CHAPTER TWELVE
─WELCOME BACK

La noticia de que otras dos estudiantes habían sido petrificadas corrió rápidamente entre voces luego de que cancelaran el partido de quidditch y todos los estudiantes hubieran sido evacuados a sus respectivas salas comunes, pero lo que los conmocionó a todos fue que en esta ocasión no solo salió afectada una nacida de muggles, sino una sangre pura. A pesar de que muchos atribuyeron como una coincidencia el que Morgan haya sido petrificada al hecho de que estaba acompañando a Hermione, también se encontraban temerosos de que aquello podría significar que no solo los nacidos de muggles estaban en peligro, sino todos.

Pero, mientras gran parte de la escuela sucumbía al caos debido al reciente suceso y la noticia de que el colegio cerraría si la situación no cambiaba, dos niños estaban decididos a encontrar respuestas y una solución a lo que estaba ocurriendo. Desde que Harry y Ron vieron a sus dos mejores amigas petrificadas en dos camas de la enfermería que tuvieron que juntar al no poder separar sus brazos entrelazados, todo se volvió más personal, por lo que mientras todos dormían, el dúo se dirigió a la cabaña de Hagrid para buscar respuestas con el mismo. Lo que los llevó a más problemas y sorpresas.

La charla con Hagrid los había llevado a ingresar al bosque prohibido, y, a pesar de que obtuvieron en parte las respuestas que necesitaban, se vieron envueltos en inminente peligro cuando la acromántula que Hagrid crió en su época de estudiante, dio permiso a sus hijas para que se alimentaran del par de niños; para suerte de estos, el auto de la familia del pelirrojo que ambos usaron para llegar a Hogwarts a inicios del año y por lo que su padre se vio envuelto en problemas los salvó.

Aunque aquello no fue todo. 

Al día siguiente, cuando ambos niños fueron a visitar a sus amigas a la enfermería, estos pudieron observar un pedazo de pergamino sobresalir por entre los dedos de la Granger, aquel pergamino que esta arrancó de un libro de la biblioteca el día anterior en el cual se hallaba la criatura que estaba petrificando por los pasillos del colegio. Con aquello, Ron y Harry obtuvieron la respuesta que tanto necesitaban, lo que resolvió todas las dudas que los cuatro amigos tuvieron a lo largo del año escolar, o al menos, gran parte de ellas, pues al querer dirigirse al baño de chicas del segundo piso para hablar con la primera víctima del basilisco cincuenta años atrás, una nueva noticia los golpeó al encontrar a un grupo de profesores hablando sobre un mensaje que estaba escrito en una de las paredes, y una nueva víctima que había sido llevada a la Cámara de los Secretos por el monstruo:

Ginny Weasley.

Ron, al escuchar el nombre de su hermanita ser pronunciado por la profesora McGonagall y saber que esta era la niña que el monstruo se había llevado quedó bastante afectado, una nueva preocupación comenzó a crecer en él y más tarde en el resto de su familia, los cuales fueron notificados de la noticia. Aquel fue el momento en que Harry y Ron decidieron que no tenían más tiempo que perder, pues la vida de la menor de los pelirrojos peligraba con cada segundo que pasaba. 

Ambos se dirigieron al baño de chicas del segundo piso junto con Lockhart, el cual los acompañaba bajo amenaza de los leones al encontrarlo intentando huir cuando fueron a su oficina a advertirle sobre lo que habían descubierto del monstruo para que no corriera tanto peligro al ingresar a la Cámara de los Secretos para rescatar a la niña Weasley, tarea que le fue encomendada por los otros profesores.

Los tres ingresaron a la Cámara, y, tras Harry verse separado de Ron y Lockhart cuando rocas cayeron del techo al este último lanzar un hechizo con la varita dañada de Ron y por el cual el mismo Lockhart salió afectado, Harry tuvo que seguir el camino solo. Por suerte, al ingresar a lo que identificó era la Cámara de los Secretos pudo encontrar a Ginny, aunque esta no estaba bien, pues con cada minuto que pasaba, la niña más se debilitaba.

Harry no sabía qué hacer para salvar a la hermanita de su mejor amigo, lo único que se le ocurrió fue pedirle ayuda a un chico que apareció frente a él, un chico que se le hizo reconocido de los recuerdos que el diario de Tom Riddle le mostró, un chico el cual era el mismísimo Tom Riddle. Harry había confiado en él, pero se arrepintió de inmediato cuando supo quién era realmente ese chico:

Lord Voldemort.

Lo que prosiguió fue nada más que peligro para Harry, pues bajo el llamado de Tom Riddle, el verdadero heredero de Slytherin, el basilisco salió de su escondite para matar al niño que sobrevivió y que venció a Voldemort años atrás. 

Harry sabía que tenía que sobrevivir para salvar a Ginny, por lo que dio todo de sí mismo para ello. Por suerte, aquello se le hizo menos difícil cuando el peligro de ser asesinado por ver los ojos de la serpiente fue eliminado por Fawkes, el fénix de Dumbledore, el cual dañó los ojos del mostruo para que fueran inservibles y, además, le llevó a Harry una ayuda extra.

Cuando el niño que sobrevivió se vió necesitado de ayuda, una espada apareció del Sombrero Seleccionador que Fawkes le llevó, y con esta pudo darle pelea a la gran serpiente, siendo Harry el vencedor al lograr matarla, aunque siendo herido por uno de los colmillos del basilisco que se enterró en su brazo.

Tom Riddle creyó que había ganado debido al veneno que había ingresado al sistema del menor y el cual, terminaría por matarlo, pero su felicidad se vio opacada cuando Harry utilizó el mismo colmillo para perforar el diario, venciendo finalmente el recuerdo de Voldemort y salvando, además, la vida de Ginny Weasley. 

Con la niña despierta y Harry siendo curado por las lágrimas de Fawkes, ambos se reunieron con Ron y Lockhart, el primero mostrándose completamente alegre de ver a su hermanita sana y a salvo. Y, al finalmente los cuatro volver a estar agrupados, Fawkes los sacó de las tuberías volando. 

El problema había sido resuelto. Habían rescatado a Ginny y acabado con el monstruo de la Cámara de los Secretos. Ahora solo faltaba que todas las víctimas fueras despetrificadas.

Lo primero que percibió Morgan al despertar fue ruido a su alrededor, niños hablando pero sin ser ensordecedor, por lo que supuso no eran tantos, luego alguien sacudiendo su cuerpo y, finalmente, cuando abrió los ojos, tres siluetas frente a ella, dos más grandes que la tercera que claramente pudo identificar al parpadear para aclarar su vista como madame Pomfrey, la profesora Sprout y su mejor amiga, Hermione Granger, siendo la última la que la sacudía y llamaba por una sonrisa que la otra niña no tardó en corresponder con la misma alegría al darse cuenta de lo que ocurría.

Ambas se abrazaron, riendo felices por estar finalmente despiertas al igual que los otros petrificados y de igual manera abrazaron a las dos mujeres en agradecimiento, las cuales rieron con ternura por las acciones de ambas niñas antes de mandarlas al banquete que se llevaba a cabo en aquel momento. 

─No puedo creer que Harry y Ron hayan descubierto lo de la criatura que habitaba la Cámara de los Secretos ─dijo Hermione─. Supongo que me equivoqué al dudar de ellos.

Morgan rio.

─Bueno, al fin y al cabo no debieron tenerla tan difícil, solo era que encontraran la hoja del libro que tenías en tu mano ─se encogió de hombros, aunque un gesto pensativo se formó en su rostro al recordar algo─. Aunque me sorprendió un poco que hayan decidido acabar con el basilisco por sí solos.

─Cierto, pero solo un poco, al fin y al cabo ambos suelen buscar el peligro. Más Harry.

