Un día anterior de que fuera la gran esperada luna llena...
Tobio decidió ir de compras, esta vez no iría al ensayo de sus amigos con tal de ir al supermercado y comprar lo necesario para usarlo el día siguiente en su ritual.

Eligió la vela del color naranja más chillante que encontró.
También compró un encendedor ya que su estufa al ser eléctrica no necesitaba de eso.

Al ser sus únicas compras... Decidió comprar helado de chocolate, películas de perritos y una que otra de amor que hiciera llorar, por si caía en depresión al no funcionar el ritual.

Con todo listo en su carrito, vio a su alrededor y logró ver a más de seis personas con una vela de diferente color... Rió internamente al ver que no era el único estúpido en intentarlo.

— Gracias por su compra...

Dijo la señorita de la caja, sacando de sus pensamientos a Tobio.

El pelinegro, asintió con la cabeza y agarró su mochila para meter ahí lo que compró ya que no daban bolsas, decidió llevar su mochila.

Se dirigió al estacionamiento donde dejó su motocicleta y no tardó mucho en encenderla para partir a su departamento.

Durante su recorrido se la pasaba pensando lo que podría pasar si es que funcionaba... Pensaba en invitarlo a jugar voleibol, también pensaba llevarlo al estudio de sus amigos para que viera lo que es estar en otra dimensión.
Su corazón no dejaba de palpitar fuertemente y sentía que en cualquier momento, su corazón se saldría de su pecho.

En su mente mantenía el pensamiento de "Hay un 50/50... Puede funcionar o no y si no funciona me voy a deprimir por tres meses, dos semanas, un día y 7 horas."

Algo absurdo para cualquiera que lo escuchará pero de algún modo todo eso tenía sentido para él.

En cuanto llego al edificio donde vive, bajó de su motocicleta y con ilusión caminó y entró a su departamento.

Dejó la mochila en la sala y subió casi corriendo a su habitación para agarrar el balón de voleibol que compró parecido con el que juega Shoyou y también sacó el uniforme color negro que compró más pequeño e imaginarse que era para el pelinaranja inexistente que lo traía en la baba total.

Bajó con lo que llevaba en manos y metió el uniforme a lavar, no sin antes poner la lavadora en "Ropa delicada"... Un suavizante olor a cítricos y el jabón de su preferencia.

Con eso en mente se dirigió a la sala ya que quería arreglar y hacer limpieza a profundidad... Cosa que hace una vez al mes pero está ver haría una excepción por ser una tarde especial.

Puso la música de su preferencia mientras se dedicaba a cantar y barrer al mismo tiempo... Pero aquella diversión se vio interrumpida por el timbre de su departamento.

Trató de hacer memoria y recordar si de casualidad había invitado a alguien y revisó el calendario para cerciorarse que aún no era el día que Miwa regresará de su viaje.

Las dos preguntas fueron negadas y quiso ocultarse hasta que se escuchó nuevamente el timbre y ahora el sonido de su celular anunciando una llamada.

"Akihiko Kaji"

— Genial... — dijo en sarcasmo el pelinegro.

No es que odiara a Kaji pero sus personalidades chocaban tanto que había un punto en el que peleaban... No a golpes pero si con palabras que los terminaban lastimando.

Algo inseguro se acercó a la puerta y tomó el picaporte para girarlo lentamente.

En cuanto se abrió la puerta, sus ojos se abrieron en sorpresa al ver a prácticamente todos sus amigos... Y también a la pelinegra de la otra noche.

— ¿Por qué no nos abrías? — preguntó Ritsuka adentrándose al departamento sin permiso.

— Estaba dormido. — dijo fingiendo su voz.

— Mentiroso, vimos como le estabas haciendo un striptease a tu escoba... Siento pena por ella.

El pelinegro de la casa bufó molesto y avergonzado.
Sin nada más que esperar, Tobio se hizo a un lado para que los demás entrarán a su departamento.

Kaji se dejó caer en el sillón y casi encima de él, Yayoi.

Todos sus amigos se esparcieron en todo el departamento, Haruki y Mafuyu se fueron a la cocina para preparar la comida que compraron en el camino.
Ritsuka peleaba con Hiiragi y Mizusumi, de algo que no lograba entender del todo pero hablaban del pelinaranja cenizo del grupo... Y bueno... Kaji tenía a una pelinegra casi desnudándose, en su regazo.

Aunque también había un chico más que jamás había visto el cual estaba en su celular.

Tobio alzo una ceja y se digno a sentarse al lado de ese chico pelinegro que jamás había visto o no estaba seguro ya que es bastante distraído.

— Disculpa pero ¿quién eres?

Kageyama intento ser amable pero la voz y el entrecejo fruncido que siempre trae lo traicionó totalmente

— Ugetsu Murata, mucho gusto... Soy el parásito de Akihiko.

El pelinegro de ojos color violeta azulado estiro su mano a Tobio quien tardó un momento en responderla.

— Kageyama Tobio... Siéntete como en casa

Respondió con el gesto más gentil que puede hacer, logrando que Ugetsu riera mientras tapaba su risa con el dorso de su mano...

"Lindo..." Pensó Kageyama mientras se sentaba más cómodamente para comenzar alguna plática con él.

Tobio le jura y perjura a todos que él es Heterosexual pero hay pocas veces que se siente atraído por hombres... Y Ugetsu había entrado en aquella lista.

Cada grupo estaba metido en su mundo totalmente diferente... Hasta que el delicioso aroma de la comida se hizo presente frente a ellos... Más específicamente en la mesa de centro.

Todos voltearon a ver a los cocineros de ello y casi los aplastan al abrazarlos.

Después de un "Buen provecho" todos comenzaron a comer y compartir pláticas entre todos.
Obviamente las risas y uno que otro grito no faltaron en ese lugar.

Cuando terminaron de comer, seguían con su plática y así dio la noche.

Todos se iban yendo conforme la noche transcurría.
El primero en irse fue Haruki, Akihiko y Ugetsu, ya que supuestamente al siguiente día debían ir a la universidad.
Los siguientes en irse fue Hiiragi y Mizusumi, quienes tenían que practicar su siguiente sencillo.

Pero quién no daba señales de querer irse era Yayoi.

— Ritsuka... Yo me voy a quedar — hablo Yayoi aferrándose al brazo de Tobio.

— Te recuerdo que hace unos días terminamos lo que sea que teníamos... Así que, ¡Adiós! — dijo Tobio ya harto de lo que pasaba en la puerta de su departamento.

La chica chasqueo la lengua y caminó a paso apresurado jalando a su hermano de por medio.

Tobio suspiro aliviado y estuvo a punto de cerrar la puerta cuando vio que Sato seguía en el marco.

El pelinegro le sonrió esperando a que se fuera.

— Nos vemos el lunes, Mafuyu — dijo Kageyama tratando que el nombrado se fuera.

Sato hizo una reverencia e hizo un sonido de afirmación, mientras caminaba a paso lento hacia el ascensor donde lo esperaban los hermanos "Uenoyama"

Finalmente Tobio pudo cerrar la puerta y su vista se dirigió al reloj que marcaba las 3:40 am.

Nuevamente el silencio reino en aquel lugar y la soledad volvió a su cuerpo sintiendo el frío de la noche... Pero era algo a lo que Tobio debía acostumbrarse aunque no le gustase.

Suspiro algo cansado y se dirigió a la lavadora donde anteriormente había puesto la ropa y olvidó sacarla para ponerla en la secadora.

— Debí de haberle dicho a Yayoi que se quedará... O... — hubo un silencio por unos segundos — A Ugetsu...

Sacudió su cabeza en negación, reprendiendo los sentimientos que tal vez comenzaban a nacer por ese pelinegro.

Con eso en mente, siguió su camino hasta la sala y encendió la televisión con tal de encontrar algo de su entretenimiento...

Infocomercial tras infocomercial hasta que decidió encender la computadora y conectarla a su televisión y comenzar a ver un anime que Mafuyu le había recomendado hace un tiempo.

Tecleo en el buscador: "Banana Fish"

Y antes de ponerle play, escuchó que la secadora había terminado su trabajo y a pesar de ser las casi cuatro de la madrugada aprovecho para meter su ropa de gimnasio y algunas prendas delicadas para que la lavadora hiciera su trabajo.

A pasos lentos se tumbó en el sillón mientras ponía play al primer capítulo.

Al momento en que vio "noitaminA", como buen conocedor de anime... Sabía que debía ir por su helado de chocolate y pañuelos... MUCHOS PAÑUELOS.

Respiro y puso atención al primer y único capítulo que estaba dispuesto a ver esa madrugada ya que al día siguiente debía limpiar...

Lo cual no sucedió ya que al día siguiente... A las 4:00 pm aproximadamente, estaba Kageyama sin haber desayunado o tan siquiera comido, en el sillón... Presenciando el último segundo del último capítulo.

En cuanto la pantalla se puso negra, las lágrimas no tardaron en salir ni un solo segundo.

Kageyama abrazo el peluche con figura de cuervo y ahogaba sus lágrimas en aquel peluche

— ¡No lo vuelvo a ver jamás! ¡Estúpido tipo! ¡Estúpido Ash! ¡Estúpido Mafuyu por recomendarme esto! ¡Estúpido yo por hacerle caso!

Y así fue como Tobio se la paso maldiciendo y llorando hasta las 6:30 de la tarde y no fue por qué el quisiera, si no que fue obligado a parar cuando escucho el timbre de su departamento.

Corrió a la cocina y lavó su rostro mientras se acomodaba un poco el pantalón ya que se había quitado la playera en un acto de desesperación en la noche o día... No recordaba en qué momento se quitó la playera.

De la barra de la cocina, agarro sus lentes y se los puso lo más rápido posible para llegar a la entrada y abrir la puerta.

— hey...

— ¿Y ahora tú? ¿Que te pasa? — preguntó Kageyama haciéndose a un lado para que su amigo entrara.

— Tob... Necesito que seas sincero conmigo — hablo Ritsuka entrando al departamento y desplomandose en un sillón pequeño ya que él más grande tenía miles de pañuelos arrugados

Tobio en ese momento el único nombre que se le vino a la mente fue "Yayoi"... Lo más probable es que ella había dicho algunas cosas sobre la relación que intentaba tener con Tobio pero no funcionaba aunque realmente lo intentaba.

Y esa chica tenía sus razones: Kageyama un chico alto, con un ligero bronceado en su piel, ojos azules, su semblante serio y misterioso, voz que te derrite de tan solo escucharlo formular una simple "A"... Espalda ancha y ni se diga aquello que hacía retorcerse como gusano en agonía a las chicas.
Pero... Eso era lo único que veían en el chico: Su físico.
Nunca se daban el tiempo de conocerlo y quererlo con todo y sus defectos... Cuando alguien lo hizo, o eso creyó... Fue lastimado y eso cambio totalmente su vida.

Kageyama suspiro, esperando a que Ritsuka dijera algo... Realmente el silencio lo abrumaba tanto que solo dejo salir:

— ¿Que sucede?

Esas dos palabras cortaban su garganta como si quisiera mantenerme cerrada, pero la pregunta que esperaba nunca llegó. En cambio de eso, fue algo totalmente diferente.

— ¿Enserio se nota que me gusta Mafuyu?

— ...

Kageyama esperaba todo menos eso, él había visto cierta tensión entre ellos dos pero jamás le prestó demasiada atención... Y en estos momentos no se sentía preparado para ese tipo de pregunta.

— ¿Q-que? ¿Por qué preguntas? ... ¿Te gusta Mafuyu?

Fue lo único que vasto para que Uenoyama se perdiera en algún lado de su conciencia.
En su frente decía "Gay panic"

Tobio sonrió divertido de la situación y después de explicarle lo que había cambiado en él desde que Sato entró a su vida y a su grupito de amigos...

— Creo que si es notorio que te gusta y tú a él — Ritsuka volteo a verlo con el sonrojo más grande que había visto en toda su vida — O-oh... No lo sé, tal vez podrías decirle... Hay de dos: o te manda a la fregada o tus sentimientos son correspondidos.

Hablo con calma para después alterarse al ver la hora "8:34 PM" ¡LUNA LLENA!

— Amigo, no quiero correrte pero tengo algo importante que hacer, de cualquier cosa me encanta platicar contigo y estar presente en tus crisis existenciales... Pero enserio es algo necesario.

Uenoyama sin rechistar, salió del departamento y antes de desaparecer dijo:

— Gracias por escucharme... Akihiko solo creyó que ya le había "puesto las garras encima"

Hablo haciendo comillas con sus dedos y soltar una pequeña risa para salir del campo de visión de Tobio.
Quién cerró la puerta y comenzó a arreglar absolutamente todo.
Puso música para no sentirse solo y eso de algún modo, funcionó.

Cuando todo estuvo limpio, Tobio subió a su habitación y colocó una mesa cerca de la ventana del pasillo donde se asomaba perfectamente la luna y esa noche era sorprendentemente grande... Se lograban ver las estrellas y como gran conocedor de Astrología, vio perfectamente sin necesidad de telescopio: Urano.

Después de apreciar la luna, las estrellas y planetas que se lograban ver. Acomodó la vela junto con el balón y la ropa que olía a naranja.

Con todo listo, encendió la vela pero para prevenir un incendio puso un platito donde cayera la vela y la flama no logrará quemar la ropa y de ahí el mantel, lo que llevaría a la alfombra que está por toda la casa... Y mejor no pensar a mayores.

Con su ritual listo, fue su escritorio para imprimir la fotografía de Hinata de cuerpo completo, la cual no tardó en salir y escribió detrás como venía específicamente en el folleto que se encontraba casi pegado en el espejo de su recámara.

" Hinata Shoyou, si realmente existes, ven a mi realidad... Sueño Irreal"

Cinco veces en Japonés y tuvo que usar el traductor para escribirlo correctamente en Inglés.

Una vez la foto estaba perfectamente colocada a un lado de la vela y pertenecías de voleibol, se permitió soltar una risa.

— Esto parece un amarre.

Después de decir eso, camino a su cama y viendo la hora "10:32" se permitió caer en un profundo sueño...

°°°

Horas más tarde, Kageyama se levantó con toda la emoción del mundo... Pero no de su ritual ya que no recordaba pero...

Recordó que ese día saldría el siguiente capítulo de Haikyuu... Pero su emoción se fue al caño cuando vio la notificación:

"Haikyuu ha sido suspendido hasta nuevo aviso"

El ceño fruncido de Tobio no tardó en aparecer y se levantó totalmente enojado, ignorando todo y a todos a su alrededor para bajar a la cocina y agarrar una de sus lechitas, ya que esas siempre logran tranquilizarlo.

Hasta que...

— ¿Quién eres y que hago aquí?