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Capitulo 16.

—¿Cómo supiste que eras un impuro?

Jeonghan se encoje en hombros ante la pregunta. Minghao intenta hacer que Jihoon no los escuche, porque él indagar un poco más en el tema y apuesta a que sacara provecho de eso. Quiere saber si lo que dijo Jun debería preocuparle o no. Siempre es bien recibido en el departamento de Jeonghan, ahora se siente cómodo ahí, se permite perder el tiempo con él ignorando sus responsabilidades que ha estado evadiendo por su reciente incomodidad. No ha regresado con el sucio desde hace una semana, no quiere verlo, siente pena y sigue molesto por haber caído ante él, tal vez si se lo contara a Jeonghan él lo entendería y le daría la razon, pero no puede hacerlo, ya bastante se arriesga con preguntarle cómo se enteró de que era un impuro.

—Ya lo sabia desde antes de...— Jeonghan señala su pequeño estomago abultado, Minghao admite que le causa cierta ternura. —Kwannie. Woozi me lo dijo; Eres un Binario

Una pequeña chispa aparece ante los ojos de Minghao, pero asi como se enciende se apaga de inmediato, incluso más rápido que un parpadeo. Bebe el Té que le ha preparado Jeonghan y lo considera relajante, aquella bebida hizo que se olvidara poco a poco del dolor, cuando apenas y podía moverse y trataba de no hacer movimiento brusco, aún recuerda a su energética hermana saltando de un lado al otro rogándole que juegue con ella.

Lo que ha ocurrido en esa semana ha sido relativamente tranquilo; su madre ahora tiene empleo por lo que su padre se queda solo en casa, su pequeña hermana se encariñó con el profesor Wonwoo y detesta a Mingyu. Su pequeño hogar logra mantenerse en pie gracias a él; eso no ha cambiado. Minghao sigue cuidando del hogar y de sus padres con el dinero que Jun le ha dado a lo largo de todo ese tiempo, también hace pequeños encargos por la ciudad que no requieren ir a aquel desierto de cadáveres, cuando no sale se dedica a limpiar para que su madre no tenga que hacerlo, y cuando ella llega proceden a cocinar, también acude a la escuela por su pequeña. Y todo eso a lo largo de la semana donde soportaba la incomodidad y cierto dolor. Regresar a una vida con limitada normalidad le ha hecho bien.

Perdió su castidad y acepta que fue con un Sucio, pero mientras nadie se entere todo estará bien, sus padres no tienen porque preguntar y a nadie le importa esa información, solo le concierne a él y al sucio que sigue escondido de los militares. Las hormigas negras no se han ido del lugar.

—Creo que ya puedo sentir sus latidos.— Murmura Jeonghan tomando la mano de Minghao quien trata de negarse a tocar, no quiere lastimarlo. —Siente.— Se concentra porque ya no tiene de otra. Reconoce el tenue latido del bebé. —Woozi lo sintió esta mañana.

Le sonríe a Jeonghan.

Recuerda la primera vez que se acercó a su madre para sentir a su pequeña hermana, en ese entonces le seguía sonriendo a cualquier bebé que viera, a pesar de ser escasos daban un poco más de vida al lugar. La risa de su madre en ese entonces fue como una melodía que le alegró por una semana, todos los días quería tocar el abultado estomago de su madre y sentir los golpecitos, decirle a la bebé que todo estaría bien y prometerle que la protegería. Ahora solo hay una sonrisa en su rostro, está seguro de que "Woozi" hará un buen trabajo protegiendo a Kwannie.

—Si lo tocas por demasiado tiempo muere.— Dice Jihoon con la voz adormilada.

Y Minghao separa sus manos de inmediato incrédulo. Jeonghan se ríe y Jihoon se burla de su inocencia. Quisiera que su hermana también sintiera al bebé, porque ella se ha encariñado con Jeonghan e incluso con el monstruo sin corazón que es Jihoon.

—¿no es tierno?— Pregunta Jeonghan despues de un rato y Minghao busca la razón. —Woozi. — Y señala a Jihoon dormido sobre el sillón. —Siempre se queda dormido, no se que hace en las noches.

Y de nuevo hay una chispa ante los ojos de Minghao.

—Quizas solo le guste dormir.

—A mi me gusta dormir, a él no, parece que realmente lo necesita. Cuando no duerme en el dia es porque ha pasado la noche aquí, definitivamente hace algo.

