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Regreso del fénix

Renuncia de derechos, los personajes que salgan aquí son de sus respectivos autores.

-Go-chan volviste... no sabes cuánto te eché de menos, yo... -Serafall no hallaba palabra alguna en el mar de lágrimas que estaba atravesando.

-Yo también te eché de menos Serafall, pero esta vez sí seré capaz de protegerte, a ti y al inframundo -habló Goku sonriendo felizmente.

La felicidad que sentía Serafall en estos momentos era totalmente indescriptible, su corazón estaba latiendo como nunca antes.

Podía sentir cómo la tensión abandonaba su cuerpo al abrazar a su amado, sin duda era una sensación mágica la que surcaba su cuerpo.

Goku también estaba muy contento por haber regresado. Los echó de menos a todos durante este mes, y resultaba sumamente reconfortante el abrazo de Serafall luego de un mes en Qlippoth.

Reaven sonrió al ver a su hijo regresar sano y salvo, aunque no podía negar la sorpresa que le producía saber que sólo tardó un mes ahí.

Venelana igualmente mantenía una sonrisa en su rostro viendo el amor que le profesaba Serafall a su prometido. Le recordó a sus años jóvenes.

Lady Sitri iba a recriminarle a Serafall por su acción tan impulsiva y más teniendo invitados delante, pero en estos días de tensión ella se merecía una alegría así que no la retuvo.

Ajuuka estaba contento por el regreso de su amigo. Hasta Falbium se desperezó por unos minutos y sonrió alegre viendo al rubio.

Sirzechs estaba muy ansioso por demostrarle a Goku lo mucho que mejoró a lo largo del mes, de entre los presentes era el más emocionado por el regreso de su amigo. Claro, aparte de Serafall.

Roygun estaba contenta pero ver a Serafall tan apegada a su Goku hizo que saliera de sus casillas y se levantó de su asiento hacia ella.

-¡¿No crees que deberías soltarle ya, tonta?! -demandó Roygun tomando a Serafall del brazo y, empujándola, aprovechó y se acercó a Goku.

-Veo que no has cambiado Roygun, también me alegro de verte -habló Goku rascándose la nuca con una sonrisa tras ver el gesto de Roygun.

-También me alegro de verte y... wow, tú si has cambiado bastante -comentó la diablesa percatándose de sus cambios al instante.

-¿Ah, sí? -preguntó Goku confundido, sinceramente ni siquiera tuvo tiempo de fijarse en eso. Sólo entrenaba, entrenaba y entrenaba.

Si Sirzechs había cambiado físicamente a lo largo del mes Goku no había sido la excepción: su cabello era más largo y le llegaba hasta los hombros, tenía algo de barba al estilo candado junto con una mayor musculatura y altura.

Roygun se sonrojó ligeramente sumida en sus pensamientos pero no contó con que Serafall le diera un empujón para recuperar el lugar que ella le había quitado anteriormente empujándola.

"Aquí empiezan de nuevo"- Lady Sitri se masajeó la sien viendo la actitud de su hija y la de su rival. Como si de dos niñas pequeñas se tratase.

Goku sonrió nerviosamente sin entender el motivo de sus rencillas cuando años atrás eran inseparables... pero bueno, como decía Falbium "las chicas sólo son entendidas por chicas".

-Tienes mucho que contarnos, ¿por qué no te sientas y nos dices mientras comes? -preguntó Sirzechs con una sonrisa y Reaven negó.

-Primero tiene que echarse una ducha y cambiarse... ¿verdad que sí Goku? -habló la matriarca Phenex con una sonrisa y él, conociendo esa sonrisa, asintió al instante.

-¿Serafall puedes guiar a Goku a la casa de invitados? Con la remodelación no creo que Goku sepa ubicarse en ella -habló Lady Sitri sonriendo.

Roygun se impactó ante aquellas palabras y Serafall le enseñó la lengua totalmente contenta por la decisión de su madre, ella ganó esta vez.

-Claro madre, no es ningún problema -Serafall respondió e hizo una reverencia en tono de burla hacia Roygun, y le tomó de la mano a Goku.

