#37
Momo se despertó de golpe. El llanto de Hyo-ri y los gritos de Sana le estaban rompiendo la cabeza.
Jihyo no estaba a su lado, supuso que ya se había despertado.
-¿Ahora qué?-Preguntó mientras se levantaba, salió de la habitación y lo primero que vió fue a Sana tirada en el suelo.
-ME DUELE, AAAA.
-¿Qué pasó?
-Le dió un calambre. -Dijo Dahyun, quien le estaba dando unos masajes a Sana en la pierna.
-¿Dónde está Jihyo?
-...Probablemente esté en el cuarto con Nayeon, es lo más probable..
-Mm.. Gracias, Dubu.-Dije, luego, fuí a la habitación de Nayeon, Jeongyeon, Sana y Mina.
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𝑴𝒐𝒎𝒐
Entré a la habitación, ví a Nayeon meciendo a Hyo-ri en sus brazos mientras Jihyo agitaba un biberón.
-Buenos días, que hermosa alarma.-Dije.
-Estoy enloqueciendo lentamente.-Dijo Jihyo, a lo que Nayeon río.
-Y espera hasta los terribles dos, dicen que en esa edad son peores.
-¿No le tienes que dar pecho?-Pregunté.-Ví que tenían que tomar leche maternal hasta los dos años o algo así.
-El doctor le dijo que no producía leche.-Contestó Nayeon.-Pero le dije "Ey, mira el lado bueno, no se te mojará la blusa cada que la escuches llorar".
-Bueno, eso sí.
-Nayeon, damela.-Nayeon le entregó a la bebé y Jihyo le empezó a dar de comer.
-Bueno, yo me voy a bañar.-Dijo Nayeon, salió del cuarto y Jihyo y yo nos quedamos solas.
-¿Hace cuanto despertaste?-Pregunté.
-Como a las cuatro, ya no pude dormir después..
-Pero, nos dormimos como a las doce, ¿solo dormiste cuatro horas?
-Es lo más que he dormido en estos días, créeme.
-Mm, ya veo...
Hubo un silencio durante unos minutos.
-Momo..-Habló ella.
-¿Qué pasa?-Pregunté, ella bajó la cabeza.
-No... No creo ser lo demasiado buena en esto, tal vez esto no es para mí...
-Pero lo has estado haciendo muy bien, no digas eso...-Me quedé pensando un poco después reaccioné.-N-No estás pensando en...
-Momo, yo-
-Jihyo, es tu hija, todavía estás muy insegura de tu forma de críar, lo sé, pero, ¿cómo sabes que le podrán dar una mejor vida de la que tú le darías?, ¿me entiendes?. Además, esa sería una decisión que tú y Juwon tendrían que tomar juntos.
-...
-Yo te apoyaré, ¿sí?-Tomé su mano.-Yo la cuidaré con todo mi amor, y.. ¿Te digo algo?, biológicamente no es posible, pero...
Me gustaría que tú fueras la madre de mis hijos, eso me encantaría.-Acaricié su rostro.
-El médico dijo que estaría más sensible durante los primeros meses, ¿por qué me haces esto?-Dijo, para después empezar a llorar.
La abracé y le dí un beso en la frente.
Sentí que algo tocó mi codo, cuando bajé la cabeza, ví que era Hyo-ri.
La puse un poco en la cuna, supuse que tal vez tendría sueño, digo, los bebés siempre tienen sueño después de comer.
Ya cuando no estaba con nosotros, me acerqué a Jihyo y le dí un beso.
—Alguna de las chicas puede entrar en cualquier momento...
—A este punto de la vida no me importa si nos ven.—Aparté su cabello y seguí besandola.
—Oigan, no han visto mi su-...—Nos separamos rápidamente, pero Nayeon ya nos había visto.
—¡Nayeon! No.. No es lo que parece-
—¿Acaban de besarse?—Preguntó Nayeon, sorprendida.—Wow... No.. No pensé que lo lograras tan rápido, Momo.
—¿Lograr?, ¿lograr qué?... ¿¡Es un reto!?
—Jihyo, no es un reto-
—..¿Ya la cagué verdad?
—Mira...—Se levantó de la cama.—Tengo que ir a la tienda por algo, ya vuelvo.—Se salió de la habitación y después del departamento.
Voltee a ver a Nayeon.
—¿¡Lo tenías que decir así?
—¿¡Cómo sabía que iba a reaccionar así!?
—Estás bien pendeja Nayeon, ¡bien pendeja!
—Perdóname wey.
—No.
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Pasó un rato, Nayeon me dijo que Jihyo volvería unas horas más tarde, pues se encontró a una amiga y se quedaría un rato con ella.
Yo estaba cuidando a Hyo-ri, pero pensé que lo mejor sería ir a decirle a Jiwoo mi decisión.
—Sana.
—¿Mande?—Preguntó.
—¿Puedes cuidar a Hyo-ri un rato? Voy a salir rápido.
—¿Y Jihyo?
—Salió, CIERTA PERSONA dijo algo que no tenía que decir.
—YA WEY—Se quejó Nayeon.
—Está bien Momo, no te preocupes, yo la cuido.
—Bien... Gracias.
...
Salí del apartamento, saqué mi teléfono.
————————
Hola Jiwoo..
Hola, ¿qué pasa?
Necesito decirte algo, ¿quieres ir a comer?
Escuché que abrieron un nuevo restaurante, ¿qué tal si vamos allá?
Bien... Bueno, ehh, y-
Yo te mando la ubicación, ¿a qué horas?
Yo ya salí de casa..
Está bien, entonces, ahí te veo.
Bye.
Mjm.
————————
Mientras esperaba caminé un poco, acababa de llover, así que olía a tierra mojada.
También entré a algunas tiendas de ropa, varios de los cajeros me pidieron fotos, lamentablemente tuve que negarme.
...
Después de unos minutos, finalmente me encontré con Jiwoo.
(End of POV)
—Hola.—Dijo Jiwoo.—Tuve que traer a Gyeong-hui, no tenía donde dejarla.
—Sí, no pasa nada. Bueno... ¿Entramos?
—Ajá, sí.
Se sentaron y un tiempo después llegó un mesero.
—¿Qué van a pedir?—Preguntó el chico.
—Bueno, yo quiero Tteokbokki.—Contestó Momo.—¿Y tú?
—Yo.. Yo solo quiero samgak kimbpap.
—Bien, ¿de tomar?
—Un agua, por favor.—Jiwoo volteó a ver a Momo, esperando a que respondiera.
—Traeme una botella de Soju, por favor.
—¿Les traigo la bebida antes o hasta que esté la comida?
—Hasta que esté la comida.
—Bueno, en un momento vuelvo.—
—Bien, gracias.—Dijo Momo, el mesero se fue y ésta volteó a ver a Jiwoo.—Entonces... ¿Qué has hecho?
—Umm... Nada, simplemente he estado pensando algunas cosas, no es importante.—Dijo, mientras jugaba con sus dedos.
—Ah, ya veo..—Comentó la japonesa, al ver el notable desánimo de la coreana.—¿Ya lograste hablar con el papá de Gyeong-hui?
—Ayer en la noche descubrí que falleció...
—Ah, yo.. Yo lo siento mucho, ehh, ¿y tus padres?
—Se fueron a vivir a Irlanda, ni siquiera me dijeron.
—Uy, ehh- Lo siento.. mucho.
—No te preocupes...
Pasó un silencio incómodo, ninguna de las dos quería decir algo.
Finalmente llegó la comida, ambas empezaron a comer.
—Bebes el Soju como si fuera agua.—Dijo Jiwoo, con una pequeña sonrisa.
—Ya sabes.—Momo sonrió también.
—¿Qué era lo que ibas a decirme?—Preguntó Jiwoo.
—Me gustaría decirte después de comer.
—¿Es algo malo?
—No sé cómo lo vayas a tomar, pero, no lo veo como algo malo.
—Creo que ya me di una idea de que puede ser.—Su expresión facial cambió a una neutral y siguió comiendo.
...
Terminaron de comer.
—Jiwoo.
—¿Qué pasa?
—Mira, no quiero que te sientas mal por lo que voy a decir, te lo digo de la mejor manera posible.
—...
