Capítulo 28
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Sexy noche Malec...
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-"Oh, mi corazón, puedes hablarme así cuando quieras. Creo que es hora de que me dejes encargarme de las cosas desde aquí, ¿verdad?"
Levantó su mano y la sostuvo a un lado de su rostro, mientras lentamente frotaba su suave mejilla con la áspera de Alec. Dios, lo que no daría por sentir ese papel de lija deslizarse contra el interior de sus muslos. Definitivamente iba a tener que enseñarle ese truco, pensó mientras sonreía en la oscuridad.
Se echó hacia atrás y tomó a Alec por los anchos hombros, haciéndolo bajar de nuevo a la superficie de la cama. Se colocó entre sus piernas, abriéndolas de par en par. Al menos, Alec le había ahorrado el problema de quitarle esos molestos pantalones de pijama. Él estaba tendido delante de él, gloriosamente desnudo, como una estatua caída. Tan caliente, que se le estaba haciendo agua la boca.
Extendió sus manos y fue directo hacia la nube de suave vello en su pecho, doblando sus dedos en ella y sonriendo.
-"Podría hacer esto toda la noche, sólo esto. Tienes el mejor pecho que he visto o sentido en mi vida"- canturreó mientras extendía los dedos, cubriendo cada pectoral.
-"Tan bueno como se sentiría, amor, espero que no tengas la intención de hacerlo de verdad. He estado esperando esto todo el día y es una tortura"- Magnus soltó una carcajada.
-"Bueno, ¿acaso no dijiste que querías que te castigara por ser malo? Considera esto una llamada de atención"- Esa oscuridad descarada volvió y Magnus se congeló.
-"Prefiero unas nalgadas"
Esto debe ser algún tipo de récord. Estaba seguro de que su corazón se había detenido de nuevo.
-"Oh Alexander, me sorprendes. Parece que te he corrompido con mis malas maneras. Debería ser un cuento con moraleja sobre lo que podría pasarte cuando te entregas a estos pecados de la carne"
-"Hey, es un mundo completamente nuevo ahora, Magnus. El pecado está de moda y yo llegué tarde a la fiesta. Necesito ponerme al día"
Magnus gimió, se inclinó hacia delante, yendo directo hacia su cuello y mordiendo un camino desde su mandíbula hasta su hombro, mientras Alec se retorcía y gemía debajo de él.
Cortó directamente hacia la altura de su pecho, sobre el disco rosado de su pezón. Miró a Alec bajo pestañas oscuras y lo vio tragar duro. Escuchó su aliento antes de que su boca se cerrara sobre este, acariciando la pequeña protuberancia dura con su lengua.
Alec gimió, arqueando su espalda, sus manos yendo a la cabeza de Magnus, abrazándolo fuerte. Se forzó en mirar hacia abajo mientras Magnus succionaba firme pero suave. Se movió debajo de él, incapaz de mantenerse quieto o evitar que los ruidosos gemidos lo abandonaran.
Su mente comenzaba a nublarse, pero su cuerpo se sentía como si estuviera siendo conectado a una fuente de poder y suaves ondas de electricidad mandaban pulsos a través de él. Sintió que su longitud, dura como una roca, comenzaba a gotear contra su vientre y ansiaba desesperadamente más. Sintió una mano fuerte tomar su longitud hinchada y comenzar a acariciarle con cuidado. ¡Mierda! Iba a explotar en ese mismo momento.
Algo se rompió en él e inundó todo su cuerpo. Algo oscuro y carnal.
-"¡Te quiero dentro de mí, ahora!"- ladró Alec, con una voz ronca que envió escalofríos por la columna de Magnus.
Tuvo que mirar para asegurarse de que seguía siendo el mismo dulce novio que había visto la primera vez que entró en la habitación. Se parecía a él, pero esta versión de Alec Lightwood era mucho más oscura y ardiente como el infierno. Cabello revuelto y oscuro, labios suaves y entreabiertos, amplio pecho subiendo y bajando. Le encantaba.
-"Oh, Alexander, por más que me encanta este lado oscuro y fuerte de ti, cariño, tenemos que tomarnos nuestro tiempo con esto"
Magnus dejó ir su erección y bajó la mano entre sus piernas, deslizando un dedo entre su hendidura observando su reacción.
Los ojos de Alec se ensancharon por un segundo y apretó las nalgas con fuerza. Reacción automática al ser invadido en un lugar que nunca antes había sido tocado. Cerró los ojos y Magnus vio un tic en su mandíbula cuando comenzó a soltar su dedo. El hombre ciertamente tenía algo de control muscular allí. Eso iba a ser interesante.
Lentamente empujó más profundo y comenzó a deslizar su dedo hacia adelante y hacia atrás sobre su entrada apretada. Alec siseó y arqueó su espalda, inclinando su pelvis hacia arriba para empujarse contra el tacto enviando sacudidas de placer que lo atravesaban, de una manera que nunca hubiera creído posible. ¡Mierda! ¡Eso se sentía tan bien! Ignoró la voz muy débil en su cabeza que era un eco de su pasado, diciéndole que no debería estar haciendo esto, que estaba mal.
¿Cómo diablos podía estar mal cuando se sentía tan bien y tan correcto? Todo su cuerpo estaba gritando. ¡Sí! Esto es lo que me estaba perdiendo.
Pero después de unos minutos, incluso eso no era suficiente, necesitaba más. De qué, no tenía idea, sólo más. Comenzó a inclinar sus caderas de un lado a otro, queriendo que ocurriera algo, pero no estaba seguro de qué. Su cuerpo estaba gritando por ello, pero era un idioma extranjero que solo este conocía. Era más allá de frustrante.
-"¡No! Necesito más, quiero más de ti. ¡Ahora!"
No reconoció la voz que escuchó. Profunda, áspera, entrecortada. Tan poco él. Sin embargo, Magnus parecía empeñado en llevarlo al borde de la locura.
-"Ah, ah, ah, vamos. La paciencia es una virtud, mi amor. Además, te dije que el estilo de 'He pasado cinco días en la silla de montar' sólo se veía bien en John Wayne"
Alec dejó de moverse por un momento.
-"¿Conoces a John Wayne? ¡Huh! Él era el actor favorito de mi papá. ¿Conoces alguna de sus películas? ¿Cuál fue tu favorita...?"
Magnus se inclinó y golpeó su boca contra la de él. Sintió que Alec se relajaba debajo de él, su gran cuerpo se suavizó. Ahí, eso estaba mucho mejor. Se retiró, dejando sus labios con un suave ruido húmedo.
-"¿Podrías callarte y concentrarte en lo que se supone debemos hacer aquí, Alexander? Aparentemente, llegas a este nivel de calentura y te vuelves un charlatán Charlie"
Alec le devolvió una sonrisa perezosa- "¿Fue uno de tus viejos novios?"
Magnus estaba a punto de reprenderlo por el comentario cuando vio la sonrisa en ese hermoso rostro. Estaba seguro de que podía perdonar a este hombre por cualquier cosa. Esto le quitará la charla, pensó.
-"Ahora, ¿dónde está ese pequeño tubo maravilloso que usaste conmigo anoche?"
Alec se estaba volviendo rápidamente incapaz de pensar y hablar coherentemente, gracias a la constante atención de Magnus al pequeño anillo de músculo, que había dejado de apretar por completo ahora. No sabía por qué había estado tan preocupado por ser tocado allí. Era maravilloso.
Alzó una mano al lado de su cabeza y palpó debajo de la almohada a su lado y sacó el tubo.
-"Qué conveniente. ¿Por qué tendrías algo así debajo de la almohada de tu...? Sabes, no importa, no necesito saber eso"
Magnus lo miró con una ceja levantada y se lo quitó.
El rostro de Alec se enrojeció en reacción a lo que las palabras de Magnus inferían mucho antes de que impactaran en su cerebro. Jaja, pensó que él... ¡Oh, mierda! ¡Pensó que lo estaba usando para... ¡Carajo!
-"¡No! no, no hago eso, quiero decir que nunca lo he hecho..."- tartamudeó y tropezó con sus palabras mientras Magnus estudiaba el pequeño tubo en sus manos.
-"Está bien, mi amor, no te estoy juzgando. Tengo la necesidad de dejar salir un poco de vapor de vez en cuando"- le dio la vuelta al recipiente de plástico en su mano, frunciendo el ceño.
Alec no estaba prestando atención.
-"Pero, en realidad nunca, ya sabes, deje salir el vapor antes"
Magnus dejó de manipular con el tubo y lo miró.
-"¿Quieres decir que nunca te has... tocado a ti mismo, Alexander?"
Alec desvió su mirada y, de repente encontró el borde de las sabanas fascinante, no dijo nada, pero negó con la cabeza.
Magnus inmediatamente se sintió mal por inferirlo ahora, el pobre chico. No quería que se sintiera avergonzado. Bajó el tubo y llevó la mano a su rostro, girando suavemente su mirada hacia él.
-"Alexander, está bien. No hay vergüenza en eso. De hecho, creo que necesitas una medalla por no hacerlo. Estoy sorprendido de que mi mejor amigo no se haya quedado sin la piel en realidad"- miró el rostro de Alec- "Lo siento, mi amor, ¿he dicho demasiado?"
Alec realmente no sabía si sentirse horrorizado por la admisión de su novio o estallar en carcajadas. Eligió el silencio en su lugar.
-"De todos modos, ya basta de eso. ¿Dónde estábamos?"- se inclinó hacia abajo y tomó el tubo.
-"Ah, sí, ahora, ¿cuál es el secreto para ponerte esta cosa?"- le preguntó a Alec, frunciendo el ceño.
Esta vez, Alec sonrió. Le quitó el pequeño contenedor y lo sostuvo frente a él, usó su pulgar para voltear la tapa.
Magnus sonrió y se lo quitó- "Ah, pequeño y travieso. Ya lo sabré para la próxima vez, no es así"
Echó un poco en su mano y se inclinó para aplicarlo cuando Alec lo detuvo.
-"Entonces, ¿qué usabas para lubricar cuando estabas, ya sabes, ah, um..."
Él realmente no quería decir la palabra. Afortunadamente, Magnus lo hizo por él.
-"¿Vivo? Bueno, no se parecía mucho a esto, eso seguro. Similar pero no tan bueno. No había mucho de estas cosas cuando era, eh, activo, se podría decir. Si el momento lo requería, entonces los aceites tendían a ser usados. El aceite puro era el mejor, el perfumado solía ser un poco duro para la piel delicada. Tener una erupción en esos lugares era un efecto secundario bastante desagradable y te mantenía fuera del juego por un tiempo. Las alternativas eran bastante grasientas y requirieron un gran esfuerzo para eliminarlas después. Pero no necesitas saber mucho más, basta con decir que esta sustancia moderna es lo mejor en el mundo. ¿Regresaremos a lo que se supone que debemos hacer?"
Levantó una ceja y Alec lo asintió.
Ahora que había llegado a este punto, los nervios habían regresado. Magnus, como de costumbre, se dio cuenta.
-"Podemos detenernos aquí, Alexander. Podemos esperar"
Pero Alec estaba decidido a hacer esto. No había pensado en otra cosa durante toda la tarde y, a pesar de los nervios, sí quería.
Como respuesta a su pregunta, tomó la mano de Magnus y la empujó hacia abajo entre sus piernas, dejando que sus dedos se hundieran entre sus nalgas. El gel que estaba un poco frío se calentó rápidamente. Magnus comenzó el mismo deslizamiento que había estado haciendo antes.
No pasó mucho tiempo antes de que Alec estuviera de vuelta en ese lugar, con los ojos cerrados, la cabeza hacia atrás, el aliento pesado y la piel en llamas. Cuando comenzó a gemir suavemente e inclinar sus caderas de un lado a otro, Magnus dio el siguiente paso y gentilmente insertó un dedo en su entrada hasta al primer nudillo.
Alec detuvo su movimiento y sus ojos se abrieron. Oh, oh wow. Podía sentir el apretado anillo de músculos apretarse alrededor del intruso, sin saber si quería empujarlo hacia dentro o afuera. Magnus lo distrajo con un beso y mantuvo la boca ocupada mientras empujaba suavemente hacia adentro. De repente, la resistencia disminuyó y su dedo se hundió hasta su base. Alec se sintió sin aliento por la nueva sensación. Se apartó de los labios de Magnus y se mordió el labio, tratando de manejarlo. Era como si tuviera muy poco control sobre lo que su cuerpo quería hacer. Podía sentir que sus músculos se apretaban y soltaban a su alrededor y cálidas olas de extraño placer lo atravesaban.
Sí, él podría hacer esto. Esto era bueno. Hizo un esfuerzo para relajarse tanto como pudo y las pequeñas olas se convirtieron en pequeñas ondas. Alec comenzó a gemir suavemente y se encontró ladeándose hacia ello. Le daba la sensación de un oscuro y prohibido placer, y una vez que su cuerpo le había agarrado el gusto, suplicaba por más.
Mientras Magnus besaba suavemente su cuello, retiró su dedo casi por completo y Alec gimió, no estaba listo para sentir su falta. Pero cuando comenzó a empujar hacia atrás, había añadido otro dedo y las pequeñas olas crecieron en fuerza. Podía sentir su cuerpo tratando de luchar contra el estiramiento, pero en el buen sentido mientras se abría, queriendo tomar todo el largo de esos dedos otra vez.
Magnus soltó una profunda risa sucia.
-"Chico codicioso"- gruñó y Alec gimió, sus palabras se sumaron a la lenta acumulación que estaba empezando en él.
En algún lugar en el fondo de su mente, sabía que se estaba olvidando de algo.
Antes de perder por completo el sentido del tiempo y el espacio, metió la mano debajo de la almohada y agarró un pequeño paquete plateado. Lo deslizó cerca de ellos en la cama. Magnus rompió su contacto para mirar el pequeño cuadrado como si fuera algo desagradable.
-"Alexander, honestamente no esperas que me ponga esa cosa, ¿verdad?"
-"Sí, Magnus, tenemos que cuidarnos"
Magnus lo miró- "Cariño, sé que eres nuevo en todo esto, pero no puedo embarazarte, mi amor, no importa cuántas veces lo intentemos"
Alec le lanzó una mirada amarga, fulminándolo- "Vamos, Magnus, no soy tan estúpido. Quiero decir, cuidarnos como en no coger ninguna enfermedad. Sé que estoy limpio, pero tú has tenido muchas parejas"
-"Todas las cuales fueron hace más de cien años. No creo que esté portando nada mortal o de otra cosa ahora"
-"Tal vez, pero no está de más estar seguros"
-"Nunca he usado uno de esos desagradables dispositivos de tortura y no pienso hacerlo ahora"
-"Magnus, no seas obstinado. No son dispositivos de tortura. Piense en ellos como el equipo adecuado para explorar. Quiero decir, quieres que tu mejor amigo esté a salvo, ¿verdad? No lo enviarías a partes desconocidas sin protección, ¿verdad?"
-"Bueno, hasta ahora ha funcionado. A pesar de su personalidad algo tímida, es un tipo pequeño y resistente"- las comisuras de la boca de Alec se curvaron.
-"No diría exactamente pequeño, amor. Piense en ello como un código de vestimenta entonces. Él tiene que tener un abrigo para entrar en el establecimiento más exclusivo del mundo"
Magnus dio un bufido de risa.
Soltó un suspiro y agarró el cuadrado plateado. Las cosas que hacía por este hombre. Sacudió su cabeza y estudió los bordes. Alec se lo quito, lo abrió y se lo devolvió.
Como si estuviera manejando algún tipo de criatura mortal, sacó el pequeño círculo resbaladizo del papel de aluminio y lo miró, con la cara arrugada por la tristeza. Alec estaba tratando de no reírse. Realmente estaba haciendo un gran alboroto.
-"Eso no va a encajar, Alexander. Te lo estoy diciendo"
-"Amor, una de esas me vino anoche, no creo que haya problema"
Podría haberle ganado un poco a Magnus en ancho, pero él definitivamente le ganaba en longitud.
-"¿Estás deduciendo que mi mejor amigo es de alguna manera inferior a esa arma que posees?"
-"¿Qué? ¡No! de ninguna manera. Pero se estiran, amor. Estoy seguro de que no tendrás ningún problema"
Magnus parecía dudoso acerca de todo y miró a Alec. Sabía que quería decirle algo, pero tenía que reunir el valor para hacerlo.
-"Vamos, cariño, suéltalo ya"
Alec se humedeció nervioso los labios- "Um, yo, ah, puedo ponértelo si quieres"- dijo tímidamente.
Magnus le dio una suave sonrisa- "Ahí tienes, eso no fue tan difícil, ¿verdad?"
Le entregó el ofensivo objeto y retrocedió un poco cuando Alec se sentó.
-"Por favor, por supuesto, mi amor"- dijo.
Vio como Alec vaciló por unos segundos. Vamos, no pierdas el valor ahora, pensó para sí mismo. Tener una línea mística en la mente y las emociones de su novio a veces era útil.
Alec lo miró para asegurarse y él le dirigió un pequeño asentimiento de consentimiento. Extendió la mano y lo tomó antes de poner el pequeño círculo resbaladizo en la cabeza expuesta y luego lo hizo rodar suavemente hacia la base. Se reclinó y dio un suspiro de alivio.
"¿Ves? Facilísimo"
Magnus aún no estaba convencido y miró su erección cubierta con preocupación.
-"¿Cómo va a respirar allí?"- dijo infelizmente. Alec se echó a reír.
-"Realmente no creo que sea un problema, amor"- dijo y se recostó frente a él.
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Continua en el siguiente...
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