La princesa y el fénix (3)
Renuncia de derechos, los personajes que salgan aquí son de sus respectivos autores.
Grayfia gozaba de una taza de leche mientras un hombre depositaba un pequeño plato en la mesa que la hermosa diablesa compartía con Goku.
Estaban en un local cercano al hotel, como Grayfia tenía algo de hambre aprovecharon en almorzar antes de seguir con su aventura.
-¿Qué son estas cosas? -preguntó Grayfia señalando la comida que estaba en el plato.
Era la primera vez que veía esos peculiares panes con forma de medialuna, y debía admitir que la leche sabía mucho más deliciosa.
-Son cruasanes -respondió Goku- Tienes que mojarlos en la leche y verás lo deliciosos que están -añadió el rubio con una sonrisa.
Grayfia obedeció aquello y sin más mojó con delicadeza el cruasán en su taza de leche y con esa misma gracilidad se lo llevó a la boca.
-¿Qué tal está? -preguntó Goku viendo tragar a Grayfia y luego mantener los ojos cerrados por unos instantes, lo que le puso nervioso.
-Tenías razón... están deliciosos -habló finalmente Grayfia mientras un leve sonrojo adornaba sus mejillas fruto del deleite.
No se esperó que aquel extraño pan supiera tan rico, aunque jamás se le habría ocurrido mojarlo en la leche primeramente. Nunca lo había hecho.
-Jaja sabía que te gustarían, lástima que no hayan en el inframundo -habló Goku soltando una breve risa- Y eso otro, son bollos de crema.
-¿Debo mojarlos también? -le preguntó Grayfia con curiosidad y Goku negó ante su interrogante.
Le dio un pequeño mordisco al bollo y saboreó la crema que estaba en su interior, su par de ojos azules se volvió estrellas en ese momento.
Goku vio con una sonrisa nerviosa cómo ella se zampaba completamente el bollo de crema luego de haber probado el primer bocado.
-Por lo que veo estos sí que te han gustado bastante -habló Goku con una sonrisa burlesca instalada en su rostro y Grayfia asintió apenada.
Grayfia estaba segura de que muy pocas veces en su vida veces había degustado algo tan dulce y sabroso como lo eran aquellos bollos rellenos.
Aunque tampoco es como si ella hubiera tenido tiempo de saborear los alimentos anteriormente, en la vida que tenía ahora sí podía darse ese lujo.
Y vaya lujo sentir cómo la dulce crema se deshacía lenta y suavemente en su boca, era un placer sensorial que ella nunca experimentó.
Grayfia iba a decir algo pero entonces el rubio tomó un pañuelo y le limpió los restos de crema en la comisura de sus labios, sonrojándola.
-Tonto... ¿por qué tienes que hacer cosas tan vergonzosas? -preguntó Grayfia con las mejillas sonrojadas y Goku parpadeó incrédulamente.
-Pero si sólo te he limpiado la crema -habló el rubio encogiendo sus hombros y ella desvió de inmediato la mirada sumamente avergonzada.
La gente de alrededor, que parecían nobles de clase media, comenzaron a murmurar cosas que Grayfia ignoraba, siguiendo el consejo de Goku.
-Así que realmente te gustaron, eh -comentó Goku con una sonrisa- Igual a Serafall también le gustaron los bollos la primera vez que los comió.
Por alguna razón Goku sintió que aquel comentario estaba de más, lo cual confirmó al ver el rostro que había puesto Grayfia al oírle.
-Hmm... ya veo -se limitó en decir Grayfia, sintiéndose ligeramente incómoda ante la mención de Serafall que había hecho Goku.
No es que le desagradara Serafall, sino que ella era la razón por la cual pretermitía ciertos sentimientos que desde hacía un tiempo había empezado a desarrollar hacia cierto rubio.
Pronto se formó un silencio melindroso entre ambos, apenas se podían escuchar los sorbos que cada uno daba a su respectiva taza.
"Se supone que debo disfrutar de este viaje, lo mejor sería dejar de pensar en eso"- discurrió la diablesa con la mirada perdida en su taza.
Sería lo mejor, no sabía lo que pasaría cuando regresen al inframundo así que debía disfrutar de este viaje al máximo y pasárselo bien.
Grayfia iba a decir algo cuando de pronto llegaron a sus oídos algunas palabras que suscitaron una destemplanza en su mente.
"Parece que la revuelta de La Grande Peur se ha extendido rápidamente por Francia, temo que si en esta ciudad pasa lo mismo que en el resto de la región tendremos que marcharnos a Bélgica"
"Tarde o temprano pasará querido, nosotros los nobles y quienes están al poder estamos en peligro y deberíamos irnos ahora que podemos"
Grayfia vio que se trataba de un matrimonio de mediana edad. No entendió todo pero al parecer el país sufría una guerra civil o algo parecido.
Un sentimiento de desazón se formó en su pecho e inconscientemente se llevó la mano a aquella zona sintiendo una sensación familiar.
Ni el mundo humano conseguía librarse de las guerras, al igual que el inframundo. Grayfia fue inocente al pensar que se trataría de un mundo libre de sangre, pero la realidad era distinta.
Y con frecuencia decepcionante.
Goku también escuchó la charla pues aquella pareja estaba cerca de su mesa, y también se dio cuenta del gesto consternado de su amiga.
"Al parecer ya se dio cuenta de la otra cara de este mundo, pero lo mejor sería que se lo explicase"- pensó Goku mirando a Grayfia.
Goku se levantó de su asiento y sin previo aviso le tomó de la mano a Grayfia y salieron del local, no sin antes dejar un par de billetes como pago.
-¿Q-Qué haces Goku? -demandó Grayfia tras salir de sus pensamientos y notando cómo era arrastrada por Goku lejos de aquel local.
El rubio no la respondió de inmediato y hasta que no se alejaron unos metros no aminoró la marcha, pensando en cómo explicárselo.
La diablesa pareció intuir la razón detrás de toda esta acción y no siguió demandándole más explicaciones a Goku, esperando que él las diera.
-Rev... este país también está pasando por una guerra al igual que nosotros, ¿verdad? -preguntó Grayfia intentando confirmar lo que presentía.
-No es una guerra en sí... el pueblo se alzó en armas contra los nobles y la realeza cansados de que estos abusen de su poder -le explicó el demonio recordando las causas de aquello.
Goku se enteró hace unos meses cuando fue a comprarle bollos a Serafall justo después de la batalla contra Grayfia, ahora le parecía irónico.
-Pero morirá mucha gente -susurró Grayfia sabiendo lo que conllevaba algo como eso.
Puede que el pueblo estuviera en lo justo al querer un cambio pero antes de eso habría un baño de sangre, eso le preocupaba a Grayfia.
-Lo sé pero no está en nuestro deber intervenir, los humanos han de solucionar por sí solos sus problemas -habló Goku- Y además, nosotros ya tenemos una guerra por la que preocuparnos.
-Tienes razón -asintió Grayfia mirándole- Supongo que en el fondo los humanos no son tan diferentes de nosotros los demonios.
Era algo que pudo deducir, después de todo el ser humano siempre vivió bajo la influencia de los demonios y prueba de ello es el engaño de Samael hacia Eva para comer la manzana.
-En cierto modo, pero lo que me fascina de los humanos es que viven cada día como si fuera el último -habló Goku con una sonrisa radiante.
-¿A qué te refieres? -le preguntó la peliplata sin entender aquello, pero notó un brillo en los ojos de Goku que le hizo sonreír sin saber porqué.
-Saben que no son inmortales y que como máximo pueden vivir unos cien años, por eso aprovechan bien cada día -le explicó Goku.
Claro, vivir cien años cuando tenías una buena vida. Pero muy pocos podían permitirse ese lujo en los tiempos modernos y por eso la esperanza de vida era menor en la mayoría de población.
-Pueden morir hoy o mañana, al contrario que nosotros los demonios que podemos vivir miles de años y más -prosiguió Goku sonriendo.
-Disfrutar cada día como si fuera el último... ya veo, nunca había pensado en eso -habló Grayfia con absoluta sinceridad en sus palabras.
-Yo tampoco la verdad, siempre he vivido pensando en lo que voy a hacer mañana y no en lo que puedo hacer hoy -añadió Goku y ella asintió- Y hoy podemos hacer muchas cosas.
-Entonces, disfrutemos del día Rev -Grayfia habló mostrándole sonrisa tan hermosa que por primera vez en la vida hizo sonrojarse a Goku.
Grayfia abrió ambos ojos asombrada y se quedó mirándole fijamente. Aquella imagen tan linda de Goku sonrojado nunca se le borraría de la mente.
-Es la primera vez que te veo sonrojado... bueno, ahora sabemos quién de los dos es el pervertido -habló Grayfia zaheridora cruzando sus brazos.
-¿Q-qué? No me sonrojé solo fue el calor... Además tu llevas más de un mes haciendo lo mismo, la pervertida eres tú -espetó Goku con una mirada de acusación hacia la diablesa.
-Bu-bueno eso es culpa tuya Rev -Grayfia ni se esforzó en negarlo. Es más, volvió a ruborizarse- No pasará nada si admites que te sonrojaste...
-Si lo hago entonces no te llevaré a ver el mar -sentenció Goku haciendo que Grayfia soltara un jadeo debido a lo cruel que sonaba aquello.
-No te atreverías... -susurró ella.
-Ponme a prueba y verás -le desafió el rubio mostrando una sonrisa cruzándose de brazos.
Grayfia trató de protestar pero finalmente cedió, lo cual suscitó una sonrisa victoriosa en el rostro de Goku. Ella necesitaba ver de cerca el mar.
"Aunque en verdad sí me sonrojé"- admitió Goku en sus pensamientos pero enfrente de Grayfia no lo iba a reconocer, al menos momentáneamente.
Ver una sonrisa tan hermosa y pura a la vez fue la razón detrás de eso, pensar que Grayfia podía sonreír así de bonito inspiró aquel sonrojo.
-Ahora sí podremos ir al mar aunque... -habló Goku cambiando su semblante a uno más serio, gesto que no pasó desapercibido por Grayfia.
-¿Qué ocurre? -preguntó queriendo saber.
-Nos están siguiendo -respondió Goku, desde que aterrizaron en el mundo humano sintió como eran vigilados y creía saber de quién se trataba.
Grayfia asintió estando de acuerdo, tuvo esa sensación pero lo dejó pasar y justo ahora que Goku lo decía, volvía a tener ese presentimiento.
"Enoc, sabía que era él quien nos estaba siguiendo"- pensó Goku recordando la poderosa presencia del arcángel más poderoso del cielo.
En realidad Goku había coincidido con él en su primera visita al mundo humano, aunque en esa ocasión iba acompañado de Sirzechs y demás.
Metatrón lo dejó pasar debido a que no quería crear hostilidad con los demonios y sabía que la facción anti Maou estaba en contra de una nueva guerra Armagedón al igual que ellos los ángeles.
Grayfia notó que era una presencia sacra sumamente poderosa y se puso en guardia, sabía bien que se trataba de un ángel.
Goku se giró y notó la postura rígida que mantenía Grayfia. Enseguida el rubio mostró una sonrisa relajadora para intentar tranquilizarla.
-Tranquila, no pienses en eso... Hoy nos toca disfrutar, ¿recuerdas? -preguntó Goku cambiando de tema mientras sonreía.
-C-claro, perdón... -se disculpó Grayfia y Goku negó restándole importancia- Quiero ver el mar, me lo prometiste después de todo, ¿no es así?
-Realmente no recuerdo habértelo prometido en ningún momento -Grayfia le fulminó con la mirada y Goku tragó- Pe-pero vayamos jejeje.
Pronto Goku sintió cómo desaparecía la presencia de Metatrón y suspiró relajado, tuvo la certeza de que el arcángel no los atacaría y así fue.
Grayfia volvió a asir el brazo Goku enlazándolo con el suyo y sin más se dirigieron hacia el mar anhelado por Grayfia, ahora sin interrupciones.
Más tarde.
"....."
Grayfia estaba sin palabras.
Su mente era totalmente incapaz de hallar los términos necesarios para describir lo que sus ojos estaban viendo en estos momentos.
Una gran masa de agua que se extendía hasta perderse en el horizonte, pero esa sensación que le transmitía el mar era sin duda indescriptible.
Había visto ríos, cataratas, etc... en el inframundo pero nunca nada similar a esto.
-¿Qué te parece el mar? -preguntó Goku con una sonrisa notando el ensimismamiento en los ojos de Grayfia, algo parecido a cuando vio el cielo.
-Es... hermoso -fue lo único que pudo decir la diablesa mientras contemplaba la inmensidad del vasto mar azulado- Igual que tus ojos Rev.
Esto último sorprendió a Goku, que si bien no se sonrojó como hace unas horas mostró una sonrisa apenada ante aquel cumplido.
Grayfia se sentó en el césped del acantilado donde habían ido a ver el mar y Goku la imitó, sentándose a escasos centímetros de ella.
Pronto se produjo un silencio entre ellos dos, pero era tan agradable que prefirieron mantenerlo quién sabe por cuánto tiempo.
