⭐ Capítulo 17 ⭐
Oscuridad, Simplemente oscuridad, no veía absolutamente nada.
Mis sentidos estaban aturdidos y no diferenciaba bien si estaba vivo o muerto.
Quise moverme pero sentía mi cuerpo rígido.
Quise hablar pero simplemente no podía.
Quise abrir los ojos pero sentía mis párpados demasiados pesados y pareciera que estuvieran pegados.
De pronto vi una luz a través de mis párpados y una brisa acaricio mi rostro...
Sin darme cuenta abrí los ojos, me tope con un campo gigante, lleno de flores y un solo árbol en medio. Y por el sonido pude escuchar que habían pajaritos y un río.
Mi cuerpo se sentía ahora ligero y pude avanzar hacia aquel árbol donde cada paso que me acercaba llegaba a mi nariz el olor de las flores.
Un fuerte viento sopló haciendo que varias florecitas y hojas cayeran al suelo, quedando algunas en mis ropas blancas y cabello.
Caminé un poco más por aquel campo. A pesar de que estaba en un lugar completamente desconocido y solitario, no tenía miedo.
Tranquilidad y paz, era lo que sentía.
Cada paso con los pies descalzos era cada vez más ligero hasta pareciera que estuviera caminando por nubes.
Es algo estúpido si lo piensas. ¡Nadie puede caminar sobre las nubes! Pero era lo más cercano a lo que sentía.
Cuando estuve frente al árbol, pase mis dedos sobre la corteza de este sintiendo su textura rugosa y algo pegajosa por la resina sin embargo no me molestaba.
Volteé a mi izquierda y pude ver un río de agua cristalina donde habían peces de todo tipo de colores. Un lugar bastante tranquilo.
Fue donde me pregunté... ¿En donde estoy?
¿Estoy muerto? ¿Esto es el cielo?
Al parecer morí yo... Bueno, en cualquier caso hubiera preferido morir yo a que él muriera.
Un pequeño ser de luz jalo de mi pantalón para que le prestará atención y apesar de que no tenía alguna forma definida, no sentí miedo. Hasta le sonreí.
Mas de aquellos seres se aparecieron de detrás de los arbustos y flores. Solté una risita al verlos pelear por quien iba a mi lado caminando.
Caminé un poco lejos del árbol pensando en lo que podría hacer ahora que estoy ahí. Aquellos seres me guiaba hacia un lugar del campo y yo me dejaba llevar por ellos.
Sin embargo mis pensamientos se vieron interrumpidos por un trueno proveniente del cielo.
Dirigí mi vista hacia arriba y vi el cielo nublado avecinando una tormenta, cuando hace apenas unos segundos estaba completamente azul y despejado.
El fuerte viento sopló, derribando una rama del árbol.
Me sobresalte por el repentino suceso pero lo que captó mi atención completa fue que sentí como alguien me tomaba de la mano.
— No vayas...
Quise voltear a ver quién era la persona que me tomaba pero no podía. Nuevamente mi cuerpo se encontraba rígido y tampoco podía respirar muy bien.
De la nada, el paisaje se fue deformando hasta llegar nuevamente a la misma sala negra que había estado recientemente.
El miedo se incrustó nuevamente en mí al no sentir nada, no ver nada... Parecía que no existía.
De pronto empecé a escuchar una voz a la lejanía.
Trate de poner atención a aquella voz que conocía pero no ubicaba de dónde provenía.
Su voz era dulce y me hablaba con tranquilidad.
Poco a poco el eco se fue disipando haciendo más entendible la voz que escuchaba.
— Entonces vivieron felices para siempre...
Un cuento, es lo que me estaba contando.
— Fin — suspiro y escuché el traqueteo de un asiento.
Por instinto quise hablar pero mi boca era obstruida por algo desconocido que bajaba hasta mi garganta.
— ... ¿Cuando vas a despertar Tobio?... Ya paso mucho tiempo, ¿Cuánto tiempo más debo esperar?... te extraño.
Y entonces abrí los ojos.
Lo primero que vi: fue el techo blanco.
Lo segundo que escuche: fue el pitido de una máquina de hospital.
Dirigí mi vista hacia mi lado derecho y lo ví, vi a mi pequeño pelinaranja que ya no se veía tan pequeño. Había ganado masa muscular y su cabello estaba ligeramente más largo, podía hacerse una colita de caballo. Se veía tan lindo... Cómo siempre.
Sus ojos color avellana se dirigieron a nuestras manos que estaban entrelazadas y una brillante sonrisa apareció en su rostro.
Sin dejar de ver nuestras manos, paso su otra mano libre por mi cabello para peinarlo de algún modo.
— Debería de decirle a Miwa que te corte el cabello ya está... — cayó de repente cuando me vio a los ojos. — ¿Tobio? — preguntó con sorpresa y sus ojos se inundaron en lágrimas. — ¡Oh por todos los espíritus del cielo! ¡Despertaste! ¡Doctor!
Salió corriendo de la habitación, dejándome desorbitado. No entendía donde estaba... bueno sabía que estaba en un hospital por el olor y a simple vista se nota de inmediato que es una habitación... pero todo se veía de algún modo diferente. Todo era animado en 2D...
¿¡Funcionó y ninguno murió!?
Poco tiempo después entró Shoyou echo un mar de lágrimas, acompañado de doctores y Miwa... Mi hermana, la reconocería en cualquier dimensión que existiera.
Los doctores se acercaron a mí para sacar de mi boca algo parecido a un tubo, sentí arcadas al sentir aquello pero simplemente no salía sonido de mi boca. Estaba muy reseca mi garganta y sentía que picaba.
— A-agua — hablé con dificultad pidiendo un poco de agua la cual me fue dada al instante.
Al sentir mi cuerpo reaccionar pude suspirar con alivio y una sonrisa se plasmo en mi rostro.
Shoyou se acercó a mí con su nariz escurriendo en mocos, su cara roja y sus ojos hinchados de haber llorado y al esperar que me diera un abrazo abrí mis brazos pero lo primero que sentí fue un golpe en mi cabeza.
— ¡Idiota! ¡No vuelvas a dejar por tanto tiempo para estar en coma! ¡Idiota! ¡Kageyama, Idiota!
Rodeo mi cuerpo en un abrazo y me sentí un poco asfixiado por el apretón pero acepte su gesto devolviéndole el abrazo. El rió bajito y apretó un poco más su abrazo sacándome un quejido por haber sido estrujado.
El doctor pidió amablemente que Shoyou se separara de mi para que hiciera una revición general. Me preguntó mi nombre, el nombre de mi familia y amigos y algunas cosas comunes que supe contestar con facilidad. Después de ello, el doctor salió, dejándonos solos.
— Hermanito... Me alegra muchísimo ver tus ojitos despiertos — dijo Miwa entre lágrimas reprimidas.
— También... Me alegro de verte — dije algo confundido.
Algo no está normal. Entonces recordé lo que sucedió: el ritual, Miwa no podía salir de su habitación, mi padre, una luz, un golpe y todo se volvió oscuro.
Mi pulso se alteró y la máquina no tardó en captarlo, mis acompañantes en aquella habitación se alertaron y estuvieron a punto de salir de la habitación para llamar a alguien pero los detuve.
— ¡No!... ¡Esperen un momento!
Ambos me vieron algo desconcertados pero simplemente pararon sus pasos para regresar hacia donde estaba yo.
— ¿C-como llegué aquí? — pregunté buscando la misma explicación que mantenía en mi cabeza.
— Un accidente... Ibas en el carro con el abuelo... Los frenos fallaron y chocaron... El falleció en el instante y tú lograste sobrevivir aunque estuviste en coma... — contestó Miwa.
— ¿Por cuanto tiempo? — pregunté.
— Dos años... — respondió Shoyou sentándose en el mismo banquito que estaba desde antes que despertara. — pero tranquilo... Ya todo está bien.
— P-pero ¿Y el ritual? ¡Yo te invoque Hinata! ¿El viaje dimensional? ¿Uenoyama? ¿Mafuyu?
Ambos me miraron desconcertados y muy confundidos.
— ¿Me invocaste? ¿De que hablas? ¿Los personajes de Given? ¿Ves anime? ¿Tobio, estás bien?
— Seguramente fue solo un efecto del coma... — habló el mismo doctor que atendió a Hinata cuando tuve el sueño donde intento suicidarse — Algunos pacientes tienden a soñar... Pero es tan real para ellos que piensan que fue verdad.
— Entonces... ¿Todo fue un sueño?
Los presentes observaron curiosos lo que decía el pelinegro. La puerta de la habitación fue abierta dejando ver a los chicos del Karasuno.
— ¡Kageyama! — gritaron al unisono todos a excepción de Tsukishima que solo sonreía.
Noya no tardó en lanzarse al pelinegro para abrazarlo seguido de Tanaka que imito su acción.
Kageyama miraba sorprendido a los chicos... Hasta hace poco todos estaban fuera de esa dimensión... Algo no lo dejaba tranquilo. ¿Realmente estuvo soñando todo el tiempo?
El mundo está lleno de verdades y mentiras. Sueños y realidades, fantasía y veracidad... Nunca tenemos la certeza de que vivimos lo real.
Si piensas estar soñando, te pellizcas para despertar. Pero ¿Que pasa si aquello que parece un sueño es la realidad?
O... Aquello que parece la realidad es solo un sueño.
¿Seguro que no estás viviendo una simulación?
¿Seremos nada más que una simulación computarizada? Es algo que nunca sabremos hasta que muramos o tal vez... Despertemos.
¿Que tal que todo lo que estás viviendo en este momento es solo un sueño?
Un Sueño Irreal...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro