⭐ Capítulo 10 ⭐
Un beso.
Kageyama besó delicadamente los labios rosados del pelinaranja con tal sutileza que parecía que no existía el tacto entre ellos.
Aquella declaración hizo que el corazón del pelinegro diera vueltas y comenzará a bombear sangre rápidamente, se sentía feliz y honrado de ser la primera vez de Hinata.
Tenía miedo de cometer un error y lastimarlo. Nunca lo había echo con alguien que fuera su primera vez, ni mucho menos con un chico... Aunque también sería si primera vez haciendo el amor.
Quería que esa vez fuera la mejor experiencia que jamás habría vivido el pelinaranja quien lo miraba con ojos brillosos debido a la luz de la luna que se colaba por las cortinas de la ventana de su habitación, el ver la respiración acelerada debido al beso que habían tenido creía que tal vez era el chico más afortunado del mundo y si eso era un sueño no quisiera despertar jamás. Ahora entendía el título del folleto que le dio el señor; aquello que estaba viviendo sí era un "Sueño irreal"
Fue besando desde los labios del pelinaranja bajando hasta su mandíbula para terminar en su cuello besando con amor cada centímetro de piel que alcanzaban sus labios.
Hinata soltaba pequeños suspiros siendo totalmente audibles por Tobio quien sonreía triunfante por saber que el chico que acariciaba sus hebras negras lo estaba disfrutando.
Aún podía sentir como temblaba un poco el cuerpo del menor. Justamente ayer había dicho que no se sentía listo... ¿Que fue lo que cambio?
Acaricio el cuerpo del contrario sobre la ropa causando unos cuantos espasmos que hicieron que ensanchara su sonrisa. Con cuidado desabrochó botón por botón de la camisa de pijama del pelinaranja quien mantenía sus ojos cerrados y apretaba sus labios.
Se veía tierno y excitante pero claramente veía el miedo en su rostro. Cuando termino de desabrochar la camiseta volvió a su rostro para besar la pequeña y redonda nariz del pelinaranja quien abrió los ojos viendolo directamente a los suyos.
— ¿Estás bien? ¿Quieres seguir? — preguntó con tranquilidad acariciando la mejilla del menor.
Ni siquiera sabía de dónde le salían tantas palabras tan amorosas, no había sido así en ningún momento de su vida o eso recordaba... Nunca había tenido pareja pero compañeras sexuales habían sido unas cuatro o cinco en los últimos dos años pero nunca había preguntado algo así, ni siquiera a Yayoi y era extraño.
Con los besos había sido igual, nunca sintió la necesidad de besar a alguien y usaba la excusa más tonta que según varias personas se le había ocurrido "No besaré a nadie hasta encontrar a mi ideal". Esas fueron sus palabras y aunque algunas intentaban besarlo, nunca lo permitió... Parecía como si tuviera algún pacto silencioso con alguien de no hacerlo hasta encontrarse nuevamente.
Y cuando apareció Hinata sintió un calor tan especial que casi hizo que comenzará a llorar de la emoción, una parte de él le decía "Yo lo conozco" y lo único que pensaba era "Obviamente que lo conozco, veo su anime cada ocho días sin falta"... Pero algo era extraño.
Shoyou, con su mano temblorosa acercó por la nuca al pelinegro para que lo besara y esperaba que con eso fuera la respuesta a la pregunta que había echo.
Sin dejar de besarse, fueron quitando prenda por prenda hasta quedar totalmente desnudos... Hinata cerró sus piernas para cubrirse, nadie lo había visto así y se sentía avergonzado.
— Eres tan perfecto... — comentó el pelinegro admirando con sus ojos que parecía que salían brillitos de ellos.
— N-no digas esas cosas, Idiota — susurro el pelinaranja desviando su mirada con un notable sonrojo en sus mejillas extendiéndose hasta sus ojeras.
Algo en la cabeza de Kageyama hizo clic y se intento alejar un poco hasta que sintió la mano del pelinaranja jalandolo del antebrazo.
— ¿Que sucede? — preguntó con curiosidad al ver el ceño fruncido del contrario.
— No tengo condones — se levantó con la intención de ir a robarle a su hermana pero Hinata con fuerza lo aventó a la cama.
— N-no importa... T-te quiero a ti... Quiero sentirte a ti.
Esas palabras bastaron para que Kageyama volviera a besar al pelinaranja quien trataba de seguirle el ritmo, el beso era más demandante pero aún seguía en su mente la frase "Es su primera vez idiota, no la cagues"
Se atrevió a pasar sus manos por la cintura del pelinaranja para acariciarlo como si fuera lo más frágil que existiera en la tierra. Subiendo y bajando sus caricias para que él contrario se acostumbra y se sintiera cómodo.
Bajó un poco más su tacto hasta llegar a los glúteos más lindos que jamás había sentido, tuvo la necesidad de pedirle que se sentará en su cara pero no quería espantarlo así que solo comenzó a masajearlo con suavidad, hasta que enterró sus uñas y escuchó un ligero gemido proveniente del pelinaranja quien se tapo instintivamente la boca.
— Quiero escucharte... No te limites a nada.
Hinata avergonzado asintió con la cabeza, liberó su rostro y abrió sus piernas dándole total acceso al pelinegro quedando a su merced.
Kageyama estaba nervioso, no sabía que tanto tenía que estar dilatado la entrada del chico pero gracias a tantos BL's que leyó, sabía que tenía que prepararlo con lubricante para que fuera menos doloroso.
Maldijo en lo bajo al darse cuenta que no tenía ni una sola gota de aquel líquido.
Hizo memoria y recordó que la saliva servía como lubricante en caso de que no tuviera entre otras cosas que también servían pero no se iba a levantar a buscar algo parecido que le pudiera servir.
— Abre tu boca.
Hinata obedeció y abrió su boca para permitir que los dedos de Kageyama entraran y enseguida comenzó a lamerlos, empapandolos de saliva hasta que el pelinegro dijo que era suficiente abrió su boca para dejar que saliera.
El pelinegro volvió a besar por todo el torso al pelinaranja mientras que con su mano se acercaba a la entrada del chico que a este punto se contraía debido al placer que sentía.
— Voy a meter uno... ¿Listo?
El de ojos color marrón asintió con la cabeza, cerrando sus ojos tratando de tranquilizarse. Respiro profundamente hasta que sintió un dedo del pelinegro abriendo su interior e inconscientemente soltó un pequeño jadeo.
Aquello era totalmente nuevo para él, no supo cómo llamar a ese sentimiento... Era raro pero no sabía si sentía mal o bien.
Kageyama mantuvo el dedo ahí hasta que el pelinaranja se sintió cómodo, ingreso uno más simulando ser tijeras para estirar el interior y no fuera tan doloroso.
A este punto era casi imposible callar sus gemidos pero era vergonzoso escuchar como podían salir esos sonidos de su boca, no los enmudeció por petición del pelinegro.
Kageyama presiono en un punto en específico que hizo que soltara un Gemido más fuerte y agudo que los anteriores, no aguanto más y termino por venirse, manchando su abdomen y eso hizo sonreír al pelinegro.
El de ojos azules ingreso un último dedo para terminar de dilatar correctamente al chico que volvió a tener una erección en menos de tres segundos en cuanto tres de sus dedos estuvieron dentro de él.
Cuando pensó que estaba listo saco sus dedos y posicionó su miembro a la altura de la entrada del menor quien sacó un respingo en cuanto sintió lo que iba a entrar.
— K-kageyama... N-no creo que entre eso aquí.
— Relájate, lindo. Es posible que duela un poco pero te prometo que te haré sentir bien.
Hinata asintió con un poco de temor y abrió sus brazos pidiendo en silencio un abrazo ¿Y quién era Kageyama para negarle aquel gesto?, nadie.
Se apoyo en uno se sus brazos mientras que con el otro ayudaba a su miembro a entrar lentamente, Hinata abrazo con fuerza a Kageyama enterrando sus uñas en su espalda.
Unas lágrimas se estancaron en los ojos del menor, le dolía y bastante.
Kageyama paro en un punto y dejo que el pequeño cuerpo bajo de él se relajara a la nueva sensación que acababa de experimentar mientras que el pelinegro acariciaba la cabellera color naranja y susurraba palabras de tranquilidad al oído del chico.
"Tranquilo"
"Todo está bien"
"Relájate"
Lo arrullaba con palabras lindas y el pelinaranja se relajo en algún punto para después susurrar al oído del mayor
— P-puedes moverte.
Kageyama empezó con un vaivén lento pero constante, sin entrar completamente para no lastimarlo... En los Manhwas, Mangas y Manhuas BL's que leyó por mera curiosidad veía como entraba completamente pero está era la vida real y no sabía si eso era posible, pero poco a poco entraba cada vez más sintiendo como Hinata temblaba mientras soltaba gemidos más altos y agudos sintiéndose bien.
El pelinaranja sintió como aquel movimiento de caderas del contrario se hacía más rápido y más profundo, nunca se imagino que aquello se sintiera tan bien al punto que termino por venirse por segunda vez.
Apretó más su agarre al pelinegro quien jadeaba roncamente a su oído y susurro.
— Más... Dame más Tobio-sempai
Al terminar de pronunciar esas palabras sintió como su interior se llenaba de algo extraño y si dijera que no se espantó estaba mintiendo, se alteró un poco pero al ver la sonrisa nerviosa del contrario si corazón se tranquilizó.
— N-no digas esas cosas... Termine por venirme enseguida.
Hinata soltó una pequeña risita y cuanto tuvo la oportunidad, empujó al pelinegro para sentarse encima de él, sorprendiendolo por completo. Con su mano temblorosa agarro el miembro del contrario y lo posiciono en su entrada para bajar lentamente sintiendo cada roce y textura del gran pene del chico de ojos azules.
Cuando terminó de sentarse por completo sintió como en esa posición había sido más profundo que sintió su estómago completamente lleno, cuando estuvo listo comenzó con un movimiento de caderas hacia adelante y atrás sintiéndose bien y tras ver el rostro del contrario supo que lo estaba haciendo bien.
Con más confianza puso sus manos en el pecho del pelinegro como un apoyo y empezó a dar pequeños saltitos sobre el mayor quien gimió extasiado al sentir aquello. Jamás pensó que aquello se sintiera bien y a este punto el cuarto se llenó de gemidos y sonidos lascivos que hacían sus cuerpos al chocar debido al sudor.
Unos cuantos chapoteos y estocadas más, regresaron a la posición inicial y ambos terminaron una vez más sintiendo se completamente cansados.
El pelinegro salió del menor para acostarse a su lado y abrazar al pelinaranja quien correspondió enseguida el abrazo.
Ninguno decía una sola palabra, solo estaban disfrutando del momento juntos sintiéndose extrañamente felices y completos.
— ¿Dónde aprendiste esa posición? ¿Y por qué me llamaste así?— preguntó Kageyama después de un momento de silencio.
— ... Y-yo ammm... No te enojes ¿Okey? — Kageyama lo observo curioso pero aún así asintió con la cabeza — E-es que puede ser que vi lo que hay en el cajón que me dijiste que no viera y... P-pues ahí hacían esas cosas y-y así...
Kageyama enrojeció pero aún así soltó una ligera carcajada algo nerviosa... ¡Había visto si colección exclusiva y ahora sabía cuantas ganas ya le traía desde antes de verlo en persona!
— Ya veo...
Nuevamente un silencio cómodo para ambos y Hinata observo con detenimiento unos cuadros en la pared del pelinegro y logró ver a un señor junto con una niña que se le hacía conocida... Esa niña cargaba a un bebé pero no lograba ver quién era ya que estaba completamente tapado hasta la cara.
— ¿Quien es él? — preguntó el pelinaranja señalando la foto.
— Mi abuelo. — respondió naturalmente observando la foto. — Pero no lo recuerdo...
— ¿Falleció?
— Sí... En un accidente y se supone que yo iba a ahí, era un adolescente cuando fue el accidente pero yo no lo recuerdo... Cuando le preguntó a Miwa me cuánta historias diferentes...
— Dices que tu hermana se llama Miwa... ¿No es así?
— Sí... Es la niña de la foto y al que carga soy yo.
— Sabes Kageyama... Es curioso, yo conozco a alguien llamada Miwa y se parece a tu hermana...
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¿Teorías? ➡️➡️➡️
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