Capítulo 45
Regalos sorpresa para Magnus
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Siguió a Clary hasta la puerta principal y saludó a un hombre alto y delgado que estaba parado en el porche delantero. Había estado observando el desfile de niños y padres que pasaban por allí, tratando de hacer el truco o trato, y se volvió cuando oyó que se abría la puerta.
Alec se sobresaltó un poco cuando vio su rostro. Dios mío, el parecido era asombroso. Magnus se iba a morir, sólo figurativamente esta vez.
-“¿Roger? Wow, es genial conocerte finalmente. Soy Alexan–, um Alec”- le tendió la mano y él se la tomó con una sonrisa.
-“Hola, sí, lo mismo digo. Después de todos estos meses, es bueno finalmente verte en persona, pero siento que los conozco a Magnus y a ti desde hace años. Este lugar es genial. Ustedes realmente se lucieron con todo esto”- dijo, mirando a su alrededor.
-“Sí, es una gran celebración aquí. Escucha, ¿por qué no entramos?”- dijo Alec, manteniendo la puerta abierta para él. Condujo a Roger a una de las habitaciones del frente.
Las luces habían sido reemplazadas por bombillas de color púrpura que daban a la habitación un brillo espeluznante. Era la habitación de invitados de Clary y la cama individual estaba ocupada por un par de esqueletos, tomados de la mano y sonriendo abiertamente.
Roger se rio cuando los vio. Le tendió un sobre que llevaba consigo.
-“Traje tantas fotos como pude encontrar. Espero que le gusten. Hice una copia de todas, así que, si él quiere, puede quedárselas”- explicó.
Alec sonrió y asintió.
-“Estoy seguro de que lo hará. Magnus no tiene idea de esto, así que debería ser una gran sorpresa para él. Clary, ¿puedes ir a buscarlo por nosotros? Quiero hacer esto aquí, creo que necesitará un minuto cuando se encuentre con Roger por primera vez. Va a ser un poco sorprendente. No puedo creer lo mucho que te pareces a él”- dijo Alec mientras Clary dejaba la puerta.
-“Sí, lo sé, pelirrojo y todo. No puedo esperar a conocer al descendiente original de Magnus Bane tampoco. Nunca supimos de él hasta que mi abuelo falleció y encontramos su diario. Fue muy triste lo que les sucedió. Esto será, algo así como el cierre de su historia, ¿no?”- dijo.
-“Sí, creo que sí”- Alec estuvo de acuerdo. Oyó un golpe en la puerta cerrada. Le dio a Roger una mirada con la ceja levantada y tomó aliento.
-“Bueno, aquí vamos”- dijo en voz baja.
Caminó hacia la puerta, la abrió y salió al pasillo cerrando la puerta detrás de él. Magnus lo miraba frunciendo el ceño.
-“Alexander, ¿qué estás haciendo? No tendrás otro fantasma allí contigo, ¿verdad?”- Alec quiso reírse a carcajadas con la ironía de lo que su hombre acababa de decir.
Magnus entendió que algo estaba pasando y lo miró con recelo.
-“Bien, ¿qué está pasando? Puede que ya no tengamos nuestra conexión, pero aún puedo decir cuándo tramas algo”- dijo.
-“Magnus, hace algunos meses que estoy trabajando en tu regalo de cumpleaños. ¿Recuerdas que hace tiempo te dije que te ayudaría a descubrir qué le pasó a Elías? Bueno, lo hice. Hice algunas investigaciones y descubrí qué pasó con él después de ese día. También encontré a su nieto, Roger. Ha sido excelente para obtener más información sobre Elias y está aquí. Entonces, él puede hablarte sobre él, si quieres que sea así”
Magnus lo miró estupefacto. Sus ojos brillaban a la luz del pasillo y se quedó inmóvil; Alec comenzó a preocuparse de que no haya respirado durante un tiempo.
-“Amor, ¿estás…?”- comenzó, poniendo sus manos sobre sus brazos. Magnus lo interrumpió arrojándose a sus brazos y abrazándolo con fuerza. Alec sintió que se relajaba. Gracias a Dios, al menos estaba respirando.
Se apartó de él y lo besó con fuerza. Podía sentirlo temblar y lo abrazo una vez más.
-“Oye, ¿estás bien? ¿Estás seguro de que quieres hacer esto?”- le preguntó.
-“Alexander, he deseado cerrar ese capítulo de mi pasado muchas veces, pero nunca pensé que tendría la oportunidad. De eso era de lo que me sentía tan culpable. Pensé que había causado la muerte de Elias hace tantos años. Viví con esa carga todas esas décadas y ahora me estás diciendo que su nieto está aquí, así que debe haber sobrevivido. No tienes idea de cuánto significa esto para mí, mi corazón. ¿Dónde está él? Quiero conocerlo”- dijo, tomando su mano.
Alec giró la manija de la puerta y la abrió. Roger se levantó de la esquina de la cama. Ambos parecían conmocionados. Con los ojos y la boca abierta. Pasaron cinco minutos completos hasta que uno de ellos se recuperó lo suficiente como para hablar.
-“Dios mío, tú eres la viva imagen de él. Es como volver a la última vez que lo vi. No puedo creerlo”- murmuró Magnus.
-“Hola, Magnus, yo podría decir lo mismo. Parece que nuestros antepasados querían que nos conociéramos de alguna manera. Soy Roger. Roger Elias, nombrado así por mi abuelo”
Le tendió una mano y Magnus la tomó, pero en lugar de estrechársela, acercó al hombre y lo abrazó ferozmente. Roger parecía más que un poco sorprendido, pero se relajó y lo tomó bien.
Se sentaron en un lado de la cama y Roger procedió a contarle todo sobre su abuelo y lo que descubrieron de su diario.
Cuando los padres de Catarina y Magnus se llevaron a Elias, lo sacaron de la ciudad, donde el padre de Magnus comenzó a golpearlo. Su rabia fue impactante, según el diario, y resultó en dos ojos morados, un par de costillas rotas y la perdida de dos dientes. Él había estado seguro de que lo habría matado de no ser por el padre de Catarina. Él hizo que el señor Bane lo dejara en paz, diciéndole que ya había tenido suficiente, que había aprendido la lección. Se marcharon, dejándolo a un lado de la carretera, tirado en el suelo, sangrando, semiinconsciente y con más dolor del que había sentido en toda su vida.
Magnus cerró los ojos cuando escuchó esto, su rostro con una expresión de dolor. Siempre había odiado el temperamento de su padre y había estado en el extremo receptor de este en alguna ocasión.
Roger continuó diciéndole que Elias no sabía cuánto tiempo había estado allí, pero ya había oscurecido cuando oyó voces a su alrededor. Un hombre y una mujer fueron lo bastante bondadosos para detener su carreta y lo habían ayudado a llegar hasta ella, donde lo llevaron a su granja, lo limpiaron y trataron sus heridas. Pasaron varios días antes de que estuviera lo suficientemente fuerte como para levantarse de la cama. La amable pareja quería que se quedara, pero él necesitaba regresar a la ciudad donde podría retirarse a las sombras y volverse invisible de nuevo.
Le prestaron dinero e hicieron los arreglos necesarios para que un amigo, que iba a la ciudad por negocios, lo llevara. Le tomó meses mejorar completamente, dependiendo de sus amigos para que lo ayudaran a esconderse mientras se curaba y su corazón dolía por Magnus. Trató de descubrir lo que le había sucedido; había estado aterrorizado de que su padre hubiera vuelto y lo matara, o lo hubiera intentado.
Magnus le contó a Roger sobre su propia paliza, aunque diciendo que fue a su pariente, no a él. Le dijo que había enfermado hasta estar en su lecho de muerte. Casi le dijo la verdad, pero después de una rápida mirada en dirección a Alec, se decidió por contarle que Catarina se había apiadado de él y lo había cuidado hasta que recuperó la salud.
-“Entonces, Magnus y Catarina deben haber tenido al menos un hijo, ¿cómo se llamaba?”- le había preguntado Roger.
Magnus pareció nervioso por un minuto antes de responder.
-“Ah, Leonard. Lo llamaron Leonard. Y cuando creció, se casó y nací yo. Pero dime ¿qué le pasó a tu abuelo cuando se recuperó?”- Instó y Alec supo que se estaba asegurando de que la atención permaneciera en Elias, y no en él.
-“Elias tuvo tanto miedo de tratar de tener una relación con otro hombre de nuevo, que terminó casándose con una mujer para tratar de ocultar sus inclinaciones. Tuvieron tres hijos, mi padre fue uno de ellos. Él fue el único varón. Martha, Mary y mi padre, Magnus”- le dijo, mirando el sobre que todavía estaba en su regazo.
Magnus quedó sin aliento. Sus ojos se abrieron de par en par. Dios mío, ¿Elias realmente había nombrado a su único hijo como su amante hombre?
-“Supongo que Magnus realmente había significado algo para él. No teníamos idea de lo que significaba todo, o de la existencia del Magnus original hasta que murió y encontramos su diario oculto en su dormitorio. Fue realmente difícil leer acerca de esa otra vida que había tenido y de la que no sabíamos nada. Debió haber sido tan difícil pretender ser de una manera y querer ser de otra todos esos años. Siempre había parecido un viejo tan feliz. Pero de vez en cuando, había momentos en que los que simplemente se quedaba mirando a la nada. Recuerdo haberle preguntado una vez, cuando era niño, en qué estaba pensando y me dijo que ‘en días mejores, chico, días mejores’. Parecía muy triste, pero nunca duraba mucho y nos estaba diciendo una broma estúpida que nos hacía reír. Tengo algunas fotos de él aquí, si quieres verlas”- le preguntó Roger.
Alec estaba mirando a su novio desde el otro lado de la habitación. Podía decir que estaba al borde de las lágrimas, pero que estaba haciendo un gran trabajo en mantenerlas a raya. Roger metió la mano dentro del sobre y los sacó. Magnus miró a Alec, suplicando con sus brillantes ojos que se le acercara. Alec se acercó y se sentó a su lado, en el piso junto a la cama.
Magnus contuvo la respiración cuando vio la primera fotografía. Fue tomada el día de su boda. Elias vestía un sencillo traje marrón y tenía una flor blanca en la solapa. Su novia estaba mirando recatadamente a la cámara y mientras que los delgados labios de Elias se curvaban en una sonrisa, ésta no se reflejaba en sus ojos. Magnus reconoció la misma mirada de las viejas fotos polvorientas de su propia boda. Las novias, al parecer, eran mucho mejores en fingir. No sabía nada de esta mujer, pero creía que Catarina sabía que su matrimonio no era más que una elaborada historia para aparentar. Una actuación en vivo, como un reality show de esta época.
La segunda era de Elias sosteniendo torpemente a un bebé. Su esposa sonreía a la cámara mientras él se veía todo tenso y codos agudos. De nuevo, la sonrisa forzada. Otro papel que fingir. La siguiente era similar y Magnus supuso acertadamente que estos eran los nacimientos de las tías de Roger. La primera foto familiar era una historia diferente.
Esta había sido tomada a lado de un jardín trasero. Dos niñas pequeñas; la mayor, que no parecía tener más de cinco años, estaban de pie junto a su madre, mientras que la más joven, que parecía tener unos dos años, estaba sentada en su regazo. Elias estaba abrazando al nuevo bebé. Su rostro largo y delgado miraba al niño dormido y esta vez la sonrisa llegaba a sus ojos. ¿Era porque finalmente tuvo un hijo, alguien para continuar el apellido, o fue porque lo habían llamado Magnus? La penúltima había sido tomada años más tarde en la graduación de la escuela secundaria de Magnus. Elias se veía mucho más viejo, pero aún muy orgulloso, de pie con la mano en el hombro de su hijo.
La última hizo que las lágrimas que Magnus había mantenido a raya por tanto tiempo fluyeran. Alec se levantó del piso y se sentó en la cama junto a él, colocando su brazo alrededor de sus hombros mientras miraba la foto.
-“Esa la encontramos en el diario. Debe haber sido la única foto que se tomaron juntos y era muy valiosa para él”- le dijo Roger.
Magnus asintió mientras lágrimas caían de sus mejillas. Era exactamente la misma que ahora estaba en la caja del escritorio de Alec.
-“Lo era, era más valiosa que el oro para él. Como lo fue para mí”- dijo en voz baja, no más que un susurro. Apartó los ojos de la imagen para mirar a Roger.
-“¿Cómo murió?”- preguntó, su voz temblorosa de emoción.
Alec tomó su mano en la suya y la apretó con fuerza, deseando que Magnus supiera que estaba allí para él.
-“Pacíficamente. Mientras dormía, tenía 92 años”- le dijo Roger.
Estaba mirando a Magnus con simpatía, sin embargo, también con un poco de intriga. Probablemente no había esperado una respuesta tan emotiva.
Magnus se dio unos momentos más para llorar a su amigo antes de enderezar la espalda y los hombros y limpiarse la cara.
-“Gracias, Roger. No tienes idea de cuánto significa esto para mí. Fue la mejor sorpresa de cumpleaños que pude tener. Por favor, ven y acompáñanos, compartiremos una copa por tu abuelo apropiadamente”- dijo.
-“Gracias, Magnus. Eso me gustaría. Pero agradécele a tu hombre aquí, él fue quien hizo todo el trabajo buscándome”- dijo, sonriéndole a Alec.
Magnus puso una mano en el costado del rostro de Alec y lo besó suavemente.
-“Gracias, Alexander. Desde el fondo de mi corazón. Me has permitido cerrar la puerta a mi pasado y así poder seguir adelante con mi vida a tu lado. Creo que necesito esa bebida ahora, ¿vamos?”
Magnus volvió a guardar las fotos en el sobre y las dejó en la cama junto a los esqueletos.
-“No puedo pensar en un lugar más apropiado. No es exactamente lo más parecido, pero se acerca lo suficiente”- bromeó Magnus mientras salían de la habitación.
Estaban a punto de entrar a la sala de estar cuando hizo una pausa.
-“Sólo por curiosidad, ¿alguna vez descubriste quién era la pareja que ayudó a Elías cuando lo hirieron?”- le preguntó Magnus a Roger.
-“Oh sí, estaba en el diario. Una pareja local, ah, Fairchild, creo que era su nombre”- le dijo.
Los ojos de Magnus se dirigieron directamente a los de Alec antes de que ambos miraran al hada pelirroja vestida en capas de tul rosa. De alguna manera, tenía perfecto sentido.
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Media hora más tarde, Clary trajo un pastel, con velas encendidas mientras todos cantaban feliz cumpleaños. Magnus sonrió mientras los apagaba y todos aplaudieron.
-“Sólo quiero decir un par de cosas si me permiten”- dijo Alec, levantando la voz un poco por encima del ruido.
-“Estos últimos seis meses han sido el viaje más salvaje de mi vida, pero agradezco a mis estrellas de la suerte que el destino me trajera hasta aquí. He hecho grandes amigos y me siento parte de una gran comunidad. Y he conocido al amor de mi vida. No sé si muchos de ustedes saben, pero cuando llegué aquí, tenía toda la intención de escribir un libro, un sueño de toda la vida que estaba decidido a cumplir. Tenía ideas duras y rápidas de cómo se suponía que debía ir, pero no contaba con enamorarme y conocer gente tan buena en el camino. Entonces, cambié de opinión. No escribí el libro que había imaginado. Escribí uno mejor”
Tomó una caja de la mesa que contenía los otros regalos de Magnus y se la dio.
-“Es nuestra historia, Magnus. Tu historia. Sólo espero haberle hecho justicia. Feliz cumpleaños, amor. Quería que fueras el primero en leerlo”
Magnus le quitó la caja, los ojos brillando una vez más. Levantó la tapa y pasó la mano por la primera página.
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‘Su salvación’
Una novela
Por
Alec Lightwood.
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-“Oh, Alexander, harás que vuelva a llorar. Gracias mi amor. No puedo esperar para leerlo”
Le entregó a Clary la caja mientras ella estaba a su lado, con los labios temblorosos y las mejillas cubiertas de lágrimas. Envolvió a Alec en sus brazos y todos lo vitorearon mientras lo besaba con fuerza.
-“Todavía no he terminado”- le dijo Alec. Magnus frunció el ceño cuando se apartó y lo miró con severidad.
-“¿Qué vas a hacer ahora, Alexander? No creo que pueda soportar mucho más esta noche”- dijo.
Alec sonrió- “Ah. Creo que puedes tomar sólo una más”
Se alejó de los brazos de Magnus y dio un paso atrás antes de meter la mano en el bolsillo de su traje y sacar una pequeña caja negra. La habitación quedó en completo silencio cuando Alec dobló una larga pierna y se arrodilló ante él.
El corazón de Magnus latía con tanta fuerza en su pecho que pensó que estallaría en cualquier momento. Contuvo la respiración con una mano sobre su boca.
-“Magnus, sé que sólo hemos estado juntos por corto tiempo, pero no importa. Como sabemos, el tiempo es irrelevante para nosotros y ninguna cantidad podría ser suficiente para pasarlo contigo. Sin embargo, todas las buenas historias necesitan un comienzo y quiero que la nuestra comience lo más pronto posible. Magnus, ¿te casarías conmigo?”- levantó la tapa de la caja revelando una banda negra de ónix.
-“Sí, Alexander, nada me daría mayor placer”- dijo en voz baja, con un temblor en su voz.
Alec tomó el anillo de la caja y lo deslizó en su dedo, luego lo tomó en sus brazos y lo besó largamente. La sala estalló en aplausos y vítores, y cuando finalmente se separaron para tomar aire, todos se les acercaron y los felicitaron.
Clary era un desastre total y Jace tuvo que alejarla de Alec y Magnus para poder abrazarlos.
-“Hombre, bien hecho. Sé que serás feliz. Y sé que allá, en algún lado, tu mamá y tu papá estarían orgullosos de ti”- le dijo a Alec.
Alec abrazó a su mejor amigo- “Gracias, Jace. También creo que lo estarían”
Clary rebotaba arriba y abajo como un niño emocionado- “Tienes que dejarme ayudar a planear la boda. ¡Por favor, por favor, por favor!”- les suplicó.
-“Caramba, Clary, ni siquiera hemos pensado en dónde o cuándo”- dijo Alec, pareciendo exasperado.
-“Sé exactamente dónde y cuándo, mi amor. El próximo verano, en el jardín de rosas de nuestra casa”- le dijo Magnus.
Alec ni siquiera tuvo que pensar en eso, era perfecto.
-“Perfecto, amor. No puedo esperar. Vaya, comprometido por menos de cinco minutos y ya tenemos la fecha, el lugar y un planificador de bodas. Ahora todo lo que necesitamos es un par de padrinos y estaremos listos”- dijo Alec, riendo.
-“Creo que ya los tenemos, Alexander. Estoy seguro de que Jace lo hará por ti. Y tú, Simon, ¿me harías el honor de ser mi padrino?”- le preguntó Magnus.
Simon estaba aturdido- “¿Yo? ¿De Verdad? Pensé que no te agradaba”- tartamudeó.
-“Si he aprendido algo en mis muchos años, Simon, es cómo perdonar y olvidar. Me agradas lo suficiente ahora que sé que no estás tratando de robarme a mi novio. Pero sólo para que sepas, tenemos un buen suministro de tazas nuevas si vuelves a intentar algo”- le aseguró Magnus.
Simon soltó una carcajada- “Bueno, supongo que los milagros pueden suceder. Pero un verdadero milagro es si pudieras encontrarme una cita antes de la fecha. Entonces realmente pensaré tu magia”
-“Ah, Simon, ¿ya conociste a Roger?”- preguntó Alec, presentando a los dos hombres.
Simon le dirigió al alto hombre pelirrojo una de sus inconfundibles sonrisas, y Alec sonrió cuando el rostro de Roger adquirió un tono similar al de su cabello mientras se estrechaban las manos, sin apartar los ojos del otro.
Magnus miró a Alec con sorpresa.
-“No me digas, Roger es…”- dijo, mientras Alec terminaba la frase por él.
-"Gay. Sí, me lo dijo por teléfono. Parece que se saltó una generación en su familia, es como si Elias haya deseado asegurarse de que su homónimo tuviera más posibilidades de encontrar el amor de su vida que él”
Magnus lo atrajo hacia sí- “Parece que estamos llegando al final de la historia, Alexander, y es mejor que cualquier cuento de hadas que se haya escrito alguna vez”- dijo, besando a su prometido nuevamente.
-“Oh, no creo que se haya terminado. Sólo es el comienzo del próximo capítulo, amor. Te amo, Magnus Bane”- dijo, recogiendo sus copas y entregándole una a Magnus.
-“Yo también te amo, Alexander. Y aquí estaré a la espera de una secuela”- dijo Magnus, radiante mientras brindaban por su felicidad compartida.
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Muchas gracias por haberme acompañado en una traducción más, les agradezco muchísimo que se hayan dado un momento para dejar un comentario, un voto o simplemente leer. Espero hayan disfrutado la historia tanto como yo.
Siguientes trabajos…
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Como saben ya empecé la traducción pendiente con temática Alfa/Omega, ‘Prendiendo fuego a la roca’
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Un hurt/Alec: ‘Somos amenazados con sufrimiento’
Versión alterna del capítulo 13 de la serie. Después de su pelea con Magnus, Alec se encuentra capturado y torturado por el Asesino de Cazadores de Sombras, pero cuando todo comienza a volverse demasiado para manejar, empieza a dudar de que alguien vaya a rescatarlo.
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Y este un poco menos cursi, quizás… ‘La carga de Atlas’
Alec Lightwood es un asesino de bajo perfil y alta taza de éxito, hijo de dos abogados famosos por engañar a la justicia por amor al dinero, contra quiens toma venganza aceptando casos que requieren trabaje fuera de la ley para asegurarse que la justicia prevalezca.
Magnus Bane es realeza en el Bajo mundo como hijo rebelde de un altamente respetado lord del crimen. Él desmantela carteles de drogas, anillos de prostitución y otros monopolios que amenazan con envenenar su amado Brooklyn.
Juntos son la tormenta perfecta.
Cuando se alza una nueva amenaza que combina el caso de un nuevo cliente de Alec y cartel de drogas que Magnus ha estado vigilando durante años, el par estará en busca de sangre
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Nos leemos en la siguiente historia, que tengan un muy buen fin de semana, diviértanse! 🤗😘
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