Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

✧; ¦ O33

—Estoy más que satisfecha —dijo la azabache sobando su pancita.

—Será porque, no sé... ¿Te comiste casi cuatro hamburguesas? —habló Jennie con sarcasmo en cada palabra.

—No bromeo cuando digo que muero de hambre —se encogió de hombros—. Y además, no almorcé por culpa de ustedes y sus problemas sobrevaloradas.

—¡Hey! —le reprochó la castaña.

—Ya Nini, déjala tranquila —intervino Lisa, tomando la pequeña y cálida mano de su chica.

—Ustedes parecen perro y gato —bromeó esta vez Rosé, soltando una risita nasal.

—Mejor llamaré al encargado para pedirle la cuenta —se rindió la Kim menor.

—Creo que Jennie se ha vuelto un tanto gruñona.

La mencionada tratando de ignorarla, cumplió su palabra y rápidamente un joven de dulce sonrisa fue hacia su mesa.

—Disculpe, queremos saber la cuenta en total.

El joven asintió, y dándole una última mirada a Lisa, fue a la caja para solicitar el ticket y el total del monto monetario que tenían que pagar.

—No me cae —murmuró.

—¿No te cae quién?

—A ti no te cae casi nadie —otra vez el comentario de Jisoo.

—¡Yah~! —resopló—. Es solo ese estúpido, no me da buena espina.

—¡Jennie! —le reprochó la pelinegra—. No puedes llamar a alguien así.

—Se los dije~ —canturreó la mayor de todas.

—Uh, disculpen, aquí está la cuenta.

Rosé tomó el ticket y luego sacó su billetera para pagar lo que estaba impreso.

—Yo invito hoy.

—Hey, no. Todas podemos pagar —habló la castaña.

—Claro que sí, no es necesario que tú pagues todo —agregó Lisa.

—Por mí no hay ningún problema que se ofrezca —concluyó Jisoo, haciendo que Jennie virara los ojos.

Mientras las dos chicas se ponían de acuerdo en quién pagaría, nadie pudo darse cuenta de la incesante y brillante mirada que el joven tenía hacia Lisa. Y bueno, la tailandesa no era consciente de ello por haber estado limpiando sus anteojos con concentración y la naricita media fruncida. Una imagen tan tierna que podía derretir cualquier corazón.

—Está bien, está bien. Solo hoy. ¿De acuerdo? —dijo Jennie.

—No te preocupes —sonrió levemente, extendiendo los billetes hacia el mesero.

Jennie frunció rápidamente el entrecejo debido a que aquel chico no recibía el dinero por seguir viendo de más a su chica.

—Disculpa —dijo firme, rodeando con su brazo la cintura de Lisa y con la otra mano chasqueando los dedos para captar la atención del chico—. Mi amiga te está dando el dinero.

La pelinegra se sintió un poco descolocada por el agarre repentino de Kim, dejó sus lentes en la mesa y decidió observar lo que pasaba a su alrededor.

—¿Uh? —murmuró medio perdido para luego sacudir la cabeza.

—Toma, está completo y en efectivo —dijo Rosé amablemente.

—Lo lamento y, muchas gracias por su preferencia —dio una venia.

La que más disfrutó la escena fue Jisoo y es que tenía cierto gusto por ver a la castaña enojarse. Nunca perdería la oportunidad de verla de esa manera, era una diversión sana para ella.

—Gracias también —hablo suavemente Lisa, ganándose una amplia sonrisa por parte del joven.

—Ha sido un verdadero placer —le respondió únicamente a ella—. Mi nombre es Sehun.

¿Quién rayos se lo había preguntado?, maldijo Jennie internamente.

—Un gusto, Sehun-ssi —y como siempre, la amabilidad de la pelinegra era antes que todo.

—¿C-Cuál es tu nombre? —se atrevió a preguntar, con las mejillas levemente sonrosadas y las orejas levemente rojas.

—No tiene porqué interesarte —intervino Jennie, creyendo que aquel chico se estaba sobrepasando los límites.

—Nini —le reclamó la tailandesa, haciendo un pequeño puchero. La mencionada inhaló y exhaló el aire con lentitud, por décima vez. No tenía porqué armar algún escándalo frentea todos.

—Mira... —se dirigió a Sehun, ignorando los reclamos de Lisa—, creo que tu trabajo aquí es solamente atender y ser cordial con la clientela, escribir y entregar pedidos. ¿En alguna parte de tu contrato decía que tenías que coquetear con la pareja de alguien más? —inevitablemente alzó la voz ante la última pregunta, su mirada era neutra y segura.

—No estaba haciendo nada malo —le defendió Lisa, incapaz de creer la actitud enojada de la castaña.

—¡Eso es mentira! —ahora habló Jisoo— No le hagas caso, Sehun, ellas no son nada oficial, así que lo que esta loca diga no tiene validez.

—¡Kim Jisoo! —bramó Jennie con la mirada puesta en ella.

Rosé solo resopló, sintiéndose la única chica normal del grupo.

—Lo lamento hermano, pero estas dos están en algo y es de preferencia que no haya malentendidos —comentó suavemente.

—Oh, comprendo. Está bien —volvió a hacer otra venia—. No se preocupe y muchas gracias porvenir.

Sehun se fue rápidamente de aquella mesa. Tan solo quería conocer a esa preciosa pelinegra de piel pálida y adorables anteojos.

—Menuda suerte que se carga la castaña —murmuró para sí mismo, sintiéndose perdedor.

Jisoo sonrió ampliamente, mientras que Lisa tenía los brazos cruzados por la situación incómoda que había pasado.

—No vuelvo a pisar este local nunca más —avisó con seriedad.

—¿Qué se ha creído ese?

—Eres tan problemática, sin duda eso está en tus venas —comentó la azabache con cierta diversión que nadie iba a quitarle esa noche.

—Fuiste injusta. Sehun no había hecho nada malo. ¿Por qué fuiste tan grosera?

—Eso mi querida Lisa, eran celos —habló Rosé—. Es de nacimiento, una de sus principales características desde que tengo memoria.

La pelinegra abrió desmesuradamente sus ojitos redondos.

—¿Eso es cierto?

Jennie chasqueó la lengua. Le era totalmente difícil aceptar algo que por supuesto no era. No claro que no.

—Ah, Lis...

—Kya~ ¡Jennie se sonrojó! —chilló Jisoo con ánimo—. Lis, verdaderamente la has cambiado.

—Quién te viera eh —comentó la rubia de la misma manera.

Estaba más que feliz por ellas.

—Oh, créeme que ya casi toda la universidad lo sabe. Jennie se vuelve tan tonta cada vez que está cerca de Lisa.

La pelinegra sonrió tímidoa ante el comentario. Y es que, ¿acaso aquello era cierto? Ni siquiera podía entender en qué manera podía causarle esas sensaciones a Jennie.

La castaña pasó su lengua por el interior de su mejilla y con un poco de pena abrazó a Lisa, escondiendo su rostro en la curvatura de su cuello. Ah, esa hermosa chica que tenía entre sus brazos la manejaba de una manera increíble aún si esta no lo supiera. Jennie estaba totalmente rendida a ella y tampoco es como si no gustara de aquello.

Simplemente era inexplicable. Y se manifestaba de una manera hermosa.

Lisa había venido para cambiar su mundo, para romper sus reglas, para conquistarla con una sonrisa y para instalarse en lo profundo de su corazón.

Ahí, donde un nuevo y desconocido sentimiento surgió. Uno que si lo vivía libremente y tomando la suave mano de Lisa, ya nada más podía importar.

Ya nada que no sea el bienestar y la felicidad de ambas podía importarle a Kim.

Porque sabía que había cometido muchos errores en el pasado, mas Lisa le había enseñado que tenía que cambiar por voluntad propia. Y así se lo planteó, se esforzaba para ser una mejor persona, una mejor hija y una mejor estudiante... Pero sobre todo una buena chica capaz de demostrar que podía merecer a alguien tan noble, inteligente, preciosa y sincera como sólo podía serlo Lisa.

Su Lisa.

¿Es de esa manera cómo funciona el amor?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro