"Querido Reaper, creo que yo ya no sé parar esto y no encuentro otra manera.

De 34 pastillas, ya voy por las 17 y quiero seguir consciente al escribir ésta carta.

Te amo demasiado ¿Lo sabías?

Sé que no quieres hacerme daño y que te has ido para evitar eso, sé que te alejaste de mí por eso y te lo agradezco, pero no era necesario.

Realmente no lo era.

Hubiera preferido que me hicieras daño a que me hubieras dejado, ahora vivo en una mentira que a ratos es agradable, los otros se convierten en recuerdos vagos de lo nuestro y duele.

Me duele mucho amar-..."

Cuando llegó la ambulancia, las pocas pastillas que quedaban estaban tiradas y él estaba inconsciente en el suelo.

No encontraban su pulso, solo cajas y cajas de pastillas de las que había mezclado para encontrar su final.