[Narradora]

Día 2

Kageyama tuvo que levantarse temprano debido a que debía ir a la universidad y conociendo a sus amigos eran capaces de entrar por él a su departamento y jalarlo de los pies hasta la escuela.

Bostezo aún con bastante pereza y se estiró un poco antes de caminar al baño y darse un merecido baño frío para terminar de despertar.

Su cuerpo tembló por completo al sentir el agua fría caer por su espalda haciéndolo estornudar en el proceso. Se enjabonó rápidamente para no tener que sufrir tanto al agua y era tan fácil girar la llave del agua caliente y regular la temperatura pero eso terminaría por arrullarlo y volvería a la cama a dormir hasta las 12:00 del medio día.

Se vistió lo más rápido posible después de su express baño de cinco minutos, sintiendo su ropa como si fuera un abrigo proporcionándole calor suficiente para estar listo.

Se acercó al espejo de cuerpo completo que tenía en su recámara para acomodar un poco su cabello lacio terminando en un dos por tres.

Salió de la habitación después de arreglar sus libros necesarios y también la mochila donde trae su conjunto deportivo y zapatillas de voleibol para el club, eso era lo único que lo impulsaba a salir de su casa y pasar unas tortuosas horas sentando en una incomoda silla donde solo le enseñaban fórmulas y más fórmulas, planos y más planos. Arrepintiendose completamente de haber escogido estudiar Arquitectura.

Dando un largo bostezo bajo a la cocina para tomar una cajita de leche y prepararse un desayuno completo... Pero un olor a comida lo hizo caminar rápidamente hacia la cocina encontrándose con una escena que jamás se imagino ver.

Hinata vestía el conjunto de pijama color azul y sus pantunflas con orejitas de conejo mientras cocinaba atentamente un desayuno que a decir verdad olía delicioso.

El pelinaranja no se percataba de la presencia del más alto ya que estaba cantando a un volumen bajito moviendo su cuerpo al son de la música, la cual era totalmente desconocida para él pelinegro, pero pensó que era de otra dimensión haciendo que brillitos salieran de sus ojos al escuchar musica totalmente desconocida de otra dimensión.

Pero a apreciar por el ritmo de la melodía y el movimiento de baile, lo más seguro es que se trataba de algún tipo Reggaeton medio extraño.

— Somos tal para cual...

Cantaba murmurando el pelinaranja la última parte de la canción moviendo su cadera de un lado al otro dándole la espalda al pelinegro.

"Que buen espectáculo, podría apreciar esto todo el día" pensó Tobio al ver el movimiento experto de caderas de Hinata.

Al terminar la canción dejo que se reproducieran unos segundos de la otra canción para entrar a la cocina.

— Buenos días — dijo el más alto llamando la atención del contrario.

Hinata sobresalto en su lugar al escuchar al pelinegro — Buenos días, ya casi está el desayuno — dijo sonriendole inocentemente.

La cocina se sumergió en un silencio no incómodo escuchandose de fondo la musica del más bajo y algunos tarareos de su parte.

Cuando Hinata le indico a Tobio que el desayuno estaba listo, se sentó en una de las sillas del comedor esperando pacientemente su desayuno: unos huevos estrellados a una cocción perfecta, unos espárragos al vapor junto con otras verduras, tocino perfectamente equilibrado y jugo de naranja.

Kageyama no podía sentirse más especial al recibir comida directamente cocinada de su personaje ficticio favorito... ¡Su personaje ficticio favorito!, Eso no lo tiene ni Obama.

Cuando el pelinegro dio el primer bocado sintió como le pasará igual que en la película de Ratatouille... Vio su niñez extasiandose con el delicioso sabor en sus papilas gustativas.

Pero todo aquello le resultó familiar, el sabor de la comida hasta la manera en que estaba acomodado... Aquello ya lo había vivido.

