Único
Un pequeño cachorro entraba con una gran sonrisa a su casa.
–¡Papi, ya llegue!–Decía un pequeño Paulo de tan solo seis añitos, yendo directamente a la cocina.
–Mi vida, te extrañe.–Con muchos besos en las mejillas y abrazos cariños, Emiliano recibió a su cachorro.–Mucho, mucho.
–Papi.–Decía con risitas alegres.–Pa, me haces cosquillas.
Dibu con un sonoro y último beso en la frente, dejó ir al pequeño.
–Papi, traje a un amigo ¡Es mi mejor amigo! Y es muy fanático de vos.
Emi hasta ahora se percataba del segundo niño en su cocina. Era un niño muy tierno, con los ojitos grandes y una naricita de botón.
–Hola cariño, ¿Vos sos Pedri verdad? Paulo nos habla mucho de vos. Y también me comentó que sos mi fan número uno. ¿Es cierto?–Decía con un sonrisa amable.
–H-Hola... Señor Dibu, lo siento estoy muy nervioso, siempre soñé con conocerlo.–El pequeño trataba de sonar lo más normal posible, y eso solo le causó más ternura a Emiliano, era un pequeño tan educado.
El pequeño obervo al omega mayor por un tiempo, mientras Dibu les preparaba una pequeña merienda.
–Paulo, tu papá es un omega muuuy alto y grande, no es por ofender ni nada, pero... ¿Tú por qué estás tan chiquito?
Paulo lo volteó a ver con las mejillas manchas de chocolate.
–Es que todos me dicen que me parezco a mi otro papa.–Decía con risitas por las caras raras que hacía su papi...
–¡Oh! ¿Y donde esta tu otro papá? También quiero conocer a mi otro futuro suegrito.
–¿Suegrito?–Decía Lio, bajando por las escaleras y no muy contento con lo que acaba de escuchar...
–Amor, mira el es Pedri el mejor amigo de Paulo y vino a conocerme.–Decía Emiliano tratando de ocultar su risa, al percibir el aroma de celos de su Alfa.
–Hum, y Pedri ¿Cuántos años tenes?
–Tengo seis señor Lio.
–¿Tus padres saben que estas acá?
–Síp.
–Vos...–
–Lio ¿Por qué no venis a ayudarme acá y que los niños vayan a jugar afuera?–Decía el omega con un cucharon en la mano... uh.
–Sí, claro... Eh niños vayan a jugar.
Los dos pequeños solo se rieron, y salieron disparados de la cocina.
–Lionel, no sabía que ahora aparte de ser un futbolista también sos un detective ¿Por qué interrogaste al pequeño como si fuera un criminal?
–¡Ese mocoso se quiere llevar a mi cachorro! ¿No lo ves? ¡Me llamo suegrito! Emiiiii.–Decía quejándose como un niño.
–Ay, por favor Lionel son solo niños, nadie va a quitarte a tu bebé, vos siempre vas a ser su padre ¿Entendes cielo?.
–Uju, pero...–
–Pero nada, vení ayúdame, voy a preparar una tarta de manzana para los niños.
Con un bufido de resignación, Lio se colocó al lado de su omega.–Bien... Pero no quiero a hece niño como yerno.
–Sí, sí.
20 años después
–Emi... Aun estamos a tiempo, tomemos a nuestro cachorro y vamos a México.–Decía Lionel, entrando estrepitosamente al salón.
–Lionel Andres Messi.–Uy estaba en problemas, si usaban su nombre completo.–No quiero ver malas caras, ni escuchar gruñidos, y tampoco quiero que vuelvas a intentar llevarte a Paulo.
–Pero Emii, ese Alfa..-
–Ese Alfa ama a nuestro cachorro, Pedri daría su vida por Paulo... ¿Por qué te molesta tanto? Creí que ya lo apreciabas.
Con un suspiro de resignación, Lionel observó a su omega.
–Claro que lo aprecio... Lo quiero mucho, es como uno más de nuestros cachorros, pero no quiero que mi Paulo salga lastimado por nadie, y antes de que digas algo, sé que Pedri no lo lastimaria, pero soy un papá y ese miedo nadie me lo quita...
–¿Te has puesto a pensar que Pedri tiene el mismo miedo que vos?–Decía Emi con una mirada de absoluto cariño hacia su Alfa, entendía a Lio, él también siente miedo por su cachorro, pero sabe que Pedri cuidara bien de él.
–Bien... Canceló el vuelo a México.
Paulo se aferraba fuertemente al brazo de su padre.
–Papá me tiemblan las piernas, no me dejes caer.–Decía en susurros.
–Eso nunca... Sabes tengo un par de boletos a Me.-
–¡Pa!
–Era broma, sé que Pedro es el indicado para vos... Te soporto por veinte años ya no va a huir.
–Que lindo pa, gracias.–Gon un poco de fuerza le da un pellizco en las costillas.
–¡Ay! Mieeeer- coles.
–Le diré a papá que dijiste una grosería en la iglesia.
–Vos haces eso, y yo le digo que estas en cinta y no le has dicho...
–¿Papá lo sabías?–Pregunta sorprendido, ni siquiera su Alfa sabía del cachorro.
–¿Vos por qué crees que estuve comprando tantos juguetes, y estuve obligando a tu Alfa a pasar tiempo con los hijos de Gavi?
–Papi... Te amo.
–Yo también cachorro, ahora camina o si no tu papá va a pesar que si te lleve a México.
Pedri estaba sudando de los nervios, hoy era el día más feliz de su vida. Finalmente podrá empezar una vida con el omega que ama.
Cuando lo ve entrar del brazo de su suegrito, agradece en susurros a quien sea, por haberle enviado a ese Omega...
Ambos llegan al altar y Lio procede a entregar la mano a de su hijo al Alfa más joven.
–Te estoy entregando una parte de mi, más vale que lo cuides, Pedro, se donde vives.–Dice lo último con una sonrisa.
–No te preocupes suegrito, lo cuidare con mi vida.
Ambos novios se sonrien y dan la vuelta par ver al Padre.
–Queridos hermanos, estamos aquí reunidos para unir a Alfa y Omega en sagrado matrimonio, los votos por favor.
–Yo Pedro, te quiero a ti Paulo como mi esposo y Omega y me entrego a ti, y con la ayuda de Dios, prometo serte fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza. Quiero amarte, respetarte y permanecer a tu lado todos los días de mi vida.–Dice Pedri, con los ojos clavados en los de Paulo.
–Yo Paulo, te quiero a ti Pedro como mi esposo y Alfa y me entrego a ti, y con la ayuda de Dios, prometo serte fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza. Quiero amarte, respetarte y permanecer a tu lado todos los días de mi vida.
Ambos se sonrieron con lágrimas en los ojos...
–Pedro, ¿Recibe usted a este hombre para ser su esposo, y su omega, para vivir juntos en sagrado matrimonio, para amarlo, honrarlo, consolarlo y cuidarlo, en salud y en enfermedad, guardándole fidelidad, durante el tiempo que duren sus vidas?
–Sí quiero.-Dice con una lágrima traicionera deslizándose.
–Paulo, ¿Recibe usted a este hombre para ser
su esposo, y Alfa, para vivir juntos en sagrado matrimonio, para amarlo, honrarlo, consolarlo y cuidarlo, en salud y en enfermedad, guardándole fidelidad, durante el tiempo que duren sus vidas?
–Sí quiero.
–Reciten las palabras.
–Yo Pedro González, te recibo a ti Paulo Messi para ser mi omega y esposo, para tenerte y protegerte de hoy en adelante, para bien y para mal, en la riqueza y en la pobreza, en salud y en enfermedad, para amarte y cuidarte hasta que la muerte nos
separe.
–Yo Paulo Messi, te recibo a ti Pedro González para ser mi Alfa y esposo, para tenerte y protegerte de hoy en adelante, para bien y para mal, en la riqueza y en la pobreza, en salud y en enfermedad, para amarte y cuidarte hasta que la muerte nos
separe.
Ambos hacen el intercambio de alianzas matrimoniales, los anillos.
El Padre le pide al Alfa que ponga la alianza en el dedo del omega.
–Yo te coloco esta alianza como señal y promesa de nuestro amor constante y
fidelidad duradera.–Dice Pedri, colocando el anillo en el dedo de Paulo.
El Padre le pide a la pareja que se tomen de las manos y dice.–En virtud de la autoridad
que me conceden las leyes de Barcelona, España, los declaro Alfa y Omega.
–Puede besar al novio.
Casi lanzándose, Pedri beso a su ahora esposo y en el fondo se puedo escuchar un.
–"No te lo comas" seguido de un golpe y.
–"Lionel cállate"
Fin
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