Un nuevo día amanecía, una bella jovencita pelinegra se encontraba acostada en su cama cubriéndose el rostro con sus sabanas mientras pensaba: El día llegó hoy en la noche mi bello maestro será mi acompañante en mi baile de promoción.

Los pensamientos de la bella jovencita se vieron interrumpidos por el sonido de su celular que se encontraba sobre su pequeña mesa de noche. La pelinegra saco su mano fuera de sus sabanas y tomo su celular en su mano.

Bulma, dijo la pelinegra al ver el nombre que salía en la pantalla de su celular mientras activaba contestar.

Milk pequeña lista para tu gran noche, dijo la peli azul.

¿Gran noche?, dijo Milk.

Si pequeña tú gran noche, esta noche tienes que conquistarlo Dieciocho y yo iremos a darte algunos tips a tú casa como te ayudamos a arreglarte para esta gran ocasión, dijo Bulma.

Yo no tengo opción con él, dijo Milk con tristeza.

No digas eso niña, tú eres muy bella, lo conquistaras, dijo Bulma.

Es que ustedes aún no lo saben, dijo Milk.

Milk, en la tarde Dieciocho y yo vamos a tú casa allí platicamos, ahora tengo que ir a dejar algo a la empresa de mi padre, dijo la peli azul.

Esta bien las espero, dijo con resignación la pelinegra.

Horas después:

Pasen hijas, pasen, decía el padre de la pelinegra.

¡Gracias señor Ox¡ usted siempre tan amable, dijo Dieciocho.

Si usted es una persona muy amable, dijo Bulma.

¡Gracias hijas¡ tomen asiento, voy ha avisarle a mi hija, dijo el padre de la pelinegra.

Minutos después:

Una bella pelinegra llegaba a la sala donde se encontraban su par de amigas.

Pequeña, dijeron ambas abrazándola.

Chicas, ¡gracias por venir a ayudarme¡ dijo Milk sonriendo.

¡Vamos a tu habitación¡ dijo Dieciocho.

Si vamos, dijo la pelinegra.

Casa de Gokú:

Un atractivo jovencito de cabello alborotado hablaba por celular dentro de su habitación.

¿Y ya te estás alistando galán?, decía una voz a través de la línea telefónica.

En esas estoy, decía Gokú mirando un par de elegantes trajes de vestir que tenía sobre su cama.

¿No me digas que aún no has elegido tu traje para hoy?, decía Krilin.

Pues no, con lo emocionado que estaba se me olvido, dijo Gokú.

Pero ya tienes al menos algún traje para ir a la fiesta de Milk, ¿no?, dijo Krilin.

Si, si tengo un par que nunca los use, pero no se cual usar, dijo Gokú sonriendo.

Hay Gokú, ahora voy a tú casa, le avisare a Vegueta para que también de su opinión, ya sabes que dicen: que dos opiniones valen más que una, dijo Krilin riendo.

¡Gracias Krilin¡ en verdad necesito su ayuda, dijo Gokú sonriendo.

No te preocupes, en unos minutos estamos en tu casa, dijo Krilin.

Los esperare, dijo Gokú.

Casa de Milk:

¿Estás segura pequeña?, decía Dieciocho sorprendida por lo que la pelinegra les había contado.

Sí, dijo Milk sollozando.

Cálmate pequeña, no entiendo yo pensé que el no tenía novia, dijo Bulma abrazando a la pelinegra.

¿Cómo dices que se llama?, dijo Dieciocho intrigada.

Mai, dijo la pelinegra.

¿Mai?, dijo la rubia.

Sí, dijo Milk.

No me acuerdo que Krilin mencione ese nombre, siempre menciono a Marón o Lunch, sus acosadoras oficiales, pero ¿Mai?, dijo Dieciocho.

Es que ella no es su acosadora sino su novia, dijo Milk con tristeza.

Qué raro, Vegui, siempre me dijo que Gokú no tenía novia, dijo Bulma.

Es que hace poco se hicieron novios, dijo Milk.

Bueno Milk, no entristezcas yo no estoy muy convencida de eso, pero sea como sea hoy es un gran día y lo disfrutaras así como disfrutaras de la compañía del bombón, dijo Dieciocho.

