-¡FELIZ CUMPLEAÑOS A TI!- Me sobresalte de la cama al escuchar tremendos gritos que me hicieron salir de mi sueño.

Vi a mis dos hermanas al lado se mí cama y con un pequeño ponque de chocolate en las manos, me sonreían ampliamente y para ser sincera había olvidado por un segundo que era mí cumpleaños, Tess me abrazo por el cuello y me dio un beso en la mejilla, mientras que Elif me incitaba a que soplara la vela con el número diecinueve. Desde que había muerto mi madre no me gustaba celebrar éste día, pero aunque no quisiese lo hacia por mí familia, Sonreí porque me pareció gracioso la forma en la que me habían despertado.

-Gracias- les dije- muchas gracias.

-Te mereces lo mejor hermana- agrega Elif.

-Oh, casi lo olvido- hablo Tessandra marcando un número en su celular.

La miramos con curiosidad, ella puso el móvil en altavoz mientras esperabamos que contestara, sabía a quién llamaba. Aaron siempre era el primero en felicitarnos, la gran mayoría de veces, desde que estábamos en la academia no alcanzábamos a estar en éste tipo de fechas, así que él, Claudia y Marco, viajaban 11.438 kilómetros hasta aquí para pasar un día en familia. Aunque esté año lastimosamente mi hermano me había dicho que no podrían viajar, por asuntos de trabajo de papá y por la universidad.

-Anais, feliz cumpleaños- dijo Aaron del otro lado- Perdón por no poder estar, pero lo compensare- se disculpo.

-No te preocupes hermano, yo entiendo perfectamente.

-Aún así te mandaré tú obsequio.

-No hace falta Aaron.

-No seas obstinada, Anais. Hoy será el día de descanso de Anais- hablo Tessandra.

-Espera... ¿Qué?.

-Macristen decidió darte el día libre- aclaró Elif.

-Nadie me dijo nada... Además.

-Ana, es tu cumpleaños no necesitas trabajar hoy- contestó Aaron, solté un suspiró- Diviertansen mucho, las amo.

-También te amamos- contestamos en unísono y colgó.

-Muy bien-Elif se levanto de la cama- Ya escuchaste no harás nada hoy, así que... Dame tu látigo- abrí mis ojos como platos y la miré sorprendida.

-Ah no, no el látigo.

-Aquí está- afirmó Tess, sacándolo del cajonero.

-¡Ey traidora!- exclamé.

-No lo necesitaras hoy- hablaron en unísono.

...

Hoy era un día especial para mi familia pero no para mí, siempre me había gustado mucho celebrar mí cumpleaños, pero desde que mí madre había muerto ya no le encontraba tanta gracia a está fecha. Me encontraba en el patio interno de la academia justo al frente del retrato de mí madre, me agradaba mucho que en está academia la honraran y que no hubiera quedado como una cazadora expulsada. Me había enfrentado a el cónclave una o dos veces desde que me había integrado a la hermandad y más de uno deseaba mi expulsión pero jamás lo habían logrado.

Disfrutaba del silencio y la paz que reinaban en ese lugar, por lo regular casi nunca venían aquí y cuando lo hacían era a traer flores a los altares, era la hora del almuerzo y como no tenía nada que hacer estaba sola en ese lugar para no tener que soportar miradas de reproche. Integrarte en un lugar al que nunca haz pertenecido es un poco dura, más aún, cuando no compartías sus costumbres y reglas, era como ser una mosca en un baso de leche. Admiré un buen rato un rosal al frente de mí, recorde que era las flores favoritas de mí madre y eso le hizo sonreír.

Mí hermano me había dicho que unos meses después de nuestra partida volvió a ver a Liz en el pueblo, junto a sus padres adoptivos. Por el contrario algunos rumores se habían infiltrado en el instituto de que estaba obligando a Derek a recibir su cargo como príncipe, nada de ello estaba confirmado a ciencia cierta, pero lo que si me había dicho mí tía era que el cónclave y la corte imperial vampírica iban a forma otro tratado para hacer y fortalecer un vinculo fuerte. A mí a lo personal no me gustaba esa idea pero tampoco soy alguien para impedir que lo hagan.

-Elif me dijo que no viniera hoy, porque me pondría triste, pero... No podría dejar de venir siquiera un día, después de todo es lo más cerca que estoy de ti- le hable al retrato de mí madre- Mamá, te amo- susurré para mí, sentí unos brazos que me abrazaron por la espalda.

-Por hoy no llores hermana- dijo Tess detrás de mí- Por favor sonríe de nuevo- sabía que aunque quisiera no podría cumplir esa petición.

-Jamás olvidaré el día que me dijeron que su corazón se había detenido, porque ese mismo día mí corazón se detuvo por unos segundos y mí vida no volvió a ser la misma.

-Lo sé hermanita, pero sonríe, no hay mal que duré cien años ni cuerpo que lo resista, así que sonríe por que te tengo un obsequio.

-¿Qué es?- pregunté.

-Ven conmigo- dijo levantándose, me puse de pie y la seguí.