Hace un movimiento y la punzada es instantánea. Aunque crea que el dolor ya no esta ahí las punzadas persisten negándose a ceder, y sigue sangrando, muy a su pesar sigue desperdiciando sangre. Observa al adormilado Jihoon y se debate en su mente que es lo que debería hacer, no quiere confiar en él pero teniendo en cuenta que es el único o lo más cercano a un doctor en la ciudad no tiene de otra. Es por esa razón que no ha dejado de asistir al departamento del mayor; se arma de valor con cada visita, como quien debe de saltar de un lugar alto. Observa a Jeonghan dándose pequeños pinchazos con sus dedos en el estómago, no tan fuerte como para lastimarse pero si como para empujar un poco la piel. Quizás busca más reacción del bebé.

Mira directo a sus manos y piensa en la sangre, aquello siempre es malo en una ciudad tan sucia como la suya, donde cualquier herida puede infectarse y causar la muerte. No sabe porque es, o finge no tener idea de ello porque desea no indagar en las razones, solo quiere que se detenga y seguir con su vida olvidándolo. Tal vez Jun lo lastimó, o es algo secundario porque no es un impuro. Una bombilla imaginaria brilla en su cabeza; no es un impuro cuando fue tratado como uno, eso debió se haber sido. Respira hondo ante su descubrimiento, aun sabiendo la razón debe saber cómo detenerlo, es por eso que termina por decidir. Solo tiene que ser cuidadoso y no hablar más de lo debido, si lo hace bien Jihoon no debería entrometerse más de lo debido.


Horas despues consigue una consulta gratis con el inhumano aspirante a doctor Lee Jihoon, solo un chequeo similar a una rutina con su pequeña hermana teniendo como excusa que no quiere enfermarse en aquella temporada. Su pequeña hace que la consulta sea amena, esta tan emocionada de sentir al pequeño Kwannie que no le importa el incómodo procedimiento que realiza Jihoon, ella solo repite una y otra vez que quiere ver a Jeonghan. Contrario a lo que Minghao cree de Jihoon aquel enano sonríe y le repite que está por terminar para que pueda verlo, su mirada severa se suaviza con ella y a Minghao le recuerda los cariñosos cuidados de su madre cada vez que regresaba lastimado a casa. Por muy desgraciado que sea Lee admite que tiene un buen corazón.

Cuando llega su turno su pequeña hermana sale disparada de la habitación en busca de Jeonghan, causa unas tenues risas que despues se apagan y el doctor da paso al chequeo con naturalidad. Minghao sabe que debe hablar, pero sus labios están sellados y aunque sus manos tiemblen no hay alguna otra señal que le advierte a Jihoon, si quiere saber qué es lo que ocurre debe hablar. Suspira e incluso su suspiro es tembloroso, inseguro causa de su nerviosismo, está dejando pasar la oportunidad lentamente mientras observa como las manecillas del reloj avanzan con un alarmante sonido. No puede dejarlo asi.

—No hay nada nuevo que decirte.— Le dice Jihoon cuando ha terminado y Minghao se abofetea mentalmente. —Te mejoras cada vez más de tus heridas anteriores, incluso tu ojo se encuentra bien. Si no hay nada más...

—Quizas...— Le interrumpe con todo el miedo que siente en sus entrañas, porque su valor se ha ido, ha dejado de estar acumulado solo para desvanecerse. —...haya algo.

Jihoon lo mira expectante. Minghao sabe que no puede evadirlo, tiene que dejar atrás la vergüenza, porque si es una herida podría ser peligrosa al estar abierta.

Cuando las preguntas lo bombardean responde lo más limitado posible, algo que le de la respuesta pero intentando no revelar más de lo debido, causando irritación de Jihoon. Y cuando el enano malévolo por fin comprende lo que ha sucedido no se tienta el corazón para hablar sin descaro, Minghao se apena de todo lo que tiene que decir, de aquella barrera entre su intimidad y el doctor que debe romper para saber qué demonios ocurre. Ambos se miran y sabe que Jihoon ya tiene la respuesta despues de varias preguntas un tanto desconcertantes, el silencio inunda la habitación y se puede escuchar muy a lo lejos como su pequeña hermana grita porque ha sentido el corazoncito de Kwannie.

—Y...— Por fin habla Minghao despues de un eterno silencio bajo la acusatoria mirada de Lee. —¿Qué ocurre?

—Has tenido sexo con un idiota.— Y concuerda con ello. —Te lastimó, es todo. No estabas listo y siendo tu primera vez... tú también eres un idiota. — Minghao asiente. —¿fue con un militar?— Niega teniendo en cuenta de que quizás miente sin saberlo, porque no sabe que es Jun. Hubiera sido mejor mentir y decir que si, fue con un militar para sacarse de dudas. —¿estabas de acuerdo con eso?

Eleva el rostro y reconoce un cierto gesto de preocupación en él, algo que hace su interior vibrar, realmente Jihoon, el enano desgraciado, parece importarle alguien más que no sea Jeonghan o si mismo.

—Lo estaba.

Jihoon suspira y asiente buscando entre sus cosas algo que ya conocían ambos; Minghao piensa que es innecesario porque él no es un impuro, no es como Jeonghan, él no necesita una prueba. Esta a punto de negarse, de decir que no lo necesita, pero sus labios se han vuelto a congelar y su cuerpo no reacciona, siente esa pequeña espina que le grita dejarse hacer y salir de dudas. Sin que Jihoon se lo pida eleva la mano para que su dedo sea pinchado por el curioso aparato, quizás no debería hacerlo, su padre podría enterarse, pero ¿Quién le diría? Jihoon no lo haría, quizás ni siquiera le importe lo que le ocurra. Siente el agudo dolor en su dedo y despues la sangre brota, apenas es necesaria una gota para que el aparato comience a funcionar.

Su corazón se acelera mientras que no aparta la mirada de aquella cosa, y antes de que dicte el resultado se levanta de un salto ignorando el dolor y corre a ocultarse a donde puede, lleva sus manos a su cabeza intentando ocultar su rostro y no escuchar nada, Jihoon lo observa.

—Tranquilo, es negativo. — Y respira. Suelta un par de lágrimas aliviado de que asi sea. —Tu cuerpo es demasiado frágil como para tener poder soportar un bebé. Espero uses preservativos.

—Lo hice.— afirma recordando aquella vez.

—¿de dónde lo sacaste?

—Jeonghan me lo dio.

—¿confiaste en un preservativo que te dio una persona que tendrá un bebé?

No fue la mejor idea, pero no ocurre nada malo si no esta... todo se encuentra bien. Respira y camina de regreso a la camilla observando el aparato que le ha dado el negativo, alegra que haya funcionado a la primera, perder más sangre no sería una opción viable para su estado. Confía en la prueba para impuros porque le ha dado una respuesta inmediata, no le importa que sea vieja, siempre y cuando la respuesta sea dada estará bien. Se pregunta que es lo que Jeonghan habrá hecho con la que le consiguió meses atrás.

¿Debería decirle a Jun? Seria inútil que él lo supiera, le dejaría en claro que no es un impuro como tanto lo cree. Cae en cuenta de que ahora le puede preguntar a Jihoon si es o no una persona impura, aprovechándose de la amabilidad efímera del enano doctor esta confiado en que ahora puede estar seguro que no tiene de que preocuparse. Lo observa por un par de segundos acomodar sus cosas y piensa en como pedírselo.

—¿Cómo sabes quién es un impuro y quién no?— Le pregunta. —¿Cómo lo supiste de Jeonghan?

—Trucos. — Se limita a responder. —En esta ciudad no se consigue hacer nada bien, los avances médicos no existen, asi que es difícil poder saberlo. Solo hay trucos. — Jihoon clava sus ojos en los de Minghao y vuelve a haber una leve pausa. —Cuando tu cuerpo se encuentre recuperado por completo puedo intentar saber contigo.

Hay una última pregunta que ronda en Minghao, quizás pueda ser intima, no puede saberlo, solo quiere preguntarlo por curiosidad y no es necesaria una respuesta. Deja que los minutos pacen para que Jihoon pueda escribir un par de cosas sobre un papel y se lo entregue, es lo que deberá hacer durante al menos cuatro días. Le agradece y cuando esta a punto de salir toma el suficiente valor.

—¿eres un impuro?

Y contrario a lo que pensaba Jihoon sonríe, exhala una sutil risa y cierra los ojos por un segundo.

—Se podría considerar que ya no lo soy.

Minghao piensa en lo extraña que es esa respuesta, no se puede dejar o comenzar de ser impuro, deberia ser un simple –si- o –no- Pero aquello es un extraño; si pero no que acaba por colapsar sus pensamientos y su duda.

Cuando salen de la pequeña habitación puede observar a su hermana aun tocando el abultado estomago de Jeonghan. Sonríe y opta por pasar unos cuantos días con ella y no con el sucio, él no lo necesita tanto despues de todo. 

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