⭐ Capitulo 6 ⭐
[Hinata]
Día 2.
Al llegar al estudio donde ensayan los amigos de Kageyama pude ver a uno que se parece muchísimo a él... Pero demasiado.
Junto a él estaba un chico que se ve que no lleva mucho tiempo tocando ya que constantemente paraban de tocar por que llegaba a desafinar o iba a destiempo.
Kageyama parecía muy acostumbrado a todo que estaba en su celular sin tener noción del tiempo, constantemente le entraban llamadas de alguien llamada "La loca", pero siempre terminaba rechazando esas llamadas y parecía que murmuraba algo pero por el ruido no lograba escuchar del todo.
— ¡Mafuyu! ¡Es el último ensayo!
Levanté mi vista y vi como el chico Kageyama 2, le gritaba al chico llamado Mafuyu quien solo mantenía su mirada abajo asintiendo con la cabeza.
Los otros dos del grupo intentaron calmarlos pero no lograban nada, así que Kageyama bufó molesto y agarro a su gemelo del brazo para sacarlo del lugar mientras que los otros dos se quedaban hablando pacíficamente con Mafuyu...
Yo sentí que sobraba en el lugar pero no quería salir por qué lo más seguro es que afuera estén gritando y no quiero que me griten a mi.
— Shoyou... ¿Cierto?
Volví al presente al ver al chico de cabello largo sentándose a un lado de mí.
Asentí con un sonido y me acomode de mejor manera en mi lugar.
— ¿De dónde conoces a Tobio?
"Lo conocí ayer por qué el muy imbécil le jugó al brujo, me invoco y ahora tengo que esperarme una semana aquí para poder regresar a mi mundo"... Cuánto hubiera querido decir eso, pero pensarían que está loco el idiota de "Tobio"
— Ha-hace unos años... Somos amigos de la infancia. — sonreí lo mejor que pude para después ver cómo el tipo rubio que da miedo y Mafuyu que tiene cara de bebé se sentaron frente a mí. — ¿Es-estas bien? — pregunté dirigiendo mi vista a Mafuyu.
Asintió con la cabeza y una diminuta sonrisa. — Sí estoy bien, no lo hace para lastimarme.
— Parecía muy enojado, hasta me dio miedo.
— Él es así, pero es como un pequeño gatito así que no da miedo. — dijo Mafuyu alzando los hombros.
— Ya veo...
Ambos nos sonreímos mientras seguíamos en algún tipo de conversación, intercambiamos información contacto y algunas palabras o risas de algo que se nos ocurrían a ambos y aquello no paso desapercibido por Haruki y Akihiko quienes nos vieron sorprendidos.
— Lograste sacarle más de tres palabras a Mafuyu, estoy impresionado niño.
— ¡No soy un niño! — hablé algo fuerte y enseguida me reprendí por gritarle a alguien mayor que yo — Lo siento, no quería gritar.
— Tiene temperamento fuerte ¿No? — habló otra persona externa a los cuatro que estábamos en el suelo.
Kageyama asintió con un sonido a la pregunta de su gemelo.
Dirigimos nuestra vista hacia ambos pelinegro quienes nos veían con los brazos cruzados y creo que ya supe la diferencia entre ambos.
Kageyama es más alto y tiene más masa muscular que el otro... Vaya que son guapos.
Negué con mi cabeza ante mis pensamientos, y entonces Uenoyama le pidió perdón a Mafuyu quien sonriendo amablemente acepto la disculpa para después recargar su cabeza en el hombro del azabache... Se ven tan lindos juntos.
Kageyama regreso a su sitio donde había estado sentado corriendo a Haruki de mi lado.
A los pocos segundos, tocaron la puerta dejando ver a otro chico pelinegro, diría que era el repartidor pero al ver cómo se sentó cómodamente en algo parecido a una bocina sacando una hamburguesa de la bolsa y comenzar a comerla me dejó en claro que no es el repartidor
— ¡Oh! ¿Quién eres pequeñín?
Fruncí mi ceño pero después suspiré con resignación y sonreí un poco incómodo.
— Hinata Shoyou, mucho gusto.