Salimos del patio interno por los campos del castillo, nos dirigimos a la entrada principal rodeando el instituto, mí hermana caminaba por delante de mí como si tuviera prisa, me sorprendía mucho su actitud y más aún su felicidad, bueno, eso no era raro Tessandra siempre se mostraba con una sonrisa gigantesca. Al llegar a la entrada se encontraba mí tía y Elif, note que por el sendero de la reja principal entraba un auto que estaciono uno metros de nosotros, achique un poco los ojos la contra luz no me dejaba ver bien. Alguien se había bajado del auto en ese momento lo note, la felicidad era tanta que por un momento una lágrima salió de mis ojos

-¡AARON!- exclamé y de inmediato corrí hasta él, debía admitir que por un segundo había creído que no vendría, corrí hasta él a toda velocidad mientras él extendía los brazos para atraparme y fundirnos en un abrazo.

-Jamás me perdería algo tan importante como el cumpleaños de una de mis hermana- dijo aún abrazandome.

Mis hermanas vinieron tras de mí para también fundiesen en un abrazo con Aaron, note que alguien más estaba en el auto pero no era mí padre o Claudia, era una chica. Al separarse de nosotras fue hacia el haciendo del copiloto y abrió la puerta para que la mujer saliera, era morena de ojos color ámbar, delgada y tenía más o menos la edad de mí hermano, no miro sonrojándose un poco luego sólo miro a Aaron. Nuestras bocas estaban en una perfecta "O" yo no le había visto jamás una chica a nuestro hermano y por un momento llegue a pesar que era gay, aunque no le veía nada de malo que lo fuera, no cambiaría mí amor por él.

-Hermanas ella es Allyson mi novia- mis ojos se abrieron como platos- Allyson ellas son Elif, Tessandra y Anais.

-Es un placer- habló suavemente.

-Decidí traerla porque quería conocerlas y pues... También quería que la conocieran a ella, ya que hasta navidad no pueden ir a casa.

-Es un placer conocerte Allyson- conteste.

-Desde que Aaron termino con Lizzeth no le conocíamos una novia- miré a Tess con sorpresa mientras Elif le daba un codazo, esperó que no sea la que estoy pensando- Es decir, es un placer conocerte- agregó apenada.

-Un gusto- hablo Elif con un ademán de manos. Macristen se acerco a nosotros sonriente.

-Vayan adentro y disfruten el día- nos dijo.

Nos encaminamos a dentro, Aaron puso su brazo en mis hombros y empezamos a caminar, al llegar al vestíbulo nos desviamos al restaurante era hora del almuerzo y los centinelas debían estar allí, al entrar al salón se quedaron viéndonos como su fuéramos desconocidos, aunque no era raro las criaturas de las sombras como los hombres lobos no era bien recibidas en el instituto. Nos sentamos en una mesa apartada de los demás mientras esperábamos nuestra comida, Allyson parecía una chica callada sin muchas palabras, pero muchas veces las apariencias engañan y algo había en ella que no me inspiraba confianza.

-Aaron me había dicho que sus hermanas estaban estudiando en un instituto, pero no me dijo que eran cazadoras- dijo Allyson.

-Siempre tiene la mala costumbre de omitir muchas cosas- conteste.

-¿Cómo lograron entrar? Según tengo entendido solo lo pueden hacer los hijos de cazadores.

-Yo soy hija de una cazadora.

-Oh, cierto, olvide que eres una bastarda- la miré con recelo ante su comentaría había tratado de disimular que no había querido ofenderme pero ello me molesto, sin embargo, no dije nada, mir hermanos llegaron a la mesa riendo a carcajadas.

Su comentario indirecto me había formado mucha más descofianza, pero mis hermanos estaban muy cómodos con ella así que no quise forma un escandalo, lo que me procupaba era Aaron. No sabía con certeza que intenciones tenía esa chica con mi hermano, de algo que si estaba segura era que no permitiría que le hiciera daño, prefería mil veces sacarme los ojos que verle llorar por alguien. Note que Evans entro por la puerta grande del lugar y de inmediato la atención de mis hermanas se dirigió a él, Elif me miro y negué con un movimiento de cabeza, pretendía algo, no sabía muy bien que era pero pretendía algo, lo supe por su mirada maliciosa.

-Ana, ¿porqué no invitamos a Evans a que se siente con nosotros?- preguntó mi hermana.

-No creó que sea buena idea- conteste haciéndole mala cara.

-¿Quién es ese tal Evans?- pregunto Aaron.

-Nadie importante.

-El futuro novio de Anais- dijo Tess abrí mis ojos como platos mientras mi hermano me miraba con una ceja arqueada.

-¡Eso no es cierto!- exclamé.

-¡Evans!- gritaron mis hermanas para que él les pusiera atención, el chico se acercó a nosotros y se sento en la mesa- Hola, mirá te presentamos a nuestro hermano- dijo Elif- vino por el cumpleaños de Anais- Los dos varones se estrecharon las manos.

Oficialmente soy mujer libre de compromisos estudiantiles, celebren conmigo el haber sobrevivido un año de torturas matemáticas.

Tendré más tiempo de actualizar.

Siiiiiiiiiiiiiii!!!!!!!!!! 🎆🎇🎉🎊🎊🎊

Éste capítulo se dividirá en tres partes así que Preparaos, el siguiente capítulo será entre el domingo y lunes.

No leemos pronto, los amoooo.