Apenas era audible el ruido de las olas junto a la suave brisa que circulaba. Grayfia de manera casi espontánea apoyó su cabeza en el hombro de Goku, como había sucedido en el carruaje.
-Nunca antes había sentido tanta paz como ahora... desearía estar así todo el día -confesó ella sintiendo un enorme regocijo en su interior.
Grayfia sentía cómo la tensión que había ido acumulándose iba abandonando sus hombros mágicamente, y esbozó una sonrisa cándida.
-Gracias por todo Rev... no puedo expresar con palabras todo lo que has hecho por mí -le agradeció Grayfia nuevamente ruborizada.
Si ahora le empezaba a agradecer a Goku la lista se volvería infinita, en tan solo dos meses su vida había cambiado por completo gracias al rubio, el principal motivo de aquel cambio.
-Siempre recordaba con temor el momento de mi destierro... pero ahora lo veo como una oportunidad que me dio el destino para ser feliz aquí contigo -confesó Grayfia en un susurro.
Grayfia pasó de querer su propia muerte a manos del rubio ya que sentía que era inútil, y no era para menos pues su padre la veía como un arma, a anhelar una vida en la que siempre estuviera Goku pues no podía vivir sin él.
En dos meses Goku la hizo ver que era especial, le hizo ayudar a los desfavorecidos, también fue exiliada y repudiada, pero en cambio fue acogida por la facción de los anti Maou y Goku hizo todo lo posible para hacerla feliz y verla sonreír.
-Prometí que te protegería y eso es lo que voy a hacer Gray, mientras seas feliz con eso me basta -habló Goku con una alegre sonrisa en su rostro.
Ninguno de los dos volvió a decir nada más, sólo disfrutaban del momento... Sin pensar en el futuro ni en el mañana. Sólo vivían el ahora.
Sin previo aviso Goku se arrodilló y ante la mirada incrédula de Grayfia empezó, primero a quitarle los zapatos y segundo a retirarle las medias que abrigaban sus tersas piernas.
-¡¿Q-qué crees que estás haciendo?! -demandó Grayfia sonrojada viendo cómo Goku le quitaba las medias tras haberle quitado los zapatos.
Sintió la brisa circulando por sus muslos expuestos y rápidamente bajó su vestido, sin duda Goku era un absoluto pervertido...
-Bueno, dijiste que querías ver el mar así que lo veremos de cerca -habló el rubio levantándose y seguidamente le tendió la mano a Grayfia.
Ella aceptó la mano que le ofreció Goku y se apoyó en el rubio para levantarse, sintiendo el césped verduzco bajo sus pies descalzos.
-Entonc... -Grayfia no pudo acabar cuando de repente Goku la tomó en brazos y saltó por el acantilado ante los ojos atónitos de Grayfia.
La diablesa cerró ambos ojos con fuerza imaginando que caerían al agua pero Goku suavizó el aterrizaje y se posaron en la arena.
-Ya puedes abrir los ojos hehehe -comentó el demonio con una sonrisa burlesca en su rostro, que fue respondida con un golpe en el abdomen- Ugh... eso dolió bastante, aunque me lo merecía.
-Te dije que no hicieras cosas así sin avisarme antes... -habló Grayfia bajándose de sus brazos.
En cuanto puso sus pies en la tierra sintió la arena entre los dedos de sus pies, produciendo en ella una extraña sensación que le agradó.
-Oh... desde aquí se ve mucho mejor el mar -habló Grayfia dado que el mar estaba a unos metros de ellos, una distancia insignificante.
Grayfia estuvo tentada a tocar el agua frente a ella, aunque se le ocurrió una idea diabólica para vengarse de Goku por cargarla sin avisar...
"Está distraído"- pensó Grayfia viendo que el rubio estaba escudriñando el paisaje marino.
Grayfia creó un círculo mágico sobre el mar y otro encima de Goku, ambos círculos brillaron mágicamente y de pronto una corriente de agua cayó sobre Goku empapándole totalmente.
-¡Eso es por hacerme sonrojar y cargarme sin permiso! -exclamó Grayfia soltando unas carcajadas, este era su momento de gloria.
-¡AHH! -Goku soltó un grito desgarrador que alarmó a Grayfia, haciendo que se acerque a él.
-¡¿Qué ocurre?! -preguntó la diablesa agachándose y viendo cómo Goku se retorcía.
-¡¡¡El agua del mar es tóxica para los demonios AAHH!!! -gritó Goku soltando un alarido de dolor y Grayfia sintió una punzada en su corazón.
-¡Pe-perdóname Rev no era mi intención hacerte daño! Yo sólo quería... -habló Grayfia arrepentida mientras lágrimas se asomaban por su rostro.
-¡Jajaja te la creíste Gray! ¡JAJAJA! -soltó Goku acompañado de varias carcajadas que hicieron a Grayfia salir de su trance- ¡Ay mi estómago!
Goku sintió un pico de dolor en su abdomen debido a las risas que todavía no cesaban, y se limpió las lágrimas que salían de sus ojos.
Grayfia apretó sus puños con fuerza, ya estaba muy cansada de que Goku se saliera con la suya. Quiso jugarle una broma y la broma se la jugaron a ella y acabó creyéndosela absolutamente.
-¡TONTO! -gritó ella creando varios círculos mágicos con la intención de inundar a Goku.
El rubio comprendió que Grayfia no estaba bromeando y eso se evidenció cuando de un círculo encima de él salió un torrente de agua.
-¡Es hora de correr! -Goku esquivó aquel torrente de agua dando un salto hacia atrás pero Grayfia no cesó con los ataques, estaba muy enfadada.
Así inició una persecución por toda la playa, donde Goku hacía todo lo que podía para huir de su cazadora, cuya furia no se amenizaba...
Goku pensó en adentrarse en el mar, pero antes de eso quería seguir provocando a Grayfia.
-¡Yo también puedo jugar a tu juego Gray! -habló el demonio creando un círculo mágico encima de Grayfia y de él salió una corriente de agua.
Gracias a sus reflejos pudo esquivar aquella corriente aunque eso no evitó que se empapara ligeramente salpicando su rostro y su vestido.
-Rev... -murmuró Grayfia exudando un aura bastante tétrica que hizo tragar saliva a Goku.
Goku caminó hacia la orilla, aunque antes de adentrarse en el mar activó su Phoenix Lightning y entonces el agua a su alrededor se evaporó.
Así, evitaba mojarse la ropa.
-¡Seguro que no te atreves! -habló Goku con una sonrisa socarrona instalada en su rostro viendo que Grayfia estaba en la orilla sin moverse.
Contra todo pronóstico, Grayfia creó hielo bajó sus pies y creó un camino helado hacia el rubio.
-¡QUÉ! -vociferó Goku sorprendido por esa estrategia pero ya era demasiado tarde pues Grayfia estaba a unos pocos metros de él.
-¡Rev! -gritó la diablesa Lucifuge y entonces se produjo un choque brutal que creó varias olas.
Una de esas olas se encargó de transportar los cuerpos de Goku y de Grayfia hasta la orilla de la playa, ambos estaban mojados totalmente.
-Rayos... eso fue intenso -habló Goku extendiendo sus brazos con una sonrisa.
-Tonto, se suponía que debía darte un castigo, pero otra vez acabé en tus brazos... -le mencionó Grayfia mientras soltaba un suspiro cansado.
De hecho en el último momento Grayfia se resbaló debido al hielo y viendo esto Goku la tomó en sus brazos pero perdió el equilibrio y justo los dos terminaron cayéndose al agua.
-¡Hey! Al menos fue divertido, pasó un tiempo desde que no me reía así -confesó el demonio sonriendo y recordando su dolor de estómago.
Grayfia no dijo nada pero en realidad se había divertido bastante, aunque también se enfadó.
-Y no te puedes quejar, tú lo empezaste Gray -prosiguió Goku- Aunque me alegra que ahora sepas hacer bromas, hace un mes ni un chiste sabías contar jajaja, te queda por mejorar.
-¡Eso no es gracioso! La próxima vez seré yo quién se ría -le retó Grayfia fulminándole con la mirada y Goku soltó una ligera carcajada.
-Bien, bien te tomo la palabra -añadió el rubio, realmente había sido una tarde muy divertida.
Otra vez se formó un silencio ameno entre ambos, quienes permanecían tendidos en la arena contemplando las nubes del cielo.
-¿Sabes? Recuerdo que cuando era pequeña adoraba sostener en brazos a Euclid, mi hermano -confesó Grayfia con una sonrisa- Era tan pequeño y adorable...
Goku escuchó aquello con atención.
-Pero llegó el día en que mi padre decidió que debía empezar a entrenar, me separó de él y por culpa de eso nunca pude retomar la relación que tenía con Euclid -siguió la diablesa- Me gustaría que cuando acabe esta guerra podamos estar los dos juntos, recuperando el tiempo perdido... él es el único recuerdo vivo que tengo de mi madre.
-Te aseguro que así será, haré todo lo posible por ayudarte -habló Goku dedicándole una sonrisa que brindó esperanza a su corazón.
-Gracias Rev... -Grayfia correspondió la sonrisa y ambos estuvieron así, mirándose a los ojos sin decirse nada.
El tiempo cobró protagonismo transcurriendo como de costumbre mientras el silencio lo decía todo por ellos.
Grayfia notó cómo iba variando la posición del sol y el cielo se tornaba a uno más anaranjado, ofreciéndole a sus ojos una hermosa vista.
-Esto es el atardecer, ¿verdad? -preguntó Grayfia recordando lo que Goku le explicó en la carroza.
-Claro, hacía bastante tiempo que no veía uno -manifestó Goku con una sonrisa- Hace un mes vine al mundo humano pero fue para completar mi entrenamiento. No pude ver ningún atardecer.
-Sin duda es algo bastante espectacular y bello de ver -declaró Grayfia mirando el contorno que dibujaba el sol en el horizonte- Tengo curiosidad por saber cómo se ven la luna y las estrellas.
Gracias a Goku sabía que con la puesta del sol el cielo se volvía oscuro y aparecía otro astro a iluminar el mundo con su resplandor, era la luna.
-Será mejor que regresemos al hotel, desde ahí podrás verlo mejor y podremos cambiarnos de ropa -habló Goku levantándose finalmente.
Le tendió una mano a Grayfia para levantarse y ella aceptó, necesitaba sentirse limpia después de haberse empapado y manchado de arena.
Horas después.
Por fin habían regresado al hotel, pero todavía no se habían cambiado. Con magia retiraron la arena que manchaba sus cuerpos y se secaron.
Ahora Grayfia estaba en el balcón del piso contemplando el vasto firmamento nocturno, adornado por estrellas e iluminado por la luna.
Estaba embelesada mirando al astro, era tan bello y enigmático que producía en ella todo tipo de sensaciones, que atesoraba en su corazón.
Luego estaban las estrellas, esos puntos diminutos en el cielo nocturno. Algo sin duda hermoso que merecía la pena contemplar.
"Lo que daría por tener luna en el inframundo"
Grayfia escuchó la voz de Goku detrás de ella pero no se volteó, siguió con la mirada en la luna.
-Sería fabuloso tener algo así todas las noches, esta oscuridad que hay en el cielo es... agradable -habló Grayfia con una sonrisa en su rostro.
No era una oscuridad que devoraba, sino que por alguna razón se sentía amparada bajo aquel manto oscuro que constituía el firmamento.
-Realmente el mundo humano es maravilloso, estoy contenta de que me hayas dado a conocer tantas cosas bonitas en el día de hoy -reveló ella dedicándole una sonrisa sincera al demonio.
-Estoy muy contento por haberlas disfrutado contigo, brindemos por eso -habló Goku sacando dos copas de vino y pasándole una a Grayfia- Por el mundo humano y sus bellas maravillas. ¡Salud!
-¡Salud! -respondió Grayfia chocando su copa con la de Goku y al instante se bebió de un trago aquel vino- Hmm, el mejor vino que he probado.
Claro, ninguno de los dos tenía mucha experiencia bebiendo, pero en algún que otro banquete habían probado varios tragos.
-Estamos en Francia después de todo, aquí los vinos son excelentes -respondió Goku sonriendo- Si no te molesta entraré primero en el baño.
-No pasa nada -Grayfia se encogió de hombros ante aquello y Goku asintió entrando en el baño.
Ella entró al cuarto principal y vio que la botella de vino que compró Goku estaba en la mesa de roble. Realmente le gustó bastante ese vino.
-Supongo que una copa más no hace daño a nadie... -murmuró Grayfia tomando la botella y sirviéndose una copa más de dicho vino.
Más tarde se arrepentiría de esa decisión, pues estaba a punto de enfrentarse a un gran enemigo que le causaría grandes problemas: el alcohol.
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Fin del capítulo.
¿Qué les pareció? Este capitulo fue cómodo de escribir, pero me gustaría saber sus opiniones.
Phenex tardó un año en llegar a esta cantidad de capítulos y con este fic apenas tardé 6 meses :v es de locos
El siguiente cap será el último en el mundo humano y pronto empezará la guerra, 150 votos como siempre y lo tendrán dentro de nada :v
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