5: Dudas sin Respuestas.
Me despierto a tiempo para dar una caminata matutina. Me pongo una remera manga corta color blanca, unas calzas negras y unas zapatillas deportivas Adidas, junto con unos auriculares Sony.
Bajo lentamente las escaleras, agarro una botella de agua y mis llaves. Abro la puerta principal y voy caminando por unas esquinas hasta llegar a una plaza. Es grande y amplia. Hay gente mayor hablando y niños jugando en las hamacas y toboganes. Cuando me encuentra en una de las esquinas, marco el cronómetro y empiezo a correr. Mis pies se relajan y troto a ritmo. El sol proyecta directamente en mis ojos. Miro hacia otro lado para que no venga en mi fijamente, tratando de relajar mi mente y estar tranquila.
Al volver a casa luego de correr dos horas como una loca, me dirijo hacia mi habitación y abro mi ropero, abro uno de los cajones mientras me saco la remera sudada y al abrirlo me encuentro con una camisa morada a rayas. Me la coloco y saco una falda rosa con flecos blancos bajo las calzas empapadas de sudor y cambio mis zapatillas por unas botas de cuero negro con tacones en punta. Me suelto un poco el cabello y lo recojo en una liga negra, junto con un par de trabas que colocan mis mechones sobre mi rostro. Me veo en el espejo y no estoy conforme con respecto a mi estética. Voy al baño y abro la repisa que está sobre el lava manos. Agarro mi boutique, lo abro y me paso el delineador de ojos por encima de mis ojos mientras sostengo en mi mano desocupada el desodorante Rexona. Dejo el delineador y saco el frasco con rubor. Agarro una brocha, paso el rubor por mi cara y salgo del baño mientras cierro mi boutique. Al pasar por mi habitación, agarro mi mochila y mi celular. Bajo por las escaleras, me preparo un sándwich y abro la puerta. Al pasar las avenidas y calles, me quedo pensando en la extraña sombra de ayer ¿Qué sucedió? ¿Habrá sido una alucinación mía? ¿Un mal sueño o una rara visión que me jugó mi cerebro?. Llego a la entrada y me recojo el cabello. Veo que Jayce está charlando con Dove de forma seria. Desde lejos, se nota su mirada confundida mientras mueve la cabeza. Sigo adelante centrada en el cuello redoblado de mi camisa bordada. Lleva un par de alas azules en la espalda, y un bordado rojo la parte baja de la camisa con forma de llamas, con una tela oscura grisácea. Miro las agujetas de mis zapatillas. Están desatadas, así que por seguridad me pongo de rodillas y me las ato. Al volver la vista hacia adelante, observo que Jayce y Dove se van lentamente y entran a la escuela. Me incorporo y sigo adelante, hasta que vuelvo a fijar mi mirada hacia adelante. Avanzo hasta la esquina y me detengo al estar el semáforo en rojo. Muevo las muñecas y alcanzo mis manos a mis labios para morderme las uñas, aunque se podría decir que solo las "acaricio". El semáforo se pone en verde y cruzo. Mis calzas bajo la falda están sudorosas debido a la caminata. Mis piernas me están matando. No entiendo porque si antes de caminar estire y flexione mis brazos y piernas. Al pasar en la senda peatonal me ato el cabello con una liga roja. Volteo la vista hacia atrás ya que detecto que alguien me está observando. Al mirar que nadie me sigue, sigo caminando hacia adelante. Inclino mi cabeza y me choco con alguien que no logro mirar ya que estoy muy distraída sintiendo mis piernas adoloridas. Avanzo unos pasos cerca de la puerta enrejada, pero siento que alguien me agarra del brazo.
-Oye, ¿acaso piensas que no te perdería de vista? Creo que no ves a la gente que hay enfrente tuyo- su voz es áspera y un poco grave. Veo mi brazo y lo miro fijamente. Era Field, viéndome detalladamente y se podría decir que está mostrando una "sonrisa" burlona.
-Se supone que no debería saber bastantes cosas que no entendería- le digo con molestia.
-Si... pero eso no significa que no podamos hablarnos- dice tranquilamente, como si estuviera relajado.
-Dios, me confundes demasiado. Si no quieres que esté cerca tuyo, ¿por qué insistes tanto en que seamos amigos?
-Lo que pasa es que me gustaría que nos conozcamos más y que socialicemos, así podremos estar bien y armonía. Además, nunca dije que seamos amigos- lo dice de forma amable. Nunca había conocido este lado suyo.
Forcejeo y me suelto de su agarre, avanzo un poco más hasta llegar a la puerta. Sigo de largo hasta toparme con Jayce, recojiéndose un mechón de pelo y se lo coloca por detrás de la oreja derecha. Está bastante guapo y le queda muy bien la coleta de caballo. Me acerco a él y nos saludamos.
-Hey. ¿Cómo estás?- dice con un tono agradable, mientras me lanza una sonrisa que emite seguridad.
-¿Qué tanto hablaban tú y Dove? Parecía que estaba desconcertada- le digo con angustia en mi tono de voz.
-Nada importante. Cosas que vamos a resolver entre nosotros dos. No te preocupes, se arreglará el conflicto- me dice con una mueca de tristeza.
-Eres malo ocultando cosas- le digo de mala manera y voy hacia mi casillero, dándole la espalda.
Ya estoy cansada de que todos me guarden secretos. Espero que ya termine toda este rollo de "será mejor que no te metas". No entiendo que le sucede a todos. Paso por el corredor y abro el casillero. Por suerte estoy sola, así nadie me molesta. Todos deben darme respuestas a mis dudas. Hoy no fue que digamos una mañana muy linda: me duelen las piernas, Field y Jayce me guardan secretos y mi cabeza va a explotar si no consigo sacar información sobre estos tíos tan dramáticos e incógnitos. Pero por el momento, fijaré mi mente en el estudio y no en los problemas de los demás y mis preguntas a responder. El año ya está por terminar, así como las pruebas finales, y Las Fiestas ya comienzan. Creo que debo dar todo mi potencial en la escuela y lo demás después. Solo me queda una cosa por hacer: esperar a que todo esta locura termine, así yo podré descansar por un tiempo. Fijo mi mirada en la ventana del corredor y, antes de dirigirme a mi clase de Química, observo el sol, abrazador en todo su esplendor, mostrando y advirtiendo que hoy nos mantendrá en constante calor. Tal vez si o tal vez no. El tiempo lo dirá, y solo el tiempo me mantendrá al tanto de mis emociones, que se confunden cada vez que siempre escuchan a mi corazón, palpitante y cálido cómo el sol de esta mañana.
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Wow!!! Las emociones de Giselle son incontrolables. Que les pareció? Digan lo que quieran y cuando quieran. Si les gustó pinchen en la estrellita kawaii. Saludos y abrazos, su buen escritor.
PD: Decidí que como no hice un especial de Navidad, haré un especial de Año Nuevo (en donde también explicará un poco sobre como pasó Giselle la Noche Buena junto a su familia). Si puedo, empezaré a escribirlo mañana. Bueno... eso fue todo. Los quiere, un escritor novato ^-^.
-Kimu.
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