Roygun apretó sus puños con fuerza mientras Falbium se reía en lo bajo, esta guerra era mucho más entretenida que la propia guerra civil.

Con Serafall.

La muchacha caminaba alegremente hacia la casa de invitados mientras seguía tomando la mano de Goku sin soltarle desde entonces.

La última vez que estuvieron así juntos fue la noche antes de que él partiera, y la verdad es que lo echó de menos aunque sólo pasó un mes.

-Dime Serafall, también has estado entrenando durante este mes, ¿no? -preguntó Goku iniciando una conversación con su actual prometida.

-Sí Go-chan, madre se dispuso a entrenarnos a mí y a... Roygun cuando te fuiste -respondió ella sonriendo y Goku hizo un gesto de sorpresa.

-La verdad es que no me lo esperaba de Lady Sitri, ¿fue difícil? -inquirió a su vez con curiosidad.

-La primera parte del entrenamiento sí fue tediosa... -contestó Serafall soltando un suspiro- era para mejorar nuestra parte física y de pelea.

-Eso si es una gran coincidencia, porque en mis entrenamientos hice lo mismo -añadió el Phenex sonriendo mientras recordaba sus primeros días con Tannin, que fueron los más difíciles.

-¿Tus entrenamientos fueron difíciles? Me imagino que no -habló Serafall, no por nada había tardado un mes en completarlos y volver a casa.

-Los primeros días fueron sumamente intensos pero luego me fui acostumbrando, sabrás todos los detalles cuando estemos comiendo con los demás, ¿de acuerdo? -agregó Goku sonriendo.

-¡Claro! -exclamó ella contenta- Dime Go-chan, aparte de tus entrenamientos, ¿no ha sucedido nada interesante ahí donde estabas? -preguntó.

Goku enseguida pensó en Grayfia y en el momento que vivieron en la carroza. Serafall no tenía porqué saber lo sucedido... ¿verdad?

-Nada, ¿y aquí? -realmente Goku no estaba orgulloso por tener que mentirle a Serafall, pero era mejor mantener aquel hecho en secreto.

-Sirzechs ha estado entrenado duramente este mes y ahora dice que es el más fuerte de entre nosotros -respondió Serafall recordando lo que dijo él horas antes- Aparte de eso... nada más.

-Oh, eso lo veremos -proclamó Goku con una sonrisa desafiante instalada en su rostro- Me alegra mucho saber que todos se han vuelto más poderosos, juntos protegeremos al inframundo.

-Me alegra más saber que estás aquí -habló Serafall apoyando su cabeza en el hombro de Goku y cerrando sus ojos mientras una suave brisa golpeaba su rostro sereno y calmado.

En cuestión de minutos llegaron a la casa de invitados y Goku abrió sus ojos sorprendido por lo grande que se veía desde la última vez.

Serafall chasqueó sus dedos y al momento las puertas se abrieron por arte de magia, y ambos accedieron al interior de la esplendida casa.

-Wow, no la recordaba así desde luego -comentó el rubio impresionado por cómo cambió aquella casa desde la última ocasión en que la visitó.

Las paredes estaban pintadas de blanco impoluto, habían cuadros y obras de arte en las mismas con jarrones y otros elementos de lujo.

La verdad es que aunque fuese un demonio de alta nobleza los lujos no eran de la importancia de Goku, no era materialista como varios.

-¿Recuerdas las veces que jugábamos al escondite aquí? -preguntó Serafall reviviendo los momentos de su infancia y el rubio asintió.

-Claro, cómo olvidar mis escondites perfectos y la vez que Falbium se quedó dormido cuando le tocaba contar y nos pasamos casi todo el día escondidos -habló Goku con una sonrisa.

Serafall soltó una gran carcajada ya que ese día fue bastante divertido, como todos los días en su infancia. Hasta que llegó la fatídica guerra.

-Uff, si jugásemos ahora al escondite sería imposible terminar el juego con lo grande que es esto... -aseveró Goku- ¿el baño está en esta dimensión o hay que cruzar algún portal?

-¡Claro que sí Go-chan! -Serafall anexó aquellas palabras con una sutil risa- Te acompañaré... ¡es decir te guiaré, no es que vaya al baño contigo!

Esta vez fue Goku quien soltó una risa al ver el rostro sonrojado de Serafall, quien bajó la cabeza avergonzada por generar sola un malentendido.

Más tarde.

Todos estaban comiendo pacíficamente en la mesa disfrutando de los manjares hechos para la ocasión, que sin duda lo ameritaba bastante.

Bueno, pacíficamente... todos no.

-¡¡Esto está muy delicioso!! -exclamó Goku comiendo como una bestia que llevaba años sin ser alimentada- ¡Sin duda lo que más he echado de menos durante este mes ha sido la comida!

Al momento se armó un pequeño silencio tras las palabras de Goku, quien miró a izquierda y derecha pensando si lo que había dicho era lo más correcto teniendo a Serafall y demás ahí.

Pero la tensión se liberó con una carcajada que englobaba la risa de todos los presentes, pensando que Goku lo había dicho en broma.

Goku ahora vestía una camisa blanca con tirantes. Tenía el cabello igual sólo que se había afeitado, realmente no le gustaba la barba.

-Dime joven, ¿cómo se te ocurrió la idea de ir a entrenar a un sitio tan remoto? -preguntó Lady Sitri bastante intrigada por aquel tema.

-Pues... pensé que entrenar bajo condiciones más extremas mejoraría más mis capacidades físicas, y según oí el lugar más peligroso del inframundo es la zona del árbol Qlippoth -respondió Goku.

"Tiene sentido, entrenando de esa manera mejoraría su resistencia física... Vaya, no pensé que Goku fuera tan inteligente..."- Ajuuka estaba bastante sorprendido por la estrategia de Goku.

Sirzechs tuvo que admitir que jamás se le habría ocurrido algo así en la vida, pero pese a todo había conseguido hacerse más fuerte con métodos más convencionales y tradicionales.

-Entonces, ¿cómo pudiste sobrevivir? -preguntó esta vez Venelana, según sabía el árbol Qlippoth emitía una gran cantidad de presión mágica al ambiente como para que un adolescente como Goku pudiera aguantarla así como si nada.

No sólo eso sino que la presión mágica atraía a su vez a bestias mágicas alrededor del árbol, así que no cualquiera podría sobrevivir en ese lugar.

-El único problema fueron las bestias mágicas pero sirvieron para mi entrenamiento -contestó Goku- Ah, y la comida tenía que ir a buscarla en lugares cercanos, por eso echaba de menos esta comida... y a todos ustedes desde luego.

-¿Entrenaste sólo? Dudo que pasaras un mes entero luchando contra bestias nada más -habló Sirzechs sabiendo como era su amigo Goku.

-Así es, tuve un maestro que conocí en Qlippoth -confesó Goku haciendo que todos se sorprendan- pero él me pidió que no le revelara su identidad a nadie más, espero que lo entiendan.

-Rayos... ¿al menos era poderoso? -Sirzechs preguntó con resignación, al igual que todos quería saber quién tuvo a Goku como alumno.

-Era mucho más fuerte que yo cuando le conocí, de hecho en nuestro primer encuentro él me retó a una batalla y mi espada se rompió al entrar en contacto con sus escamas -habló Goku con una sonrisa mientras recordaba aquella escena.

Sirzechs estaba asombrado por las palabras de Goku, que su maestro fuera más fuerte de lo que Goku fue hace un mes, decía mucho de él.

"Me hago una ligera idea de quién podría ser... pero es poco probable"- indagó Ajuuka, tenía al cien por cien confirmado que no era un demonio.

-Ya decía yo que te faltaba algo... la noticia no le va a agradar a tu padre -habló Reaven y Goku sonrió nerviosamente, fue su padre quien le había regalado la espada hace bastantes años ya.

-Aunque gracias a eso me di cuenta de que la espada no es apropiada para mi estilo de pelea, seguro que padre lo entenderá -explicó el rubio.

-¿Qué sucedió después de la batalla contra tu maestro? -preguntó Roygun bastante intrigada.

-Pues él puso como última condición que pelease contra las bestias mágicas que estaban presentes hasta que mi cuerpo no pudiera más, y así lo hice hasta la noche -habló Goku sonriendo.

