Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Tal parecía que a su escuela realmente le emocionaba todo el asunto de San Valentín, hay decoraciones de corazones y demás cursilerías alrededor de todo el plantel, a Jeongyeon estaba que le daban náuseas.

Momo a su lado le dio un empujón riendo al verla dramatizar unas arcadas por un estante lleno de globos de corazones con frases demasiadas cursis para ella, con algunos chicos comprando cosas para darle a alguien más.

— Tampoco exageres, tú eres la romantización en persona.

Jeongyeon le hizo una mueca de asco, chasqueando la lengua. — Tampoco te pases, yo no llego a este nivel de cursilería. Y soy detallista, son cosas diferentes, estúpida. —Momo solo rodó los ojos. — Y la romántica aquí es Chaeyoung, dejémoslo eso a ella.

La nipona estuvo totalmente de acuerdo, recordando vagamente como la pequeña coreana ha estado dos semanas pensado y creando su regalo para Mina, preguntándole a ellas que tipo de regalo sería el mejor para su novia.

Siguieron caminando por los pasillos, criticando la excesiva de decoraciones amorosas en estos.

— Ahora que recuerdo, ¿Porque mierda venimos? Este día no es obligatorio y ni clases tenemos. —Momo se pregunto al cabo de varios minutos, mirando a la cafetería y las pocas personas en esta.

La peliazul se encogió de hombros. — Las chicas dijeron que viniéramos y Jihyo estuvo insistiendo mucho también.

— Mmm...

Ambas sintieron como un brazo se enrollaba en el suyo, desequilibrándolas por la rapidez. Giraron sus cabezas para ver a la intrusa, encontrándose con una rubia sonriente

— Ya llevaba rato buscándolas, ¿Dónde estaban? —Nayeon les pregunto, soltándolas y poniéndose delante de ellas

— En la entrada, acabamos de llegar. —Jeongyeon informo rápidamente, escondiendo las manos dentro de los bolsillos de su chaqueta

Momo las miro con una sonrisa ladeada, alejándose un paso discretamente. Miro a cada una varias veces, con picardía y diversión, cambiando su expresión cuando ambas la miraron por estar fuera de la conversación

— Sí, sí, sí. Qué bueno que llegas, ya no aguantaba a la idiota está quejándose por todo. Toda tuya, yo voy a llenar mi estómago. —Le dio unas palmadas al hombro de Nayeon y se fue

La miraron un poco, solo un poco incrédula

— Que me sorprende. —Jeongyeon puso los ojos en blanco, viendo como ya se había acercado a las señoras de la cafetería y pedía algo

Se acercó a una máquina expendedora, metiendo el dinero y apretando el botón de su bebida preferida

— ¿Quieres algo, Nay? —Al enderezar el torso después de recoger su botella, se encontró con la mayor muy cerca de su rostro

— Tus besos

Jeongyeon puso una mueca de disgusto, alejándose. Nayeon se rio y le devolvió su espacio personal, cruzando su brazo con el contrario

— Vamos, tengo que buscar a Mina. —La obligó a caminar, sonriente

— Puedes enviarle un mensaje, ¿Sabes?

— No contesta y ninguna más la ha visto. —Se abrazó más a la extremidad de la alta, atrapándola entre sus brazos y torso. — No queda más que buscarla

Jeongyeon asintió algo distraída, tragando pesado al sentir su busto

Momo saco su billetera dispuesta a pagar, pero algo más llamo su atención, solo lo pensó dos segundos

— ¿Me da ese cupcake? Por favor

Con un sándwich, una rebanada de pizza, un agua y el cupcake se sentó en una de las mesas de la cafetería, sacando su celular para no aburrirse

Lo solitaria que tenía que estar en nombre del amor

No me pagan lo suficiente. Le dio otra mordida a su pizza y se sobresaltó cuando alguien apoyo las manos en la mesa

— ¡Momo! —Esa característica sonrisa brillante solo le pertenece a alguien, a quien le compro ese pequeño postre

