Capítulo 9: "Una mágica noche"
Un atractivo joven de cabello alborotado junto a una bella jovencita pelinegra entraron dentro del salón donde se llevaba acabo la fiesta de promoción de esta. Ambos jóvenes llamaban la atención de todos los jovencitos presentes por su belleza que no pasaba desapercibida haciendo que los jovencitos presentes en la fiesta girasen a verlos.
Allá hay una mesa libre, dijo Milk señalando la mesa con su mano libre.
¡Vamos allá¡ dijo Gokú tomándole una de las manos de la pelinegra para dirigirse junto a ella a la mesa.
Restaurante:
Una sexy jovencita peli azul miraba su reloj una y otra vez mientras pensaba: Que le pasa ese hombre que no llega, quedamos hace media hora encontrarnos aquí.
La mirada de la linda peli azul se dirigió hacia la entrada principal del lujoso restaurante, por donde un atractivo joven cabello de flama entraba y miraba a todos lados.
La peli azul al verlo levanto las manos para que este notase el lugar donde se encontraba y se acercara a el.
Minutos después:
¡Hola linda¡ disculpa que te haya echo esperar, pero al maestro se le ocurrió hacer una reunión a la salida, decía Vegueta.
Ya no importa lo importante es que estás aquí, dijo Bulma.
Si, ¿dime linda qué eso tan importante que quieres preguntarme?, que no pudiste preguntármelo por teléfono, dijo Vegueta preocupado.
Es una curiosidad que tengo, dijo Bulma.
¿Una curiosidad?, dijo Vegueta mirando intrigado a su novia.
Si, dijo la peli azul asintiendo con la cabeza.
Mientras tanto:
En el lugar donde se lleva a cabo la fiesta de promoción la bella pelinegra y su atractivo maestro se encontraban sentados mirando a los demás jovencitos bailar mientras tomaban un coctel de frutas que un mesero les había alcanzado.
Esta delicioso y sobre todo muy suave, dijo Gokú mientras bebía su copa.
Si, dijo Milk sonriendo dulcemente bebiendo también su copa.
¿No quieres bailar?, dijo Gokú mirando en medio de la oscuridad del local a la bella pelinegra mientras dejaba su copa en la mesa.
¿Bailar?, dijo Milk sonrojada de solo imaginarse en brazos de su atractivo maestro y dando gracias a que la oscuridad del local evitara que su joven maestro no pueda percibir su sonrojo.
Si, muñequita, dijo Gokú.
¿Muñequita?, dijo Milk sonrojándose más.
¿Te molesta que te diga así?, dijo Gokú mirándola a los ojos a pesar de la oscuridad del salón.
Es que no comprendo porque me dice así, creo que no es correcto, dijo Milk en voz baja.
No tiene nada de malo, todos en el gimnasio dicen que pareces una muñeca y yo creo que eso es cierto, pero si te molesta no lo vuelvo a decir, dijo Gokú.
No, no me molesta, dijo Milk sonrojándose más.
¿Entonces bailamos?, dijo Gokú.
Está bien, dijo Milk dejando su copa en la mesa.
Gokú tomo la mano de la pelinegra y la llevo al centro de la pista y empezaron a bailar en medio de la multitud de jovencitos que al verlos llegar los miraban algunos sorprendidos por el atractivo de ambos y otros sintiendo envidia por no estar en el lugar de alguno de ellos.
Restaurante:
¿Mai?, decía intrigado Vegueta.
Si se te hace conocido ese nombre, dijo Bulma.
Si así se llamaba una amiga de la escuela, ¿por qué?, dijo Vegueta.
¿Ella era amiga de Gokú también?, dijo Bulma intrigada.
Si pero no solo de él, sino de todos los chicos del gimnasio ya que estudiamos en la misma escuela, claro, Gokú en una aula distinta por ser menor que todos, pero ¿por qué?, ¿a qué viene tú pregunta linda?, dijo Vegueta.
Bulma recordó que Milk no quería que nadie supiera de sus sentimientos hacia su joven maestro entonces respondió: Es que ayer que fui acompañando a Milk al gimnasio y cuando me disponía a retirarme me encontré con una pelinegra que pedía informes sobre Gokú y que decía llamarse Mai, ella se autoproclamo la novia de él y a mi eso me sorprendió pues tú alguna vez me dijiste que él no tiene novia, dijo Bulma.
¿Mai dijo eso?, dijo Vegueta sorprendido.
Sí, ¿no te la encontraste tú ayer a ella?, a la salida del gimnasio, dijo Bulma.
No, dijo Vegueta.
¿Entonces no es su novia?, dijo Bulma sonriendo.
Que yo sepa no, dijo Vegueta sin comprender, mientras pensaba: porque Mai diría algo así, lo malo es que no puedo decir que Gokú está enamorado de otra pues él aún no quiere que nadie más lo sepa, ya que quiere conquistar de a poco el corazón de Milk.
¿Entonces tampoco estás seguro?, puede que si sea su novia, dijo con melancolía la peli azul.
No lo sé linda, ¿pero a ti eso porque te afecta?, dijo Vegueta intrigado.
Afectarme, no cariño, solo me sorprende, es todo, dijo Bulma sonriendo.
Mientras tanto:
Milk y Gokú bailaban un ritmo lento abrazados. La pelinegra había colocado su cabeza en el hombro del atractivo joven de cabello alborotado mientras este la rodeaba con uno de sus brazos de su cintura y la apegaba a él.
¿Ya estás cansada?, dijo Gokú cerca al oído de la pelinegra.
Un poco, dijo Milk.
¿Quieres sentarte un momento?, dijo Gokú.
Sí, dijo Milk.
Gokú tomo la mano de la pelinegra y juntos fueron a tomar asiento.
Minutos después:
Y ahora que acabaste la preparatoria, ¿que planes personales tienes?, dijo Gokú mirando a los ojos a la pelinegra.
Aún no lo sé, dijo Milk.
Pero, ¿seguirás en el gimnasio?, dijo Gokú con temor a enterarse de algo inesperado.
Si, dijo Milk sonriendo.
Que bueno, por que eres muy buena y debes aún seguir perfeccionando tus técnicas, dijo Gokú.
Eso haré aunque este es el último año que estoy en su grupo, dijo Milk con tristeza.
El hecho de que ya no estés en mi grupo no quiere decir que dejemos de ser amigos, tú puedes buscarme cuando quieras, yo estaré siempre disponible para apoyarte en lo que necesites, dijo Gokú.
¡Gracias¡ dijo Milk.
No agradezcas yo lo hago con gusto, dijo Gokú sonriendo.
Es muy amable, dijo Milk mientras pensaba: Si es cierto estos serán los últimos meses que estaré en su grupo ya no lo veré todos los días, aunque se que está comprometido aunque sea me conformo con ello.
¿Extrañas a tu amigo?, dijo Gokú al ver el rostro de melancolía de la pelinegra.
¡Eh¡ ¿amigo?, dijo Milk.
Si el joven con el que querías venir a la fiesta y que no vino porque tuvo que viajar, dijo Gokú.
No, solo es un amigo, dijo Milk.
¿Entonces no sientes nada por él?, dijo Gokú sonriendo.
¿Por qué me pregunta algo tan personal?, dijo Milk sorprendida.
Solo quiero tener más confianza contigo, como cuando te dije cuando nos conocimos, en mi tienes un amigo en el que puedes confiar y pedir consejos. Si te incomode con mi pregunta por ser muy personal discúlpame esa no era mi intención, dijo Gokú sonriendo.
No es que me incomode solo me sorprendió, es todo, pero le responderé dijo Milk mientras Gokú la miraba en medio del juego de luces que se proyectaba sobre sus cuerpos.
El solo es mi amigo, nada más, dijo Milk.
Gokú y Milk platicaron durante varios minutos más antes de volver nuevamente a la pista de baile.
Ambos jóvenes bailaban música lenta abrazados mientras la pelinegra pensaba: Esta sin duda es una maravillosa noche, nunca podré olvidar este día nunca.
Minutos después:
Gokú miro su reloj y dijo: Creo que es hora de volver.
Si, dijo Milk separándose del abrazo de su maestro.
Milk y Gokú salieron del local. El joven de cabello alborotado abrió la puerta del auto para que la pelinegra subiese, luego el subió al asiento de copiloto y emprendieron camino.
Todas las calles aún lucen iluminadas a pesar de ser ya de madrugada, dijo Milk mirando las tiendas decoradas con luces navideñas.
Es que estamos en mes de navidad y todo este mes siempre abra luz hasta el amanecer, este mes me gusta mucho por ello, dijo Gokú mientras conducía.
Minutos después:
El atractivo joven de cabello alborotado estacionaba su auto frente a la casa de la bella pelinegra.
¡Gracias por esta maravillosa noche¡ dijo Milk sonriendo dulcemente.
No ¡gracias a ti por hacer esta noche maravillosa¡ dijo Gokú acercándose lentamente al rostro de la pelinegra que empezaba a sentir su corazón estallarle ante la cercanía de su atractivo maestro.
Nos vemos mañana, dijo Gokú dándole un dulce beso en la mejilla muy cerca de los labios que estremeció a la pelinegra.
Una vez que Gokú se separo de ella, la pelinegra con el corazón a punto de estallarle bajo del auto y camino hacia su casa con la mirada perdida.
Gokú sonrió al notar lo que su dulce beso en la mejilla provocó en la inocente pelinegra y la veía desde el auto ingresar a su casa mientras pensaba: Solo unas semanas más y sabrás lo mucho que te amo mi muñequita bella.
Dentro de la casa de la pelinegra:
La bella jovencita subía a su habitación mientras llevaba una mano a la mejilla que su atractivo maestro le había besado mientras suspiraba.
La jovencita entro a su habitación, se sentó en el borde de su cama con una amplia sonrisa en el rostro mientras recordaba la noche maravillosa que había pasado junto a su amado maestro de artes marciales.
Nota:
¡Gracias por seguir, votar y comentar esta bella historia de amor GoChi Navideña¡ la cual la escribo con mucho cariño para todos mis seguidores, espero y este capítulo haya sido de su agrado.
PrincesaLirio.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro