3: Reencuentro inesperado.
Hoy estoy demasiado molesta como para ir a la escuela. Lo único que quiero hacer es hablar con Dove, Liah y Angie para tranquilizarme y distraerme. Por suerte pude dormir.
Cuando estoy en la esquina, lo vuelvo a ver a "el", observándome con cautela y con una postura erguida, llevando la mochila azul que tiene a la espalda, que le combina con su remera manga corta celeste, sus pantalones sueltos color azul marino y sus borcegos negros. Se viste tan perfecto que podría ser modelo, de no ser por su comportamiento arisco.
Cuando trato de pasar, no se que ocurre, pero en un instante en que miro hacia abajo, desaparece. No lo veo entrar y no queda rastro de él ¿Cómo fue tan rápido para avanzar hasta la entrada? No lo entiendo. Seguro está hablando con unos amigos, pero ni se lo ve.
Apenas veo las barandillas de la entrada, Dove me está señalando que vaya con ellas. Cruzo la peatonal y paso por la puerta enrejada que protege el patio de entrada. Trato de articular una sonrisa para que no noten mi confusión.
-Hola chicas ¿Cómo están?- digo mientras les saludo en la mejilla.
-En mi caso, muerta de sueño- dice Angie en voz baja, como si estuviera afónica.
-Ya te hemos dicho que dejaras de textear hasta horas de la madrugada y que deberías tomar siestas más seguido- le reprime Liah mientras acomoda la cabeza de Angie en su hombro.
-Pienso que haces bien en que descanse un poco usándote como almohada, pero esta locura debe terminar- le dice Dove a Liah, mientras observa con tristeza a Angie, descansando profundamente.
-¿Pero con quién habla para que sea más importante que descansar?- digo tratando de seguir la conversación.
-Con su novio- responde Dove, observando el cielo mientras se ata su cabello negro azabache-. Están juntos desde la primaria. Eran inseparables en esos años. Pero una semana después del viaje de egresados, quedó angustiada ya que se enteró que él se iría a otra escuela en New York. Por unos meses, se sintió deprimida. Hasta que luego de un año y medio, al llamarla a su casa, le pidió que anote su número telefónico y celular. Desde entonces, ambos han estado en contacto durante muchos años hasta el día de hoy. Y cuando se enteró de que estaban planeando de que él pudiera ir al baile de graduación, comenzó lo peor: baja de calificaciones, tareas sin completar y más. Liah y yo la hemos ayudado con sus evaluaciones y a completar sus tareas durante todos estos años, pero creo que no es forma de resolver las cosas.
Hay un silencio en la mesa. La incomodidad es demasiada y todas estamos tristes por Angie, nuestra enamorada amiga que resulta bastante ilusa ante la idea de que podría reprobar el año.
-Será mejor que guarde su almuerzo y que lo coma después- sugiere Liah. Dove la ayuda y empieza a despertar a Angie, que le cuesta difícilmente levantarse mientras se frota los ojos.
Como noto que no necesitan mi ayuda, agarro mi mochila, las saludo sigilosamente y me retiro.
Voy por el corredor y me dirijo al baño, así me refresco un poco. Al pasar me vuelvo a encontrar con "el". Está viendo su casillero y guarda su mochila. Cuando paso a su lado, siento una ráfaga de aire frío. Es extraño, ya que antes de llegar a pasar por su lado, paso un viento caluroso. Me agarra por la cintura y me pone contra el casillero, acorralándome con su cuerpo estando cerca de mí. Agarra mi mochila y la deja caer al suelo al lado de su pie izquierdo.
-¿Querías hablar? Aquí estoy- dice con tono burlista.
-¿No habías dicho que no deberíamos estar cerca?
-Ser sociable no es estar cerca.
-Dios, juro que en serio me molestó tu actitud- digo en tono exaltante y alterado.
-Bien. En serio, discúlpame por mi actitud. Es que hay cosas que no entiendes...
-¿Cómo qué?
-Olvídalo. ¿Cuál es tu nombre?- me pregunta con curiosidad.
-Giselle... Soulight. ¿Y tú?
-Field. Field Lone.
-Un gusto, aunque eso implique que no podamos hablar.
-Ok. Solo pienso que estarías más segura si no estuvieras tan cerca de mí. Hay cosas peores que no podrías imaginar, y eso no pasará si estás a mi lado.
-A que te ref...- no puedo terminar la oración, ya que apenas cierro los ojos tratando de pensar en no fijar mi mirada con la suya, se esfuma en un instante. Es demasiado rápido. No entiendo cómo lo hace.
En el momento exacto en el que levanto mi mochila, escucho una voz familiar de una persona que hace mucho tiempo no veo.
-¡Giselle! Oh dios mío, ¿qué haces aquí?- reconozco ese familiar rostro. Tiene los mismos ojos color café como su hermana.
-Jayce, hace mucho tiempo que no te veo- le lanzo una sonrisa de oreja a oreja y lo veo de lejos.
Tiene la misma cara de cuando era chico. Es mi compañero. Mi amigo del alma. Mi mejor consuelo en tiempos de tristeza.
Nos quedamos mirando, pero no puedo reaccionar. Todas estas emociones de hoy me han dejado desconcertada; y al volver a ver a mi viejo amigo me ha tomado de sorpresa. Este encuentro inesperado a sido intenso. Lo único que hago es observar la luz del sol que refleja por las ventanillas de las aulas, lo que señala que, al menos por la mañana de hoy, el tiempo será impactante, como lo están mis emociones y mi corazón.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
OK, ESTO ES DEMASIADO PARA TI GISELLE. DATE-UN-RESPIRO!!!
Bueno esto es todo. Si les gusto pinchen la estrellita kawaii. Saludos y abrazos <3.
-Kimu.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro