El alfa, con su cuerpo imponente y su rostro curtido por el trabajo, se afanaba en limpiar el polvo y los restos de la noche anterior en el oscuro y desgastado bar. Aunque su dueño lo trataba con respeto, siempre había una barrera invisible entre ellos: él era el empleado, y nada más.

La rutina se repetía día tras día: barrer, limpiar, cerrar el local y volver a su pequeña habitación en la parte trasera del edificio. Pero esa noche, todo cambió. Un grupo de guardias reales irrumpió en el bar, seguidos de cerca por el capitán Min Yoongi. Su mirada oscura y penetrante recorrió la sala, y el alfa sintió un escalofrío recorrer su espalda.

—Entrégame tu teléfono —exigió Min Yoongi, extendiendo la mano hacia él.

El alfa titubeó, confundido. ¿Por qué querría el capitán su teléfono? Sin embargo, no se atrevió a desobedecer. Sacó el dispositivo de su bolsillo y se lo entregó con manos temblorosas. Min Yoongi comenzó a revisar cada carpeta, escrutando las fotos, los mensajes y las aplicaciones. Finalmente, encontró "el video".

El alfa observó en silencio mientras el capitán reproducía el archivo. No hizo falta mucho tiempo para que Min lo bloqueara y lo guardara en su bolsillo. Su expresión no reveló nada, pero el alfa sabía que había visto algo que no podía olvidar.

—Valiste mierda, alfa. —Sonrió de lado dejando una bolsa repleta de monedas de oro en la barra.

—¿Qué sucede? —preguntó el dueño del bar, comprador del alfa.

—Te dejo esa bolsa de monedas a cambio de tu alfa y esta otra. —Dejó otra bolsa repleta de monedas—. A cambio de tu silencio.

—S-sí capitán, llévenselo —dijo el dueño del bar.

—¿A dónde me llevan? —cuestionó el alfa.

—No hables, cualquier palabra o sonido que emitas acortará el tiempo que te queda de vida y la verdad no quiero darle explicaciones a mi primo acerca de tu causa de muerte porque te quiere vivito y coleando.

El par de guardias lo esposaron, llevándolo al cuartel general. Min Yoongi en su automóvil privado dirigió el camino.

Al llegar se dirigieron al edificio principal, bajando las escaleras que guiaban al enorme sótano donde las ratas y cucarachas corrían por las esquinas. Estaban a bastantes metros bajo tierra para que ningún alma del exterior pudiera escucharlos.

Recorrieron los pasillos hasta llegar a la habitación, pero antes de cruzar la puerta del interior salió el príncipe Jeon Jungkook. Portaba un impecable traje color blanco, Min Yoongi le entregó el teléfono, con ese ya estaban los cinco completos.

—Es el último y creo que el más importante —dijo.

—¿Por qué el prisionero no está inclinándose ante mi? —preguntó Jungkook—. ¿No sabes que soy el príncipe?

—Lo siento, alteza.

—Arrodíllate y besa mis pies. —Jungkook utilizó su voz de mando, no causaba ningún efecto al alfa pero si le dio bastante miedo así que se arrodilló y besó los pies del príncipe—. ¿Qué se siente estar de rodillas, alfa?

—Ah...

—Quiero que lo sienten junto a los otros cuatro —ordenó Jungkook al par de guardias y estos se llevaron a empujones al alfa cruzando la puerta, dejando al príncipe y al capitán en el pasillo.

—¿Los vas a matar? Miré los videos y tu omega fue muy humillado.

—No he visto ningún video, preferí verlos justo ahora para sentir la vibra de la venganza más fuerte.

—Vas a querer destrozarlos...

—Cállate, voy a verlo.

Jungkook reprodujo el video del teléfono que Yoongi le entregó, miró cada minuto, cada momento de humillación hacia su omega, escuchó cada palabra, cada sollozo.

Y cuando terminó de verlo oscureció la mirada.

—Son los cinco, están completos —dijo finalmente—. ¿Quieres ver lo que voy a hacer?

—No. Mejor te espero afuera.

—Jimin es importante para mí, Yoongi. Espero que con esto quede claro.

—Por supuesto, aquel día me ganó el instinto. Soy un alfa y sus feromonas estaban por todas partes, no volverá a pasar. Tú más que nadie sabe lo fiel que te soy.

—Bien, si prometes mantenerte alejado de él permitiré que vuelvas a entrar al castillo.

—¿Ya me vas a levantar el castigo?

—Eres mi primo, si no lo fueras estarías muerto desde el mes pasado. Cuando tocaste la mano de Jimin.

—Tranquilo. —Yoongi se rascó la nariz—. Estaré alejado de tu omega.

—Perfecto.

Jungkook sonrió una última vez antes de ingresar a la habitación. Las paredes eran de metal gris, frente a él estaban los cinco alfas arrodillados y esposados. Todos asustados. El príncipe hizo un movimiento al aire con la mano indicándoles a los guardias que se apartaran. Ellos se pararon cerca de la puerta sosteniendo sus armas.

—Queridos, les voy a dar una lección que jamás olvidarán. Aunque a decir verdad ya no importa porque morirán esta noche. —Todos se asustaron y él reprodujo el video de ellos obligando a Jimin a hacer aquella cosa grotesca—. Este omega, ¿lo recuerdan?

Los cinco alfas se miraron de reojo, todos estaban muertos de miedo y nerviosos.

—Pensé que era un rumor —murmuró uno de los alfas.

—¿Qué dijiste? —cuestionó Jungkook—. Cuando hables procura hacerlo fuerte y claro. Detesto tener que pedir que me repitan las cosas dos veces.

—Es que yo creí que era un rumor —dijo más fuerte—. Me dijo el campesino que me compró el día de la subasta que el príncipe había comprado a un omega de ojos rosas y el único omega con ojos rosas que fue subastado hace un mes es...

Jungkook alzó la mano indicándole que se callara.

—Noventa y seis, o Rosita como ustedes le decían ya tiene nombre, ya tiene dueño y ese dueño soy yo. —Jeon se acercó a una mesa que estaba atrás de él. Ahí tenía distintos instrumentos de tortura, comenzó a tocarlos uno a uno para decidir cómo castigarlos—. ¿Y saben qué hace un alfa por su omega? Lo cuida, lo protege y destruye a todo aquel que le hace daño.

—¡No sabíamos lo que hacíamos, alteza! —gritó otro alfa—. Éramos imprudentes, jóvenes y tontos.

—¡¿Jóvenes?! —gritó fuerte haciendo que se asustaran todavía más—. ¡Esto fue hace un año! —Finalmente seleccionó una espada afilada eligiéndola como su arma, después tomó unos guantes blancos de látex para ponérselos—. Y tú lidereabas a estos cuatro. —Suspiró mientras se terminaba de colocar los guantes. Acto seguido se acercó al alfa más grande de todos.

—Señor, soy capaz de ir con su omega y pedirle perdón de rodillas. Yo...

—¿Lo harías? —preguntó colocándose de cuclillas frente a él—. Pero eso suena muy sencillo. ¿No crees? —Se relamió los labios—. Yo prefiero un castigo más... Perturbador.

—Alteza, se lo ruego... —comenzó a llorar.

—Abre la boca. —Ordenó el príncipe con voz gutural.

Cuando el alfa abrió la boca, Jungkook tomó su lengua con fuerza estirándola lo más que podía y después en un movimiento rápido la cortó a sangre fría con la espada provocando que el alfa se retorciera de dolor y que los otros cuatro gritaran aterrorizados. Uno de ellos, incluso, se orinó.

—Córtenle las lenguas a todos —les dijo a sus guardias—. Acabo de salpicar mi traje blanco con su asquerosa sangre. —Hizo mueca de asco.

Los guardias se acercaron a los cuatro alfas restantes e hicieron lo mismo mientras el príncipe se limpiaba el rostro con una toalla. Después se quitó los guantes tirándolos al bote de basura.

Minutos después, cuando los llantos de los alfas cesaron tomó su revólver mirándolos gustoso porque el líquido carmesí salía de sus bocas escurriéndose por sus gargantas.

—Agradezcan que llegó la señora directora a tiempo y que no pudieron profanar el cuerpo de mi dulce omega porque de lo contrario su tortura sería peor. También agradezcan que tengo la agenda llena y necesito ir a cambiar mi ropa. —Los miró con aburrimiento—. Ahora les hago una última pregunta.

»¿Cuáles son sus últimas palabras?

Luego de preguntar se carcajeó.

—Lo siento, ustedes ya no pueden hablar.

Al decir eso le disparó uno a uno directo en la frente terminando con sus vidas. Le entregó la revólver vacía a uno de sus guardias mientras que el otro le abría la puerta para que saliera pues tenía intenciones de hacerlo.

—Dejen que los leones se coman sus cuerpos, la carne de alfa les encanta.

—Sí, su alteza. —Ambos guardias le hicieron reverencia.

Finalmente salió de la habitación encontrándose a Yoongi esperándolo del otro lado, este sonrió con los ojos al verlo salir.

—Creí que tardarías más.

—Manché mi ropa y tengo una cena importante hoy.

—¿Con mi tío? —preguntó mientras avanzaban por los pasillos del cuartel.

—No, con la maestra de modales de Jimin, veremos cómo le está yendo en las clases.

—Recuerda que un príncipe nunca llega tarde.

—Eso ya lo sé, pero Jimin... —Sonrió enamorado—. Le gusta la puntualidad.

—Definitivamente estás perdido ante ese omega.

—¿Perdido? —Se mofó—. Tienes razón, es un hombre con un corazón hermoso, y si te soy sincero podría jurar que es mi destinado a no ser por...

—¿Por Taehyung?

—Ajá. —Suspiró—. ¿Sabes? Siento algo distinto con Jimin, aunque Taehyung era mi destinado nunca sentí su aroma sin supresores. Tampoco tenía la necesidad de protegerlo, ¿crees que sea posible tener dos destinados?

—Pregúntale a tu padre, él debería saber lo que se siente estar con tu destinado.

—Mamá no era su destinada —dijo riendo.

—¿No? Creí que lo era.

—Pues no.

—De todos modos deberías preguntarle, tal vez sepa más que nosotros.

Al terminar de cenar la maestra felicitó por última vez a Jimin elogiando su desempeño e indicándole a Jungkook que ya podía ir a eventos reales. El príncipe despidió a la maestra quedándose a solas en el comedor con el omega. Este se acercó al alfa oliéndole el cuello con curiosidad.

—¿Qué pasa?

—Hueles extraño...

—¿Extraño?

—¿Estuviste con otro alfa? Siento un aroma familiar.

—Oh, fui al cuartel. Unos alfas comenzaron a pelear y detuve la pelea... Me mancharon de sangre pero no me hirieron porque soy el príncipe —mintió.

—Mmm... —Jimin lo miró con recelo.

—¿No me crees?

—Te creo —contestó con ojos entrecerrados, luego hizo una pausa antes de continuar—... ¿Ya vas a marcarme? Dijiste que lo harías cuando aprobara mis clases de modales.

—Tal vez. —Lo tomó de la cintura pegándolo a su cuerpo—. Si creamos el lazo nuestros lobos se convertirán en uno y temo que al conocerme me repudies.

—¿Repudiarte? ¿Por qué lo haría? Además de ser mi alfa, eres mi ángel y...

—He matado a bastantes personas, Jimin. —El omega recordó lo que le contó la mucama.

—Oh vamos, no es como si hubieras matado a tu destinado...

Jungkook se apartó de Jimin, dando dos pasos hacia atrás para alejarse de él. En el comedor había una tensión que comenzó a crecer segundo a segundo.

—¿Lo hiciste? —cuestionó en un susurro—. ¿Mataste a tu destinado?

—Antes de conocer a mi destinado tenía novio. Era un omega de clase baja, mi padre quería que terminara con él porque debía hacerme responsable de mis deberes reales y casarme con el duque Kim Taehyung. —El alfa suspiró—. Ese es el nombre de mi destinado.

El estómago de Jimin se revolvió a causa de los celos.

—¿Mataste a tu destinado para proteger a tu omega? —preguntó en un hilo de voz.

—¡Por la madre luna, no! —Jungkook gritó—. ¡No hice eso! ¡Ni el monstruo más aterrador asesinaría a su destinado!

—Entonces cuéntame. —Tragó saliva.

—Le prometí a ese omega que me casaría con él, lo traje al castillo, le enseñé modales, le enseñé todo lo necesario y cuando lo iba a presentar ante la sociedad apareció Taehyung...

Los ojos de Jimin se invadieron de lágrimas pero trataba de no llorar, trataba de no compararse con ese omega. ¿Jungkook lo llevó al castillo porque le recordaba de alguna manera?

—¿Por eso me trajiste al castillo? ¿Por eso me prometiste que nos casaríamos? ¿Por ese omega? ¿Tratas de suplantarlo? ¿Tratas de calmar el remordimiento porque no le cumpliste?

—¡No! —gritó acercándose a Jimin pero este dio un paso hacia atrás.

—Jeon, no quiero que me toques. En estos momentos estoy muy, muy enojado y muero de celos. —Apretó los puños.

—Rompí el corazón de ese omega porque cuando conocí a Taehyung supe que era mi destinado y no dudé en terminar con aquel omega. Al día siguiente de conocer a Taehyung anuncié que me casaría. Los preparativos para la boda iniciaron y le pedí al omega que se marchara del castillo, pero él me pidió tiempo para hacerlo porque no tenía un lugar para mudarse, así que en lo que él encontraba edificio para rentar me veía tomar de la mano a Taehyung por los pasillos.

—¿Y no pudiste darle un lugar para vivir? Digo, eres el príncipe.

—Él no quería nada que viniera de mí. Estaba enfadado.

—Mmm.

—Le conté a Taehyung lo sucedido y él se acercó a ese omega para explicarle que éramos destinados, que nada fue a propósito.

—Supongo que Taehyung estaba molesto ante su presencia. ¿Verdad? Porque yo no soportaría estar frente a tu ex.

—Taehyung era noble, tenía un alma pura. El alma más pura que he conocido. Así que comenzó a convivir con el omega y un día enfermó.

—¿Enfermó? ¿De qué enfermó? Perdóname si estoy siendo agresivo es que yo...

—Te entiendo. —Jungkook trató de acercarse de nuevo a Jimin y este dio un paso hacia atrás otra vez, Jungkook suspiró y después continuó—. El médico descubrió que alguien le estuvo dando plata líquida y verbena en pocas cantidades.

»Al poco tiempo descubrí que había sido ese omega, lo obligué a confesar con mi voz de mando y lo encerré en los calabozos.

—¿Actualmente está en los calabozos? —Jungkook negó con la cabeza.

—Lo asesiné. —Jimin amplió los ojos sorprendido—. Lo mantuve encerrado bastante tiempo, yo lo torturé bastante. La noche de su muerte le di a dos opciones; irse lejos y no volver, o morir.

»Él eligió morir porque dijo que no podía vivir sin mí.

—Lo marcaste, no podía vivir sin ti porque tenía la marca... —Una lágrima resbaló por la mejilla de Jimin.

—No. —Jungkook miró a Jimin a los ojos—. Él se volvió loco, se obsesionó conmigo. Yo nunca he marcado a ningún lobo como mío, tú serás el primero y el único.

—¿Qué hay de Taehyung? ¿Enfermó y luego?

—Murió. Estuve en depresión, duré bastante tiempo encerrado en mi habitación sin querer salir, hasta que Yoongi me pidió que saliera. Solo de esa manera volví a sentir la luz del sol. —Jungkook suspiró avanzando hacia Jimin—. Si te alejas voy a utilizar mi voz de mando para que te quedes quieto. —Advirtió y Jimin no se movió.

—No pensaba moverme de todos modos —susurró.

—Hay bastantes rumores acerca de mí en los corredores del castillo. Algunos dicen que intenté suicidarme porque eso es lo que se espera cuando muere tu destinado. Otros dicen que morí y resucité, también comenzaron a inventar que obligaba a los betas a acostarse conmigo y otros se atrevieron a difamar a mi primo y decir que entre los dos asesinamos al duque Kim. —Suspiró—. Nadie sabe la verdad porque no quise enfrentar al omega a un juicio público para poder torturarlo a mi antojo.

—Comprendo... —susurró Jimin recordando lo que le había dicho la mucama. Jungkook puso un mechón del cabello del omega atrás de su oreja con suavidad.

—Cuando te miré a los ojos por primera vez pude ver mil mundos, mil vidas. Yo quería protegerte de cualquier daño y entregarme por completo a ti. —Tomó a Jimin de las manos con suavidad—. En ese instante supe que mataría por ti, que destruiría y crearía imperios en tu nombre. Que castigaría, arrancaría lenguas y asesinaría a cualquiera que se atreviera a ponerte un dedo encima.

»Mi lobo fue sacudido y te juro que este sentimiento es mucho más fuerte que aquel que tuve con quien se supone era mi destinado. Hay noches en las que pienso que me confundí, hay noches en las que pienso que en realidad mi verdadero y único destinado eres tú.

—¿Hay algún enigma en el castillo? Solo así podrías confundirte. Los enigmas pueden convertir a los alfas en omegas y a los omegas en alfas. No dudo que puedan hacerte pensar que estás ante tu destinado por mero capricho.

—¿Te digo que creo que eres mi destinado y me respondes con una teoría conspiranoica? Eso no fue muy romántico de tu parte.

—Es que no entiendo, porque yo sentí lo mismo que tú cuando te conocí. —Suspiró—. Jungkook, yo creo que eres mi destinado porque no es coincidencia que ambos percibiéramos nuestros aromas teniendo inhibidores. Además si analizamos la situación, también se nos adelantó el celo la primera noche que estuvimos juntos. ¿No te parece raro?

Jungkook tomó a Jimin de las mejillas acercándose más a él, pegando la nariz con la suya, después ambas frentes.

—Quiero creer que sí lo somos.

—¿Qué sentiste con el duque Kim cuando lo conociste? ¿Lo mismo que conmigo o fue algo... Diferente?

—Yo...

Hasta aquí el cap, estuvo medio intenso.

¿Qué será todo ese rollo de los destinados? ¿Jimin es su destinado, o era Tae?🤔 ¿O son los dos? ¿O hay algún enigma escondido en el castillo?

Lalalalallalallala me gusta porque yo sé todas las respuestas pero me hago la loca que no sabe.

Jungkook sádico me prende pidoperdon 🤌🏻🤌🏻🤌🏻🤌🏻