Esperaba un vuelo para ir a Alemania. Había cambiado su vestuario a uno más formal, ni él se reconocía cuando se veía tan trajeado y toda su maleta era así principalmente, pero no era porque se le hubiera subido la riqueza a la cabeza, solo quería encajar entre los ricachones. La hora había llegado, pasó todos los controles y subió al avión, en clase turista.

Al llegar buscó la ubicación en su teléfono y fue directo a un hotel cercano a instalarse, todo por las reservas que hizo su padre antes de fallecer.

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Llevaba su mejor traje y complementos, hasta un perfume caro y los talonarios en su bolsillo de la americana. La noche se había hecho presente y con ello las luces de la ciudad se encendían, era un bonito paisaje pero Seúl no tenía nada que envidiar, ni tampoco el barrio donde vivía.

Se quedó sorprendido al ver esa enorme fachada, era tan elegante e iluminada, se notaba que la subasta era en ese lugar desde lejos. Las puertas abiertas de par en par y hombres de todas las edades entrando con sus vestimentas de marca.

Los siguió, no tenía ni idea de hacia donde tenía que ir una vez dentro, pero todos coincidían que iban hacia una recepción. Según las instrucciones, antes de cada subasta debía tomar su identificación porque no cualquiera podía entrar, él tenía "suerte" de ocupar el lugar de su padre y así poder entrar.

ㅡ Dígame su nombre ㅡ Preguntó la mujer detrás de la recepción, iba vestida como todos los demás y muy bien peinada con un recogido.

ㅡ Park, vengo en nombre de mi padre ㅡ

ㅡ ¿Hyukmin? ㅡ Seonghwa asintió. Se sintió desagradable, parecía que su padre era un hombre bastante conocido en esas cosas y eso no le gustaba ㅡ Un segundo ㅡ Se dio la vuelta para buscar la identificación y antes de ofrecérsela, pidió algunos datos más igual que el documento de identidad.

Seonghwa se colgó la tarjeta que lo identificaba en su cuello y la miró. Rió de forma irónica, era algo que siempre llevaba su padre, no podía creer que ahora lo llevara él sobre su cuello.

ㅡ ¿Park? ¿Eres su hijo? ㅡ Un hombre de unos cuarenta años que estaba escuchando, puso la mano sobre el hombro del pelinegro haciendo que se volteara.

ㅡ Bueno, diría que sí ㅡ Dijo Seonghwa, deseando no haber sido su hijo, pero por desgracia, sí lo era.

ㅡ Estaba esperándole por aquí, me habló mucho de tí ㅡ

ㅡ Vaya que bien ㅡ Murmuró ㅡ Él falleció ㅡ

ㅡ Es una pena, conocía de su enfermedad pero no sabía que aguantaría tan poco ㅡ Dijo como si realmente no le importara su muerte ㅡ ¿Y cómo es que estás aquí? Me dijo que a ti no te gustaban estas cosas ㅡ

ㅡ Es cierto, no me gustaban, pero supongo que maduré ㅡ Mintió, tenía que hacer como que quería estar ahí.

El hombre le sonrió de forma ladeada, alegre de su respuesta ㅡ ¿Cuál es tu tipo? ㅡ

Por un momento no sabía de qué le hablaba, pero enseguida lo entendió. Apretó sus puños con rabia pero respiró por unos segundos para calmarse.

ㅡ ¿Mi tipo? Pues... ㅡ Se le hacía tan difícil responder ㅡ Ya sabe, nunca participé en esto antes, me gustaría verlo con mis propios ojos antes de ponerme expectativas ㅡ

ㅡ Entiendo. A mi me gustan cuanto más jóvenes e inocentes mejor, aunque cuando no son sumisos también, porque enseguida puedes hacerles ver quien manda ㅡ

Sentía angustia.

ㅡ Sí, supongo que eso lo hace más divertido ㅡ Se mordía la lengua para controlarse.

ㅡ ¿Sabes? Se filtraron algunas fotos sobre el sujeto de hoy. Es de los más lindos que vi, estoy dispuesto a pagar mucho por él y sé que no seré el único, es realmente una belleza ㅡ

ㅡ Buena suerte señor ㅡ Dijo Seonghwa a modo de finalizar la conversación.

ㅡ Espera, entremos y tomemos unas copas juntos hasta que empiece, supongo que no conoces muy bien el lugar, yo te puedo guiar ㅡ

Suspiró, no quería hacerlo, pero la verdad es que debía integrarse entre los ricachones.

Tomaron unas copas, hasta éstas parecían hechas de un material lujoso. Reía las gracias del contrario con una falsa sonrisa.

ㅡ En cinco minutos comenzará la primera subasta, por favor vayan entrando en la sala número cuatro y tomando asiento ㅡ Sonó por todo el lugar avisando a sus invitados.

Según las instrucciones, solo el comprador de algún lote de entre todas las subastas, podría ir a esa privada y última subasta donde el subastado sería un joven. Realmente eran una tapadera y solo unos pocos sabían lo que pasaba en realidad. .

Por lo que necesitaba adquirir algo antes para poder asistir.

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ㅡ ¿Quién da más? ㅡ

Pequeños carteles con números se levantaban mientras se escuchaban cifras, cantidades de dinero. Seonghwa permanecía callado, escuchando como esos hombres desesperados desechaban su dinero por un objeto cualquiera, tal vez su valor sería grande, pero a él no le interesaba.

ㅡ 1.000 euros ㅡ

ㅡ 2.500 ㅡ

Un hombre se levantó y gritó ㅡ doy 5.000 euros ㅡ

Aunque por si fuera poco, rápidamente el precio subió a 15.000 euros. Muchos hombres fueron abandonando la sala al ver que no querían pagar tanto por el lote. El número de participantes se redujo en un 50%.

Ahora le tocaría a él. Levantó su brazo para hacer visible su número "316".

ㅡ 20.000 ㅡ No se rendiría y conseguiría su lugar en la última subasta. Aunque para su mala suerte, parecía que habían personas que insistían en seguir pujando y eso conllevaría a gastar más dinero.

Finalmente acabó consiguiendo esa reliquia antigua por 27.000€. Ya tenía su puesto asegurado.

ㅡ Adjudicado ㅡ Sonó el martillo.

Se acomodó el traje y la corbata y se acercó al subastador de forma triunfante.

ㅡ Enhorabuena, señor... ㅡ Miró la identificación que colgaba de su cuello ㅡ Park, se lleva una buena adquisición ㅡ

Seonghwa sacó el talonario de su bolsillo, por algo lo había traído. Escribió la cantidad de dinero que debía y arrancó la hoja de él para ofrecérsela.

ㅡ Necesito... Ya sabe, ese papel ㅡ Dijo en voz baja para que solo el subastador le escuchara.

ㅡ Claro ㅡ De forma disimulada, le arrastró un pequeño folio boca abajo hacia él, que tomó rápidamente.

Cuando estaba a punto de salir, el señor de antes le detuvo.

ㅡ Suerte del principiante, solo veía como lo hacías ㅡ Dijo el hombre de avanzada edad, posando su mano sobre el hombro de Seonghwa, algo que empezaba a incomodarle, ya que no quería ser tocado por alguien como él ㅡNo siempre es tan fácil, aunque el lote no sea de mucho valor, los participantes que conocen sobre la "subasta", no se rendirán para poder llegar a comprar al chico ㅡ

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La noche era larga y no tenía nada que hacer. Miró el papel que el subastador le había ofrecido y tenía que esperar a la 1 de la madrugada para que comenzara la subasta.

Miraba su reloj constantemente como si por mirarlo la hora fuera más rápida. Y por si os lo preguntáis, no, no era el típico reloj de muñeca más caro del mercado, aquel que alguien normal solo podría pagar a plazos durante mucho tiempo.

Su reloj era de bolsillo, donde tenía una pequeña foto junto a su madre y hermano menor. Aquel hermano desaparecido, aunque no eran hermanos de sangre, el lo sentía como tal porque llevaban casi toda la vida juntos.

Por fin la aguja marcaba 00:58 y fue directo hacia la sala. Era una diferente, ni siquiera estaba junto a las otras que sus puertas era unas simples con números, ésta era de un color negro, al fondo de un largo pasillo. Habían menos personas, aun así eran demasiadas para él, de sólo pensar que había tanta gente partícipe de este lamentable acto.

La puerta se abrió de par en par automáticamente, y con gran elegancia, esos hombres entraron tranquilos y se sentaron. Hasta los asientos parecían de terciopelo.

Él también se adentró y se sentó, no tan cerca de la plataforma, más bien se sentó unas cuatro filas atrás.

Los hombres hablaban entusiasmados, impacientes por ver cual podría ser su nueva adquisición. Y por fin un hombre, trajeado -como no- salió para ponerse frente el atril con un micrófono para dar inicio a la subasta con alegría.

Salió un joven con los cabellos despeinados y negros sobre su rostro, con sus manos aprisionadas en su espalda, acompañado de dos hombres parcialmente fuertes, que lo dejaron en medio del escenario.

Los participantes se sorprendieron por tal belleza, hasta Seonghwa lo admitía, era realmente bonito e inocente y parecía menor de edad. Vestía con una ropa que ni siquiera era de su talla, una camiseta grande y unos pantalones atados a su cintura de mala manera.

ㅡ Aquí tenemos al joven de hoy, a pesar de su apariencia, ya cuenta con 18 años de edad, su tez es tan pálida como la nieve... ㅡ Explicó el subastador.

ㅡ ¡Doy 50.000 euros!  ㅡ Se levantó un hombre desesperado por tener al joven.

ㅡ Por la experiencia que ya tiene, este crío es sumiso y no se resistirá ¿He escuchado 100.000? ㅡ

Varias personas levantaron su número, compitiendo entre ellas y elevando su precio a cantidades desorbitadas alcanzando los 500.000 euros.

ㅡ Jovencito, di tu nombre para que te conozcan, uno de ellos será tu dueño una temporada ㅡ Le dijo el subastador al chico que estaba entre los dos hombres sujetos.

ㅡ Soy... Kang... Yeosang ㅡ

El precio volvió a subir, no conocía como eran las otras subastas, pero veía que era muy complicado y hacía falta muchísimo dinero.

Soltaron al muchacho para que fuera más visible y los pervertidos pudieran verle bien. Ya iba por 700 mil.

ㅡ Doy 800 mil ㅡ Dijo Seonghwa en voz alta. "Lo siento pequeño, lo siento tanto" pensaba con lástima.

Ahora competía contra unos cuantos hombres más, pero sin saber como lo hizo, acabó ganando la subasta por más de un millón de euros. Hasta ganó contra el "amigo" de su padre.

La alegria se notaba en su rostro, mientras los demás sólo lo miraban envidiosos por llevarse tal ganancia.

ㅡ Enhorabuena, es usted el ganador de este precioso joven. No se preocupe que este no se le va a escapar, es demasiado cobarde ㅡ

Y así era, al chico le temblaban las piernas, le sabía tan mal que se encontrara así.

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Regresaron al hotel en taxi y fueron hacia su habitación. Cuando entraron, se quitó la corbata deseoso de quitarse ese incómodo traje, mientras que el pequeño se quedó parado al lado de la puerta cabizbajo, y seguía temblando. Tenía miedo.

ㅡ ¿Yeosang? ¿Ese era tu nombre? ㅡ El menor asintió pero seguía igual ㅡ Cielo no me tengas miedo, no voy a abusar de tí ㅡ

Fue entonces cuando levantó su rostro para mirarle, confuso.

ㅡ ¿Entonces? ¿Seré su sirviente y haré todas las tareas? ㅡ

ㅡ Claro que no, no harás nada ㅡ

ㅡ No entiendo... ㅡ No sentía ni una pizca de confianza, tristemente habia tenido tantos compradores que ya no sabía que esperar de ellos y que tipo de juegos sexuales les gustaba.

ㅡ Ven y siéntate ㅡ Se acercó cuidadosamente al más bajo y tomó su brazo para llevarlo a la cama ㅡ No tengo ninguna intención de aprovecharme de tí, mi única intención es sacarte de ahí, que seas libre y vivas tu vida ㅡ

ㅡ Pero- ㅡ Dijo Yeosang nervioso ㅡ ¿Paga tanto por mi para dejarme ir? No le entiendo ㅡ

ㅡ Odio esto tanto como tú, el dinero no me importa en absoluto, solo quiero que todo el mundo tenga los mismos derechos, así que mañana nos iremos a Seúl y empezarás una nueva vida, te daré ropa, dinero, todo lo que necesites ㅡ

Los ojos de Yeosang se aguaron y enormes lágrimas caían de sus ojos, así por un rato mientras Seonghwa le consolaba con caricias en su espalda.

Llegó la hora de dormir y el mayor ya se había puesto ropa cómoda y ofrecido a su acompañante algo de su ropa. Se levantó para sentarse en el sillón y cerró los ojos.

ㅡ Disculpe, ¿Cómo va a dormir ahí? Puedo dormir yo ahí, he estado en sitios peores ㅡ

ㅡ No te preocupes, duerme en la cama ㅡ

ㅡ No estoy tranquilo viéndole ahí... ㅡ

ㅡ Yeosang, no me hables tan formalmente ¿Tan mayor me ves? ㅡ

ㅡ No... Lo siento, es joven a diferencia de los que me suelen comprar, aun así parece mayor que yo ㅡ

ㅡ Tengo 23... Así que puedes hablarme como a un amigo ㅡ

ㅡ Esto... No me dijiste como te llamas ㅡ

ㅡ ¿¡Qué!? ¿¡No!? Mierda, que despistado, lo siento, me llamo Seonghwa ㅡ

ㅡ Entonces... Seonghwa ¿Por qué no duermes en la cama?

ㅡ Quiero que tú duermas ahí ㅡ

ㅡ Podemos dormir juntos, la cama es grande ㅡ Soltó despreocupadamente.

Seonghwa se avergonzó y rascó su nuca sin decir nada.

ㅡ De verdad, eres una buena persona, he dormido con gente horrible ㅡ Volvió a hablar Yeosang ante su silencio.

El mayor se levantó entristecido, no quería ni pensar en lo que el pobre había podido vivir durante tantos años. Fue a la cama y se tumbó en el hueco que Yeosang le había hecho. Estaban separados, pero cuando iban a dormir, Yeosang se acercó a él para abrazarle, dejando su cabeza sobre su pecho sollozando. Seonghwa sólo pudo acariciar su cabello.

Juraría por su propia vida que haría todo lo posible para ayudar a más chicos como él y en cuanto se le hiciera posible, terminar con eso.

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Holaa!

Sobre la moneda me gustaría aclarar que usaré la de cada país, así que esta vez fueron Euros, ya que en Alemania es la moneda que se usa.

Este era un primer capítulo también un poco introductorio a la trama, por lo que aún no salió Wooyoung, pero en el siguiente seguramente ya salga.

Y gracias por leer 🥺