Si yo pienso lo mismo, ahora vamos sécate esas lagrimas y ve a vestirte que cuando el bombón te vea con este vestido, se le olvidara la novia, dijo Bulma riendo.

Bulma, ¿qué cosas dices?, dijo Milk.

Solo la verdad, no creo que su noviecita sea más bella que tú, dijo Bulma.

Yo opino igual, dijo Dieciocho.

Casa de Gokú:

¿Con cuál creen que debo ir?, decía Gokú mirando su par de trajes que se encontraban sobre su cama.

Con este, decían Krilin y Vegueta señalando el traje contrario al del otro.

La idea es que me ayuden no que me confundan más, dijo Gokú lamentándose mientras su par de amigos discutían entre ellos.

Minutos después:

El par de amigos al fin se pusieron de acuerdo con el traje que llevaría su amigo de cabello alborotado.

Este Kakaroto, el color es más moderno y es más para usar en la noche, dijo Vegueta.

Y con esta corbata hace el juego perfecto, dijo Krilin entregándole una corbata que hacía efectivamente contraste con el terno color azul que habían elegido sus amigos.

¡Gracias chicos¡ dijo Gokú.

Toma esto Kakaroto, dijo Vegueta colocando unas llaves en la mano de el joven de cabello alborotado.

Son las llaves de tu auto, dijo Gokú.

Si, no pensarás llevar a Milk en tu moto a su fiesta de promoción, dijo Vegueta riendo.

¡Gracias Vegueta¡ pero tú como volverás a tu casa, dijo Gokú preocupado.

Krilin me llevara, eso si mañana me llevas mi auto de regreso a mi casa, dijo Vegueta.

Así será y nuevamente ¡gracias a los dos¡ dijo Gokú sonriendo.

Casa de Milk:

Estás bellísima pequeña, dijo Bulma.

Pareces una princesa egipcia, solo te faltan las cadenitas para adornar tu cabello, dijo Dieciocho mirando el bello vestido color verde nilo que llevaba puesto la pelinegra y que hacia resaltar su bella figura.

Pues las cadenitas están aquí, pero antes ponte esto, dijo Bulma dándole un par de tacones que hacían el juego perfecto con el bello vestido.

Minutos después:

La rubia y la peli azul se encargaban de maquillar a la bella pelinegra para la ocasión.

En realidad no necesitas mucho maquillaje, porque al natural eres bella amiga, dijo Dieciocho, colocándole unas sombras muy naturales en los parparos de la pelinegra.

Pero este perfume si te tienes que poner, es mi secreto para con mi Vegui y ahora lo compartiré contigo, ya verás que con esto lo tendrás a tus pies, dijo Bulma que sostenía un pequeño frasco de perfume en sus manos.

¿Y cómo se llama tú perfume?, dijo Dieciocho intrigada.

"Seducción" dijo Bulma sonriendo, mientras Milk miraba alarmada a su amiga.

No, no es necesario, yo tengo mi propio perfume y a mi me gusta mucho dijo Milk sonriendo dulcemente.

¿Y cómo se llama?, dijo Dieciocho con curiosidad.

"Tú", dijo Milk.

¿Tú?, qué raro nombre, nunca lo he oído, dijo Bulma sonriendo.

Ni yo, ¿ese perfume existe?, dijo la rubia sonriendo.

Claro que existe, es mi fragancia favorita, el natural, dijo la pelinegra haciendo oler a sus amigas de un pequeño frasco de perfume.

Es un perfume muy suave, pero tengo que reconocer que su fragancia es agradable, huele como a......., decía Bulma.

A naturaleza, a flores, dijo Dieciocho.

Así es, dijo Milk sonriendo.

Bueno está bien te colocarás ese, dijo Bulma sonriendo.

Luego de algunos minutos:

Milk y sus amigas miraban su obra de arte terminada frente a un espejo.

Quedaste espectacular, dijo Bulma.

Milk, fuera de bromas, esta noche estoy segura que si el bombón tiene novia se le olvidará, aprovecha esta oportunidad pequeña, dijo la rubia.

Chicas, no digan eso, yo no podría interferir en una relación, este será un bello recuerdo nada más, dijo Milk con tristeza.

Entonces disfruta esta noche, dijo Bulma.

Eso haré, dijo Milk sonriendo.

Las jóvenes se despidieron de la bella jovencita y la dejaron junto a su padre que miraba a su hija y sonreía.

Casa de Gokú:

¡Gracias chicos¡ decía Gokú despidiéndose de sus amigos.

Qué guapo estás hijo, dijo un anciano.

¡Gracias abuelito¡ dijo Gokú.

¿Y a qué hora irás por esa niña?, dijo el anciano.

En unos minutos, dijo Gokú tomando una rosa roja que había dejado sobre su mesa.

Disfruta mucho de esta noche hijo, dijo el anciano al despedirse de su nieto.

Minutos después:

El joven de cabello alborotado estacionaba un lujoso auto de color negro frente a la casa de la bella pelinegra, luego de algunos minutos bajo y fue a tocar la puerta.

Dentro de la casa de Milk:

Toc toc toc

Voy a abrir hija, dijo el gigantesco hombre dirigiéndose a abrir la puerta.

¡Buenas noches señor Ox¡ dijo el atractivo joven de cabello alborotado.

Maestro Son, pase dijo el padre de la pelinegra haciendo entrar al atractivo joven que quedo prendado de la belleza de la pelinegra al verla.

¡Buenas noches maestro¡ dijo Milk sonrojada al que su atractivo maestro la miraba de pies a cabeza.

¡Hola Milk¡ toma, dijo Gokú acercándose a darle un beso en la mejilla mientras le daba la rosa roja que llevaba en la mano.

¡Gracias¡ dijo Milk confundida y sonrojada a la vez.

Es hora de que se vayan, dijo el padre de la pelinegra.

Si, señor Ox, traeré a su hija antes de las 12 pm, dijo Gokú.

Como va con usted que es una persona de confianza puede quedarse un par de horas más, dijo el padre de la pelinegra sorprendiendo a esta con su actitud.

¡Gracias señor Ox¡ dijo Gokú, tomando la mano de una desconcertada pelinegra que no sabia como reaccionar.

¿Nos vamos?, dijo Gokú mientras la pelinegra asentía con la cabeza mientras le entregaba su rosa a su padre para que la coloque en un florero.

Milk y Gokú subieron al auto y partieron al lugar donde se llevaba a cabo la fiesta de promoción de la pelinegra.

Estás muy bella, dijo Gokú mientras conducía haciendo sonrojar a la pelinegra.

¡Gracias maestro¡ dijo Milk.

¿En que quedamos?, dijo Gokú.

¿Quedamos?, dijo Milk.

Cuando estemos fuera del gimnasio me dirás Gokú no maestro, además no se verá bien que me digas así en tu fiesta, ¿no lo crees?, dijo Gokú sonriendo.

Está bien, dijo Milk.

¿Esta bien?, dijo Gokú mirándola fijamente.

Está bien Gokú, dijo Milk sonrojándose.

Ja ja ja, ya te acostumbraras, dijo Gokú mirándola dulcemente.

Minutos después:

Gokú y Milk llegaban al lugar donde se llevaba a cabo la fiesta de promoción de la pelinegra. Gokú estaciono el auto y bajo para abrirle la puerta a la pelinegra.

¡Gracias¡ dijo Milk.

Puedes buscar a tu amigo, dijo Gokú con tristeza.

¿A mi amigo?, dijo Milk.

Si no me dijiste que querías venir con él, dijo Gokú entristecido.

No vino, dijo Milk.

¿No vino?, dijo Gokú sonriendo.

No, tuvo que viajar con su familia, dijo Milk mintiendo.

Entonces seré tu acompañante toda la noche, dijo Gokú sonriendo.

Eso parece, dijo Milk sonriendo.

Entonces entremos, dijo Gokú tomando la mano de la pelinegra que dejándose llevar por sus sentimientos hacia su joven maestro entrelazo sus dedos con los de él.