Capítulo 25
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Después de deshacerse del condón y lavarse las manos, agarró la botella de vino y dos copas de la mesa antes de volver. Le entregó la botella a un Magnus sonriente y luego agarró la canasta de la mesa y se sentó en el suelo para desempaquetar el contenido.
Quesos, galletas saladas, fruta y algunas carnes frías finamente cortadas se extendieron sobre la manta entre ellos. Magnus abrió el vino, sirvió dos copas tendiéndole una a Alec y dejó la botella. Levantó su copa hacia él.
-"Por nosotros, mi corazón, y por tu primer contacto con un mundo nuevo. Sé que ha pasado muy poco tiempo desde que nos conocemos, pero parece toda una vida y me ha encantado cada minuto. Gracias por mi maravillosa y atenta sorpresa, Alexander. Me gustó más de lo que las palabras pueden describir. Me has dado dos cosas que pensé nunca podría volver a tener. La luz del sol en mi rostro, bueno, lo bastante cerca a eso, y alguien a quien podría darle mi corazón. Por nosotros"
Alec se esforzó en contener las lágrimas. No sabía mucho más sobre la vida que Magnus tuvo antes de convertirse en lo que era, pero sabía una cosa. Eran muy hábiles con las palabras en ese entonces.
-"No hay forma de que pueda superar lo que acabas de decir Magnus, pero gracias, me alegra que te haya gustado. No tengo idea de cómo son otras parejas y sé que nuestra relación es bastante única, pero no creo que nada pueda ser mucho mejor que esto"
Magnus le devolvió la sonrisa- "Oh, no sé, Alexander, creo que tienes un giro muy interesante en el idioma inglés. Pero si sigues maldiciendo como lo haces, me veré obligado ponerte sobre mis rodillas"
Alec se atragantó con el trago de vino que acababa de tomar y miró a su novio con los ojos muy abiertos. Entonces una sonrisa se extendió por su rostro.
-"¿Eso es una amenaza o una promesa?"- dijo descaradamente. Ahora fue el turno de Magnus de lucir sorprendido.
-"Oh, alguien está aprendiendo, ¿cierto? Eres un estudiante rápido, mi corazón. Sólo unos días juntos y ya estás saliendo de tu caparazón. Ven aquí, de todos modos. ¿Qué haces todo el camino hasta el otro lado de la habitación?"- se quejó Magnus.
Estiró una mano hacia él y Alec sonrió, levantándose para pasar a su lado de la manta. Se tumbó frente a él, de lado, para que el cálido cuerpo de Magnus se presionara fuertemente contra su espalda.
-"Creo que estás exagerando un poco, amor. Sólo estaba del otro lado de la manta"- le recordó.
Magnus hizo un puchero- "No me importa, me sentí tan lejos. Y para responder a tu pregunta anterior, puede ser una de esas opciones. Creo que de todas formas obtendría el mismo placer de ellos"- inclinó la cabeza y le dio un suave beso en los labios.
Alec agarró una galleta y un pedazo de queso y lo sostuvo en los labios de Magnus, quien lo mordió, sonriéndole con la boca llena de comida.
-"Puede que no tengas un dominio del idioma, mi amor, pero tienes un excelente conocimiento del vino y queso. Todo esto es encantador"- dijo, llegando a Alec en busca de otra pieza.
-"Vaya, gracias, señor, me alegro de que le guste. ¿Qué tal si nos olvidamos de los pájaros y ponemos música? Se estiró para coger su teléfono y soltó una risita cuando Magnus le pasó los dedos por las costillas.
-"¡Ja, ja, deja eso! Déjame elegir una canción"- Magnus le arrebató el teléfono de la mano- "¡Oye!"- frunció el ceño, pero la mirada en el rostro de Magnus mientras sostenía la pantalla delante de él, hizo que se le olvidara toda la molestia.
-"¿Qué es esta cosa infernal, de todos modos?"- le dio la vuelta en sus manos.
Alec sonrió, apoyó la cabeza en su brazo y rodó sobre su espalda quitándole el teléfono. Esto debería ser interesante. Explicarle a alguien que vivió hace más de cien años cómo funcionaba un iPhone.
-"Bueno, es un montón de cosas realmente. Un teléfono, una cámara, puedes conectarte a internet, escuchar música, ver qué hora es, montones de cosas"- Magnus todavía parecía confundido.
-"Ese pequeño dispositivo hace todo eso? Imposible"
-"Sabes que toca música, estuviste jugando con él antes, ¿recuerdas? ¿Cuándo Simon estuvo aquí y en esa otra ocasión?"
-"¡Esa boca, Alexander!"
Alec dejó caer el teléfono y frunció el ceño- "¡De qué están hablando, no insulté! Todo lo que dije fue Si..."- la expresión en el rostro de Magnus le dijo que había golpeado un nervio. Sin embargo, no pudo evitar bromear.
-"No me digas que el confiado Magnus Bane está celoso de un, ¿cómo fue que lo llamaste? ¿milusos?"
Alec se estiró y le pellizcó la suave mejilla. Magnus se inclinó y lo besó larga y profundamente, hasta el punto en que su cerebro comenzaba a sentir que se estaba derritiendo.
-"Veamos si ese pequeño hombre horrible es capaz de besarte así, ¿o sí? Oh, espera, esa podría no haber sido la mejor forma de hablar que podría haber usado"
Frunció el ceño y miró hacia la distancia. Alec no pudo evitar la risita que se le escapó. Magnus levantó la barbilla en el aire de manera altiva y miró a Alec por debajo de su nariz.
-"Alguna vez te toca así y haré que el fantasma Marley* se parezca tanto a Casper que todos seguirán temiéndome. La sola idea de mí. ¡Uh! Soy el objeto de las pesadillas"- dijo indignado.
Alec no pudo evitarlo, estalló en carcajadas y agarró la mano que estaba sobre su costado, llevándola a los labios y besando los nudillos. Magnus lo miraba como si su risa lo hubiera herido hasta el corazón.
-"Oh amor, lo siento, no pude evitarlo. No tenía idea de que supieras sobre Casper el fantasma. Y sí, estoy seguro de que podrías ser aterrador. Podrías hacerme saltar del susto hasta dejar mis pantalones atrás cada vez que quieras"- dijo estirándose y tirando de su cabeza hacia él.
Podía sentir a Magnus resistiéndose un poco, pero aún le permitió a Alec rozar sus labios suavemente. Alec gradualmente profundizó el beso y lo sintió darse la vuelta.
-"Vamos, ayúdame a elegir una canción"- levantó su teléfono de nuevo.
Se desplazaron a través de las opciones y después de varios intentos, en su mayoría Magnus tapándose las orejas con las manos y sacudiendo la cabeza, se decidieron por una que realmente le gustaba. Magnus asintió y sonrió, escuchando la letra de la canción.
-"Me gusta, creo que nos va perfectamente. ¿Cómo se llama?"- dijo besando la mejilla de Alec y acariciando su cuello.
-"Guerra de Corazones"- dijo Alec mientras sonreía, apoyadose en su toque.
Yacían juntos en su jardín falso, más en paz y más felices de lo que jamás se habían sentido.
Alec se acurrucó en su pecho, rozando sus labios sobre su superficie lisa. Magnus jugó suavemente con su cabello y cerró los ojos, con una sonrisa satisfecha en todo su rostro, mientras escuchaban la letra.
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Quédate conmigo un poco más
Te esperaré
Las sombras se arrastran
Y el deseo se vuelve más fuerte
Más profundo que la verdad
No puedo evitar amarte
Incluso aunque intento no hacerlo
No puedo evitar quererte
Sé que moriría sin ti
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Magnus estaba tendido con su hermoso hombre en sus brazos mirando al techo. Oh Dios, esta canción estaba leyendo su mente. Dando vida a sus sentimientos más profundos. Era cierto, y él lo sabía. Se estaba enamorando rápidamente de Alexander y sabía lo que eso significaba. Para ambos. Cerró sus ojos con fuerza ante el sordo dolor que comenzó en su pecho.
No, no, él no pensaría en eso. Esta noche había sido perfecta para que se estropeara con estos pensamientos. Todo lo que quería era acostarse allí y sentir a su hombre a su lado, sentir su pecho subiendo y bajando, sentir su aliento calentando su piel y hacer que de algún modo se filtrara dentro de él extendiéndose a cada centímetro de su cuerpo.
Una vez más, su tiempo juntos estaba llegando a su fin y quería que cada segundo contara.
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¡Bang! ¡Bang! ¡Bang!
Alec comenzó a removerse, el sonido arrastrándolo hacia la conciencia. Abrazó más fuerte la almohada que estaba en sus brazos y enterró su rostro en ella, sonriendo. Todavía olía a Magnus. Su novio. Su amado. Ya saben con quien tuvo sexo anoche. Murmuro de placer. En algún lugar de su mente adormilada, su subconsciente estaba rodando los ojos y murmurando, 'está bien, está bien, sí, lo conseguimos. ¡Lo hiciste, yujuu! Bien por ti'
¡Bang! ¡Bang! ¡Bang!
Alec gimió y parpadeó despertando, un poco desorientado al principio. Esta no era su habitación, ¿cómo ...? Ah, sí, anoche. Con Magnus. El mejor sexo de todos. Bueno, eso pensaba. Y no escuchó a su amor quejarse. Su amor. Sonrió como un maniático ante la idea.
Otra ronda de golpes lo sacó de su ensoñación e interpretó los fuertes sonidos como golpes. ¡Mierda! Alguien estaba en la puerta.
Se levantó de golpe antes de que estuviera despierto del todo, tropezando con uno de sus zapatos.
-"¡Carajo!"- gritó cuando casi cayó hacia el duro suelo de madera. Miró alrededor de la habitación y agregó un 'lo siento', por si acaso el novio todavía acechaba en alguna parte. Huh, ¿acechando? Más como se aparecía.
Ignoró sus pensamientos y trastabillo hasta la puerta.
Simon estaba frente a él, con una mano levantada para golpear de nuevo, y había algo extraño. Tardó un minuto en darse cuenta de qué se trataba. No estaba sonriendo. Por lo general, Simon lo saludaba con una gran sonrisa llena de dientes, pero hoy no.
Alec entrecerró los ojos al ver la luz brillante que entraba por la puerta y se frotó los ojos, tratando desesperadamente de despertar. No tenía idea de qué hora había sido cuando se durmió la noche anterior, pero sabía que había sido muy tarde. Ni siquiera tuvo tiempo de pensar en el hecho de que se había despertado solo, como de costumbre. Esa idea lo puso muy serio.
-"Y bien, ¿todavía está aquí?"- dijo Simon, su habitual voz alegre era cortante y su tono seco.
¡Vaya! ¿Cuál era su problema? Alec frunció el ceño e intentó procesar lo que acababa de decir- "Simon, ¿qué estás...?"
-"No intentes mentirme más, Alec. Ya he oído suficiente de eso. Sólo dime, ¿todavía está aquí?"
Alec estaba empezando a perder la paciencia con él. No tenía idea de qué demonios estaba hablando y estaba demasiado falto de sueño para jugar el juego de veinte preguntas en su puerta.
Simon dio un bufido enojado y lo empujó para entrar en la habitación.
-"¡Oye! Simon, ¿qué diablos, hombre? ¿Cuál es tu problema esta mañana?"- dijo volteándose para ver al otro hombre con las manos en las caderas, mirando alrededor de la habitación.
-"¿Cuál es mi problema? ¡¿Cuál es mi problema?! Te diré cuál es mi problema, Alec. No me gusta que me traten como a un idiota. Ahora, ¿dónde está? ¿Está arriba? ¿Han logrado llegar a la habitación en algún momento o se ha escabullido de vuelta a la roca de la que salió arrastrándose?"
Alec lo miró como si acabara de crecerle otra cabeza. El tipo había perdido la cabeza. Completamente. Simon estaba a punto de dirigirse a las escaleras cuando Alec finalmente tuvo suficiente de su extraño juego de adivinanzas. Se acercó a él justo cuando llegó a la última escalera y lo agarró del brazo.
-"Mira, Simon. No tengo idea de lo que te ocurre esta mañana, pero no me gusta haberme despertado a... a la hora que sea, por alguien irrumpiendo en mi casa, lanzando acusaciones y luego tratando de registrar el lugar por sólo Dios sabe quién o qué"
Simon liberó su brazo y lo miró. Alec tuvo que admitir tanto como encontró a Simon un poco dulce, prefirió esa versión de él que el loco irracional que acechaba en su casa en ese momento.
Simon miró hacia la sala de estar y señaló el jardín interior.
Oh, oh.
-"Entonces, ¿qué diablos es eso? ¿Hmm?"- levantó las cejas y lo miró expectante.
Alec no había estado preparado para comenzar a inventar una historia plausible para explicar por qué tenía en su sala de estar un jardín falso, aunque ahora era un jardín falso bastante desordenado. Sabía que, si pensaba demasiado en ello, Simon sabría que estaba mintiendo. Se decidió por su posición de retirada. Enojada indignación. Enderezó su espalda un tanto rígida y levantó la barbilla.
Hey, eso funcionaba para Magnus,
-"Simon, lo que hago en mi propia casa no te incumbe. No es asunto tuyo"- Ahí, eh, se lo dijo.
-"Lo es cuando se trata de que me mientes, Alec. ¿Por qué no me lo dijiste y me ahorraste la gran vergüenza de mis débiles intentos por coquetear contigo?"- Por primera vez desde que se abrió paso por la puerta, Simon sonaba triste. Alec sintió que su ira se calmaba a pesar de que aún no tenía idea de que le estaba hablando.
De acuerdo, eso era todo, iba a hablar directamente- "Simon, no tengo idea de qué estás hablando, hombre"- dijo, sacudiendo la cabeza.
Simon lo miró con los ojos brillantes. ¿Estaba a punto de llorar? Vio que sus hombros se hundían derrotados. La violenta ira lo dejó como el aire de un globo.
-"El chico, Alec, tu novio, amante, acostón, como quieras llamarlo. Sé que estabas con alguien anoche"- dijo, su voz renunció.
Alec sintió que un cubo de agua helada había sido arrojado sobre él. ¡Oh, mierda! ¿Cómo demonios sabía eso? Cristo, era un psicópata, no, palabra equivocada, psíquico, sí, esa era. ¿O cuál era la otra? Medium. Jesús, si lo era, él estaba en un mundo de problemas. ¿Tenía mucho sentido negarlo ahora? Y si no lo hacía, ¿qué iba a decir Magnus sobre esto? Él nunca había dicho nada sobre querer mantener su relación en secreto, pero de alguna manera venía con el territorio.
La boca de Alec comenzó a moverse antes de que las palabras se filtraran a su lengua. Solo podía imaginar cómo se veía. ¡Mierda! Sólo estaba usando sus pantalones; sus bóxers todavía estaban en un montón sobre el piso cerca de la manta.
En algún lugar de su cerebro que, iba a cerrar temporalmente debido a la sacudida que acababa de ocurrir, una voz sabelotodo le dijo que, '¿cómo demonios podía decir que no llevaba puesto ropa interior cuando llevaba pantalones?' Simon podría ser un médium o lo que sea, pero no creía que sus poderes se extendieran a la visión de rayos x.
-"¿C – co – cómo lo sabes?"- dijo, su voz claramente revelaba su nerviosismo.
Prácticamente podía escuchar el tic-tac tic de un reloj en el fondo. Otro suspiro.
-"Lo vi contigo"
Alec sintió que su cabeza giraba y sus rodillas se doblaban. De acuerdo, tenía que sentarse, ahora, antes de que se cayera. La silla más cercana era una de las del comedor. La sacó y se dejó caer, con las rodillas abiertas y el brazo apoyado sobre un muslo, tratando de quitarse la sensación aturdida de la cabeza. Jesucristo, esto era malo.
¡TE DIJE QUE SENTIA ALGO POR TI, ALEXANDER!
La voz de Magnus resonó dentro de su cabeza tan fuerte y clara que saltó y miró alrededor de la habitación, esperando que estuviera a su lado o al menos al otro lado de la habitación.
Realmente estaba teniendo un cortocircuito si podía conjurar un Magnus enojado dentro de su cabeza.
Espera, ¿él lo vio?
-"¿Cómo lo viste...?"- frunció el ceño y miró a Simon.
SÍ, DIGANOS SR. LEWIS, ESTAMOS MURIENDONOS POR SABER.
¡Mierda! ¡Ahí estaba de nuevo! ¿Cómo sucedió esto? Como si no tuviera suficiente con qué lidiar en este momento.
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Marley* - Es el fantasma del socio de Ebenezer Scrooge en Canción de Navidad de Charles Dickens
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Espero les haya gustado, nos leemos en la próxima. Que tengan un excelente inicio de semana 😘🤗
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