—Estos días estuve pensando, y... Me dí cuenta de que tú mereces a alguien mejor, a alguien que te quiera de verdad, te puedo mostrar todo el amor del mundo, y te quiero, pero no siento ese... Enamoramiento, por tí.
Hubo un silencio.
—Entiendo... Está bien.
—No... ¿Estás molesta o algo?
—No te puedo forzar a que me quieras, Momo.
—...Entonces, ¿quedamos bien?
—Claro.—La coreana dió una leve sonrisa.
Ambas sonrieron. Unos minutos después, Momo vió la hora, tenía que ir a comprar algo importante y ya casi cerraban la tienda.
—Jiwoo, me tengo que ir... Yo pago no te preocupes.
—Yo puedo pagar lo mío si quieres.
—No, para nada.—Momo se levantó y pidió la cuenta, rápidamente pagó y se despidió de la chica, pensaba que ésta se iría justo después de haber pagado, pero no.
Ahora que estaba sola, dejó de sonreír.
Bajó un poco la cabeza y sintió como una pequeña lágrima recorría su rostro.
Sabía que iba a pasar, lo tenía en claro, ¿por qué le dolía tanto entonces? Apretó el puño bajo la mesa, lentamente su cabello empezó a tapar su rostro.
Finalmente, empezó a llorar. Su llanto no era ruidoso, pero fue lo suficientemente fuerte como para que alguien la oyera.
Un plate postre se situó en su mesa.
—No pedí nada..—Dijo levantando la cabeza.
—Cortesía de la casa.—El chico le sonrió y se sentó en su mesa.—¿Por qué lloras? Perdón si soy intrometido, pero no me gusta ver a las personas así.
—Por nada, simplemente... paso algo entre mi pareja y yo...
—Ah, ya veo.. A veces, suceden ese tipo de cosas y... Te das cuenta de que tal vez aún no es tiempo de que estés con alguien.
—Tal vez...—Tomó una servilleta y se limpió la cara.
—¿Cómo se llama?—Preguntó el chico, haciendo referencia a la bebé.
—Ah, Gyeong-hui.
—¿Es tu hija?
—Mjm...
—Te ves jóven... Pero no te juzgo, mi hija nació la semana pasada, aunque la verdad no soy yo tan jóven.—Río.
—¿En serio?, ¿cómo se llama?
—Hyo-ri, aunque su mamá no quería que le pusiera así.
—Pero es un lindo nombre.
—Lo sé, se lo repetí miles de veces, pero bueno.
—¿Y dónde están ahora?
—Bueno, supongo que están en la casa de ella... Dejamos de ser novios antes de que supiera que estaba embarazada. Pero ahora nos llevamos bien... Creo.
—Ya veo..
—...Se te va a derretir el helado.
—Sí, perdón.—Ambos sonrieron
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𝑴𝒐𝒎𝒐
Llegué al departamento. Entré y no ví nada, supuse que estarían en el cuarto.
Dejé las llaves de la casa en la mesa y encendí las luces de la cocina, el lugar estaba muy oscuro.
Escuché a Sana hablando, a pesar de eso, no oí alguna otra voz. Me acerqué lentamente a la habitación, solo escucharía un poco de lo que hablaban.
—Pero, mírame.—Dijo Sana, la puerta estaba entreabierta, así que podía ver para la habitación. Una botella de Soju estaba situada en la cama.
Estaba junto a Dahyun, Sana estiró la mano, acariciando el rostro de la contraria.
—San-
—No pienses eso, además, eres muy hermosa...
—Me estás coqueteando solo porque estás tomada.
—Tal vez lo hago tomada porque no me atrevo a hacer estas cosas cuando estoy en mis cinco sentidos.
—¿Qué cosas?
Sana sonrió, se acercó un poco y le dió un leve beso en los labios a Dahyun.
—Ok, ya es demasiado..—Pensé, alejandome de la puerta, si eso pasaba a más no quería ser testigo.
Fuí a mi habitación, Hyo-ri estaba dormida en su carriola (todavía no le hemos comprado cuna) y Jihyo estaba sentada en la cama escribiendo unas cosas en su libreta. Supuse que sería alguna información importante.
