🌷Capítulo 4-Primera noche juntos🌷
Jungkook cerró la puerta de la habitación, acto seguido se abalanzó directo a Jimin colocando ambas manos en su cuello a medida que lo empujaba en contra de la pared con suficiente fuerza como para que no pusiera resistencia pero con suficiente delicadeza para no lastimarlo.
—¿Qué te hizo? Dime que solo te tocó la mano porque de lo contrario voy a ir a arrancarle la cabeza en este instante y...
—¡Solo fue un saludo! —gritó enrojecido y Jungkook soltó su cuello—. Se presentó como el capitán Min y me preguntó quién soy.
—¿Y qué le dijiste?
—Al parecer él sabía que soy el omega que compraste.
—No permitas que nadie te vuelva a tocar. —Apretó la quijada, tomando la cintura de Jimin con la mano izquierda mientras que con la derecha levantaba la tela de la pijama para tocar su espalda desnuda—. El único que puede tocarte soy yo.
—Jungkook, no quiero que nadie me toque. —Las respiraciones de ambos estaban agitadas—. Me compraste para que fuera tuyo, al principio creí que sería tu sirviente, después pensé que sería tu amigo pero ahora que sé que quieres que sea tu omega te aseguro que daré todo de mí para complacerte.
—¿A cuantos has besado a lo largo de tu vida?
—¿Ah? —el cuestionamiento tomó a Jimin por sorpresa.
—¿A cuántas personas has besado?
—¿En los labios? —preguntó y Jungkook asintió—. Voluntariamente a una, obligado a... —Puso los ojos medio en blanco tratando de recordar—. Obligado he besado aproximadamente quince.
—¿Por qué tantos?
—En el orfanato hay alfas y algunos de ellos utilizaron su voz de mando para obligarme a hacer cosas que prefiero no mencionar.
—¿Qué cosas? —cuestionó en un susurro sin apartar sus manos de la espalda y cintura de Jimin.
—Dije que prefiero no mencionarlas.
Hubo un silencio entre los dos, pero Jungkook lo rompió.
—¿Eres virgen? —la pregunta ruborizó a Jimin.
—Sí. Ellos no pudieron obligarme a tener sexo porque si lo hacían la directora los expulsaría. —Las respuestas de Jimin eran rápidas pero para nada torpes—. Expulsaron a dos alfas cuando yo era niño a causa de eso y todos tenían miedo de sufrir las consecuencias.
—Ya veo, ¿utilizabas supresores en tus celos?
—Sí... ¿Podemos sentarnos? No quiero estar pegado a la pared todo el día.
Jungkook tomó la mandíbula de Jimin, pegando sus labios a los suyos, después empujó su lengua con suavidad introduciéndola con facilidad en el interior de su boca. Deslizando la mano hacia abajo notó que el bulto entre las piernas del omega había crecido, fue en ese momento que se detuvo mirándolo con ojos más oscuros de lo normal, entonces le bajó la pijama, tomando la tela de su ropa interior con fuerza y rasgándola, con ese acto dejó al descubierto su intimidad. Se quedó quieto mirando la erección del omega y las venas de su miembro erecto, tenía la punta rosa, era hermoso, comestible.
—¿A qué edad fue tu primer celo? —la voz susurrante de Jungkook hizo que los bellos de Jimin se erizaran todavía más.
—A los catorce, ese día estaba con mi amigo noventa y cuatro. Él es un alfa y cuando se presentó mi celo ambos éramos adolescentes. —Jimin titubeó—. Mi celo hizo despertar el suyo y casi nos...
—¿Casi se acuestan?
—No, él iba a marcarme pero llegó noventa y cinco. Una amiga omega, ella impidió que me mordiera.
—Pues bien hecho por noventa y cinco.
Luego de decir eso tomó la mano de Jimin guiándolo hacia la cama. Él respondía a cada deseo del cuerpo de Jungkook en automático y no era porque fuera el príncipe, tampoco porque fuera un alfa y mucho menos porque tuviera miedo. Sino que el celo se le había adelantado y deseaba con cada poro de su piel ser tomado. Además el aroma de las feromonas del alfa lo tenían embriagado.
Jungkook acostó al omega en el borde de la cama, acomodándose entre sus piernas para colocar la punta de su pene en el aro rosa que nunca antes había sido profanado.
—Jungkook, ¿puedes contestarme una pregunta? Es simple...
—Pregunta lo que quieras —dijo mirándolo a los ojos.
—¿Lo que dices es cierto? ¿De verdad estás interesado en mí? —Los ojos rosas de Jimin brillaron con inocencia—. Esto parece un sueño, un cuento de hadas y no quisiera despertar mañana y decepcionarme.
—Voy muy en serio, Jimin. —Jungkook tomó la barbilla del omega con su dedo índice obligándolo a verlo—. Eres perfecto para mí, créeme.
—Entonces tómame, hazme tuyo ahora mismo porque te juro que me estoy muriendo por dentro cada vez que respiro. Tus feromonas me están volviendo...
—¿Loco? —cuestionó interrumpiéndolo y relamiéndose los labios.
—Sí...
—El sentimiento es mutuo. ¿Y sabes qué? —Jungkook tomó las caderas de Jimin con fuerza—. Vengo del laboratorio y aunque los resultados no han sido imprimidos estás limpio de cualquier enfermedad. Eso significa que serás mío esta noche.
Jimin tragó saliva nervioso.
En ese instante se acomodó entre sus piernas ingresando suavemente en él. Deleitándose al escuchar los gemidos que salían de su boca, de explorar con anhelo el lugar que nunca nadie había probado. De los ojos rosas emergieron un par de lágrimas a causa del dolor porque a pesar de la lujuria era su primera vez y dolía.
—Seré sutil... —susurró Jungkook—. Aunque si te soy sincero quiero darte con todas mis fuerzas.
—Puedo tolerarlo —contestó Jimin en un murmuro.
Y pareciera que las palabras del omega detonaron una bomba en el interior de Jungkook porque con mirada centelleante comenzó a penetrar una y otra vez, con movimientos lentos que estremecían el cuerpo de Jimin quien estiró los brazos agarrándose con fuerza del cuello del alfa acercándolo más a su cuerpo.
Los gemidos de placer sonaban como si fueran una melodía planificada desde décadas atrás, follaban frenéticamente tratando de llegar al orgasmo al mismo tiempo, Jeon mordió el labio inferior de Jimin con fuerza provocándole un leve desgarro. El omega soltó el cuello del alfa porque no podía más con el placer y el dolor causado. Se dejó caer encima de la cama al mismo tiempo que llegaba al orgasmo.
Jungkook tomó el trasero de Jimin con mucha delicadeza, deslizándolo en la cama, le era fácil cargarlo porque era pequeño y delgado. Estando en el centro de la cama comenzó a realizar movimientos más bruscos, dejando caer todo su peso encima de él, llegando más profundo, gimiendo y bufando mientras miraba a Jimin retorcerse hacia atrás, disfrutando a pesar de haber terminado.
Las feromonas del omega enloquecieron a Jungkook impidiéndole respirar con normalidad, las feromonas de Jungkook drogaron a Jimin causándole el mismo efecto. Ambos sabían que tenían que terminar o de lo contrario terminarían desmayados y quizás hasta muertos. Jungkook quiso salir del interior de Jimin pero no logró salir a tiempo, por tal motivo depositó todo su elixir en el interior del omega.
Ambos se quedaron en la misma posición un par de minutos y entonces sucedió:
El nudo llegó cuando sintió que su miembro se anclaba y bombeaba ese líquido que logró calmar cada uno de los deseos de Jimin, se trataba de una semilla que no era deseada y que tenía que ser desechada de inmediato.
Jeon se hizo para atrás, claramente molesto porque no pudo contenerse. Después se puso de pie para abrir los ventanales y que la habitación se ventilara.
—No te emociones, yo no quiero cachorros —dijo Jungkook quitándose la camisa—. Tomarás la pastilla del día después.
—Lo que tú digas —contestó Jimin agotado.
Jungkook caminó completamente desnudo hacia el omega, este lo miró mordiéndose el labio porque su cuerpo era una escultura andante.
—Que te quede claro que eres mío, y de nadie más.
—Me ha quedado clarísimo.
—Más vale.
Jungkook se tocó el abdomen, estaba embarrado de semen. Con una mueca de desagrado se dirigió al baño dejando a Jimin solo en la cama, pronto el omega escuchó el agua caer de la regadera. Él no sabía qué hacer porque quería limpiarse pero por otro lado tenía miedo de acercarse a Jungkook ya que la mirada de desagrado le causó confusión.
—Tengo que saber sobre qué estoy parado —se dijo a si mismo—. Vamos noventa y seis, no seas tonto... —Se regañó y sonrió—. ¿Noventa y seis? Yo soy Jimin, mi alfa me ha dado nombre, debo acostumbrarme a eso.
Se puso de pie con piernas temblorosas y con un poco de ardor en el trasero, aún así avanzó sintiendo que el corazón se le saldría del pecho. Cruzó la puerta al baño encontrándose con Jungkook abajo del agua y enjabonado. Este al notarlo frunció el ceño.
—¿Qué haces aquí?
—También quiero limpiarme. ¿Puedo?
La mirada de Jungkook se suavizó a medida que asentía con la cabeza.
—Tus nalgas están rojas... —dijo al ver el trasero de Jimin—. Y tienes... ¿Eso es sangre?
—¡Oh! —Jimin se asustó—. Tal vez es porque era virgen, lo... Lo siento.
Jimin se hizo para atrás tratando de salir del baño pero Jungkook lo tomó del antebrazo arrastrándolo hacia él.
—No pasa nada, si quieres te ayudo a ducharte. —Sonrió, luego comenzó a moverle a los botones de la regadera—. Me gusta el agua helada, pero cambiaré la temperatura a una templada para ti.
—Gracias, Jungkook. —Los ojos de Jimin se invadieron de lágrimas—. Nadie se había preocupado tanto por mí.
—Pues ahora me tienes a mí.
El agua comenzó a caer en el cuerpo de Jimin, este hizo mueca de dolor cuando se deslizó por su trasero, pero Jungkook lo abrazó tratando de consolarlo mientras le ayudaba a enjabonarse y limpiarse.
Una vez limpios y secos se tumbaron en la cama. Jimin se puso una camisa para dormir de seda de Jungkook y Jeon durmió en boxers. Estando calentitos y más acostumbrados a sus feromonas que no dejaban de salir de sus cuerpos se acurrucaron.
—No tienes idea de cuánto me estoy conteniendo para marcarte —confesó Jungkook.
—¿Por qué no lo haces? Yo... —Jimin se ruborizó—. Yo soy tuyo. —Jungkook sonrió ante la ternura del omega, después acarició su cabello con delicadeza.
—No lo haré, la marca será tu recompensa.
—¿Mi recompensa?
—Ajá, deberás aprender a comportarte como un miembro de la realeza. Cuando lo logres obtendrás la marca.
—Pues ambos estamos en celo y lanzamos feromonas a lo desgraciado. No entiendo cómo es posible que te controles. ¿Tienes mucha experiencia? Digo, pareces tenerla.
—Tengo algo de experiencia.
—¿Hay algún omega marcado por ti rondando por el castillo? —preguntó con curiosidad.
—¿Primera noche y ya sientes celos, omeguita?
—No es eso... —Se mordió los labios.
—No hay nadie a quien yo haya marcado, Jimin. —El omega sonrió.
—¿Y... Cuántas veces has besado y estado con alguien? —preguntó Jimin en un susurro.
—¿De verdad quieres saber eso? —Jungkook sonrió.
—Si no quieres contarme no pasa nada, pero creí que querías que te tratara como a uno igual y si vamos a estar íntimamente prefiero saber todo de ti. Qué te gusta, tu primer amor, tu mayor miedo. —Jungkook soltó una leve risita—. ¿Estoy siendo muy intenso?
—No. Me agrada que estés cómodo con esto, me agrada que te guste la idea de ser mi omega. Yo sé que es difícil ser vendido como un objeto, pero te aseguro que te voy a tratar como...
—Ser vendido no es difícil, lo difícil es no saber de dónde vengo, no tener identidad y ser tratado como basura. —Jimin cerró los ojos—. Yo tuve suerte de encontrarte, te debo mi vida porque de lo contrario el deshuesador me habría comprado y hoy estaría con el culo roto en algún bar de la ciudad.
»Sin embargo estoy con el culo roto pero contigo, con un alfa que me trata bien y que al parecer no me repudia por ser huérfano.
—Oye... —Jungkook metió un mechón del cabello de Jimin atrás de su oreja—. De ahora en adelante nadie va a tratarte como basura y llegado el momento serás nombrado Jeon Jimin. Nadie se atreverá a tocar ni un solo pelo de tu hermosa cabecita porque a quien se le ocurra lo mataré.
—Desde cachorro soñé con esto. —Jimin suspiró—. Soñé con encontrar a mi alfa, que me protegiera, cuidara y amara... Yo sé que es muy pronto para que des todo por mí, aún así yo...
—Jimin, ya estoy dando todo por ti. ¿Por qué no entiendes? No cualquier lobo es digno de dormir en mi habitación. Eres mío y ya no te vas a apartar de mis garras. Acostúmbrate.
—¿Crees que soy tu destinado o algo por el estilo? Es que me parece muy pronto para que digas ese tipo de cosas.
—Yo encontré a mi destinado. —El corazón de Jimin pareció detenerse un par de segundos.
—¿Y qué pasó? ¿Dónde está él?
Las tripas de Jimin gruñeron, fue un sonido fuerte que llegó hasta los oídos de Jungkook.
—¿Tienes hambre?
—Solo he desayunado...
—¿Por qué no me habías dicho? Te traeré comida, ya vuelvo.
Jungkook se puso una bata para dormir y salió de la habitación en busca de algún miembro de la servidumbre. Mientras tanto, Jimin se quedó solo, reflexionando sobre sus amigos del orfanato y deseando que tuvieran una buena noche y un lugar digno donde vivir. Después de cenar junto a Jungkook, Jimin se sumió en un sueño profundo. El alfa, asegurándose de que Jimin estuviera profundamente dormido, abandonó la habitación y se dirigió a los calabozos del castillo.
En la última celda se encontraba él.
Estaba desnudo y con mirada cansada.
Jungkook le sonrió en medio de la oscuridad.
—Ya no te necesito —dijo el príncipe—. Tienes dos opciones, la primera es morir ahora mismo. —Al decir eso lo apuntó con una revólver—. Y la segunda es irte lejos, olvidarte de mí y no atreverte a contar ninguna palabra de lo sucedido o de lo contrario morirás.
—Jeon... Te amo.
—¡No, tú no me amas! —Jungkook gritó furioso—. Decide.
—Es que no puedo vivir sin ti —lloró.
—Entonces eliges la opción número uno. ¿Verdad?
—Mátame de una vez.
—Perfecto.
El sonido del disparo resonó en los calabozos, pero nadie en el interior del castillo lo escuchó.
Hasta aquí el capítulo. ¿A quién mató Jungkook?😦🤯
¿Quién era su destinado?
Yo solo quiero que ame a Jimin bonito🥹🤌🏻
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