— Encantado de conocerte, soy Koji Yatake, pero todos me dicen Take así que no tengo problemas en qué me hables de tú. — dijo sonriéndome y por primera vez caí ante la sonrisa de un hombre.
Maldicion es tan guapo... se nota que es una persona madura y demasiado atractivo...
— Wow... Creo que soy bisexual — rápidamente tape mi boca con la vergüenza impregnada en mis mejillas, quería desaparecer en este preciso momento y Take-san se sonrojo un poco desviando su mirada... Creo que es un buen momento para morir.
Me escondí detrás de Kageyama ya que él era el más cercano y era el único que no se reía de mis reacciones así que me sentí seguro detrás de él.
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[Narradora]
Hinata quería que se lo tragara la tierra y lo escupiera de pasó en su realidad, al menos ahí no pasaba tantas vergüenzas.
Pero al esconderse detrás de Tobio al ver qué era el único que no reía, pensó que era una persona madura como para no reír ante ello...
Pero lo que no sabía es que Kageyama hervía en celos y enojo.
¿Recuerdan la lista de Tobio para los hombres que sintió atracción? Pues Shoyou había superado a todos y se había posicionado en primer lugar sin necesidad de luchar. Y que ahora el chico por el que estaba seguro que se había hecho homosexual decía que otro hombre era guapo y aparte había descubierto su verdadera atracción sexual, sintió unas grandes ganas de asesinar a Take.
Se mantuvo en silencio toda la velada hasta que vio que Take se iba a acercar a Shoyou para platicar, se levantó de su lugar y dijo rápidamente.
— ¡Que tarde es! Debemos irnos — dijo jalando del brazo a Shoyou quien se quejo un poco por la fuerza que ejerció en su agarre.
Iba a reclamarle pero cuando menos se dio cuenta ya estaban fuera del edificio y el frío que se sentía de la madrugada le caló hasta los huesos haciendo que comenzará a temblar de golpe.
Kageyama no paso desapercibido ello y de un pequeño compartimento saco una sudadera lo suficientemente grande que hasta a él le quedaba demasiado grande, se la entrego al pelinaranja quien acepto la prenda una vez estuvo en su campo de visión.
Rápidamente se la puso y enseguida sintió el calor de la prenda en su cuerpo que literalmente le llegaba a las rodillas.
Kageyama comenzó a reír a carcajadas al ver a Hinata con una prenda que era 500 veces más grande que él.
Shoyou solo se sonrojo de golpe y escondió su rostro en la sudadera intentando que no lo viera... En cuanto la tela estuvo en su rostro, pudo sentir el aroma de la ropa.
— Huele bien... — "Huele a ti" quiso decir pero iba a quedar como un pervertido así que limito en decir aquello.
Kageyama le ofreció el casco y Shoyou no tardó en ponerlo nuevamente en su cabeza para cubrir su cabeza, para después subir detrás de Kageyama y abrazarlo por la cintura sintiendo esa conexión que se sentía familiar.
A ninguno de los dos le molestaba estar así de cerca de ellos.
Kageyama se puso en marcha hacia el departamento a una velocidad prudente para que él pelinaranja no tuviera miedo y pudiera disfrutar de la vista y el aire de madrugada que se impregnaba en sus ropas llegando a la piel de sus cuerpos.
No paso mucho tiempo cuando llegaron al departamento y ambos bajaron de la motocicleta para subir por el elevador hasta el departamento.
Tobio se dirigió a la cocina para sacar una lechita de cajita y en menos de tres segundos ya la había terminado.
Hinata lo observaba desde el marco de la puerta quien no dudo en abrir el refrigerador agarrando una lechita pero para desgracia suya no tenía popote.
Tan fácil era agarrar otra que si tuviera popote pero decidió abrirla con los dientes y comenzar a beberla un poco más lento que su compañero que lo observaba atentamente a cualquier movimiento que hacía.
Al terminar de beber el contenido, escurrió un poco de leche por la comisura de sus labios y Tobio sin pensar mucho en sus acciones se acercó al más bajo y con su dedo limpio el resto de leche pasando su dedo pulgar por los rosados labios del pelinaranja.
Ambos se observaron a los ojos sin decir ni una sola palabra, ambos pares de pupilas se dilataron y brillaban con intensidad ante la luz de la luna que se colaba por la ventana de la cocina.
El más alto con un poco de temor y no estando muy consciente de sus acciones se agachó para estar frente al rostro de Hinata admirando de cerca sus facciones.
Hinata se sonrojó ligeramente y levantó su mano hasta llegar a la mejilla del contrario acariciando con delicadeza su tersa piel.
Volvió a ver a los ojos al pelinegro y al ver qué poco a poco se acercaban hasta sentir que sus respiraciones chocaban entre sí. Tomó valentía y la iniciativa de acercarse para tocar sus labios con los propios.
Aquel ósculo fue tan delicado que pareciera como si no hubiera ocurrido tacto entre ellos pero al sentir los miles de fuegos artificiales en sus estómagos y la sensación palpable en el ambiente no dejaba prueba de que existió.
Las neuronas de sus mentes reaccionaron y en al algún momento cada uno se encontraba detrás de su puerta cada quien en su recámara con sus corazones palpitando a mil por microsegundo sintiendo que en cualquier momento se podría salir de su pecho.
La sonrisa de Tobio nadie podía quitarla de sus labios, fue algo casi insignificante pero había dado su añorado primer beso y que mejor cumpliendo su sueño de haber sido con su personaje ficticio favorito.
Si le contara a cualquiera pensaría que está loco y que solo beso un cartón con la cara de ese personaje o un muñeco pensando que tal vez tuviera algún problema mental o algún fetiche medio extraño, quería gritar de la emoción pero se limito a dar pequeños saltitos en su lugar para después lanzarse a su cama y abrazar el peluche de cuervo que tenía en su recámara.
Kageyama había cumplido el sueño de cualquier aficionado al anime.
Al otro lado del pasillo, Hinata se mantuvo en el suelo abrazándose a él mismo.
Algo en él se sintió tan bien y tuvo la necesidad de tomar aquella iniciativa.
Su corazón bombeaba sangre y parecía que toda se iba a su rostro ya que cada vez lo sentía más y más caliente.
Tras unos minutos, se levantó del suelo y se dirigió al baño para darse un baño con agua caliente y relajarse un poco pero el agua caliente empeoró su situación comenzando a sentirse mareado.
Rápidamente abrió el agua fría y cerró la caliente sintiendo su como su cuerpo reaccionaba al cambio brusco de temperatura pero aquello lo ayudo a bajar el calor que sentía en sus mejillas y también bajo la erección que tuvo, así que después de mantenerse un momento bajo el agua fría acariciando con su pulgar sus labios decidió salir de la regadera para comenzar a ponerse su pijama.
Limpio el espejo del baño y no se había dado cuenta que estaba sonriendo hasta que vio su reflejo.
Se sentía feliz, Shoyou había dado su primer beso...
Ambos se fueron a la cama con una sonrisa en sus rostros, ambos estaban felices pero a la vez tan confundidos... ¿Por qué aquello se sentía familiar?
Sin darle tantas vueltas al asunto, cayeron en un profundo sueño.
El sueño de ambos se basó en un partido, ambos portaban un uniforme rojo con los números 9 y 10... Aquello de sentía tan real, sentían el tacto del balón cayendo en sus manos, el ardor en la palma al rematar o en sus brazos al recibir el balón...
Todo ello era tan familiar, en sus sueños estaban sonriendo hasta que una voz extraña llamándolos hizo que se despertarán de golpe sudando frío y temblando.
Shoyou volteó a ver el reloj, el cual marcaba las 5:30 de la mañana y en seguida sonó su despertador del teléfono que pertenecía al lugar donde pertenecía.
En el caso de Kageyama solo trato de regular su respiración y mantenerse despierto ya que tendría que levantarse para ir a la escuela.
Aquello los desconcertó, pero no le dieron demasiadas vueltas al asunto.
El pelinaranja bajó las escaleras para comenzar a preparar el desayuno de ambos y Tobio comenzó su rutina matutina antes de irse a la universidad..
Un día más...
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