Termina la clase y mi cabeza lucha por despertarse. Paso por el corredor y me topo con miles de estudiantes, como una manada de corderos perdidos, pensando a dónde ir. Al llegar a mi casillero guardo los libros que por el momento no necesito y me dirijo a la cafetería, en donde Dove me espera junto con dos chicas, sonrientes por alguna razón. ¿Será por que me veo mal? ¿Será por que están nerviosas? ¿Por qué estoy preocupada por como me miran los demás?.
Relajo la cabeza y mi mente al sentarme en la mesa cuando una de las chicas dice:

-Hola ¿Eres nueva?.

-Chicas, ella es...- contesta Dove.

-Giselle Soulight- la otra chica interrumpe a Dove. Tiene el cabello rubio con mechones blancos.

-¿Como lo sabías?- pregunto con extrañez y asombro, pero la voz de Dove me interrumpe.

-Liah, ya deja de interrumpir mis presentaciones- dice Dove bruscamente a la chica (que se llama... Liah?)-. Ya sabemos que eres la presidenta del comité de bienvenida y que estás al tanto de todos los nuevos alumnos que vienen, así que no interrumpas por favor. Sabes que me agradas  y que soy tu amiga, pero hay veces que tengo ganas de matarte- lanza una risita alegre y se estira las mangas-. Cambiando de tema ¿Cómo les fue hoy?.

-A mi bien. Y a ti Angie ¿cómo te fue hoy?- dice Liah dirigiéndose a su compañera de banco. Tiene los ojos color ámbar, no como los color café que tiene Liah. Responde diciendo:

-Ñej... Lo mismo de siempre: los chicos peleándose, el profesor gritando; nada fuera de lo normal.- dice con los ojos cansados y con ojeras.

Comemos despacio y mirando a los demás alumnos. Están sentados parloteando y haciéndose bromas, típica actitud de los chicos.
Termino de comer y me despido con un beso en la mejilla de todas y vuelvo a dirigirme a mi casillero. Las cosas están abultadas y desordenadas, algo que está en contra de la regla de orden de mi mamá: "Donde hay orden hay paz". Si viera como está desordenado mi casillero... uffff, le agarraría un infarto.
De repente, me siento observada. No hay nadie a mi alrededor, pero mi sexto sentido me alerta que alguien me está siguiendo. Miro a ambos lados y al saber que no hay nadie a la vista, sigo por el corredor hasta llegar a la esquina, donde se encuentra mi clase de Química.
Pero en el momento que estoy por doblar la esquina aparece el chico extraño de la clase de Arte Técnico. Pasa a mi lado, pero lo agarro del brazo y digo:

-¿Cuál es tu problema?

No responde. Me molesta que trate de esquivarme como si yo fuera un obstáculo. Frunce el ceño y responde:

-Escucha, te pido por favor que no te acerques a mi. Es un riesgo que no merece la pena- avanza hacia mí y me pone contra la pared.

-¿Por qué no quieres que me acerque a ti?- me cruzo y de brazos-. Mira, se que apenas te ví te incomodé, así que merezco una justificación.

-Lo único que debes saber es no puedes estar cerca de mí.

-¿Por qué no? No hay una prohibición que nos impida estar juntos- le digo en tono burlón y sarcástico.

-¿Lo quieres hablar después? Ambos tenemos cosas que hacer-  su tono demuestra que está enfadado mientras se le marcan sus pálidos pómulos. Se retira lentamente y se coloca la capucha de su sudadera negra, que tiene una mano de calavera en su espalda, junto con unos jeans rotos color negro y zapatillas deportivas color turquesa. Nada que ver con mi ropa: remera gris, chaqueta morada, una falda blanca con unas calzas color rosa y un par de botas con hevillas color negro. No es su estilo, pero pienso que no está mal.

Me dirijo al aula tratando de no pensar en "el". Saludo a mi profesor y me siento en mi banco de clase, usando un microscopio y viendo las instrucciones encima del pizarrón, quedando sola haciendo el trabajo en clase. Es mejor así, tratando de no pensar en la discusión. Tal vez sea lo mejor para mí. Tal vez deba esperar a que termine el día y debamos discutirlo mañana. Será mejor que no lo presione, pero si sigue comportándose así, tendré que volver a insistir. Lo único que quiero es despejar mi mente y mirar hacía afuera. La lluvia empieza, y los truenos comienzan a sonar; un aviso de que hoy las cosas han ido como yo esperaba: con una inquietud y molestia conmigo misma.

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Pinche cabrón, eres un cabeza hueca y testarudo. Bueno eso es todo por hoy, si les gusto pinchen la estrellita kawaii. Saludos y abrazos, su humilde servidor.

-Kimu.