(este capítulo es mucho más corto que los anteriores pero únicamente es para comentar un poco del pasado de Kageyama)

[Kageyama]

Estaba en un cuarto totalmente oscuro, desconozco si estaba vacío... Trataba de hablar pero parecía que no existiera mi voz, intente caminar pero mi cuerpo no respondía. Lo único que escuchaba era mi corazón, parecía como si lo tuviera pegado a mis oídos, el ruido era fuerte y constante, palpitaba muy rápido.

Tenía miedo.

Vi una luz color naranja detrás de mí y mi primer impulso fue voltear, estuve a punto de hacerlo pero esa luz que tenía forma de persona desapareció.

— Kageyama Tobio... ¿Cómo estás hijo?

Escuché una voz delante de mi llamándome así que regrese mi vista al frente para ver al mismo señor que aparecía regularmente en mis sueños.

Lo conocía pero no tengo idea de dónde, siempre me habla cariñosamente y juega conmigo Voleibol aunque por la manera en que me trata estoy seguro que soy un niño o adolescente en mi sueño.

Una vez fui con Yayoi a un lugar donde leían las cartas o algo parecido, nunca le tome importancia cuando me decía la señora frente a nosotros "Tú no perteneces aquí, debes volver o alguien más tomara tu lugar". Un tiempo tuve miedo y no supe de que hablaba y como Miwa sabía sobre astrología le pregunté y únicamente me dijo que debía estar loco, o me inventaba alguna historia aunque todas tenían que ver con un accidente de autos donde iba el abuelo y yo.

Dice ella que perdí la memoria y por eso no recuerdo nada de mi infancia pero una vez fui a mi revición y me dijeron que era imposible que la haya perdido, a lo mejor no recordaría el accidente o unos días antes pero nunca perdería la memoria a tal punto de ni siquiera recordar a mi abuelo.

Cuando desperté en el hospital recuerdo que fue algo totalmente nuevo, no sabía dónde estaba y todo se veía diferente.

Recordaba mi nombre, mi edad aunque me dijeron que tenía 16 años, yo estoy seguro que tenía 14.
Sabía quién era Miwa y tenía más que claro que yo vivía en la Prefectura de Miyagi, más no en Tokyo.

Todo fue tan confuso pero Miwa me dijo que era un efecto secundario del accidente y también me comentó que mi abuelo había fallecido en el mismo.

Aún tenía mis dudas sobre lo que "recordaba" pero mi hermana siempre me dijo que simplemente lo había soñado o imaginado.

En algún punto de mi vida descubrí el Anime y encontré un mundo totalmente diferente al mío, vi algunos clásicos como: Dragon Ball, Naruto, Boku no hero, Neon Genesis Evangelion, Inuyasha... Entre otros más recientes, hasta que llegue a Haikyuu.

Aquella serie se volvió mi lugar seguro y cada vez que veía al protagonista sentía una calidez tan extraña en mi corazón que solo pensé que era un "enamoramiento" de un personaje 2D.

Le conté a mi hermana y ella me regañó y me pidió que no viera eso, me sorprendió por qué nunca me había regañado por ver unos dibujos que se mueven y juegan voleibol... Pero obviamente no le hice caso así que cada vez que se iba de viaje yo aprovechaba para ponerme al día... Sus viajes eran de dos o tres meses.

Un año después del accidente comencé a estudiar la Astrología, el horóscopo, la lectura de cartas, etc. Hasta que llegue a una página donde decía "Viaje de dimensiones". No indague mucho ya que me dolía la cabeza cada vez que leía sobre ello, así que lo deje.

Tiempo después, entre a la universidad y ahí conocí a mis amigos: Uenoyama, Akihiko, Haruki y Yayoi... Después llegó Mafuyu y los demás.

Yayoi se me hacía muy parecida a Miwa y por ello me acerque al punto de pensar que ella era mi hermana. Pero todo se vino abajo cuando me confesó que le gustaba y como era un chiquillo calenturiento acepte todo tipo de juegos con ella.
Considere que era un gusto romántico pero después supe que solo era un capricho y por alguna u otra razón no dejaba que me besara ya que siempre recordaba un par de ojos color café y eso me impedía besar a mis parejas sexuales.

Hasta que llegó el día que el señor me entrego el folleto de traer un personaje a esta realidad, lo considere una tontería pero no lo tiraba en el suelo por qué mi mamá siempre me decía que no debía tirar la basura en la calle, pero curiosamente solo me pasó que recordaba esas palabras cuando veía el papel y aunque soplará el aire, el papel seguía ahí así que lo agarraba y lo guardaba en mi mochila.

Antes de luna llena decidí buscar algo sobre "Sueño Irreal" y encontré comentarios bastante curiosos y perturbadores.

"No lo hagan"

"Ya no puedo regresar"

"Algo extraño va a pasar"

"¿Cómo regreso?"

Estaban en otros idiomas pero el idioma que más había era el Japonés y el Inglés... Me alteré un poco pero bajando más en los comentarios todos eran positivos así que me guíe por la mayoría y decidí hacerlo.

— Kageyama...

Escuché una dulce voz a lo lejos y trate de buscarla... Yo conozco esa voz... ¡Claro es de Hinata!, Trate de buscarlo pero toda la visión que tuve se desvaneció y volví al cuarto oscuro.

— Estás a punto de llegar...

Esta vez fue la voz del hombre parado frente a mi... Pero ¿A dónde?

— Hey... Kageyama, despierta. — nuevamente la dulce voz.

— Duerme profundamente... — el señor habló.

— ¡Maldición Tobio! ¡Despierta!

— Okey... — respondí a la dulce voz.

En cuanto abrí los ojos pude ver a Hinata totalmente alterado, tenía sus ojos llorosos y la puerta de mi habitación se abrió de golpe dejando ver a mi hermana.

El pelinaranja se soltó a llorar y parecía que decía algunos balbuceos.

— Maldición pensé que estabas muerto... Te extrañe tanto.

Me abrazó con fuerza y sentí sus lágrimas caer por mi hombro hasta llegar a mi pecho... Sus lágrimas eran cálidas y parecía que quemaban cuando pasaban por dónde se encuentra el corazón... Lo abrace.

— ¿Hinata? — habló mi hermana con voz temblorosa.

— ¿M-Miwa-san?

Iba a preguntar el por qué se conocían pero tuve un dolor en mi cabeza y un mareo tan fuerte que pensé que me caería...

Y entonces recordé...