Min Soobin, el enigma que servía a la familia real, era un maestro en la alteración genética. Su habilidad para modificar la naturaleza de hombres y mujeres según los deseos de la realeza lo convertía en una figura intrigante y poderosa. Él era el hermano mayor de tres, sus hermanas Min Jegi y Min Hiye.

Min Jegi, la segunda hermana, era un enigma de ojos color rosa. Aunque no participaba en los deberes reales, vivía escondida en el castillo. Los enigmas que no apoyaban a la realeza enfrentaban un destino sombrío: la muerte. Sin embargo, Min Jegi era protegida por los reyes debido a la intensa labor de su hermano mayor. Ella era hermosa, su piel, tan blanca como la luz de la luna, contrastaba con su cabello oscuro como la noche. Sus labios, carnosos y tentadores, eran un manjar irresistible.

Junto a Min Jegi vivía su hermana menor, Min Hiye. A diferencia de sus hermanos mayores, Min Hiye había nacido como un omega y eso era porque era hija de la madrastra de los dos hijos mayores. A pesar de las presiones de sus hermanastros para alterar su naturaleza y convertirla en un alfa, ella se resistía. Su deseo era encontrar a su destinado tal como era. Min Hiye desafiaba las normas y se aferraba a su identidad, incluso si eso significaba enfrentar peligros y desafíos.

Min Soobin estaba comprometido con el bienestar de sus hermanas, las amaba a las dos por igual a pesar de que la segunda no compartía lazo sanguíneo con ellos. Había establecido una condición clara al servir al reino: el respeto hacia Min Jegi y Min Hiye.

Después de varios años sirviendo a los antiguos reyes y al observar la nobleza e integridad de los mismos, decidió dar un paso audaz.

Invitó al castillo a su mejor amigo, Park Seokjin, que también era un enigma oculto. Juntos, compartían secretos y habilidades que iban más allá de lo que los ojos podían ver. Seokjin aceptó la invitación de Min Soobin para trabajar a su lado en el servicio a la realeza. Su amistad se forjó en la confianza mutua y en la lucha por obtener un futuro digno.

En los pasillos del castillo, Min Soobin y Park Seokjin conspiraban y protegían. Sus dones genéticos se entrelazaban, y su lealtad a la corona era inquebrantable. Juntos, desafiaban las normas y trazaban un camino hacia la estabilidad de ambos y de las hermanas de Min. Pues anhelaban vivir sin tener que preocuparse o tener miedo y ocultarse de la realeza por ser enigmas.

Ellos no eran conscientes de la gran fuerza que poseían. Ellos no sabían que podían hacer que multitudes se doblegaran ante sus pies de quererlo, ellos nacieron ocultándose desde niños porque sus padres eran alfas y omegas. Nacieron ocultándose a causa de un temor mal infundado y creían que la única manera de sobrevivir era sirviendo a la realeza.

Pasaron cuatro años desde que Min y Park trabajaban codo a codo, incrementando la casta más fuerte para servir en la guardia real. Su dedicación no solo fortaleció la seguridad del reino, sino que también transformó la vida del rey Jeon Namjoon.

Namjoon, nacido como un omega, enfrentó desafíos inimaginables. Sin embargo, Min Soobin lo convirtió en un alfa cuando eran adolescentes desafiando las expectativas y los prejuicios arraigados en la sociedad.

El día de la coronación, el sol brillaba sobre el palacio, pero los corazones estaban pesados. Los reyes anteriores habían fallecido en un trágico accidente, y las sombras de la sospecha se cernían sobre los hombres del hielo. Se decía que estos seres misteriosos habían asesinado a los reyes cuando intentaron adentrarse en las montañas heladas en busca de conocimiento prohibido.

Sin embargo, la verdad permanecía oculta en el viento gélido y las leyendas. Namjoon, ahora coronado, miró hacia el futuro con determinación. Su amor por el reino y su familia lo impulsaban a proteger a su gente, incluso si eso significaba enfrentarse a los secretos más oscuros de las montañas.

Así comenzó su reinado, con un alfa valiente y un reino lleno de esperanza. Min y Park, los artífices de su transformación, observaban con orgullo desde las sombras, sabiendo que habían contribuido a forjar un destino inquebrantable.

El rey Jeon Namjoon se hizo muy buen amigo de Min y Park. El par de enigmas ocultos en el castillo que le ayudaban con asuntos diplomáticos ya que ellos podían obligar a sus hombres a realizar lo que él quisiera. Además de que tenían tanta fuerza como para obligar a los lobos que no estuvieran de acuerdo con sus planes a suicidarse.

Pero Namjoon no era malvado, tampoco el par de enigmas. Los tres buscaban el bienestar del reino, el bienestar de planeta lunar.

Cierto día el rey Namjoon invitó a las hermanas Min a convivir en la mesa junto al par de enigmas. A pesar de haber vivido durante muchos años en el castillo jamás había entablado una conversación con ellas y tampoco las había visto. Sin embargo cuando miró a la enigma de ojos color rosa su corazón se detuvo.

Era tan hermosa, tan... ¿Suya?

Al poco tiempo le pidió que se casara con él, más bien se lo ordenó. Le dijo que de hacerlo gobernarían juntos y quizás hasta cachorros enigmas tendrían. Ella no le dijo que sí, pero tampoco se negó. Así que el rey Namjoon comenzó a organizar la boda...

—No me quiero casar con el rey —se quejó Jegi.

—Pero es apuesto y es el rey —dijo su hermana, Hiye.

—Seokjin es mi destinado. Lo siento en mi corazón, lo siento en cada poro de mi piel. —Suspiró—. Si tengo que ir en contra del rey y de todo el reino para estar con mi enigma entonces lo voy a hacer. —Apretó los puños.

El rey Namjoon escuchó las palabras de Jegi al otro lado de la puerta. Pues estaba a punto de entrar para mostrarle las invitaciones de la boda.

En ese instante, Namjoon comprendió lo que tenía que hacer; deshacerse de Seokjin.

Lo despidió.

Le dijo que se fuera lejos y que nunca volviera porque si lo hacía iba a decapitarlo.

Seokjin se marchó, pero no contaba con que Min Jegi también se iría junto con él.

Desde ese momento buscó al por de enigmas por todo el reino sin conseguirlo y para tener a Min Soobin de su lado le ofreció a su hermana más joven que se casara con él. La boda se efectuó, ambos sintieron un lazo extraordinario y hermoso entre alfa y omega, pero Namjoon no dejó de pensar en su enigma de ojos rosas en ningún momento.

Tiempo después nació su hijo, un cachorro de ojos oscuros que parecían estar siempre dilatados. Un rasgo característico de los Jeon, el niño era amado por sus padres y muy mimado.

El día del festejo del primer año del príncipe Min Soobin le llevó una noticia inesperada al rey.

—Encontré a mi hermana y a Seokjin —dijo Min Soobin una noche.

—Tráelos.

—Mi hermana está embarazada, deja que tenga al niño y...

—¡¿Embarazada?! —cuestionó en un grito—. ¡Eso es asqueroso!

—Pero majestad...

—Quiero la cabeza de Park Seokjin y la de su hijo aquí en mi mesa.

—Se trata de mi sobrino, señor.

—¿Sobrino? Tu único sobrino es Jungkook.

—Majestad, yo también soy padre y no me gustaría que a mi hijo le sucediera algo y...

—¡Cierra la puta boca Min! Ese niño es hijo de un traidor. No vale la pena que siga viviendo. —Apretó los puños—. A tu hermana la dejaré vivir por ti, así que cuando mates al cachorro la traes al castillo.

—Como ordene, su majestad.

Min Soobin citó a Park Seokjin en el bosque con la falacia de que el rey Namjoon quería darle su perdón.

Cuando ambos se miraron a los ojos se transformaron en lobos enormes de cuatro metros de altura. Pues los instintos de Seokjin se activaron cuando sintió las verdaderas intenciones de Min.

—¡Yo soy tu amigo! —gritó Seokjin furioso.

—¡Le sirvo al rey y quiere tu cabeza!

—¡Pues tendrás que arrancármela con los dientes antes de que arranque la tuya!

—¡No lo hago porque te odio, Jin! ¡Lo hago para proteger a mis hermanas!

—¡Soy el destinado de Jegi, si me matas ella morirá!

—¡Es una enigma, sobrevivirá a eso!

Seokjin se quedó quieto mirando a su amigo a lo lejos. Ambos estaban agitados.

—¿Si dejo que me mates protegerás a mi hijo? Acaba de nacer y temo que Namjoon le haga daño.

—¿Ya nació tu lobito?

—Es lo que acabo de decir, Min —dijo con cansancio.

—Lo... Lo prometo. El rey Namjoon te quiere muerto a ti y a tu hijo, pero ¡Yo cuidaré de tu cachorro!

Min Soobin se abalanzó hacia el cuerpo de Seokjin rasgando su piel de una manera desenfrenada. Seokjin trató de defenderse, sin embargo Min era más fuerte pues estuvo durante bastante tiempo practicando en campos militares mientras que Park se encargaba de trabajar en la oficina.

El sonido de las garras veloces que rasgaban la piel de Seokjin hizo eco en el bosque y el último sonido de su corazón fue música para los oídos del asesino. Sus ojos verdes incandecentes, pelaje oscuro que brillaba en tonalidades platinadas a la luz de la luna, furia insaciable que pareció ser saciada por un instante cuando su contrincante perdió la vida. El lobo de se apartó del cuerpo de Seokjin, transformándose al instante en un hombre desnudo que dejaba ver distintas heridas en la espalda y el pecho. Dolorido se puso de cuclillas para tomar con la punta de sus dedos el collar de piedra lunar que rodeaba el cuello de su antes mejor amigo.

—Ahora es mío —al decir eso arrancó el collar colocándoselo en el cuello—, cumpliré mi promesa. No le haré daño a tu lobito, pero crecerá sin padres.

Después de decir eso avanzó hasta un árbol en el que tenía una mochila colgada, sacando de su interior un encendedor y un frasco lleno de pólvora de plata. Con el dedo pulgar rompió la tapa causando una ligera quemadura en su piel que pareció no dolerle. Después arrojó la pólvora encima del cuerpo inerte del rubio, encendió el encendedor aventándolo al aire y corrió veloz para alejarse del estallido. Aquella noche fue fatídica para una de las familias mejor posicionadas de ciudad Lunar, pero el verdadero caos estaba a punto de suceder.

Porque Min Soobin quería salvar a su sobrino. Él planeaba llevarlo con unos amigos para que lo cuidaran, sin embargo. Al llegar a la mansión donde vivía su hermana lo recibió una de las mucamas que era una beta. Ella tenía el delantal ensangrentado y ojos desorbitados porque la señora de la casa se enteró acerca de la gran traición a su familia cuando intentó envenenarla con polvo de plata.

—¿Dónde están? —preguntó Min asustado al notar el tatuaje en el brazo de la mucama, ella era perteneciente a la guardia real.

—Adentro, la señora ya no respira...

El corazón de Min se detuvo un par de segundos cayendo en cuenta de que Jeon Namjoon había enviado a esa mucama a asesinar a su hermana.

Jeon Namjoon lo había traicionado.

—¿Y el niño? ¡¿Qué hay del niño?! —cuestionó en un grito desesperado.

—En su cuna.

Sin decir más avanzó con pasos largos hasta la habitación pintada de azul del pequeño inocente que dormía con profundidad. Cuando abrió la puerta se acercó tratando de no hacer ruido admirando la delicadeza del pequeño.

—Niño, acabas de perder tu nombre y toda posesión. ¿Qué más da si te quito la vida?

Un poco del contexto del pasado, ahora ya saben la causa del odio de Namjoon a los ojos rosas de Jimin. Pues le recuerdan a los ojos de la morrita que prefirió a su amigo🤙🏻

Y qué pedo con la enigma. ¿Cómo es posible que una beta haya podido con ella? Ash

¿Alguna vez has estado en un triángulo amoroso con tus amigos? Cuéntame chismecito aldbsllsls