Ambas rieron ante aquel detalle, hasta que unos metros delante suyo vieron una pequeña criatura caminar hacia ellas, criatura que Morgan reconoció y no tardó en soltarse del brazo de su amiga para correr hasta él.

─¡Dobby! ─exclamó la niña rodeando al elfo que la vio crecer y cuidó de ella en un abrazo cuando lo tuvo cerca, abrazo que el mismo correspondió con alivio y felicidad al verla sana y a salvo. No obstante, cuando Morgan se dio cuenta de cierto detalle se separó de él y comenzó a ver a su alrededor, como buscando a una persona en específico.

      »Dobby, ¿qué haces aquí? ¿Y mi padre? ¿Está todo bien? ¿Te hizo algo? ─preguntó la niña, alarmada.

─Dobby se encuentra bien, señorita Morgan. Es más, ¡Dobby se encuentra estupendamente! ─exclamó el elfo con una sonrisa que extrañó a la niña pero que hizo que en la expresión de esta se formara una más pequeña, pues no era muy común ver al elfo sonreír.

─¿Ah, sí? ─preguntó, dando una rápida mirada a su mejor amiga, que se colocaba a su lado─. ¿Me quieres decir qué te tiene tan feliz?

El elfo asintió con energía, y dando un salto dijo:

─¡Dobby finalmente es un elfo libre! Harry Potter liberó a Dobby.

Ante la noticia, tanto Morgan como Hermione no pudieron evitar alegrarse, la primera volviendo a abrazar al elfo por la alegría de la noticia. Dobby les explicó lo que Harry hizo por él, y Morgan le presentó a su mejor amiga, la cual quedó encantada con el elfo y este igualmente al finalmente conocer a una de las amistades de la niña que por tantos años cuidó y a la cual le tenía un enorme cariño. 

Ambos finalmente se despidieron para que las niñas pudieran asistir al banquete, y con un último abrazo, Dobby desapareció, y Morgan y Hermione retomaron su camino al Gran Comedor.

Al asomarse por las puertas pudieron sentir muchar miradas sobre ellas, principalmente de sus compañeros de casa cuando Neville dio aviso a Harry y Ron de su presencia al divisarlas. Estos instantaneamente voltearon a verlas con grandes sonrisas, y las niñas, luego de compartir una mirada, como si se hubieran comunicado a través de esta salieron corriendo al mismo tiempo hacia sus mejores amigos, quienes se levantaron para recibirlas.

Hermione se lanzó a abrazar a Harry, a la vez que Morgan a Ron, y, al momento de intercambiar, mientras Morgan abrazaba a Harry, Hermione y Ron simplemente se dieron la mano, el pelirrojo dirigiéndole palabras de bienvenida a la niña.

─Bienvenida de vuelta, Hermione.

─Me da gusto estar de vuelta.

Morgan, viendo divertida la interacción entre sus dos amigos, carraspeó un poco haciendo notar también su presencia.

─También tú Meissa, bienvenida ─volvió a decir Ron, sonriendo un tanto avergonzado por haberse olvidado, obteniendo un agradecimiento por parte de ella también.

─¡Felicidades! No puedo creer que resolvieron esto ─celebró Hermione.

─Bueno, nos ayudaron mucho ─dijo Harry siendo apoyado por Ron─. Sin ustedes, no hubiéramos podido.

─Gracias ─dijeron ambas.

─Y por cierto, Harry ─añadió Morgan, llamando la atención del azabache─. Dobby me contó lo que hiciste por él. De verdad, gracias ─dijo, con una sonrisa que transmitía completa gratitud a su amigo, quien correspondió el gesto antes de ser interrumpidos por la profesora McGonagall que dio unos toques a su copa para tener la atención de los estudiantes, pues Dumbledore quería decir una palabras.

Ante aquello el cuarteto tomó asiento, aunque Morgan lo hizo un tanto extrañada al creer ver por la esquina de sus ojos a su hermano sonriendo ligeramente hacia su dirección, aunque al voltear a verlo ni siquiera la estaba observando y se encontraba con su semblante serio, por lo que lo atribuyó a su imaginación, regresando así su atención al discurso del director.

Dumbledore felicitó a la profesora Sprout y madame Pomfrey por la administración del jugo de mandrágoras que logró despetrificar a todos los estudiantes que habían sido afectados, siendo seguido de aplausos de gran parte de los estudiantes, para luego dar la noticia de que, debido a los recientes eventos, como regalo a los estudiantes los exámenes serían cancelados, lo que causó alegría en todos, o bueno, casi todos, porque Hermione se estaba lamentando por la noticia, lo que causó una pequeña risa en su mejor amiga, la cual volvía a aplaudir al igual que el resto. Sin embargo, el sonido de los aplausos fue interrumpido cuando una nueva presencia ingresó al Gran Comedor. 

Hagrid había vuelto de Askaban, disculpándose por su atraso debido a que el búho que mandaron se había extraviado para entregar los papeles para que liberaran al semi gigante, búho que tanto Morgan como Harry y Hermione identificaron como el de Ron, el cual se encogía con vergüenza en su asiento mientras sus amigos y el mismo Dumbledore lo veían con mofa.

Hagrid detuvo su andar frente al cuarteto, quienes lo observaron felices con su presencia.

─Y solo quiero decir que si no hubiera sido por ustedes, Harry y Ron... y Hermione y Morgan, claro... yo todavía estaría ya saben dónde... ─hizo un gesto con sus manos, no queriendo especificar el lugar─, así que solamente quiero decirles: ¡Gracias!

Harry, luego de intercambiar una mirada con sus amigos, se levantó de su asiento para dirigirse a Hagrid.

─Hogwarts, sin ti, no es Hogwarts, Hagrid ─acto seguido el niño de anteojos abrazó al semi gigante y aplausos y exclamaciones aturdidoras comenzaron a escucharse, todos poniéndose de pie para felicitar a Hagrid por su regreso, el cual se encontraba cerca de soltar lágrimas por ello.

La celebración continuó con conversaciones amenas y todos los alumnos comenzaron a degustar la deliciosa comida al volver a sentarse, fue apenas en ese momento en que Morgan se dio cuenta de quién tenía en frente. 

Una cabeza pelirroja le sonreía desde el otro lado de la mesa diciendo en silencio lo que Morgan entendió como "bienvenida", a lo que ella correspondió con un "gracias" y una pequeña pero alegre sonrisa para que luego ambos se sumaran a las conversaciones con sus amigos.

La noche terminó con alegría al igual que el año escolar, pero Morgan no se esperaba que los recientes sucesos le traerían un problema aún mayor.

El peligro llegaba más latente a su vida y más cerca de lo que le gustaría, pero con esto, verdades que cambiarían esta completamente le serían reveledas, pero Morgan no sabría si para bien o para mal, solo sabía que tendría que ser fuerte para poder enfrentarse a todo lo que le esperaba al volver con su familia.

Bueno mis chicuelxs, hasta aquí la segunda
parte del acto 1.

Tuve mis razones para petrificar a Morgan y que
no fuera incluída en el rescate de Ginny, primero: debido
al significado detrás de que Morgan fuera petrificada,
pues será ese punto culminante que cambiará todo; y segundo:
realmente no veía necesario escribir todo eso, además de que
era el momento de Ginny y Harry, y no iba a poner a Morgan
como la violinista jajaja.

Pero en fin, díganme qué espectativas tienen para el acto 2.

Hasta ahora todo lo que han leído ha sido algo introductorio,
les puedo asegurar que el acto que viene muchas cosas
cambiarán, así que estén atentos.

Con respecto a George, este no es un fanfic con temática
romántica como principal, por eso no ven mucho de ellos,
pero espero no ser la única a la que le encanta los pequeños
momentos que ambos tienen <3 Además de que
siguen chiquis, los siguientes actos les prometo
que habrá más ;)

¡En fin!
¡Nos leemos para el siguiente acto!

Por favor,
VOTEN Y COMENTEN

xoxo,