Capitulo 1: LY Entretainem
Un día de algún mes del 2020
El mismo día que Nancy y Jessica hicieran el ridículo en la taquería.
Si, también que hicieron el ridículo e su departamento y Jessica quedo dormida de cabeza en el sofá.
Bueno, ya no es necesario recordar de más.
—Bueno, ya estamos aquí.
Jessica miraba el pequeño edificio de tres pisos y con vidrios algo clásicos de una infraestructura sería.
En aquella pared de concreto estaban las letras L y Y de la empresa que por el momento, no sabían el porque de la topografía de ellas les hacía algo familiar, es como si aquel álbum de si banda favorita que las reconfortó les indicaba el paso siguiente.
No querían hacerse ilusiones.
Entraron al lugar y después de haber sido atendidas por la recepcionista y darle el aviso al tipo que marcaba la tarjeta de presentación, fueron llevadas a la oficina del manager.
—Sandra, si vez que todo está siendo raro, te levantas y corres por ayuda.
—Nancy, no estás ayudando mucho—Regaño Jessica—. Cállate y no seas paranoica.
—Es que... ¿Se dan cuenta que es raro? ¡¿Y si que tal nos secuestran?! —Exclamo en voz baja.
—A ver ya, relajense—Y voltearon a ver a la menor—. Vemos cómo nos pinta la situación y entonces procedemos.
Las chicas solo se acomodaron, Michelle con cierto nerviosimos jugaba con las mangas de su suéter y Nancy moría por fumar algún cigarro y maldijo internamente el no haber traído o al menos haber guardado de contrabando el cigarro electrico en la pequeña bolsita color rosa de Michelle.
De igual forma, Michelle la habría regañado por meterlo y era capaz de tirarlo en el primer bote de basura que se le cruzaba a su paso.
Jessica solo miraba sin preocupación y en ocasiones le mostraba el teléfono para hacer reír a la menor o solamente rodar los ojos.
Las amigas deseaban tanto esa relajación que Jessica tanto poseía.
—Buenos días señoritas—El manager entraba a su oficina y estrechaba las manos a cada chica—. Es un placer heneas aquí y díganme, ¿A qué se debe su visita?
—Antes que nada señor, buenos días y segundo, venimos aquí porque nos interesa su oferta.
El hombre que había tomado asiento detrás de ese escritorio miro a la que supuso, era la líder. Nancy se sentía un poco intimidada por esa mirada que aquel hombre mayor le daba, parecía que quería entrar en lo más profundo y saber de una vez por todas que era lo que realmente estaba escondiendo.
—Me parece perfecto, por favor señorita ¿Puedes decirme sus nombres?
—Soy Nancy Joselin, Michelle, Jessica y Sandra.
—Muy bien, verán hoy justamente están comenzando las audiciones, hablaré con mis superiores para que les permitan hacer una audición en conjunto y sean evaluadas como tal ¿Cómo se llama el grupo?
Eso a Nancy realmente le estaba interesando ¿Que era lo que realmente perdían? Si no lograban calificar juntas, realmente dejaría todo atrás y buscaría la manera de estudiar Música.
Pero realmente querían intentarlo, y de una vez acabar con todo y ojalá los astros el día de hoy se alineen al favor de ellas.
—Shadow, nosotras somos Shadow.
ꕥ
Shadow
Nina
Oigan morras, hoy
vallamos a comer tacos
¿Que opinan?
13:13 PM
Ya cayó la quincena y
pensé en eso, cuando puedan
contestan.
13:13 PM
Mich
Vengo saliendo de la reunión
de Sandrita, tiene un limpio
promedio de 10
13:23 PM
[📷 Foto]
13:24 PM
Vallamos a festejar ✨
13:24 PM
Jeka
Felicidades @sandrita
13:30 PM
Opino lo mismo que Nina,
también a mí me acabaron de
pagar.
13:30 PM
Sandrita
Gracias chicas🥺 pero
¿Si debemos de ir?
14:05 PM
Mich
Claro que sí Summer.
14:10 PM
Nina
Ya dijimos, nos vemos más
tarde todas.
14:10
Jeka
✌️✌️✌️
Jessica suspiró y gustando su teléfono en la bolsa de su chamarra miró aquella casa que nunca imagino volver a pisar, si algo tenían en común Michelle y ella, es que no querían regresar a aquel hogar que pensó que nunca volverían a pisar.
Algo similar le pasaba a las dos raperas del grupo, pero al menos la familia de ella la recibía como si nada.
Entro a la casa y sonrió al ver a su mamá, después de un abrazo y unaaega charla poniéndose al día, escucho el tintineo de unas llaves y reconocio aquéllos pasos que nunca penso escuchar de nuevo.
Su padre había llegado.
—Mamà, es hora de irme, mi grupo que está esperando.
—Hija, pero si apenas llegó tu papá.
Y sin querer encontró a su padre en la entrada de la cocina, soltó un grande suspiró y tragó saliva. —Hola papá.
—Hija, que bueno verte ¿Cómo estás?
—Muy bien papá, debo irme, algún otro día vendré a verlos.
—Deberias traer a tus amigas algún día.
—Si, a ellas... Claro
Y como si fuera algo que quemaba salió de la casa, nunca creyó que realmente volvería a ver a su padre.
Lo que nunca imagino realmente, es que se toparia con la piedra más grande del camino, a su amigo...
—Jessica ¿Que te trae por estos barrios? Ya te veía en escenarios grandes y cogiendote al productor o al manager.
Jessica trago saliva y mostrando su mejor sonrisa volteo.
—Pues al menos los pitos que me tiro están más buenas que las de aquí.
Su amigo soltó una carcajada y abrazandola por los hombros le acercó un porro de esa hierba, aquella que Jessica pensó que nunca probaría de nuevo y que claramente estaba pidiendo por una calada.
—Jessi, Jessi, por el momento no he escuchado alguna canción tuya en la radio—y después de que la chica le fumo, se la arrebato— ¿Cómo dices que se llaman? ¿Timbiriche? ¿BACKSTREET GIRLS?
—Shadow pedazo de estúpido, y si, aún no grabamos nada.
—Que raro, ya tiene un año que saliste de aquí ¿Y aún no sacan nada?
—Mira hijo de Junini, ya verás que llegaré a ser alguien y no como el wey de... ¿Cómo se llama? A si, Saavedra.
—Ni me lo recuerdes, ese wey de verdad que se volvaba la barda, mira que molestar a la morrita ¿Cómo se llama? A si Mich.
—No seas pendejo, ese era el pendejo del mojarras y los otros weyes, pero no importa, la morrita ya ni se acuerda de ellos.
Jessica odiaba realmente que después de un pequeño viaje de un minuto, la lengua parecía que se le aflojaba y hablaba de más.
Sabía perfectamente que aquel individuo que estaba parada frente a él no era alguien de confianza, pero de igual forma, Michelle no lo recordaba.
Ojalá no lo recordara.
—Sobres Jessi, allí me hablas cuando la ocupes.
—A ver pendejo, vendeme, ya sabes cuánto.
ꕥ
La líder no podía creer realmente que el futuro de su grupo estaba en las manos de ese hombre cuyo nombres y apellidos estaban grabados en aquella tarjeta de presentación.
Después de haber hecho la dichosa audición y cenar tacos de dudosa procedencia en el barrio chino, haber comprado una botella de Whisky, agua mineral y una bebida energética de moras, tomar hasta que Sandra se haya vomitado, Jessica dormida en el sofá, una Michelle mareada y la líder recoger el desastre, tomo un momento y me comenzó a meditar sobre la repentina aparición de ese tipo.
Con aún alcohol en el sistema pero cuerda, miro las letras impresas color dorado en aquel papel.
Lic. Gabriel Zamora Ávila
Manager.
LY Entretainem
—LY Entretainem...
— ¿Pasa algo Nina?
La líder pego un brinco de susto al escuchar la voz aguda pero bajo de su amiga que parecía que tenía la manla de aparecer de la nada.
—Mich, ¿Que te he dicho que aparecer de la nada?
—Si aja, ¿Que pasa? ¿No puedes ir a dormir?
Solto un suspiro y le extendió la tarjeta.
—Tengo algo de miedo ¿Realmente estamos a un paso de cumplir lo que tanto hemos soñado?
Acomodo sus lentes y leyó atentamente el contenido, repaso una y mil veces el nombre del manager y solo un suspiro.
— ¿A qué le temes?
—Que sea una mentira y haber hecho una audición a lo estúpido, que después nos digan que ninguna paso, o que solo paso dos o que sea una estafa.
Michelle realmente entendía el miedo de su amiga, nadie conocía esa empresa y era raro puesto que gracias a varias amistades que ambas habían hecho, conocían un poco de la industria musical.
Y realmente era muy poco.
— ¿Te parece si lo investigamos? Tal vez aparezca un poco de información.
La líder asintió, sacaron los celulares y al notar que los megas de su paquete de telefonia habían terminado, su amiga solo sonrió y busco en su cey.
La información verídica de la dichosa empresa indicaba que era de procedencia asiática y al leer el nombre del dueño de la empresa, solo ambas voltearon a verse realmente sorprendidas por el nombre que en ese sitio web arrojaba.
No es cierto ¿Verdad?
—Esto es una broma.
—No a ver espérate—y le arrobato su teléfono—Realmente no creo que sea el dueño de la empresa, además estás revisando en Wikipedia.
La líder río y solo negó.
—Ya es hora de ir a dormir, vallamos a descansar y mañana es otro día, tenemos trabajo.
—Nancy, es sábado.
—Coml sea, mañana tengo trabajo de medio día y me iré a buscar una escuela, al fin de cuentas debo estudiar por si esto de ser artistas se va al carajo.
Michelle solo suspiro y miro de nuevo su celular, vio la hora y noto que no era tan tarde y que posiblemente su tía o abuela aún no dormían.
Bien dicen que la familia es aquel que te arropó en momentos de soledad y cuya característica era que te hacían sentir feliz, pleno y dichoso.
Un nicho donde podías regresar sin la necesidad de ser juzgado.
Para la desgracia del cuarteto es que donde quiera que pisaban pareciera que fueron betadas de por vida.
Pero al menos Michelle sabía que tenía esas personas que realmente podía llamar familia.
Aquella chica de cabello corto y ahora castaña, la morra que dormía de cabeza en el sofá, la jovencita de dieciocho años que dormía en la cama, su abuela y su tía.
Suspiro, desbloqueo su teléfono y marco aqueo número. Espero a que alguien contestara y cuando escucho aquel bueno de una voz ya anciana, sonrió.
— Abue... ¿Kuali ti iztoc?
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