Dejando esos pensamientos a un lado le dio el gusto bueno al pelinaranja quien lo miraba esperando alguna reacción del contrario.
El más bajo suspiro con alivio y de igual manera comenzó a comer sacando algún tema trivial entre ellos.

Kageyama ocasionalmente le preguntaba sobre como era su vida en la dimensión donde venía y Hinata contestaba con amabilidad sus preguntas imitando los gestos y caras de algunas personas, causando risas en el más alto.

Aquella risa tomó por sorpresa al pelinaranja quien de algún modo sintió calidez en su corazón y sonrió ampliamente con un ligero sonrojo en sus mejillas.

Hinata se sentía feliz cuando alguien se reía de sus chistes malos... Pero está ocasión fue especial, fue familiar...

Al terminar de los alimentos, Kageyama corrió de igual manera a su baño y lavarse los dientes y aperfumarse completamente dejando el olor de su colonia esparciendose por todo el departamento.

Una vez vio el reloj salió corriendo como de costumbre pero antes de salir del departamento recordó que alguien más vivía ahí por esa semana así que corrió hacia la planta de arriba para tocar la puerta de su invitado.

— ¿Que sucede? — preguntó el pelinaranja al abrir la puerta.

— Tengo que irme a la universidad, en la mesa dejé un teléfono donde te voy a marcar para asegurarme que estés bien... Tal vez hoy no pueda llevarte al entrenamiento pero mañana sin falta, de todos modos pasaré por ti para nos vayamos al ensayo de mis amigos que te mencioné, más o menos como a las 5:00... Y creo que eso es todo, ya me voy

Hinata se quedó un momento en silencio procesando toda la información que había llegado de golpe a su mente y solo atino por asentir con la cabeza.

— Que te vaya bien.

El pelinegro bufó molesto por una llamada entrante a su celular y solo respondió diciendo de mala gana.

— Ya voy.

Kageyama agitó su mano en despedida dejando al pelinaranja totalmente solo en el departamento. Hinata aprovecho para hacer algunas cosas y no aburrirse, como primero: bajo a la planta de abajo y agarro el celular que le había dicho el más alto donde le llamaría así que lo tendría cerca.

Después se sentó en la sala y prendió la televisión viendo algo que le llamara la atención pero nada captó la misma así que decidió apagarla.
Pensó unos momentos en lo que deberían de estar haciendo sus amigos y familia pero al sentir que sus ojos picaban dejo esos pensamientos a un lado, no le quedaba de otra más que esperar a que el que aún pensaba que era un brujo, lo llevará de vuelta a su realidad.

Hinata agarro el celular que le habían dejado y comenzó a explorarlo un momento hasta que llegó a una aplicación que conocía.

— Al menos aquí hay YouTube.

Sin pensarlo mucho, puso alguna canción que me llamará la atención por el título o la miniatura y le dio en reproducir.
Lo que no esperó es que ese teléfono estuviera conectado a las bocinas sacándole el susto de su vida la escuchar a todo volumen aquella canción.

Después del pequeño paro cardíaco que sufrió e insultar en cincuenta idiomas, bajo el volumen a uno más decente decidió por primera vez en su vida por su propia cuenta.

Hacer los quehaceres del hogar.

Mínimo podía hacer eso por el pelinegro ya que le daba de comer gratis y lo hospedaba sin ningún impedimento aunque en sí no tenía muchas opciones ya que prácticamente lo saco de su realidad para traerla a la suya.

Camino hacia el cuarto de lavado y agarro la aspiradora, una escoba, algo parecido a un trapeador y una cubeta con agua y un líquido qué olía rico así que pensó que era para trapear.

Prácticamente se guío por el olor y la imagen de la botella al tener alguna imagen de algo no muy claro brillando de limpio.

En fin, comenzó limpiando las superficies altas y después aspiró la cocina, el comedor y la sala para después barrer y trapear el baño que había en la planta baja ya que todo tenía alfombra a excepción de los baños. Después subió las escaleras tarareando la canción desconocida que por algún motivo era contagiosa y con un ánimo algo algo comenzó a bailar al ritmo de la canción.

Soltó una pequeña risita y siguió con su tarea comenzando con su recámara... La arreglo lo mejor que pudo, aspiró la misma y nuevamente barrio y trapeo el baño incluido.

Salió de su recámara y entró a otra donde definitivamente vivía una mujer debido a todo lo que tenía en la misma y aparte por qué estaba sumamente limpio.
Vio unas plantitas y se acercó a las mismas para observarlas y notó que estaban un poco secas así que agarro un vaso vacío que había en la habitación y entró al baño para agarrar agua y comenzar a regarlas.

Después de darle una pasada rápida a la habitación, salió y entró a la habitación del pelinegro y comenzó a limpiar la habitación, acomodando algunas cosas que estaban tiradas, tendió la cama y recogió la ropa que había tirada en el suelo. -prácticamente solo era la pijama-

Aspiró la alfombra y sintió que algo se atoro así que la apagó y vio la llave de la que le hablo el pelinegro.

Con un 10% de respeto a la privacidad y con un 90% de curiosidad, abrió el cajón y hurgó entre los miles de calzoncillos con curiosidad de encontrar la caja que había hablado, así que una vez la encontró, la sacó con cuidado de no desacomodar la ropa y con la llave abrió la cajita.

Lo primero que vio fue un libro con muchísimas fotos de él prácticamente normales, de partidos y al ver esas fotos pensó: "¿Enserio hago esa cara en los partidos? ¡Que vergüenza!", en algunas otras salía con Natsu o sus amigos, o algunos estaba con gestos que en ningún momento había echo hasta que...

Vio algo que hizo que toda la gama de colores se posaran en su rostro, cuello, orejas y prácticamente en todo su cuerpo.

Cerró la caja con rapidez no queriendo ver más.

Pero la curiosidad nuevamente le ganó, así que con mucho temor y después de unas diez respiraciones profundas, volvió a abrir la caja encontrándose con unas fotos de él DESNUDO Y EN POSICIONES COMPROMETEDORAS, aunque al verlo con detenimiento dijo para el mismo.

— Así no es mi cuerpo...

Sonrió al ver qué casi nada era como realmente es su cuerpo así que no se preocupo mucho al ver las fotos, en algunas tenía que encontrarle la forma de como ver las fotos o en algunas se limito a imitarlas para ver si aquellas posiciones eran posibles.

Hasta que paso a otra sección donde vio una foto de el mismo besándose o haciendo cosas de adultos con Kenma, otra con Atsumu, otra con Oikawa... ¡Hasta con Tsukishima!

Con un escalofrío devolvió todo el contenido en la caja y la volvió a cerrar para guardarla nuevamente en el cajón.

Aquello que acababa de ver, definitivamente no se borraría tan fácilmente de su memoria.
Guardo la llave donde se supone que debería de estar y se planteo en ningún momento volver a tomar esa llave del infierno.

Salió del cuarto del pelinegro, bajo a la sala para sentarse y enseguida entró una llamada al celular, rápidamente contestó no sin antes supurar y tratar que su habla no se escuchará tan extraña.

En la llamada:

— ¿D-diga? — maldijo en su interior al tartamudear.

— Oye ya voy para el departamento, prácticamente en unos minutos estoy ahí, solo me baño rápido y nos vamos al estudio ¿De acuerdo?

— Ah, sí... Seguro... Pero ¿No quieres comer algo antes? Puedo preparar algo rápido.

Kageyama lo pensó un momento pero al ver la hora decidió suspirar.

— De hecho van a llevar comida al estudio así que no es necesario.

— o-okey... Nos vemos

— Nos vemos mandarina. — Kageyama finalizó la llamada.

Fin de la llamada.

El pelinegro se agachó abrazando sus piernas... ¡Maldición acababa de hablar con Hinata! ¡Si aquello era un sueño, no quería despertar jamás!

Camino a paso rápido a su departamento para abrir la puerta y ver qué todo estaba rechinando de limpio y olía delicioso a... ¿Suavizante para ropa?, Reprimió una risa y solo subió las escaleras para aventar sus mochilas a su cama y ver qué todo estaba limpio así que con rapidez reviso la llave y el cajón, el cual no estaba desordenado así que respiro tranquilo.

Salió de la habitación y tocó la que estaba frente a la suya, enseguida se escuchó un "Voy" y salió un pelinaranja con el cabello escurriendo de agua.

— B-b-bi-bienvenido... — habló con visible nerviosismo.

Kageyama alzo una ceja en confusión pero decidió pasarlo por alto.

— Solo me baño rápido y nos vamos para allá ¿De acuerdo?

— ¡Sip!

Kageyama asintió con la cabeza y camino a su habitación nuevamente para meterse a bañar y en cuanto terminó de bañarse, cambiarse y aperfumarse nuevamente, salió para encontrarse con Hinata en la sala viendo el teléfono que había dejado en la mesa.

— ¿Nos vamos? — habló el pelinegro llamando la atención del contrario para solo escuchar un asentimiento y levantarse del mismo.

— Nos iremos en motocicleta, no planeo irme nuevamente en tren — Hinata hizo un puchero bastante tierno para su corazón pero aún así negó con la cabeza — No, vámonos ya. Te prometo ir lento

Con un poco de duda, Hinata asintió rendido y camino detrás del de ojos azules hasta el estacionamiento y ver la gran motocicleta negra frente a él, ni siquiera estaba seguro si alcanzaría.

Pero dejando atrás esos pensamientos, se agarró de los hombros del más alto y subió la motocicleta con un poco de dificultad pero al final lo logró.

Kageyama le ofreció un casco y lo acepto poniéndolo rápidamente en su cabeza para después abrazar por la cintura al mayor.

El ojoazul volvió a sentir otra vez el típico "gay panic" de su mejor amigo pero dejaría aquello para después, así que arrancó la misma y salió en dirección al estudio donde ya deberían estar sus amigos a un paso bastante lento a su gusto pero Hinata parecía cómodo ya que al verlo por el espejo pudo ver si sonrisa al observar la cuidad.

Aquello definitivamente lo guardaría en su corazón por toda la vida.

Casi una hora después llegó al estudio y bajo junto con Hinata quien se notaba feliz así que revolvió el cabello naranja de su acompañante y lo agarro de la muñeca para llevarlo dentro del edificio y subir al elevador hasta el siguiente piso donde estaban sus amigos

Abrió la puerta sin tocar como era costumbre y vio a sus cuatro amigos ensayando como de costumbre pero en cuanto lo vieron... O más bien a la otra persona que lo acompañaba dejaron de tocar.

— ¡Oh! ¡Es el pequeñín que está viviendo contigo! ¿No? — habló Akihiko con emoción casi brincando la batería y llegar al pelinaranja quien se escondió detrás de Kageyama al ver la acción del rubio.

— ¡Tarado lo asustas! — lo regaño un tipo de cabello largo — Mucho gusto, soy Haruki Nakayama y ellos son Uenoyama Ritsuka — señaló a un Pelinegro quien dijo un "hola" haciendo una pequeña reverencia...que viéndolo bien, tenía algún parecido con Tobio — Y el es Mafuyu Sato — señaló a un chico con cabello cobrizo quien solo hizo una reverencia.

— Hi-hinata Sho-Shoyou... Mu-mucho gusto — habló saliendo de su escondite.

"Son divertidos"... Pensó Hinata antes de dedicarles una sonrisa ganándose cinco sonrojos -incluyendo a Kageyama-

Se sentó en el suelo a un lado de Kageyama y en cuanto la música llegó a sus oídos sintió su corazón palpitar con más fuerza.

— Wow...