Sonrió amablemente, recorriendo el aspecto de la pálida. — Dahyunnie, buenos días. —Saludo cantarinamente, observando como la menor se dejó caer en la banquilla contraria, jadeando

Dahyun se quejó, quitándose los mechones negros de la frente. — Ay Dios, me quedé dormida y llegué tarde. —Acepto la botella de agua que Momo le ofreció

— Imagino que corriste, ¿Verdad? —Dahyun asintió tomando sorbos rápidos. — No tenemos clases, no había necesidad

— Lo sé. —Se limitó a responder, regulando su respiración

Momo a veces le molestaba eso, la menor seguía siendo un enigma la mayoría de veces y cuando se habría no era necesariamente con ella, eso realmente la ponía un poco... Triste

Desvió la mirada para ignorar ese pequeño malestar. — ¿Desayunaste? —Solo tuvo que negarle para que le otorgará su sándwich sin chistar. — Muy mal, Dahyunnie, luego te estás mareando. —Regaño muy suavemente

— Perdón. —Bajo la mirada unos segundos para no mirar esos ojos severos, susurrando un 'gracias' antes de comer, su estómago estaba rugiendo desde que salió de casa

Momo la miro comer por unos segundos, sonriendo ligeramente cuando noto sus mejillas abultándose. — Esto también es para ti. —Los ojos de Dahyun miraron el pastelillo de chocolate como una niña ve un dulce que quiso desde hace tiempo

Trago lo que estaba comiendo, sonriendo amplio, de la manera que a la nipona le encanta

— Gracias, Momo. —Sus ojitos se convirtieron en dos líneas

La mencionada sacudió su mano para restarle importancia, sonriendo de manera cálida

Más conversación no hubo, Momo apoyo la barbilla en su mano y se dedicó a observar a Dahyun, quien estaba más concentrada satisfacer su estómago que otra cosa

Mina miro a lo lejos a las dos coreanas, comenzando a trotar en su dirección para interrumpir el posible inicio de una discusión entre sus amigas

— ¡Hey! —Saludo estando a pocos pasos de ellas. — ¿Han visto a Chae?

— Hola, Mina, buenos días, que gusto verte. — Jeongyeon hablo sarcásticamente, haciendo a Nayeon rodar los ojos

— Está en sus días, discúlpala. —La alta expreso su ofensa a través de la cara. — No, no la hemos visto, pero justo yo te estaba buscando a ti. —Soltó el brazo de Jeongyeon y se colgó en el de Mina. — Tengo que llevarte a un lugar

La coreana menor apretó los labios. Es una estupidez, es una estupidez, se dijo mientras les seguía el paso a las otras dos, reclamándose por esos pequeños celos

Se perdió en la conversación hasta que el nombre de otra de sus amigas surgió

— ¿No has visto a Sana?

— Hace rato estaba con ella, pero recibió una llamada y me ignoro, así que decidí irme y buscar a Chaeyoung, pero no me responde los mensajes

— A mí tampoco. —Nayeon murmuro viendo la pantalla de su celular. Está confusa, espera que no haya pasado ningún inconveniente

Mina al poco tiempo se dio cuenta de que estaban yendo hacia los salones más desolados. — ¿A dónde vamos, Nay?

— A que recibas tu regalo

Sin darle tiempo de responder, se separó de Mina y troto hasta un salón, abriendo la puerta solo para encontrarse el aula totalmente vacía, lo único diferente es la bolsa de regalo en uno de los pupitres

Soltó un pequeño 'eh' y se adentró al salón, buscando con la mirada a Chaeyoung cuando claramente no está ahí

— Ah chinga, ¿Se escapó? ¿De qué tiene miedo? No es como si no conocieran todo de la otra ya

— ¡Nayeon! —La carcajada de Jeongyeon hizo que se sonrojara aún más

— ¿Qué? No miento

Mina se acercó a la bolsa de regalo luego de que sus mejillas dejarán de quemar, pero antes de siquiera tocar el material, la mayor le dio un pequeño manotazo, negando con el índice

— Ah-ah-ah. Es sorpresa y la responsable quiere dártelo ella misma. —La japonesa hizo un puchero, mirándola con ojos de perrito. — Conmigo ni lo intentes, Myoui. —Desvió rápidamente la mirada para no caer en su manipulación

La pelinegra se cruzó de brazos y se alejó murmurando un pequeño y bajo 'chingatucola', claramente haciendo berrinche

El silencio no duró mucho ya que dos pequeñas coreanas entraron al salón de repente, discutiendo

— ¡Chaeng! —La nombrada rápidamente dejo de prestarle atención a Jihyo, sonriendo de inmediato al ver a Mina acercarse a ella. Gustosa la recibió entre sus brazos y dejo un cariñoso beso en sus labios

— Ay, justo en mi soledad. —Jihyo fingió estar dolida, posando una mano en su pecho al ser espectadora del intercambio amoroso, notando a las otras dos. — Yo a ti te buscaba. —Apunto a la alta

— ¿Ahora que hice?

— Nada, pero lo vas a hacer. —Se acercó a la coreana menor y la tomo de los hombros. — Disculpa, Mina, pero me voy a robar a tu pequeña novia

Las dos ignoraron el reclamo de Chaeyoung

— ¿Por qué?

— Es secreto.

— Entonces no voy. —Jihyo rodó los ojos al escuchar a Jeongyeon

— La maestra Sunmi las está buscando

— Entonces si voy. —Esta vez fue Nayeon quien rodó los ojos

— Mueve el culo, pues.

Chaeyoung tomo el regalo de Mina y se lo extendió. — Solo no lo habrás, ¿Si? Espera a que todo está asunto termine. —Dejo un beso en la mejilla de su novia, viendo como asentía después. — Vamos. —La jalo por la unión de sus manos, siguiéndole el paso a sus mayores

Pronto llegaron a al salón de su profesora, encontrándose solo a Momo, Sana y Dahyun en este, quienes las saludaban con la mano

— ¿Y ustedes también por qué? —Jeongyeon pregunto

— Estaba caminando con Dahyun cuando Jihyo nos jalo a ambas al salón.

— En realidad jalo solo a Momo.

— Jihyo, ¿Qué tramas?

— Para lo que tramo necesito a Jeongyeon, Momo, Chaeyoung y Tzuyu. —le respondió a la rubia. — Que, por cierto, ¿Ya viene? —Todas las miradas se centraron en Sana

Así que ella te llamo, Mina pensó, sonriendo para sus adentros

— Si... Creo. —Luego de compartir miradas con Jihyo por algunos segundos mejor decidió sacar su celular y llamar a la menor otra vez

La puso en el altavoz para que todas escucharán cómo al cuarto tono Tzuyu contesto con un gruñido. — Mmm...

— ¿Te volviste a dormir?

— ... Si. —Su voz ronca lleno el silencio del salon

Sana se mordió el labio para no reír. — Tzu, es enserio, debes venir ya

— Si, ya estoy en camino. —Carraspeó. — Llegó en diez, Da Mei

— Adiós. —Sana término la llamada rápidamente, sintiendo sus mejillas un poco calientes

— ¿Cómo te llamo? —Chaeyoung cuestión con una sonrisa ladeada, recibiendo una encogida de hombros

Por los siguientes diez minutos las siete chicas intentaron sacarle información a Jihyo, pero está realmente se rehusó a hablar

Cuando el tiempo que Tzuyu estipuló se cumplió, está apareció por la puerta, con el cabello algo revuelto y con el ceño semi fruncido, restregándose un ojo. — ¿Porque mierda tuve que venir? —Su voz seguía un poco ronca, pero era tal vez era por el tono bajo que uso

Las siete apuntaron a Jihyo rápidamente, ninguna quería sufrir la ira verbal de la menor al ver que estaba de mal humor.

La coreana susurro un 'sapas', regalándole una sonrisa inocente a Tzuyu. — Hola

— Juro que si fue para una estupidez, me largo de aquí. —Decreto sin más, cerrando con un pequeño portazo, entrando al círculo de sus amigas

— Jejeje. —Fue a uno de los casilleros y saco una bolsa de ahí, asentándolo en el escritorio de su maestra. — Creo que mejor le pongo seguro a la puerta

— No me vengas con tus mamadas. — Sana le dio un pequeño codazo

— Esas no son formas de responderle a su compañera, Chou. —Su profesora Sunmi entro el salón sin que nadie lo notara

Tzuyu no respondió, no es pendeja, pero tampoco se disculpó, no durmió en toda la noche y no anda con los ánimos para ser amable

— Chicas, que bueno verlas. Necesito un favor. —Fue directo al grano. — Solo Jeongyeon, Momo, Chaeyoung y Tzuyu. —Las mencionadas dieron un paso al frente

Sunmi iba a hablar, pero un poco de ruido la interrumpió. Todas fijaron su mirada en el pasillo, viendo como corrían a quien sabe donde

— Ya va a empezar. — Dahyun murmuro

— Necesito que participen.

Las ocho giraron la cabeza al mismo tiempo. — ¿Perdón? —Pero solo cuatro de ellas preguntaron al unísono

— ¿En la subasta? — Momo apunto a sus espaldas, incrédula

— Si, y si no lo hacen les bajó un punto

— ¡¿Que?! —Está vez todas, menos Jihyo, gritaron

— La voy a demandar maestra, eso no se vale. —Chaeyoung fingió estar decepcionada

— Por favor chicas. Ustedes fueron muy pedidas y son las únicas con las que no tengo confirmación

— Pensé que era broma cuando me lo dijeron. —Cuando sus compañeros le dijeron que varias chicas habían pedido que ella se presentará en la subasta inmediatamente supo que le estaban tomando el pelo, tal parece que no era broma. Algo en la cabeza de Jeongyeon hizo click. — Tú...

Las otras tres miraron a Jihyo, quien les sonreía sin culpabilidad. — Jeje

— ¿Por cuánto nos vendiste, rata?

— Quiero mi excelencia, ¿Okey? — Fue lo único que respondió para que la peliazul dejara de verla de esa manera

— Ya ni Judas, cabrona. — Mina recriminó en la parte trasera

— Hablo enserio señoritas, si participan les subo un cinco decimales a su calificación final y si no se los quito

Tres de ellas se quedaron pensando, pero solo una no

— A mí no me importa. — Todas miraron a Tzuyu impactadas. — Supongo que le diré adiós a mis cinco decimales

— Les subo cinco decimales y les doy el 0,5% de todo lo que se recaude. —Sunmi jugo su última carta

Tzuyu está vez se quedó pensando. — ¿Solo lo de la subasta?

— Si

Pareció un poco inconforme con la repuesta. Alzo la vista al techo y sus labios se movieron como si estuviera hablando, pero ningún sonido salió de ella, estaba calculando. — Dos por ciento

— Uno

— Hecho. — Alzó su mano y la estrecho con la de su profesora bajo la atónita mirada de sus amigas. — ¿Que? Ya nos prostituyo literalmente, qué más da

Jeongyeon y Momo asintieron al unísono, aceptando, pero solo Chaeyoung seguía pensando

— Lo siento, pero no pienso ir a una cita con alguien más.

Mina también lo estaba pensando, no quería perjudicar las calificaciones de su novia

— Por eso no te preocupes, lo tengo todo cubierto. —Jihyo seguía sonriendo, tan tranquila y sin ningún gramo de culpabilidad en su ser

— No sé...

— Chaeng, está bien. —La baja giro a ver a su pareja sorprendida. — Enserio

— Mina...

— Confiemos en Jihyo, ¿Si? —Se estiro para tomar su mano

— No se preocupen, no irás a una cita con nadie más, solo con Mina. Lo prometo. —Su expresión cálida fue suficiente para conversarlas. Confían en Jihyo, siempre cumple sus promesas

— Bien, acepto

Sunmi aplaudió felizmente, sonriendo con gratitud. — Muchas, muchas gracias chicas

— Aún la puedo demandar, ¿Sabe? — Tzuyu cruzo los brazos, aún con algo de mal humor

Hanii... —Hay reproche en su tono de voz

Momo y Mina miraron a Sana con los ojos abiertos como platos, con sus bocas en una pequeña o al oír a su otra amiga nipona

Sana se dio cuenta de que lo dijo, pensando que solo Tzuyu lo había escuchado

— ¿Qué? ¿Qué dijo? —La menor no tiene ni idea de lo que significa esa palabra y si por lo menos va a tener la oportunidad de conocer el significado de una de las tantas palabras de Sana le ha dicho, no la va a desaprovechar

La baja rápidamente desvío el tema. — Jihyo ¿Que hay en la bolsa? —Afortunadamente el foco de atención paso de ella

La pelicorto se acercó a la bolsa y la abrió, sacando unas camisas que cuatro de ellas reconocieron de inmediato porque son de ellas. — Cámbiense.

— ¿Hace cuánto lo tenías planeado? Maldita. —Jeongyeon de mala gana tomo su ropa, entendiendo porque su camisa había desaparecido hace unos días

— Señoritas, en quince minutos las veo en el teatro principal. — La adulta se despidió y salió con apuro

Momo fue la primera en quitarse su blusa, quedando en su sujetador, las demás le siguieron el paso, sintiéndose en confianza

— Juro que te mato, Park. —Jeongyeon seguía sentida, abrochando los botones le dedicó una mala mirada a su mejor amiga

— Ya mujer, supéralo. —Chaeyoung le dio una palmada en la espalda

Las involucradas comenzaron a discutir, dejando de lado a las otras cuatro que habían estado muy ocupadas comiéndose con la mirada a cierta personita en particular

Los quince minutos pasaron y las nueve ya estaban en el teatro principal, tras bambalinas mientras veían como la subasta de su categoría empezaba

Jeongyeon entro en pánico cuando que ya era casi su turno de que pasaran. Tomo por los hombros a Nayeon y la alejo unos pasos de sus amigas.

— Definitivamente no voy a poder. Por favor, por favor, participa en la subasta, te doy el dinero luego, pero no quiero ir con alguien más, por favor. —Nayeon vio el pánico en sus ojos, lo que la hizo aceptar de inmediato, aunque tenía planeado hacerlo desde un principio

La alta se tranquilizó parcialmente, agradeciendo con la mirada y con una ligera sonrisa

La única que estaba algo nerviosa es Chaeyoung, Momo Y Tzuyu están relativamente tranquilas, con la nipona acostada en el hombro de la alta mientras hablan con Dahyun

Pocos minutos pasaron para que las cuatro subieran al escenario junto a otras tres chicas. Momentos antes se habían reído de que por una chica pagaron cincuenta pesos y por otra veinte y ahora estaban sudando ante las miradas en ellas

No sería ni bonito ni agradable para sus dignidades y orgullos que ofrecieran poco dinero por ellas, claramente serían la burla por sus compañeros y amigas hasta el siguiente mes

Ahora las cuatro están con la boca abierta al ver cómo una chica ofreció quinientos por otra de las participantes

Las otras ya se habían acomodado en unos de los tantos asientos, poniendo total atención a la subasta, aunque solo una de ellas estaba contenta. Nayeon y Mina pareciera que querían desaparecer de ahí y Sana y Dahyun tienen un semblante más triste

La primera en pasar fue Chaeyoung, con las mejillas sonrosadas y algo nerviosa, sintiéndose intimidada

— ¿Algo que decir? —Una alumna de último grado estaba haciendo de anfitriona, le acerco el micrófono

— Ehh...

— ¿Terminaste con Mina?

Una voz entre la multitud acaparó toda la atención, haciendo que la expectación por su respuesta fuera grande

— No. —Dijo en automático. — Sigo con ella. Eso es todo

Varios lamentos en conjuntos se escucharon y la anfitriona carraspeó ante el silencio que se hizo

— Yo digo que empezemos, ¿No? Un peso

Nadie ofreció más por varios segundos, poniéndole más nerviosa

Te voy a matar Jihyo, intento sonreír, como sino se sintiera una burla en esos momentos

— Cien.

— ¿Eh? —Mina miro sobre su hombro para ver quién hablo

Un cuchicheo se armó al ver que fue el ex ligue de Chaeyoung, con quién intento olvidar a Mina al ser una cobarde que no se iba a confesar

— Ciento Cincuenta

— Ciento setenta.

— Doscientos.

Las propuestas comenzaron a caer rápido, shockeando a sus amigas y a ella misma

— Mierda. —Mascullo, dirigiendo su mirada a Jihyo, esperanzada con que hiciera algo

Mina también se dirigió a la coreana, entrando en pánico. — Jihyo, ¿Podrías decirme cuál es tu plan? —Pequeñas risas nerviosas salieron de sus labios

La pelicorto le guiño un ojo y le sonrió abiertamente. — Tú tranquila y yo nerviosa, tengo todo controlado

Obviamente eso no tranquilizó a Mina

— Seiscientos.

Nadie objeto ante esa suma y la cita con Chaeyoung estaba apunto de ser vendida. La baja estaba que se moría por dentro

— Seiscientos cincuenta. —La potente voz de Jihyo resonó al igual que unos jadeos de asombro

— Setecientos. —Segundos bastaron para que la chica aumentará la suma

— Setecientos treinta.

— Setecientos cincuenta.

— Setecientos sesenta.

Chaeyoung simplemente miraba a dos esquinas diferentes, poniéndose aún más alterada cada vez que escuchaba el precio subir

— Páralo. —Murmuro. — Páralo, por favor. —La anfitriona tuvo compasión de ella

— ¡Ochocientos!

El golpe del pequeño martillo de madera impactando en una superficie callo a la adversaria. — ¡Vendida por ochocientos! Pasa a recoger a tú cita

Mina suspiro aliviada al escuchar eso, sintiendo los pequeños empujones que Jihyo le daba. — Ve. —Le susurro con una sonrisa cálida

Chaeyoung estaba tan aliviada que no se abstuvo de besar a Mina a mitad de los escalones mientras está subía por ella, escuchando algunas quejas y otros que hicieron sonidos de ternura al verlas

— Casi se me sale el corazón. —Chaeyoung comento al llegar al lugar de Mina y sentarse en sus piernas al ver que no habían más lugares disponibles, poniendo la mano a la altura de su corazón para sentirlo latir con fuerza y rapidez

Mina beso sus mejillas un par de veces con cariño ante de volver a poner atención a la subasta

La siguiente en pasar fue Tzuyu, quien realmente no estaba tan tensa como Chaeyoung, simplemente quería que todo terminara

— ¿Algunas palabras?

— Solo no exageren. —Mentira, quiere que exageren, eso significa más dinero para ella

Todo comenzó normal hasta que cierta voz en particular llamo su atención, ya no le molestaba tanto el hecho de que hombres participaron por ella

Todas sus amigas voltearon hacia el otro lado el reconocer ese maldito tono chillón y egocéntrico en la sala, el odio en sus cuerpos surgió de inmediato

Sana fue la primera en verificar el estado de Tzuyu, odiando por completo su mirada incrédula y al mismo tiempo apagada, como retrocedió un paso y se tomó una muñeca, su respiración comenzó a acelerarse

Esa maldita perra jugo con Tzuyu y la dejo con inseguridades que hasta el día de hoy no ha superado por completo

La nipona inmediatamente salto a su rescate

— Seiscientos.

La mirada de Tzuyu retomo su brillo al escuchar su voz, viéndola como quien ven una luz al final del túnel

La contraria no se iba a dar por vencida. — Ochocientos.

Sana dijo otra suma, sujetándole firmemente la mirada a la contraria, ella la odiaba más que a nadie. La mayoría veía el intercambio en silencio, sintiendo la tensión en el aire. La distrajo lo suficiente como para no darle oportunidad de participar otra vez

— ¡Vendida por Mil! Pasa a recoger a tu cita

Tzuyu suspiro tembloroso, sintiendo la cálida mano de Momo en su espalda, dándole unas palmadas reconfortantes al estar más cerca

Sana sintió el ligero temblor en la menor al tomar su mano para ayudarla a bajar del escenario

— Gracias. —Susurro apenas, apegándose al cuerpo ajeno y apoyando le frente en su hombro, aprovechando que no muchos podían ver lo que pasaba al estar lejos de las escaleras

La nipona acaricio su melena castaña con una pequeña sonrisa. — No agradezcas nada, pequeña

Tzuyu sabe que fue un apodo. ¿Qué significa? Ese ya es otro tema

Jeongyeon lucía igual de nerviosa que Chaeyoung, solo que logro ocultarlo de mejor manera

Nayeon decidió que era bueno hacerla sufrir un poco, riendo internamente al verla entrar en pánico cuando las propuestas subieron rápidamente y ella no había dicho ninguna palabra

Se preparó y carraspeó ligeramente, arreglándose la blusa antes de pararse y llamar la atención

— Mil trescientos. —Dijo con voz firme, sonando dulce al mismo tiempo, con una sonrisa egocéntrica y victoriosa, dejando en claro que nadie se atreva a cambiar su suma o sufrirá las consecuencias.

Y nadie lo hizo. La rubia da miedo algunas veces.

Se sintió realizada al escuchar los pequeños aplausos que se daban cada vez que una cita era comprada, guiñándole un ojo a Jeongyeon al acercarse

— Te amo, coneja. —Rio al final de sus palabras, completamente aliviada

Yo también te amo. Nayeon solo la jalo por la muñeca y la sentó en lo que era su asiento, aprovechando para sentarse en sus piernas

La de cabello azul miro sobre su hombro viendo a Dahyun. — ¿Puedes participar?

La pálida la miro interrogante, mirando de soslayo cómo Momo daba un paso al frente

— No me lo dijo tal cual, por yo sé que está incómoda por todo esto y más ahora que está siendo el foco de atención. También sabemos que la va a pasar mal si sale con una desconocida y no con ningún de nosotras. —Jeongyeon le recordó, en su rostro reflejándose lo preocupada que está por su amiga foránea

Dahyun miro a la nipona, captando cómo su mirada está apagada y claramente ignora quien está ofreciendo dinero. Apretó los labios

Le tomo segundos tomar coraje, adelantándose a Jihyo que se iba a sacrificar por su querida amiga

— O-Ochocientos. —Tuvo que repetirlo otra vez ya que no fue muy clara. — Ochocientos. —Agradeció no haber tartamudeado otra vez, por más que la mirada sorprendida de Momo este en ella

Parecía que nadie parecía refutar o algo, pero no fue así

— Ochocientos cincuenta. —Una tipa bonita y que de hecho se ve agradable hablo, sin ningún tono de voz prepotente o algo parecido, simplemente estaba participando

— ... Novecientos. —Sus mejillas adquirieron un poco de color

La chica iba a hablar, pero se desanimó al ver cómo Momo miraba con total adoración a la pálida, como sus ojos adquirieron un brillo potente de nuevo, así que se rindió, echando se contra su asiento

Momo siguió viéndola fijamente aun cuando se acercaba, como si estuviera consternada por lo que acaba de pasar. Termino sonriendo la cuando le ofreció su mano, mirando hacia otro lado por los nervios

Sunmi le entrego a cada uno cuántos billetes

— Fue bueno hacer un trato con ustedes

— Para nosotras no. —Corearon las cuatro, aunque era una total mentira porque ahora cada una tenía una cita especial con alguien especial

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro