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Uno.

¡Holis!
Está es una historia que subí hace bastante, pero la edite.
Espero que si la leíste en su momento pueda gustarte las modificaciones que hice.

"El miedo más antiguo del ser humano es el miedo a los desconocidos."

Esa frase resonaba una y otra vez en la mente de Bonnie mientras caminaba por el gran aeropuerto de Inglaterra, no podía estar más de acuerdo con ella. Nunca se había considerado a una persona insegura, sin embargo los cambios son los cambios y adaptarse a ellos a veces puede ser complejo, nunca se puede saber con exactitud qué es lo que traen y como eso a la larga afecta en la vida, mudarse de país, aunque ya lo había hecho antes, en dos ocasiones, esta vez era completamente diferente, por supuesto Inglaterra y Canadá aunque tienen diferencias en ambas podía hablar inglés, Japón en su mayoría todos hablan en su idioma que es el japonés, y aunque había practicado por mucho tiempo aún tenía sus inseguridades, especialmente con la escritura, hania Kanjis que le costaba mucho hacer y podía tardar muchos minutos.

La mudanza a japón era algo que tenía en su mente desde hacía mucho, mucho tiempo, al contrario que Canadá e Inglaterra que había ido por una cuestión mas de destino o casualidad que otra cosa. Aunque se había esforzado mucho en lograrlo, en conseguir una beca para poder estudiar en el país, en trabajar para tener bastante dinero y no depender de su madre, en aprender el idioma todo lo más posible, ¿Como sabía con exactitud si realmente había preparado todo? Además de eso, en esta ocasión estaba completamente sola, las otras veces tenía a algún hermano o al menos conocido al que pedirle ayuda en caso de emergencia, aun si era una estupidez, en Japón estaría completamente sola.

"Vamos, ya hiciste esto dos veces, ya sabes perfectamente cómo funciona."

En el pasado había hecho lo mismo, la misma sensación de miedo e incertidumbre también había estado ahí, pero también estaba que a pasar el tiempo disfrutaba mucho del país, confiaba que le pasara lo mismo.

Una vez subió acomodó su mochila en su lugar correspondiente, asegurándose de tener a mano lo que usaría para no morir de aburrimiento en el viaje, y se acomodó lo mejor posible.

"Esperaré hasta que despeguen."

Bonnie había viajado muchas veces en avión, en algunas ocasiones por el trabajo de sus padres y en otras por el simple hecho de viajar, que tu padre sea el héroe número dos de Estados Unidos tenía muchas ventajas, y algo que sin duda le gustaba era ver por su ventana cómo el avión empieza a subir hasta perderse en las nubes, después de eso miraba un rato más hasta que se cansaba. Esa vez no sería distinto, pensaba ver por la ventana hasta que el mar de nubes se hiciera aburrido, después pensaba dibujar en su libreta, y ver por la ventana cuando empezara el atardecer, después dormir mucho.

O esa era la idea era distraerse todo lo posible, para que el viaje fuera lo llevadero, pero mientras empezaba a trazar delgadas líneas con su lápiz su mente divagaba en los recuerdos que la hicieron llevar a estudiar criminología en vez de ser heroína como lo es su padre y sus dos hermanos mayores.

Flashback.

La pequeña de cabellos negros miraba fijamente la pantalla del televisor. Ella estaba sentada en el piso abrazando a su peluche favorito con forma de gatito, mientras que su madre, su hermana y hermano mayor estaban arriba del sillón. Estaban viendo fijamente como su padre con gran orgullo hablaba con la prensa, de cómo había capturado a uno de los villanos más grande de toda América.

Así era, su padre era uno de los héroes más conocidos en Estados Unidos. Tenía su propia agencia y todo el país hablaba de él, incluso era conocido en muchas otras partes del mundo, formaba parte del top 10 y parecía que cada día su nombre tenía más importancia. Eso es lo que pasa cuando participas en muchas misiones, aún si era un poco orgulloso, llegando a ser un poco molesto, la llama de su determinación era bastante contagiosa, sin mencionar que a muchos otros no le importaban como era él realmente, mientras hiciera bien su trabajo de héroe y las vidas de las personas no corrieran un constante riesgo, entonces estaba bien.

Y mientras la madre de todos los pequeños hablaba de cómo en el futuro también podrían ser grandes héroes como su padre, de cómo sus quirk eran simplemente increíbles y muy envidiables, la pequeña agarraba fuertemente su peluche, mientras varias lágrimas caían por sus mejillas, hacía apenas minutos atrás estaba muy asustada porque veía como su padre peleaba y temía que no regresará. La idea de ser una heroína le gustaba, pero al mismo tiempo le llenaba de terror, ¿Todas las peleas eran así de violentas?

-Y si... ¿Y si quiero ser algo más?

La pregunta llamó la atención de los tres, hacía mucho tiempo que quería hacerla y pero no sé animaba del todo, aunque fuera solo una niña de cinco años había escuchado muchas veces a otros adultos hablando de que todos los hijos de grandes héroes debían también ser grandiosos héroes, y aunque no era consciente poco a poco se iba formando una presión para Bonnie.

-en ese caso te apoyaré con lo que sea que te haga feliz-miró a su hija mejor y después a los mayores-¿Verdad?

Los dos asintieron con entusiasmo. Eran una familia bastante unida, aún si su padre era bastante ausente su madre siempre se aseguró que los hermanos tuvieran una buena relación, y algo como las profesiones no iba a hacer que esa relación se viera afectada. Además su madre tampoco era heroína, por eso sabían que los otros trabajos no son ni más ni menos importantes, solo diferentes.

Y, también estaba el hecho de que a su madre le gustaba mucho la idea de que no fuera heroína. Aunque sus dos hijos mayores habían heredado el quirk de su padre y de su abuelo, no había forma de saber cual sería el de Bonnie, eso se debía a que su madre no tenía y desconocía su árbol genealógico, así como podía tener cualquiera.

Fin del flashback.

Pero eso no pasó, Bonnie no era uno de esos casos especiales al igual que su madre, pero su quirk no servía para el combate aún cuando logró perfeccionarlo hasta el punto en que lo tenía actualmente. No lo supo en el primer momento que lo tuvo, lo descubrió varios meses después cuando su padre se negaba a entrenarla, según él sólo era una pérdida de tiempo. Pero, si para ser detective, un oficio que le gustaba por varias razones, una de ellas era por todos los libros de misterio que había leído.

Al principio le daba un poco de miedo, especialmente por su padre y la carga de varios comentarios negativos, también estaba el que ser héroes para muchos el ser héroe era el único trabajo, o al menos el único trabajo que decían los adolescentes, porque siempre que le preguntaban se sorprendían, incluso recordaba como sus profesores solían decir que todos quieren ser héroes. Con el tiempo, y con un poco de ayuda de una psicóloga que la ayuda a luchar contra esa ansiedad, se dio cuenta que ser detective también era un trabajo muy respetable, de hecho muchas veces los héroes no podían avanzar sin la ayuda de los detectives.

Cuando se dio cuenta de eso, de todas las veces que su padre había necesitado la ayuda de un detective, hasta el punto de tener una bonita amistad con varios de ellos, fue que empezó a encariñarse con su quirk, a aceptarlo, y por esa razón era que el dia que lo había manifestado era un día tan importante para ella.

El día que había ido a Japón por primera vez, siendo su recuerdo más vivido en un avión, cuando conoció a un héroe que hasta el día de hoy seguía siendo igual de famoso, incluso se le conocía como el símbolo de la paz, y ese día supo uno de sus mayores secretos, uno que por el momento no le había afectado la vida, pero que tal vez hubiera sido mejor no saber.

Flashback.

Las flores de cerezo caían por las calles de Japón, Bonnie no podía dejar de verlas mientras sujetaba la mano de su madre, quería ir corriendo para agarrar todas las que pudiera, no importaba si solo era un pequeño pétalo o una flor entenderá, quería saber cómo era su textura ¿Serian tan suaves como au delicadeza? También quería olerlas mejor, en su casa había perfumes con el dibujo de esa flor ¿Serían iguales o mejores? Quería saberlo, su curiosidad de infante le obligaba a saberlo , pero su padre dijo estrictamente que no podían jugar.

"-No nos detendremos por nada en el mundo. Iremos a la agencia y después podrán jugar, antes no."

Así es, el gran héroe había sido invitado a Japón para ayudar a resolver un caso, al principio pensaba ir solo, siempre iba solo cuando se trataba de viajes de trabajo, esta vez fue diferente porque su esposa lo convenció que sería una increíble experiencia para sus hijos. Por eso estaban todos dirigiéndose a la agencia del héroe All Might, esto por petición de sus hijos que querían tomarse una fotografía con el héroe, el cual había dicho por teléfono que no tenía ningún problema con eso.

Ahora la pequeña de cabellos negros estaba siendo agarrada por su madre, tenía miedo que se perdiera, por esa misma razon en su otra mano tenía a su hija mayor y ella agarraba a su hermano.

Realmente querían jugar, pero debían esperar, además también quería una foto con el símbolo de la paz.


Al llegar a la agencia no podían evitar sorprenderse con lo grande que era, claro que también habían ido a la agencia de su padre pero no se comparaban, era como si a la All Might la hubieran hecho para que medio Japón habitara en ella. Bonnie podía escuchar a su madre y padre hablando con las personas que le hacían el pequeño recorrido por el lugar, pero realmente no estaba prestando atención, y no lo hizo hasta todo el recorrido.

-estaré con su padre en una reunión muy importante, ¿De acuerdo?-cuando los tres infantes asintieron siguió hablando-Pueden recorrer todo el lugar-mientras hablaba les iba colgando a cada uno una tarjeta especial que le habían dado apenas entraron, era la muestra de que eran invitados del All Might-, solo no salgan de la agencia ¿De acuerdo?

Los tres volvieron a asentir con la cabeza, tenían suerte que la agencia al ser de All Might fuera un lugar bastante seguro, de lo contrario no los hubieran dejado solos. Bonnie decidió ir por su cuenta, aunque era verdad que actualmente su relación con sus hermanos era un tanto confusa, ya que a veces se divertían mucho estando juntos y otra veces era todo lo contrario, solo se había distraído tanto que no se dio cuenta en qué momento se había separado, solo caminaba siguiendo su instinto, como si algo dentro de ella supiera a dónde debía ir, también evitaba las zonas con varias personas, le molestaba bastante escuchar un idioma que no entendía ni un poco.

Y así estuvo por varias horas, en algunos momentos se cansaba pero solo bastaba sentarse unos segundos en alguna silla o escalera, tomar y comer algo que su mamá le había dejado en su mochila, y con eso ya estaba más que lista para continuar con el recorrido. Eso era lo que llevaba haciendo, hasta que vio cómo de repente una puerta se abría y de ella salía una persona de cabellera rubia hablando por teléfono, el mismo por el cual habían decidió ir a esa agencia con sus hermanos.

Cuando lo vio muchas palabras empezaron a llegar a su mente. No las entendía, pero al mismo tiempo si, era como si siempre lo hubiera sabido y solo lo estaba recordando, la sensación no era extraña, en lo absoluto, se sentía como si siempre hubiera sido de esa forma.

-All for one.

Esas palabras salieron en un susurro, y mientras su dedo índice estaba en su labio, veía como aquel hombre musculoso ahora era todo lo contrario.

Delgado, débil, con ojeras en su rostro, cansado, sin ningún tipo de apariencia falsa que ocultara como realmente se sentía en un intento de no preocupar a otros, de verse como esa persona tan fuerte, como alguien tan perfecto que se siente muy lejano.

Aún habiendo dicho de forma baja, aquel héroe pudo escucharlo a la perfección. Y por eso la miró con mucha sorpresa. Debido a la naturaleza de su poder son muy pocas las personas que saben su nombre, realmente pocas siendo que es un Quirk que lleva existiendo desde muchos años.

-La habilidad de pasar su energía a otro cuerpo, como una antorcha que cada vez va creciendo más con cada nuevo portador ¿Verdad?

Y mucho menos el cómo funcionaba, solo unas muy pocas personas sabían que era y cómo era su quien. Mucho menos una niña que nunca había visto en su vida.

-Es correcto, pero ¿Cómo sabes eso pequeña?

Su mirada fija en ella, su voz gruesa y amenazante, esos orbes celestes parecían brillar y esa esclerótica negra...Bonnie simplemente estaba aterrada, y con voz temblorosa sólo pudo decir una.

-Yo no sé, simplemente lo supe cuando lo vi.

Fin del flashback.

Para su suerte al final pudo llevarse varios momentos agradables con Al Migth, como una fotografía con su autógrafo y algunos otros momentos, como cuando los acompaño a toda su familia a un pequeño recorrido por la ciudad y después al terminar fueron a comer postres, aprovechando que era primavera se hacían varios postres con las flores de cerezo, como Mochis. Aún recordaba ese primer mal inicio, pero también recordaba perfectamente todo lo que le siguió después.

Y también desde ese día supo que su habilidad le permitía saber cuál era el quirk de los demás, desde su nombre hasta la última curiosidad que este tuviera, eso incluía ventajas y desventajas. Además, con el tiempo descubrió que su quirk también le permite saber información de la persona con sólo tocarlo, como : Su nombre, su tipo de sangre. Entre otra información personal de aquella persona. La cual dependía mucho del tiempo que la tocaba. Durante bastante tiempo solían molestarla decidiendo que ese era un quirk completamente inútil, no sirve para una batalla, y después muchas personas se negaban a estar cerca de ella porque creían que le iba a robar toda su información personal, como si fuera algún tipo de acosadora.

Al principio cuando ella era ignorante de todo eso se alegró muchísimo de poder saber cuál era su quirk, después de todo, sus demás compañeros ya lo habían manifestado, quería ser parte de esas personas que hablaban tan alegremente de lo que podían hacer y de todo lo que harían.

Al final nunca pudo formar parte de ese grupo, se quedó con las pocas personas que la apoyaban. Y se podría decir que fue gracias a esos momentos que descubrió su amor a dibujar, ya que en vez de juntarse a jugar mientras estaba en la escuela, se quedaba largas horas dibujando.

Ella realmente amaba dibujar, especialmente

a esos héroes que realmente admiraba, especialmente al héroe número uno. Porque su parte del cuerpo favorita era la boca, le gustaba dibujar más que el resto y especialmente cuando era una sonrisa.

Sonrisas...En su vida había llorado mucho, por eso amaba dibujarlas tanto.


¡Hola!
Me alegra bastante poder traer de nuevo este fanfic, siendo uno de los primeros que publique en esta cuenta.
Hace bastante lo puse en borrador para poder editarlo, pero por una u otra razón nunca lo hacía.

Hice separadores porque el anterior no tenía, creo que quedaron tiernos, y de solo hacerlos ya está volviendo mi amor por Hawks.

Planeo hacer otra portada, la que tiene ahora no me convence por los colores. Pero eso lo haré cuando pueda resolver el problema que tengo con picsart, le mandé un mensaje a soporte y espero que no tarden mucho en responder.
Nos vemos el próximo martes que es cuando publique el próximo capítulo.

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