defensa hacía Betzzaveth por parte de Elif y los regaños por parte de Patrick.
-¡Basta!- exclame, callandolos a todos- Lo haré- dije finalmente.
-¿Qué?- preguntaron todos sorprendidos.
-La misión,puedes hacerla Amalie, hazlo y no pienses en mí un sólo segundo.
-De ninguna manera- reprochó Derek.
-Cuando estábamos juntos siempre dejaste que tomara mis propias decisiones, dejame hacerlo ahora, confía en mí- contesté.
...
Las personas eran confusas, por más que intentara entenderlas no lo lograba, ni siquiera yo me comprendía lo suficiente, ni siquiera yo sabía que hacer, mis sentimientos hacia Derek había cambiado, todo había cambiado estos últimos días, me sentía bien con él, pero no podía pasar por alto la culpa que me atormentaba en lo más profundo de mi pecho, no podía ignorar el hecho de que él me había roto el corazón, se había alejado cuando más lo necesitaba dejándome con el alma hecha pedazos. En ese entonces ya no me recuperaba la muerte de mi madre, de haberme enterado de todo de una manera tan abrupta. Solté un suspiro mientras veía las armas encima de la mesa. Amalie había traído dos acompañantes, los cuales conocía muy bien, Vladimir y Víctor, ellos se estaban preparando para empezar la misión y su equipo la esperaba cerca del lugar donde habían localizado a la bruja, en la cima de uno de los rascacielos más grandes de la ciudad. Habían ballestas, pistolas echas de plata, con balas de plata y runas de protección grabadas, escapadas, dagas de un brazo de largo, arco, flechas de todo tipo, cuchillos. Todas, absolutamente todas las armas tenían runas grabadas, todas estaban extendidas sobre la mesa y cada uno tomaba una. El plan era éste, Amalie y su equipo irían con Betzzaveth donde se encontraba Macristen, allí la obligarían a entregarse, mientras tanto, Derek, Patrick, Elif y yo iríamos ante el cónclave y les devolveríamos el Βίβλος των νεκρών y ellos me podrían a salvo mientras lograban apresar a la bruja.
Los demás se quedaría a la espera de noticias. Sabía, de una forma indirecta, que hacer jaque a la reina no sería tan fácil y menos conociéndola como la conozco y hasta ahora todo iba muy bien como para decir que era real, con ella debíamos estar preparados para todo. La herida en mí espalda aún dolía, pero ahora ya no estaban tan hinchada como antes, me mordí el labio inferior tratando de controlar los nervios que ahora consumían mi sistema nervioso, mi corazón se aceleraban aún más cada que se llegaba la hora y sentía que el temblor en mis manos no cesaba. No me gustaba la idea de depender de alguien para salvar mí vida o la de las personas a mí alrededor, hubiera preferido encargarme de está situación yo sola. Sin embargo, en mis condiciones no era conveniente ponerme en el papel de superheroína. Claudia ni dejaba de abrazar a Elif y de llorar de felicidad, ahora, su familia volvía a estar completa, fruncí el ceño al no ver a Tessandra por ningún lado, ni a Evans tampoco, me levante del asiento y eche un vistazo a todos lados a ver si los veía pero no estaban, recordé que hacía más o menos media hora ella se había ofrecido a hacer una ronda al rededor de la mansión y evans la acompañaría pero ya deberían de haber vuelto. Dominick y Jasper entraron a la sala mientras cargaban el cuerpo de él inconsciente y golpeado en el rostro y cabeza, una alarma se encendió dento de mí al no ver a mí hermana menor con ellos, miré a mis hermanos los cuales me devolvieron el mismo gesto.
-¡Dios mío!- exclamó Amalie- ¿Qué te paso, Evans?- le preguntó, él me miro, apenas se estaba recobrando de su paliza.
-Unos hombres nos tomaron desprevenidos, golpearon por la espalda, trate de protegerla pero se la llevaron, Ana, perdoname- Suplicó él.
-Esa maldita se llevó a nuestra hermana- vociferó Aaron.
-No, Anais, mi hija, se la llevaron, ella le hará algo- agregó Claudia totalmente preocupada.
-No le hará nada- Dijo Elif.
-Lo que está tratando de hacer es llamar mí atención, ella me quiere a mí- conteste.
-Pero llevarte con ella no es un opción- Habló Derek.
-El vampiro tiene razón- habló mí padre- No podemos llevarte con ella.
-El plan no a cambiado- Agrego Vladimir.
-Él tiene razón- respondió Amalie.
-¡Por supuesto que el plan cambio!- exclame- Se trata de la vida de mí hermana, ya no sólo es la mía, en general la mía no vale, pero no pondré a Tessandra en peligro.
-No, claro que no Anais, a mí no me importa sacrificar una o dos vidas con tal de mantener a salvo a nuestro mundo y si alguien tiene que morir lo hará, así de sencillo- cada una de las palabras que salieron de la boca de Amalie subieron mí irá hasta más no poder ¿cómo se atrevía a siquiera pensar eso?. Tomé una de las pistolas de la mesa y le apunte con ella, de inmediato la sala entro en conmoción y los grupos se dividieron, Vladimir y Víctor me apuntaban con otras pistolas, mientras Amalie tenía el filo de su espalda en mí garganta, Elif apunto a Vladimir con otra flecha y Aaron saco sus colmillos amenazando a Víctor y sus ojos empezaron a cambiar de color a amarillo, mientras tanto, los Cranwel estaban detrás de mí y sacaron sus colmillos al descubierto.
-Toca a mí hermana y te atravieso el cráneo con una flecha- amenazo Elif a Vladimir.
-Tú plan era perfecto hasta que mí hermana no estaba en peligro, hablamos de la vida de una inocente, quiero que sepas una cosa. Amalie, no hay nada que no haga por esa niña, así que más te vale que de ahora en adelante sigan mis ordenes- le hable a ella sin dejarla de apuntar.
-Mamá, Anais, basta- interfirió Evans.
-Lo que menos queremos son problemas, baja el arma por favor hija- suplicó mí padre- Por favor- me lo pidió, deje de apuntarla con la pistola y así todos bajaron las armas.
-El plan a cambiado, ahora será el siguiente- me dirigí a ellos.
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