✧; ¦ O12
El profesor de Lenguaje se había retirado del aula minutos antes de que la campana sonara, por lo que Lisa aún con una duda permanente en su cabeza, decidió hablarle a Jisoo sobre cierto tema o mejor dicho, sobre cierta persona...
—Soo, quiero preguntarte sobre, uhm, algo —dijo con la mirada fija en la azabache.
—Sí, claro. Dime —le incitó a seguir mientras remarcaba con el lápiz un pequeño dibujo que había hecho en clase.
—Tú conoces a Jennie hace mucho tiempo. ¿Verdad?
—Uhm, digamos que no es mucho tiempo, pero te puedo asegurar que fue lo suficiente para conocerla totalmente —dejó el lápiz en la carpeta y miró a Lisa—. Suelo ser muy observadora y analizo cada cosa posible de los demás sin que puedan notarlo.
—Entonces, tú... ¿Podrías decirme cómo es exactamente Jennie?
Jisoo frunció levemente el ceño ante lo escuchado. Y antes de preguntarle la razón por la que cuestionó aquello, una tercera voz hizo acto de presencia entre ambas.
—¿Y tú por qué preguntas algo sobre Jennie unnie? —la mayor rodó los ojos al percatar quien era.
—Hyesun. ¿Algún día podrás dejar de ser tan entrometida? —le reprochó con seriedad en su mirada.
—¿Acaso tengo prohibido hablar sobre ella? —preguntó Lisa a la defensiva, ignorando las ganas que tenía Jisoo para sacar a la castaña de su conversación.
—Tú no puedes hablar de Jennie unnie porque simplemente no le llegas ni a la punta de los talones —Lisa sonrió con burla, empezaba a creer que esa chica era muy infantil y algo tonta. ¿Qué clase de fundamento era ese?—. Aún no comprendo porqué es que pudo traerte en su motocicleta. ¡Nunca la había visto traer a alguien más! —chilló con claramente celos y mucha envidia.
—No es tu problema si me trajo o no y, para que sepas, fue ella quien se ofreció a hacerlo —contestó harta de la actitud de Hyesun.
—Entonces de seguro está jugando contigo o tratando de cumplir una apuesta —sonrió burlesca—. ¡Debí imaginarlo! Jennie Kim nunca se fijaría en alguien como tú. Sólo se divierte con los sentimientos de los demás, no le importa nada más.
Lisa no esperaba escuchar aquello y entonces al comprender cada palabra, quiso arremeter. Sin embargo, algo hizo clic en su cabeza...
—¿Eso es verdad? —su confundida mirada fue a detenerse en Jisoo, quien claramente decidió callar.
—Claro que sí —volvió a hablar Hyesun cruzándose de brazos—. No conoces ni la mitad de lo que Jennie unnie es en realidad. Si no me crees puedes preguntarle a cualquier otra persona de esta universidad, te aseguro que te dirán absolutamente lo mismo.
La campana resonó y todos empezaron a tomar sus mochilas para dirigirse a su siguiente clase. Lisa se despidió brevemente de Jisoo porque no compartirían salón hasta las otras dos próximas horas.
—Hey, tú —la pelinegra se detuvo y notó que Hyesun se acercó a ella—. Mi único consejo es que si quieres abstenerte de cualquier problema o decepción, lo mejor es que te alejes de Jennie. Ella no es la indicada para ti y hazme el favor de permitir que personas como yo, que son capaces de soportar cualquier cosa por su completa atención, seamos quienes estén a su lado —sonrió brevemente para luego salir del salón con lentitud.
Todas esas palabras fueron recepcionadas en la cabeza de Lisa, por lo que algo confundida por la declaración, decidió caminar apresuradamente hacia su respectiva aula. Estaba tan sumida en sus pensamientos que no tuvo momento de reaccionar correctamente cuando chocó contra alguien. Alzó rápidamente su mirada y se topó con los ojos de Rosé.
—Hey Lisa, hola —sonrió ampliamente mientras cerraba el pequeño libro que tenía en sus manos.
—Uh, hola Rosie.
—¿Vamos al aula? —propuso—. Hoy nos toca clase juntas.
La pelinegra terminó por asentir y juntas se dirigieron al dichoso lugar. Rosé hacía algunas preguntas de por medio con total amabilidad, por lo que Lisa trataba de contestar aunque sea mínimamente, ya que su cabeza estaba divagando en lo que anteriormente Hyesun le había dicho. Cuando justamente tomaron asiento juntas, el profesor Wang entró al salón con la enérgica actitud que lo caracterizaba. Lisa intentó concentrarse en el nuevo tema de la clase por lo menos hasta que terminara. Ya después podría consultar o indagar más sobre Jennie y sus intenciones.
—Bueno jóvenes, eso ha sido todo por esta vez —avisó el profesor mientras tomaba entre sus manos los folders con la información que había pedido como tarea la clase anterior.
«Si no me crees puedes preguntarle a cualquier otra persona de esta universidad, te aseguro que te dirán absolutamente lo mismo.»
—Rosé —le tocó el brazo un par de veces hasta que la mencionada la observó para prestarle total atención—. ¿Te acuerdas aquella vez que me contaste algo sobre Jennie?
—Sí, claro.
—Bueno. ¿Cómo es que afirmas o dices saber de ella?
Rosé esbozó una pequeña sonrisa que Lisa no pudo entender.
—Fue mi mejor amiga —vio el rostro asombrado de la pelinegra por lo que decidió seguir hablando—: Mi familia y la suya son muy unidas desde hace mucho tiempo, desde antes de que naciéramos. Siempre fuimos muy apegadas y el cariño entre nosotras podía notarse a kilómetros de distancia.
—¿Por qué se separaron? Uh, es decir, yo no suelo verlas juntas ahora. Disculpa si soy muy entrometida —confesó apenada.
—No te preocupes —le sonrió de forma tranquilizadora—. La razón de esto fue que Jennie comenzó a cambiar. Su noble y tranquila actitud dio paso a una más atrevida y rebelde. Comenzó ajuntarse con tipos un par de grados mayor a nosotras y tomó en cuenta nuevos hábitos. La llegada de la adolescencia, las fiestas por doquier. Su parte favorita era... Romper los corazones ilusionados de cuanta persona quisiera.
Lisa parpadeó incrédula un par de veces y no bastó tantos segundos para que confirmara que todo cabía a la perfección. Jennie Kim era una chica más de aquellas que se divertían con los sentimientos ajenos. ¿Cómo podía ser amiga de alguien como ella?
—Eso no me gustó para nada, por lo que traté de hacerle ver que el rechazo a alguien era muy cruel. Y como lo deduje, no me hizo caso. Por lo que chocamos en cuanto nuestra distintas maneras de pensar y terminé por alejarme de ella. Obviamente nuestras familias no lo saben, y es por ellos que coincidimos en casi los mismos eventos sociales y hasta estudiamos en la misma universidad —encogió sus hombros restándole importancia—. Te digo todo esto porque a Jennie no le interesa nada de lo que los demás digan sobre ella. Y puedes estar segura de que todo lo que te digo es solo la verdad. Ni siquiera ha tenido un novio formal o siquiera oficial, simplemente las relaciones amorosas no van con ella.
La pelinegra no dijo nada, todo lo narrado por Rosé había sido más que suficiente. No podía creer que había establecido una amistad con una chica
como Jennie. La rubia observó cada gesto de Lisa y supo que contarle todo lo referido a la castaña, había sido lo correcto. Ella misma vio el momento exacto en el que Jennie llegaba junto a Lisa en su motocicleta.
Tal vez se le había escapado un pedazo de información...
Y es que, desde que Jennie Kim tuvo en su control aquella lujosa y especial motocicleta, jamás en todo ese tiempo había llevado a alguien más con ella.
Rosé decidió omitir aquello, estaba segura que Jennie sólo quería jugar con la tailandesa. Y ella no podía permitir que alguien tan preciosa, inteligente y adorable como Lisa cayera en los típicos encantos de su ex mejor amiga para que la hiriera. Por supuesto que no iba a permitirlo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro