⭐ Capítulo 16 ⭐
Día 7
Tobio admiraba el rostro del pelinaranja que dormía plácidamente al lado de él, el pucherito que formaban sus labios y el ceño fruncido que hacía entre sueños era todo y más de lo que quería ver al despertar todos los días.
Pero no siempre resultan las cosas como uno quiere. Aunque dijeran que luchará para lograr lo que quería, no todo se puede.
Último día, última mañana viéndolo despertar al lado de él... Última vez que podrá tenerlo en sus brazos... Última vez que podrá besarle.
Y es que era inevitable el que sus ojos quisieran llorar, debía hacerlo... Debía decir adiós pero... ¿Cómo te despides de la persona que más quieres y necesitas en la vida?
Apartó esos pensamientos en cuanto vio que el pelinaranja daba indicios de despertar así que se inclinó y depósito un pequeño besito en su frente causando una sonrisa en el contrario.
— Buenos días Tobi... — dijo el pelinaranja estirándose en la cama.
— Buenos días Sho... — Kageyama se inclinó para darle un beso a Hinata directamente en los labios.
Pero esté puso su mano en su boca y negó con la cabeza mientras se ponía rápidamente de pie y sin importarle que estuviera desnudo, fue al baño para lavarse rápidamente los dientes y regresar a la cama para lanzarse al pelinegro.
El mayor se quejo por el peso pero solo atinó a reírse.
Después de unos besitos de buenos días, ambos se levantaron con grandes ánimos y se metieron al baño para bañarse juntos.
Para ahorrar agua.
Claro, ese era el plan inicial, pero una cosa llegó a la otra y terminaron haciéndolo por primera vez en el día.
Cuando Hinata estuvo a punto de caerse debido al piso mojado, decidieron irse a la cama y seguir con su juego matutino.
Al terminar, se vistieron y bajaron las escaleras llegando a la cocina, donde Miwa había dejado un recado.
"Regreso en la noche, debo investigar un poco más"
Kageyama suspiró con cansancio antes la mirada espectante de Hinata... Él no entendía muy bien lo que estaba pasando... o tal vez sí lo entendía.
Ambos desayunaron en un cómodo silencio, escuchando la ligera musica de fondo y el chocar de los cubiertos con el plato.
Cuando terminaron de desayunar, se dirigieron cada uno a su recámara para cambiarse. Uno con ropa para estar en casa y el otro con ropa para salir.
El timbre del departamento sonó y Hinata bajó corriendo para abrir la puerta, sonrió al ver quién o más bien dicho, quienes había sido y les dejó pasar.
— ¿Tobio está en casa? — preguntó uno de los recién llegados.
— Sí, se está terminando de cambiar.
Kageyama bajó poco tiempo después con un pans gris, playera negra ajustada a su cuerpo y unos tenis que a pesar que ya estaban dando su último respiro, eran muy cómodos para estar en casa.
— Hola... Que milagro — habló Kageyama abrazando por los hombros a Hinata. — ¿A dónde se van a llevar a Shoo?
— Mafuyu se lo va a llevar, nosotros nos quedamos aquí.
El dueño del departamento sonrió y asintió con la cabeza. Para después de dar indicaciones a ambos pelinaranjas y les permitió la salida.
— Regreso al rato, Tobio.
— Cuídate mucho... ¿Sí? — dijo Kageyama mientras se acercaba para depositar un pequeño besito en los labios del pelinaranja y en su cabello.
Al cerrar la puerta, Kageyama se sentó frente a sus amigos mientras trataba de entender lo que platicaban y en cuanto escuchó: Mafuyu, Uenoyama y Relación, en una misma oración puso más atención a lo que hablaban.
— ¿Por qué yo no me enteré que estaban saliendo? Más bien dicho... ¿Por qué no me dijiste que te le ibas a declarar? — Preguntó una vez pareció terminada la conversación entre sus amigos.
Uenoyama guardó silencio y volteó a ver a Akihiko y Haruki quienes se burlaban silenciosamente.
— Por qué Mafuyu fue quien se declaró. — dijo Akihiko para después soltar una carcajada.
— ¡No te burles! ¡Yo planeaba decirlo después de que lo besé-
— ¿¡Lo besaste!? — Interrumpió Tobio con una expresión de total sorpresa.
— Sí, después del concierto, él y yo nos salimos del escenario y mis cables se cruzaron y lo besé... ¡Arg! No supe que me pasó.
Después de eso se mantuvieron burlándose del pelinegro guitarrista, definitivamente necesitaría muchísimo de esos chicos en cuando su pequeña pelusa de color naranja se fuera y muy probablemente para siempre.
Mafuyu y Hinata bajaban de el colectivo para después entrar al centro comercial donde pasarían una tarde de chicos.
Cómo primero, decidieron entrar al cine y al encontrar una película que ambos decidieran ver, compraron los boletos y palomitas.
Ambos entraron a la sala de cine y vieron la película en paz, con algunos molestos comentaristas y niños que lloraban pero después de eso todo normal.
Al salir del cine, fueron a comer en donde Mafuyu no dejo pagar a Shoyou "Comida de despedida". Fueron a un restaurante de comida tradicional japonés y todo fue tan delicioso que se atrevieron a repetir.
Y como último, fueron a la pista de patinaje. La primera hora tuvieron caídas cada cinco segundos pero después aprendieron a hacerlo correctamente y fue muy divertido.
Algunos se acercaban para pedir una foto debido a que Mafuyu había ganando seguidores después del concierto y uno que otro se acercó a Hinata con la excusa de que hacia un cosplay perfecto de la carnada definitiva del Karasuno.
Al terminar con su "cita", se dirigieron al departamento donde estaban todos. Iban en silencio hasta que Mafuyu hablo.
— ¿A qué hora te vas? — preguntó sin voltear a ver a Shoyou.
— A la media noche... — respondió viendo el suelo.
— ¿Crees poder recordarnos?
— Sí, no dudo que... Espera. ¿Cómo es que-
— Yo se quién eres, en cuanto escuché tu nombre y analicé tu apariencia fue que di en el clavo... Verás son un gran aficionado del anime.
— ¿P-por que no me lo dijiste?
— No quería incomodarte...
— ¿¡Bromeas!? ¡Mi mejor amigo sabe quién soy! — Comentó el pequeño alzando los brazos al cielo llamando la atención de los presentes en el vagón.
Las mejillas de Mafuyu se tiñeron sutilmente de rojo ante la declaración de Hinata al decirle "Mejor amigo" pero solo pudo sonreír genuinamente y seguir platicando con aquel chico que admiraba por no dejarse vencer y buscaba mejorar de cualquier modo posible.
Para no echarle spoiler sobre su futuro, le pregunto en donde se había quedado antes de llegar a ese lugar y simplemente dijo:
— Estaba en el partido contra los gemelos Miya.
Con ello se permitió hablar libremente sobre el hecho que se coló a Shiratorisawa. Y tuvo que admitir que sintió un poco de penita ajena pero no le quitó el protagonismo sobre su creciente desarrollo durante ese tiempo.
Entre diferentes platicas, llegaron al departamento dando las 6:30 de la tarde. Dónde los esperaban sus amigos y respectivas parejas tomando una taza de té mientras platicaban como señoras chismosas.
Los recién llegados, se sentaron cada uno al lado de su pelinegro intentando seguir el paso de su conversación la cual era sobre el próximo concierto.
Kageyama jaló a Hinata de modo que estuviera sentado sobre sus piernas para abrazarlo y apoyar su cabeza en el hombro del chico.
Entre algunas burlas hacia ellos, abrieron la puerta del departamento haciendo que todos dirigieran su vista hacia quién había entrado y vieron a Miwa y Yayoi entrar al departamento.
Tobio abrazó con más fuerza a Hinata frunciendo su ceño al ver cómo Yayoi le sonreía con clara hipocresía acercándose a ellos.
— Hola mucho gusto, mi nombre es Yayoi... Soy hermana de Ritsuka.
— Yo soy Ritsuka — alzó la mano el "gemelo de Tobio" — como me conoces como Uenoyama pensé que debía decirlo.
— Mucho gusto Yayoi-san... Mi nombre es Shoyou. — dijo con una sonrisa resplandeciente.
Yayoi iba a hablar pero Miwa la interrumpió pidiendo que subieran a su habitación para seguir platicando.
— Te encargo a mi Tobi... — terminó por decir la pelinegra caminando a las escaleras dónde la esperaba Miwa con el ceño fruncido.
La sala se sumió en silencio sepulcral, nadie se atrevía a decir nada. Solo se escuchaba el tik tak del reloj y los pocos autos que pasaban.
Hinata suspiró y se liberó del agarre de Tobio para caminar a la cocina, una vez dentro azomo la cabeza dirigiendo una vista sería a su novio.
— ¿Puedes venir un momento?
Eso bastó para que él pelinegro tragara fuertemente y todos los demás desviaron la mirada buscando distraerse en cualquier cosa.
Con las piernas temblorosas, caminó hasta la bocina para subirle el volumen y después se dirigió a la cocina donde lo esperaba el menor apoyado en una columna de la cocina.
— ¿Estás enojado? — preguntó cómo primero al sentirse por primera vez pequeño.
— Un poco, pero antes de decir algo más... ¿Por qué te llamo MI Tobi?... Hay una explicación ¿No?
Kageyama asintió con la cabeza y se sentó en el suelo. El menor imito su acción sentándose frente a él.
— Sin mentiras ¿Si? — habló nuevamente el pelinaranja ante el silencio.
— Ella fue mi pareja sexual por más de un año... Pero empezó a tener sentimientos por mi, los que yo no podía corresponder. Por qué yo sentía que no podía hacerlo, sentía que algo me lo impedía... Nunca pude besar a alguien de está dimensión. No quería, más bien dicho.
Hinata suspiró y acarició con cariño la mejilla del mayor que se veía mortificado.
— Y a mí sí pudiste besarme... ¿Por qué?
— Por qué entendí que mi corazón y todo yo... Te pertenece.
El pelinaranja soltó una risita y se lanzó al mayor para abrazarlo pero terminaron en el suelo.
— ¿No te llaman labia? — preguntó con diversión acercándose a los labios del pelinegro.
— Yo diría que es amor sincero.
Sonrieron y Shoyou acortó la distancia para besarse sin dobles intensiones.
Su beso fue cariñoso y lento... Queriendo disfrutar completamente del momento. Nada podía romper el ambiente. A excepción de una persona.
— ¿Por qué siempre soy yo quien tiene que hablar antes de que tengamos una película porno frente a nosotros?
Ambos se separaron al escuchar a Uenoyama con un tono de molestia. Se voltearon a ver y se encogieron de hombros para después unir sus labios nuevamente sin importarle que cierto pelinegro estuviera quejándose.
Después de una buena sesión de besos, se levantaron del suelo para despedir a todos los presentes.
Hinata abrazó con fuerza a Mafuyu sintiendo sus ojos picar. El cobrizo devolvió el abrazo con la misma fuerza y acarició los cabellos del menor.
— Fue un placer conocerte Ninja Shoyou.
— No se de quien hablas pero también lo quiero conocer... Y me encantó conocerte Mafuyu. Le hablaré de ti a Natsu.
Ambos se separaron y después de que los demás le desearan un buen viaje, salieron del departamento dejando únicamente a Miwa, Tobio y Shoyou en el silencio del departamento.
Sin muchas palabras, vieron como el sol se oculto en su totalidad y el reloj marcaba 10:50.
Hinata subió a su habitación para cambiarse de ropa por el uniforme que traía el primer día que apareció en el lugar.
En su mente pasaron los siete días que estuvo ahí, descubrió que el amor si estaba destinado para el y no precisamente en una mujer, sino en un hombre y aquello lo hizo feliz.
Era muy probable que no lo volvería a ver pero debía ser fuerte... Debía dejarlo donde se encontraba. No quería que se cumpliera aquello...
No quería que Tobio Muriera.
Salió de la habitación y encontró a ambos Kageyama acomodando la mesa donde debía ir todo lo necesario para el ritual.
Nadie dijo nada, solo se mantuvieron en silencio.
Kageyama fue a su habitación para imprimir la foto de Hinata y después de escuchar unas 10 veces como se pronunciaba aquella frase en Inglés la repetía para no cometer algún error.
Al estar listo de su pronunciación vio a Hinata parandose en medio del círculo dibujado en el suelo.
Volteó a ver el reloj.
11:25 PM
— ¿Que dice el papel? — preguntó Miwa acercándose a Tobio.
— "Para regresarlo a su realidad, deberas de hacer el mismo ritual pero en lugar de la frase anterior deberás decir en voz alta cinco veces en tu idioma y cinco veces en inglés: el nombre de tu personaje acompañado de " Gracias por acompañarme, eres libre... Sueño Irreal". Cerrar los ojos por cinco segundos, abrirlos y adiós a tu personaje."
Citó lo dicho en el papel.
Miwa iba a hablar pero al ver la mirada triste que tenían ambos chicos decidió dejarlos solos para darles privacidad.
Al fin de cuentas, ella no tenía que estar presente durante el ritual.
El silencio se hizo presente. Ni uno despegaba la vista del otro... Hasta que la visión de Hinata se vio empañada por las lágrimas que comenzaban a salir sin piedad.
Corrió hacia el pelinegro el cual lo estrechó en sus brazos sintiendo como su camisa se llenaba de lágrimas y escuchaba los sollozos del pequeño en sus brazos.
Parpadeó constantemente para evitar que sus lágrimas salieran pero fue imposible una vez sintió como una se deslizaba por su mejilla.
Al separarse de su abrazo, se vieron directamente a los ojos sonriendo tristemente. No querían dejarse pero no es como que la vida les diera tantas opciones.
— Shoyou... Y-yo...
— Tobio odio las despedidas... No digas nada.
— Quiero decirte unas cosas — ignoró completamente al pelinaranja. — Amor...
El contrario negaba con la cabeza pidiendo que se detuviera pero únicamente acaricio su cabello dándole tranquilidad.
— Las escribí para no olvidarlo pero no recuerdo donde dejé la hoja — soltó una risa amarga — pero aquí te va: Amor, no me olvides. Sé que no sólo será difícil para mí tenerte lejos, sino aún más difícil para ti porque te vas a casa, me dejaras ir a mí y yo te dejare ir a ti. Tal vez te sientas solo pero no te preocupes, sé que pronto te acostumbrarás y la vida será más sencilla para ti.
— No quiero acostumbrarme... No quiero que mi vida se sencilla si no te puedo tener conmigo.
— Shoyou, te amo y siempre lo hice y lo haré toda mi vida. Me encantaría ir contigo pero no se puede... No sé cómo y no se sí cuando llegué a aprenderlo pueda funcionar. Pero trataré. Intentaré toda mi vida buscarte.
« no quiero fingir que no me duele, que estoy vivo cuando realmente me estoy muriendo por dentro. Me harás mucha falta. Me siento muy enojado y espero que el amor nunca te haga falta.
— Por favor detente...
— me duele el vacío de dejaras... ¿Cómo viviré con tanto sufrimiento? No lo sé pero se que mientras vea tu sonrisa en la televisión yo podré sobrellevarlo... Así que por favor... Inténtalo tu también.
Kageyama se puso de pie y ayudó al menor a levantarse del suelo para después llevarlo de la mano al circulo que había en el suelo.
El reloj marcaba poco tiempo para que dieran las 12:00.
Ambos se acercaron para darse un beso largo y necesitado... Queriendo que el sabor de sus labios quedará impregnado con el contrario.
— Tobio... Yo te-
El habla del pelinaranja se vio interrumpida por una fuerte brisa que casi provoca que la vela naranja se apagará pero afortunadamente no ocurrió.
Escuchaban como Miwa trataba de abrir su puerta pero le era imposible, pareciera como si estuviera trabada y no podía salir.
— Hola hijo... ¿Cuando tiempo?
Aquel llamado hizo que desviaran su vista hacia al persona que estaba parado frente a ellos.
Ambos lo ubicaron de inmediato aunque de manera diferente... Uno por su voz y el otro por la apariencia.
Kageyama abrió los ojos al ver al señor que cubría su cuerpo con una capa con gorro. Impidiendo ver su rostro pero sabía quién era.
El señor que le dio el folleto hace una semana en la calle.
Pero... ¿Por qué le llamaba hijo?
El hombre destapó su rostro y en ese momento casi hace que Kageyama se desmaye.
— Soy yo... Tu padre.
Tobio no tenía fuerzas para tan siquiera acercarse a Hinata en cuanto vio que una extraña luz brillaba del círculo.
Dirigió su vista y puso nervioso al ver qué solo faltaban cinco minutos para que dieran las 12:00.
— ¿P-por que?
— ¿Por qué lo hice?... Amm... Seguramente tu abuelo te lo dijo, fue por protegerte aunque no salió como esperaba. Ese maldito viejo hizo que recordarás todo.
« Hinata... Estoy muy molesto contigo... ¿Por qué no le dijiste a mi hijo que estuve en tu sueño? Pensé que lo amabas y harías lo que te dije.
El pelinegro volteó a ver a Hinata quien tenía el ceño fruncido mostrando clara molestia.
— Por qué se que él, no querría que yo muriera.
— Ay que cursis... Verás Tobi... Le dije a Hinata-kun que el podria hacer un ritual para enviarte de vuelta para que seas feliz en el lugar donde perteneces pero con la única condición de que yo muriera pero él también lo haría... Era fácil... Solo tenías que jalarlo en el momento que dieran las doce... Pero al parecer no se puede confiar en ti.
11:59:58
— Creo que debo hacerlo yo mismo. — el hombre cambio drásticamente de gesto a uno con ira notable.
Se acercó a Kageyama con la intención de empujarlo.
Ambos comenzaron a forcejear.
La luz que desprendía el círculo envolvió a Shoyou sin dejarlo escapar.
Su voz ya no era audible y cada vez la luz se hacía más y más brillante al punto que tuvieron que cerrar los ojos.
El señor encontró a tientas a Kageyama quien estaba totalmente cegado por la luz y lo último que sintió fue un golpe en su cabeza.
Vio una fuerte luz.
Chocó con el cuerpo de alguien.
Y todo de volvió oscuro.
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