—Hola...—Dije, levantó la mirada, más no dijo nada.—Hola.—Repetí de nuevo, ésta vez ni siquiera volteó a verme.
Me senté en la cama pero ella se alejó un poco.
—Jihyo.—Ignorada una vez más.—¿En serio planeas hacerme la ley del hielo?, ¿ni siquiera vas a escuchar la verdad?
De nuevo, me ignoró. Me estaba desesperando un poco... Un poco mucho.
—¡Jihyo, te estoy hablando!—Alcé la voz, tal vez si la llamaba de otra forma me haría caso.— Hyo... Amor..
Dejó de escribir.
—¿Qué quieres?
—¿Entonces esa es tu debilidad?—No dijo nada, simplemente me miró mal.—¡Dejame explicarte!
—¿Explicarme qué? Creo que Nayeon ya lo explicó bien.
—Lo dijo mal, no eres un reto, no podría hacerte eso.
—No es que no te crea... Ah si... NO te creo.
—Mira, hace un tiempo, le dije a Nayeon lo que sentía.
—¿¡Te le confesaste a Nayeon!?
—¡Escucha lo que digo carajo!—Se calló.—Le confesé a Nayeon lo que sentía por tí. Ella me dijo que me ayudaría a que te gustase... Pero, pues, ya sabrás porque no hice nada al respecto. Por eso dijo que lo logré rápido, esa es la razón.
—¿Cómo sé si creerte?
—¿Crees que te mentiría?—Bajó la mirada, cruzó los brazos, se recargó en la pared y finalmente negó con la cabeza.—Entonces... ¿Me perdonas?
—...Bien.
—¡Gracias!—Me acerqué a ella, la abracé y le dí un fuerte beso en la mejilla.—Te amo.
—Yo también.
—Pero yo más...
—Momo-
—Te adoro.
—Basta..—Dijo, noté como se sonrojaba lentamente.
—Me encantas.—Le dí un beso.
—¡Sabes que no me gusta que sean cursi!
—Ambas sabemos que esa es tu debilidad, y también sabemos que te encanta que sean así.
—...No lo voy a nega-...
Lo acepto, soy una persona extremadamente cursi, entonces, me ví en la situación de empezar un ataque de besos.
—¡Momo-yah! ¡Basta, me duele mucho el estómago!—Exclamó entre risas; Finalmente me detuve. Pasé mi mano por su espalda y la abracé, recargando mi cabeza en su pecho.
—Jihyo...
—¿Qué pasa?—Preguntó, aún sonriendo e intentando recuperar la respiración.
—No sabes lo bien que se siente poder decírtelo de frente.
—¿Qué cosa?
—Te amo, te amo con todo mi corazón.—La abracé con más fuerza.
—Yo también te amo, y mucho.—Tomó mi rostro y lo levantó para verme, después, sonrió.
—Si te pregunto una cosa, ¿me dirías que sí?
—Depende de la pregunta.
Me levanté.
—Ya vengo, te voy a traer algo.—Salí de la habitación, tomé algo que había dejado en el comedor y después regresé a la habitación. Escondí el objeto detrás de mi espalda.—Jihyo.
—Mande.—Contestó ella mientras sonreía, Dios, era hermosa.—Ya me llamaste como dos veces, ¿qué pasa?
—¿Quieres... ¿Quieres ser mi novia?—Pregunté, el objeto que escondía detrás de mí en realidad era un ramo de rosas blancas que había comprado cuando salí.
Jihyo sonrió, se levantó de la cama y me abrazó.
—Si quiero, ¡claro que quiero!—Me abrazó y le entregué las flores, después, le dí un beso. Mientras la abrazaba, logré ver lo que tenía escrito en la libreta.
"1000 maneras de matar a Hirai", tal vez me lo merecía. Pero no le dí importancia y continué con el beso.
...
Sentía como mi corazón daba pequeños saltos de felicidad. Lo había logrado, finalmente, estábamos juntas.
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Gentee, dos o tres capítulos más y esta hermosa historia finaliza. Muchas gracias por todo el apoyo que ha recibido, nunca pensé llegar a tanto 😭💗.
Bueno, me despido.
Atte. twicesimppp
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