⭐ Capítulo 15 ⭐
Solo debo decirles que estamos muy cerca del final 😞
Debo admitir que escribí este capítulo, escuchando los openings de Haikyuu... Y realmente fue genial jajaja, lo imaginé todo.
Iban caminando en dirección a la Universidad donde desde una cuadra antes se escuchaba como las personas animaban a los equipos que estaban por terminar para saber contra quién se enfrentaría "Shoin" la escuela que ha llevado a sus jugadores a nivel mundial.
— ¿Seguro que está bien que juegue? — preguntó el pelinaranja comenzando a sentirse nervioso en cuanto puso un pie en la universidad — Ellos se ven gigantes.
— Soy el capitán así que no les queda de otra que obedecerme... Y es la primera vez que te escucho tan negativo.
— Es que entiendeme... Ellos tienen de 18 a 23 años ¿¡Cómo no voy a estar nervioso!?... Maldición me duele el estómago.
Shoyou se agarró el estómago sintiendo como se le revolvió hasta lo que había comido el mes pasado... Literalmente eran adultos y el solo tenía 16 años.
— Shoyou... Escúchame — llamó la atención del pelinaranja que trataba de pensar en lo más terrorífico que había vivido para calmarse — Mientras yo esté aquí, tu eres invencible.
Ambos sonrieron y caminaron en dirección a la cancha donde estaba su entrenador.
El pobre hombre estaba nervioso por qué su jugador estrella se había lastimado y ninguno de los demás estaba mentalmente preparado para llevar el peso de ser el sustituto de la estrella.
— Entrenador... — habló el capitán llamando la atención del mencionado.
— Tobio... — su nombre salió como un suspiro de alivio — ¿Que sucede? — preguntó el entrenador observando al pelinaranja que miraba la cancha con brillitos saliendo de sus ojos.
— Él va a sustituir a Nishida... Tiene la edad suficiente para jugar y confío en él
— Mu-mucho gusto... Mi nombre es Hinata Shoyou y será un honor estar en el partido.
El entrenador sonrió y anotó algunas cosas en su libreta para después llamar a la chica que parecía ser la manager del equipo.
— Lleva a Hinata-kun a qué se pruebe el uniforme libre.
La chica miró algo confusa lo que le pedía el entrenador pero solo asintió con la cabeza y sonrió para el pelinaranja.
— Sígueme.
Con ello, el pelinaranja siguió a la chica hasta los vestidores del campus. Durante el camino observaba todo como si estuviera viendo el Taj Mahal por dentro ya que sus ojos brillaban con intensidad y ni se diga su sonrisa.
No le puso mucha atención a lo que decía la chica, ni mucho menos los cuchicheos que habían a su alrededor, solo se mantuvo observando todo con atención.
La chica le entregó el uniforme y aunque se viera un poco grande, le quedó a la perfección. Amoldando su cuerpo y sus músculos que se lograban apreciar llamaba la atención de las pocas chicas que habían en la sala de estar donde esperaba a Tobio.
No paso mucho tiempo en que le tocaron el hombro y volteó a ver quién era. Sonrió en cuanto lo vio.
— ¿Te quedó bien el uniforme? ¿No te sientes incómodo?
Hinata se puso de pie dando una vuelta rápida para que Kageyama observará el uniforme y solo pudo ver cómo el rostro del pelinegro se teñía de rojo.
— G-genial... — aclaró su garganta — debemos ir a calentar... Te presentaré con los chicos y también te enseñaré las señales. Son simples así que las aprendes rápido. No te preocupes si fallas al principio... Te acoplas rápido.
— ¡Bien! — dijo felizmente, caminando al lado de Tobio.
Ambos se dirigieron a la cancha donde calentaban y el rechinido de las zapatillas se empezaron a escuchar y el golpe de los balones se escuchaba más fuerte de lo que se imaginó.
Su estómago comenzó a querer molestarle pero con sentir la mano de Tobio dándole un apretón, se relajo a un nivel inimaginable.
Abrieron las puertas llamando la atención y después del llamado de una persona todos fueron hacia el capitán.
— ¡Buenas tardes, capitán! — dijeron al unísono los veinte jugadores que habían.
— Buenas... — respondió el pelinegro — Él es Hinata y jugará con nosotros, ya hablé con el entrenador y estuvo de acuerdo.
Uno de ellos levantó la mano y Kageyama no tardó en darle la palabra.
— Ya tenemos libero... Capitán. — dijo cada vez bajando más su tono de voz el ver el ceño fruncido de su capitán.
— Ah lo siento, no me especifiqué, jugará como sustituto de Nishida. — Kageyama le hizo una seña con la cabeza a Hinata para que hablara.
— Buenas tardes... Es un honor jugar con ustedes.
Uno de los jugadores soltó una carcajada, escuchandose el doble debido al eco de la cancha.
— Es muy pequeño, sin ofender.
El pelinegro iba a hablar cuando Hinata dio un pie al frente quedando justo frente al chico que comenzó a reír.
— ¡Seré pequeño pero puedo saltar!
Todos se quedaron en silencio al sentir el aura que emanaba el pelinaranja y simplemente sonrieron.
— Bienvenido al equipo Hinata — habló un chico que estaba un poco más alto que él — Soy el libero y cubrire tu espalda así que no te preocupes por nada. — dijo sonriendo.
Hinata pudo ver un reflejo, donde vio a Nishinoya y sonrió con ternura.
— Mucho gusto... Este...
— ¡Ah! Soy Fujii Naonobu, pero como me encanta tu actitud puedes decirme Nao.
— Mucho gusto Nao-sempai. — habló con una gran sonrisa.
— ¡Que gran chico eres! ¡Desde ahora en adelante serás mi mejor amigo!
Los demás se presentaron y no tardaron en entablar un buen compañerismo con el pelinaranja.
Todos se formaron en una fila a petición del capitán para practicar remates. Pasaron de uno en uno, haciéndolo profesionalmente.
Tocó el turno de Hinata quien sentía que estaba sudando frío pero después de ver la sonrisa de Kageyama dándole seguridad, asintió con la cabeza y lanzó el balón poco más arriba de la cabeza de Kageyama.
El pelinegro estaba de igual modo nervioso, pero después de cerrar sus ojos pudo visualizar una cuadrícula donde indicaba perfectamente donde pegaría la mano de Hinata.
Así que cuando vio el balón volar hacia él, observo la posición, el ángulo de sus piernas y el impulso al saltar.
Aventó el balón.
Y pegó justo dónde iba la mano de Hinata dando así un remate directo.
Ambos se voltearon a ver. No pudieron evitar mostrar su emoción y se dieron un fuerte abrazo sin importarles que veinte personas los observaban.
Hinata volvió a la fila donde recibió halagos por el remate y no pudieron evitar preguntarle la relación que tenía con el capitán.
— Hinata ¿Cómo es que el capitán te abrazó?... Yo siempre trato de chocar los cinco en él y nunca quiere.
— Lo que pasa E-es que... S-somos pareja... P-por eso ja ja... — rió incómodo ante la atenta mirada de todos.
— No pues... ¡En hora buena! Me alegro por ustedes. — habló Nao dándole un abrazo por los hombros al pelinaranja
— Gracias Nao-san... — comentó bajando la cabeza.
— ¿Por qué tan triste? Debes sentirte muy orgulloso, nadie consigue tan siquiera un saludo del Rey de la cancha.
"Aquí también es el Rey de la cancha... " Pensó al escuchar a Nao.
— Lo que pasa es que mañana debo volver...
— Oh... ¿Estás de paseo? ¿Dónde vives?
— En Miyagi...
La plática tuvo que terminar debido a que el entrenador llamo a los jugadores para dar inicio al partido.
Todos se dirigieron a la cancha principal donde ya estaban sus oponentes.
Se veían inmensos, tanto de alto como en musculatura pero la tranquilidad que emanaba Kageyama bastaba para se mantuvieran tranquilo.
Después de las últimas pruebas, se formaron para saludar al equipo contrario.
Los capitanes fueron llamados al frente donde decidieron quien sacaría primero.
— Nosotros sacamos... — dijo Kageyama al equipo que debían de tener la formación lista.
Al estar presentando los números al público, Hinata escuchó que dijeron que era muy bajo para jugar pero el mismo chico que se rió de él en el entrenamiento, dijo:
— Les recomiendo no subestimarlo.
Después de ello, Kageyama se posicionó fuera de la cancha, le dio vueltas al balón y en cuando escuchó que el silbato sonó. Sacó de manera monstruosa dando el primer punto al equipo.
Los festejos no se hicieron esperar y después del silbatazo, sacó de la misma manera pero en esa ocasión fue recibido por el equipo contrario.
Kageyama regresó a posición de Armador y en cuanto los bloqueadores lograron tocar el balón fue oportunidad de ellos de contraatacar.
El balón paso por los dedos de Tobio para levantarlo hacia un lugar seguro.
Uno de los rematadores dio el golpe pero lamentablemente fue bloqueado dando el punto al equipo contrario.
Los primeros tres puntos fueron para que Hinata se acoplara al espacio y tuviera más o menos en mente contra quién se estaba enfrentando pero en cuanto vio que Tobio iba a colocar para él, sonrió y brincó golpeando el balón para darle el punto a su equipo.
Los contrarios se sorprendieron y parecieron ver como si tuviera alas... El chico pelinaranja sabe volar.
El equipo Shoin obtuvo la victoria después de tres sets.
Tuvieron altas y bajas pero siempre manteniendo un ánimo alto debido a que el capitán se encontraba muy feliz de que Hinata jugará en el equipo en el mundo que estaba.
Varias personas se acercaban para preguntar quién era el chico nuevo pero para evitar que alguien lo reconociera, se fueron a los vestidores donde estaban los demás jugadores cantando "We are the Champions"
En cuanto vieron a Hinata no tardaron en levantarlo y aventarlo hacia arriba evitando que pegara con el techo pero la sonrisa que tenían los jugadores nadie la borraba.
Decidieron ir a festejar a un bar familiar cercano.
Brindaron hasta casi caer muertos del alcohol pero Hinata no pudo tomar debido a que era menor de edad.
— Debes venir a visitarnos después, eh Shoyou... — habló un borracho Nao hacia el pelinaranja que estaba al lado de él — Pero oye... ¿No nos conocemos? Tu nombre se me hace conocido....¡No importa! ¡Me encantó jugar contigo! — Nao alzó su vaso totalmente vacío — ¡Por Shoyou y su viaje de mañana!
— ¡Por Shoyou y su viaje de mañana! — dijeron al unísono los demás chicos brindando.
Hinata se sonrojo pero no evitó que sonriera y les diera las gracias.
Kageyama abrazaba por los hombros a Hinata observando cada facción de su rostro, contando cada peca que lograba apreciar y sí fuera posible contaría cada cabello para tenerlo siempre en su mente.
El día de mañana sería el último antes de que lo enviara de vuelta y eso lo tenía con un nudo en la garganta y el maldito bichito de las lágrimas quería picar en sus ojos pero solo se limitó en abrazarlo con fuerza y susurrarle en el oído.
— Nunca olvides que te amo ¿De acuerdo?
Hinata volteó a verlo y solo pudo sonreírle con tristeza acariciando su mejilla.
— Yo también te amo... Y siempre lo haré.
Ambos dejaron su conversación para seguir disfrutando del festejo donde varios se pusieron a cantar arriba de la mesa o agarrando cualquier cosa para simular un micrófono y cantar desde su lugar.
Unos hablaban sobre sus ex parejas, otros sobre algún plan para el siguiente partido y otros sobre la graduación así que eran totalmente ajenos a las miradas que se lanzaban una pareja.
Hinata observaba atentamente los ojos de Kageyama bajando su vista hacia sus labios para después mojar los suyos como si estuviera saboreando.
Tobio sonrió con diversión y se levantó de golpe.
— Nos vemos después... Debemos irnos.
Todos se despidieron vagamente del duo, no sin antes desearle un buen viaje diciendo que esperaban verlo en un futuro cercano.
Iban en silencio hasta llegar al departamento donde no tardaron de besarse pero al escuchar que carraspeaban la garganta, tuvieron que separarse.
El dúo volteó a ver quién había interrumpido pero en lugar de enojarse solo pudieron sonreir al ver a sus amigos con un cartel que decía "Felicidades por el partido"
Todos empezaron a festejar en el departamento junto con Miwa quien llegó poco tiempo después con otro pastel.
Entre risas dieron fin al día sexto, sintiendo nostalgia ya que dijeron que Hinata debía volver a su hogar al día siguiente.
Mafuyu pidió que Hinata se fuera con el de compras para que llevara un recuerdo y después de convencer al pelinegro simplemente aceptó gustoso para ir con su amigo de cabello cobrizo.
Miwa habló con Tobio para tener en claro lo que iban a hacer y contar lo que habían soñado al pelinaranja...
El día siguiente sería un día pesado y muy largo...
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