Todos estaban sorprendidos ya que además de luchar contra las bestias debía resistir a la presión mágica que emanaba el árbol del mal.

-Cuando me desperté estaba en una cueva y fue mi maestro quien me llevó hasta ahí, tuvimos una charla que fue mucho más importante que ningún otro entrenamiento -el rubio recordó su promesa con el rey dragón Tannin. Sí o sí iba a cumplirla.

"Me pregunto de qué charla estará hablando"- inquirió Sirzechs con una sonrisa, su curiosidad estaba en aumento y en verdad quería saciarla.

-Las primeras semanas entrené el área física -Lady Sitri miró a sus dos discípulas y viceversa- y el tiempo restante lo dediqué a meditar sobre mis poderes demoniacos, luego mi maestro dijo que era suficiente entrenamiento y volví aquí.

-Wow... simplemente wow -Roygun sabía bien que no tenía punto de comparación lo que ellas habían hecho con el entrenamiento de Goku.

-Entonces... ¿qué tan fuerte te has vuelto en comparación a antes? -preguntó Sirzechs con una sonrisa desafiante instalada en sus facciones.

-Lo suficiente para luchar en esta guerra, pero si sienten que aún pueden aumentar sus poderes no duden en entrenar -habló Goku con una sonrisa.

-¿Estás insinuando que eres más fuerte que cualquiera de nosotros? -preguntó Sirzechs en tono retador y la sonrisa de Goku siguió presente.

-Sí... lo soy -afirmó Goku sin ápice de dudas y tanto Sirzechs como Ajuuka abrieron sus ojos.

"Goku nunca suele decir las cosas con tanta seguridad, si lo dice de esta manera... supongo que se ha vuelto mucho más poderoso"- indagó el heredero Astaroth observando a su amigo.

-Bueno madre, estoy muy cansado y necesito algo de reposo, si me disculpan voy a regresar a casa -habló Goku levantándose de su asiento.

Serafall quiso decir algo pero mejor se calló, era normal que estuviera cansado y ella no debía ser egoísta por más tiempo que quisiera pasar con él.

-Oye Goku -Sirzechs llamó haciendo que su rival se girase- Cuando te recuperes veremos quién de los dos es él más poderoso, ¿de acuerdo?

-Como quieras Sirzechs -respondió Goku encogiéndose de hombros- Hasta entonces, puedes seguir entrenando y fortaleciéndote.

Antes de que Sirzechs pudiera decir algo Goku desapareció en un estallido de luz en dirección al castillo Phenex dejando a todos sorprendido.

-Reaven, tu hijo está teniendo un desarrollo interesante sin duda -habló Venelana con una sonrisa agradable impregnada en su rostro.

Sirzechs soltó una carcajada desafiante mientras apretaba sus nudillos y Falbium negó bostezando, esos dos tontos siempre eran tan ruidosos.

Dos días después.

Goku bostezó levantándose de su cama, estos dos días descansando habían venido de perlas.

Tan pronto como se levantó chasqueó sus dedos y la cama donde había estado durmiendo se hizo mágicamente. Ventajas de ser sobrenatural.

Caminó hasta el centro de su habitación y ahí empezó a dar saltos para calentar sus músculos.

Siguió con una serie de cien sentadillas, trescientas cincuenta abdominales y doscientas flexiones, nada mejor para empezar la mañana.

Esto lo hacía por costumbre arraigada, en Qlippoth hacía el triple cada mañana pero ahora no quería exigir más de la cuenta a su cuerpo.

Una vez terminada su sesión de ejercicios tomó una toalla y se fue al baño para tomarse un buen baño antes de desayunar y descansar de nuevo.

En cuestión de segundos terminó de asearse y se vistió una camisa azul ajustada con unos pantalones oscuros. Ya vestido Goku descendió al piso inferior y caminó hasta el comedor.

Ahí vio a su madre leyendo el periódico mientras desayunaba en el vasto comedor del castillo.

-Buenos días madre, ¿dónde está padre? -preguntó Goku al no ver en ningún lado al patriarca Phenex- ¿Se fue a trabajar ya?

-Así es, Zekram convocó una reunión entre los lideres de los pilares -respondió Reaven tomando su taza de café y Goku asintió sentándose.

-Ya veo, espero que todo salga bien -habló mientras comenzaba a servirse diciéndole al sirviente que él mismo podía hacerlo sólo.

Siguieron comiendo en silencio pero Reaven tenía una duda en mente que necesitaba consultar.

-En cuanto termine esta guerra te casarás con Serafall, los preparativos de la boda ya están en marcha -habló Reaven y el rubio asintió.

-Madre estoy al corriente -le recordó Goku.

-Lo sé, ¿pero tú amas a esa chica? -preguntó Reaven por que el ultimo día se percató de lo mucho que quería Serafall a su hijo unigénito.

-No estoy seguro... ella es mi amiga y acepté casarme porque era necesario para el futuro del inframundo y eso es lo más importante en todo esto -respondió Goku expresando su punto.

-Lo sé hijo, pero en ocasiones debes anteponer tu felicidad a las necesidades del inframundo -le aconsejó su madre y él asintió algo pensativo.

Esa era la parte mala de los matrimonios arreglados, que en la mayor parte de veces o bien no se amaban o el amor no era correspondido.

Un ejemplo era Venelana, ella en un principio no amaba a Zeoticus pero tras unos años surgió el amor y siglos después tuvieron a su primer hijo, Sirzechs Gremory, pero esto era bien distinto.

Justo cuando Goku iba a hablar dos guardias reales aparecieron en la sala y sus rostros no eran precisamente de alegría y felicidad.

-¿Qué ocurre? -preguntó Reaven con seriedad.

-Mi señora hemos hallado el cuerpo herido de una joven muchacha en los bosques exteriores, por su aspecto podemos deducir que tiene algún parentesco con las casas de Lucifer -habló uno de ellos y Goku se levantó inmediatamente.

-¡¿Dónde está ella?! -demandó Goku al darse cuenta de quién estaban hablando los guardias.

Los miembros de las casas de Lucifer compartían rasgos físicos como el pelo plateado-blanquecino o los ojos azules.

-Está ahí fuera Goku-sama, si se trata de una enemiga ¿qué hacemos con ella? -preguntó el segundo guardia y Goku corrió hacia fuera sin responder a la pregunta de aquel guardia.

Al llegar Goku vio algo que le dejó impactado: la armadura de Grayfia estaba destruida y las heridas en su cuerpo eran muy palpables.

"Esa chica... es la heredera del clan Lucifuge"- indagó Reaven reconociendo las facciones de Grayfia. Pero, ¿por qué estaba tan preocupado Goku? Aqui había algo que no le cuadraba.

-¡¡¡Resiste Grayfia!!! -exclamó Goku corriendo hacia ella y agachándose a su altura- Vamos... esta técnica de curación debería funcionar.

Goku puso sus manos en el abdomen de Grayfia y éstas comenzaron a brillar de un tono dorado hasta cubrir por completo el cuerpo de Grayfia.

Al instante las heridas en su cuerpo comenzaron a regenerarse ante la mirada contenta de Goku y la mirada atestada de sorpresas de su madre.

-Menos mal que Grayfia está sanando, no tan rápido pero algo es algo -habló Goku suspirando.

-¿Cómo has...? -preguntó ella curiosa.

-Sólo he concentrado poder demoníaco en mis manos para sanarla, la aprendí por instinto en mis primeras semanas en Qlippoth -respondió el rubio cargando el cuerpo de Grayfia en su espalda.

-¿Adónde la llevas? -preguntó Reaven todavía más desconcertada por las acciones de Goku.

-A mi cuarto, esperaré a que se recupere para saber cómo ha terminado aquí y en ese estado -respondió Goku caminando hacia su habitación.

Reaven sólo pudo mirar aquello totalmente ensimismada, había gato encerrado en este asunto y sí o sí tenia que descubrirlo.

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¿Qué les pareció?

¿Qué pasó con Grayfia? ¿Cómo reaccionará Serafall? Me gustaría leer sus teorías XD.

En este punto las cosas se van a poner muy interesantes, espero que sigan apoyando la historia con 150 votos y comentarios :)

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