⭐ Capitulo 1 ⭐
Un día normal.
Una tarde normal.
Un grupo de amigos normal... Saliendo de una universidad normal.
Un pelinegro, normal...
El nombre del pelinegro: Kageyama Tobio
Edad: 18
Aquella tarde de viernes, como cualquiera otra... Hicieron planes para ir al Arcade, luego acompañaría a sus amigos al estudio para escucharlos practicar la próxima canción de su disco Y tal vez... Si llegaba a convencer a sus amigos... Jugar un rato Voleibol.
— Tobio... Yayoi me dijo que le contestarás los mensajes y las llamadas — hablo Ritsuka
Kageyama rodó los ojos para dejarlos en blanco y después saco su celular mientras se alejaba un poco del grupo para llamar a esa persona que comenzaba a calarle hasta la última neurona de su pobre cabeza que a duras penas tres neuronas le quedaban.
Esa chica podía calarle hasta lo más profundo de las entrañas por su insistencia... Pero como le encantaba como gime su nombre.
Sonó dos veces el teléfono...
En la llamada:
— Tob... Creí que no llamarías. — hablo aquella chica al otro lado de la línea.
— Es Tobio, ¿Estás libre hoy en la noche? — preguntó el pelinegro con una sonrisa algo picarona.
— Para ti siempre, cariño... Misma hora, mismo lugar
Fin de la llamada.
Una vez termino esa llamada, Kageyama soltó un suspiro bastante sonoro.
Quiso caminar nuevamente con sus amigos pero un señor que parecía sacado de una película de terror apareció frente a los ojos de Kageyama haciéndolo sobresaltar un poco en su lugar.
— Ahora no abuelo... — dijo Kageyama intentando caminar, ya que pensó que podría pedirle dinero.
— En un simple folleto, recíbelo
Kageyama sin hacerle caso alguno, tomo el folleto y dedico una sonrisa al señor frente a sus ojos, aunque realmente solo se logró formar una línea en sus labios mientras doblaba el papel no sin antes darle un vistazo.
"Sueño Irreal... Puedes traerlo a la realidad"
Sin más, guardo aquel folleto entre sus cosas... No iba a tirarlo en calle así que esperaría a llegar a casa para tirarlo en el cesto de basura.
Cuando estuvo nuevamente con sus amigos, caminaron directo al Arcade para jugar un momento ahí en lo que era hora de su ensayo.
Tras unas partidas en cada juego, salieron directo al departamento de Mafuyu para recoger la guitarra del mismo... Y de ahí caminar cinco minutos para llegar al estudio y practicar aquella canción que aún no tenía letra.
Durante el ensayo... Mafuyu y Uenoyama tuvieron una discusión bastante fuerte pero el único que peleaba era Ue... Ya que él chico de cabello naranja cenizo se limitaba en agachar la cabeza.
— Hey!... Ya te estás pasando... ¿Por qué no lo dejan por hoy? — Hablo Tobio volteando a ver a Haruki quien solo asintió con la cabeza y agarró del brazo a Mafuyu después de acomodar la guitarra en la funda y colocarla en su hombro libre...
"No jugaremos Volei..." Pensó Kageyama bastante triste.
Tomó sus cosas y se dispuso a salir ya que vio que era el único que quedaba en aquel estudio algo solitario.
Saco su celular de su bolsillo trasero y escucho algo caer.
Volteo y vio el folleto... La tentación de dejarlo ahí tirado se prestó en su mente pero después recordó las palabras de su mamá "No dejes la basura tirada en la calle".
Con esas palabras en la mente, se regresó a regañadientes y recogió ese papel arrugandolo más pero poco le importaba.
Una notificación llegó a su celular... "Siguiente episodio de Haikyuu: publicado"
Con esas simples palabras comenzó a caminar con una sonrisa de felicidad al ver aquella notificación.
Su anime favorito publico el siguiente episodio... Debía llegar lo más rápido posible a su departamento.
°°°
Tras media hora de viaje llego a casa y aventando todo, por todos lados.
Busco su laptop para encenderla, rápidamente buscar el episodio y conectar la pantalla a la televisión.
Así lo disfruta más... Viendo todo en pantalla grande.
Fue rápidamente a la cocina para poner en el microondas unas palomitas de extra mantequilla y mientras estaban, subió rápidamente a su habitación para cambiarse de ropa con un uniforme color naranja de la última temporada con el número de su personaje favorito
"10"
Agarro el balón que acababa de comprar con un autógrafo evidentemente falso y su peluche de aquella mandarina con patas del anime.
Con todo listo, bajo rápidamente las escaleras: dejo lo que traía en manos en el sillón frente al televisor y corrió hacia la cocina para sacar las palomitas y colócarlas en un bowl...
Saco un refresco de lata del refrigerador y camino nuevamente hacia el sillón donde siempre estaba una cobija color negra y disfrutar su episodio con todo el entusiasmo en su rostro.
Puso play y enseguida el Opening sonó por las bocinas de su departamento, mientras se dedicaba a cantarlo a todo pulmón.
Pero en cuanto termino la canción, puso suma atención en el episodio.
Definitivamente Shoyou es su personaje favorito pero en quien ponía atención al momento de los partidos era en Sugawara... El armador del Karasuno.
Tobio es un jugador de voleibol profesional y aunque parezca absurdo... Había aprendido varios movimientos de un tonto anime de Voleibol.
— ¡Uno más! — gritaba Tobio junto los personajes que animaban a su equipo detrás de la pantalla.
Tras cinco minutos más, termino el episodio... El último punto... Para poder ganar... Quedó en suspenso.
Quería aventar todo a su paso en cuanto comenzó a sonar el Ending... Pero al menos pudo tomar algunas capturas de Shoyou que más tarde imprimirá para ponerlas en su álbum secreto... Tanto así que lo guardaba en el fondo del cajón de sus clazoncillos.
Si fueran capturas normales no le importara de que alguien lo viera... Pero habían fanarts algo subidos de tono, de Shoyou solo y algunas imágenes Yaoi con sus compañeros de equipo y de otros equipos.
Definitivamente NADIE debía ver eso.
Se estiro en el sillón y dejó caer su cabeza en el respaldo para después escuchar un tono de llamada que lo saco de sus pensamientos de locura
"Yayoi"
Decía el nombre de su celular.
— Genial, ya llamo la loca — dijo Kageyama sin la esperanza de alguna de que alguien le contestará.
Antes de contestar... Kageyama rogó a todos los deidades de esa dimensión y de las que puedan existir... Que Yayoi dijera cinco palabras que podrían llenarlo de alegría.
"Lo siento, no podré ir"
En la llamada:
— Cariño, ¿te gustaría que llevara algo? — hablo la chica y Kageyama maldijo entre dientes
— No es necesario ya voy para allá... Llegó en media hora — dijo Kageyama queriendo que eso terminará lo más rápido posible.
Después de un " bien ", colgó la llamada.
Fin de la llamada.
Perezosamente se levantó del sillón y de mala gana, subió a su habitación para darse una ducha rápida y cambiarse con lo primero que encontró en su armario:
Una camisa blanca, sudadera azul marino con letras naranjas, las cuales formaban la ¿Palabra? "KRSN"... También eligió sus calzoncillos color negro azulado y un pantalón de cuadros blanco y negro.
Calcetines azul marino, tenis negros y Listo para una noche de sexo con la hermana de uno de sus mejores amigos.
Agarro la misma mochila de la tarde, saco sus cuadernos, libros y lapicera.
Para meter ahí: audífonos, cargador, cartera, unos calzoncillos limpios, condones, lubricante, unas esposas con peluche, un lazo y unas mentas.
Con eso listo, guardo su celular en el bolso de la sudadera... Camino hacia la puerta donde pudo ver qué había dejado su desastre en el sillón.
Con mala cara acomodó un poco antes de salir de casa y emprender su camino hacia aquel motel donde anteriormente hacia reservaciones.
Camino hacia el lugar ya que prácticamente quedaba a cinco minutos de su departamento y al llegar, saludo al Recepcionista, pidió la llave y camino hacia el elevador para subir al último piso donde está la Suite.
Tocó la puerta un par de veces y está fue abierta por una pelinegra usando solamente una lencería bastante provocadora color blanca de encaje... Sin dejar nada a la imaginación.
°°°
Gemido tras gemido, acompañado de algunos gritos de placer era lo que se escuchaba en aquella habitación.
El vaivén de caderas de Kageyama era el mismo de siempre pero él tenía algo que hacía a la chica estremecerse de una manera inimaginable.
Aquella pelinegra no se quedaba atrás... Ella realmente sabe cómo complacer a un hombre y por eso mismo tampoco le podía decir que no.
El clímax llegó a ambos y terminando aquello, Kageyama entró a la ducha para limpiarse, cambiarse e irse lo más rápido posible de ahí.
— En mi cartera hay dinero para el taxi... Dentro de la mochila — hablo Kageyama desde la ducha.
La chica con un sonido le hizo entender a Kageyama que agarraría dinero de ahí para regresarse a casa.
— ¿Por qué traías esto Tob? — hablo Yayoi entrando al baño donde se encontraba Tobio terminando de bañarse
El pelinegro giro su rostro un poco y vio que Yayoi traía en manos las esposas y el lazo
— Será para la próxima
En eso momento Tobio se golpeó internamente al haber dicho "La próxima" pero ya lo había dicho así que no había vuelta atrás.
— Y... — Yayoi se acercó a Kageyama quien ya estaba secando su cuerpo. — ¿Por qué no lo usamos aquí...? — cuestiono Yayoi tomando en sus manos la virilidad de Tobio en sus manos.
— Tengo algo que hacer — respondió sin explicaciones Tobio y salió el cuarto de baño para cambiarse y sacar el dinero de la cartera para dejarla en la mesa de noche y caminar hacia la puerta.
Antes de llegar a la puerta, la pelinegra le agarro el brazo haciendo que volteara verla y por poco lo besa.
— ¡Ya hablamos de esto! — hablo con voz fuerte Kageyama al poner su mano en la boca de Yayoi.
— ¿Por qué no puedo besarte?... Por Dios, Tobio, acabas de cogerme y no me dejas darte un beso ¿Es enserio?
— Ya te dije que... — Kageyama se quedó a medio hablar ya que fue interrumpido.
— Quieres besar a tu persona ideal... ¡Ya lo sé!... Sabes que, ya no podemos seguir con esto, estás tan sumergido en tus tontos dibujos que se mueven que te está afectando — dijo Yayoi harta de la situación.
— Bien por mi, ya me cansé de pagar 10,000 dólares cada semana en este lugar...
Kageyama sin decir una palabra más, salió de la habitación y subió al elevador para que lo dejara en la planta baja y salir de ahí de una vez.
Reviso la hora... 11:11 pm.
"Ojalá él pudiera existir" pensó Tobio viendo a la luna como si está le fuera a contestar... Y si lo hiciera, estaba seguro que le diría " Idiota, es un dibujo animado"
Sin muchas ganas, camino hacia su departamento pero quiso escuchar musica... Obviamente no se quedaría con las ganas.
Busco en su mochila los audífonos y una vez los encontró... Saco los mismos pero el papel que le dio aquel señor de sus pesadillas salió junto los audífonos.
Se puso los auriculares y conecto vía Bluetooth para escuchar la música de su preferencia... La música que escucha cuando nadie está presente... Los openings.
Sin nada más que hacer, desdobló el papel y comenzó a leer.
"Sueño Irreal... Puedes traerlo a la realidad"
Empezó a leer.
"Querido lector... Si quieres traer a ese personaje a la realidad con estos sencillos pasos puedes lograrlo. "
En ese momento, Tobio pensó que era absurdamente tonto pero lo que hizo fue aún más tonto... Siguió leyendo.
"Lo único que debes hacer es colocar a la luz de la luna llena una vela del color que represente a tu personaje, imprimir una foto de cuerpo completo de ese personaje y detrás de ella escribir el nombre completo de aquello que quieras invocar acompañado de "Si realmente existes, ven a mi realidad... Sueño Irreal", escribirlo 5 veces en tu idioma natal y 5 veces en inglés, después de ello deberás poner un objeto que represente a ello a un lado de la vela... Y deberás poner la hoja bajo tu almohada y dormir en posición de estrella... Esperar la noche entera y listo... Tu sueño Irreal puede hacerse realidad.
Para regresarlo a su realidad, deberas de hacer el mismo ritual pero en lugar de la frase anterior deberás decir en voz alta cinco veces en tu idioma y cinco veces en inglés: el nombre de tu personaje acompañado de " Gracias por acompañarme, eres libre... Sueño Irreal". Cerrar los ojos por cinco segundos, abrirlos y adiós a tu personaje."
Tobio no dudo en soltar una sonora Carcajada ¿Que idiota haría eso?...¿Han escuchado del refrán... La curiosidad mato al gato?
Pues Kageyama era el gato y ese ritual era la curiosidad.
Su corazón le decía "Hazlo" y su sano juicio decía "No seas imbécil"...
— Mi madre decía que hay que escuchar al corazón...
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(No hagan el ritual amigos)
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