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twenty six, no es una despedida.

«Cuando te vi me enamoré, y sonreíste porque lo sabías»

William Shakespeare.

Dallon


—¡Keith, no! -aparto al castaño de la puerta—. ¡No podrás abrirla así!

—¡Era ella! ¡Yo la escuché! ¡Zoe estaba gritando!

Sus nervios nos hace desesperar a todos. No es momento para entrar en pánico, pero él al parecer no lo sabe.

No pasa mucho hasta que que Brendon le está tirando una cachetada.

—¡Maldición, tranquilizate! ¡Sabemos que es ella, pero también sabes de esto, vamos a morir o ellas morirán si tú no cierras la jodida boca!

Lo estampa contra la pared. Keith se desliza hasta caer sentado en el suelo.

Pateo la puerta con la misma rabia que me lleva días caracterizando, restregando mi rostro con frustración.

Aun así, Devon y Kenny se vuelven a acercar para inspeccionar.

—Mierda, mierda, mierda —chilla Cameron—, ¿alguien sabe por qué dije que sí quería participar en esto? Me retracto, no quiero.

—No seas marica y deja de llorar —le gruñe Keith aun desde el suelo. Cam lanza un bufido irónico.

—¿Me lo dices a mí, imbécil? Creo que el que está llorando es otro.

Keith exhala sonoramente al momento de levantarse del suelo, poniéndose en todo el frente de Cam, casi acorralándolo contra la pared gracias a la cercanía de sus rostros.

—Es mi jodida hermana menor la que está allá adentro con un psicópata asesino, hijo de puta —espeta, ahora empujándolo a él contra la pared.

Cameron sólo presiona su mandíbula y le da una mala mirada. Es mejor ahorrarse las palabras cuando sabes que éstas no tendrán ningún sentido.

Keith no está llorando, sólo está al borde los nervios, como cualquier otro de nosotros. Y Cameron, bueno, él es un idiota por naturaleza.

Devon todavía busca la manera de abrir aquella puerta de metal. Kenny se gira a su lado.

—No hay manera de abrirla, Dal. Él ya sabe que estamos aquí —murmura llegando a mi lado. Frunzo mi ceño cuando apunta hacia el techo, en un ademán.

Con mi vista sigo su mano hacia donde apunta, y no creo captar mi reacción cuando encuentro lo que parece ser una cámara de seguridad sin nada de disimulación dirigida hacia nosotros. Y es que podría haber más de una.

Llegamos al jodido lugar que Wesley, Grant, como mierda quiera llamarse nos dijo. A fin de cuentas descubrimos que lo que realmente quería era a mí, como matarme a mí. Pero pensamos que al ver que yo no ponía resistencia, buscaría la manera de herir a alguien más, alguien cercano, alguien especial para nosotros.

Había convencido a Devon de hablarlo con el FBI, ellos estaban en esto para resguardarnos el culo de alguna estúpida manera porque, queriendo o no, todos somos unos inútiles inservibles que asesinarían si íbamos solos porque sabemos lo que es: absolutamente nada.

A pesar de eso, y de todo el plan que se armó Catanssaro con el resto, justo ahora tenemos nuestras vidas en riesgo.

Pero es mi Zoe la que está ahí. Todo me cega, todo me nubla, sólo soy consciente de eso y nada más; sacarla de ahí antes de que sea tarde. Porque si algo hemos aprendido es sobre lo rápido que Wesley es.

Y es ahora o nunca. Tanto Zoe como Chloe saldrán de ahí, y ese infeliz se pudrirá en una cárcel por el resto de su vida.

—¡Eh, imbécil, estoy aquí! —comienzo a gritarle a la pieza con lente—. ¡¿No era eso lo que querías?! ¡Estamos aquí!

—Muy bien, estoy cagado —se murmura Cam—, bastante cagado. Y eso es de aquí a China y Júpiter. Las bolas de mi perro tienen más coraje que yo justo ahora.

No les prestamos atención a los murmuros de Cameron, y Brendon se me une en mis ridículos gritos hasta que vemos no una, sino tres puertas abrirse. Tipos salen de ellas y nos toman de los brazos, no nos alarmamos con exageración puesto que sabemos hacia donde nos llevan.

Dejamos que "hagan lo suyo" y pronto somos escupidos en otro lugar, pero tampoco pasa nada hasta que nos tienen jodidamente amordazados en sillas de metal, uno al lado del otro en una fila.

¿Para qué mierda forcejear cuando son tipos el tripe de grandes que tú? Ni siendo hombre lobo, joder.

—¿Ustedes también se unieron a la fiesta? —alguien entra al lugar, un lugar horrible, con olor a ratas y deshechos que puedo jurar, tienen años aquí. Madera mojada por la lluvia torrencial avecinada a las afueras de los suburbios y humo. Algo se debe estar quemando. Mierda.

—¿Quién eres? —especula Brendon.

—Oh, ¿tú tampoco me reconoces? —los ojos del tipo se abren. Mi entrecejo se arruga, yo lo he visto antes. Sus facciones se me hacen realmente familiares.

—Joder, ¿es que acaso debería? —jadea Keith.

—Vamos —anima—, ustedes pueden, no están bajo efectos de drogas. Zoe no pudo, pero yo sé que ustedes sí.

—¡¿La drogaron?!—exclamo exaltado.

—Meh, sólo un poco —se encoge hombros con desinterés-. Es fanática de la sinestesia, ¿sabías?

Grito, queriendo soltarme de la silla. Obviamente no lo logro, pero quiero golpearlo tanto. Keith no se queda atrás, sus gritos e insultos toman tanto volumen junto a los de Cameron que terminan por aturdir al tipo de facciones familiares frente a nosotros.

Los calla tras ponerles cinta adhesiva, su primera opción y al parecer la más efectiva.

Después de amenazar a Devon, Brendon y Kenny, se acerca a mí. Y puedo observarlo de mejor forma.

—¿Qué tal, Haggart? —sonríe—. Ha pasado un buen tiempo, ¿no crees?

Entonces mi cabeza parece ser golpeada con un sartén, una pared, y también atravesada por un sin fin de cuchillos.

—¿Ethan? —hago una prueba. No puede ser él—. ¿Eres Ethan?

—Ding, ding, ding. Tenemos un ganador por aquí, compañeros.

Y con la misma sonrisa que se acercó, se aleja. Brendon, a un lado de Devon, aun tiene su ceño fruncido. Lo sé porque giro a verlo.

—¿Qué hay de ti, Reynolds? —hace lo mismo que hizo conmigo—. ¿Es en serio? ¿Tanto cambié? Santa mierda.

—Ethan —digo con claridad, como tratando de aclarar la mente de mí amigo.

Veo la puta luz cuando su expresión cambia a una de asombro, cosa que para mí quiere decir que logró recordarlo. Triple joder.

— ¿Gallagher? —especula—. ¿Ethan Gallagher?

—¡¿Quién coño es Ethan Gallagher?! —exclama Kenny.

—¡Yo soy Ethan Gallagher!

—¿Por qué lo haces? —pregunto con desespero—. ¿Qué es, Ethan? ¿Por qué? Eramos tus amigos, hombre, por favor.

—Ustedes jodidamente nunca fueron mis amigos. Siempre se burlaron de mí, siempre me excluían.

—Eso no es cierto, Ethan, eramos tus amigos —intento decir.

Lo recuerdo. Recuerdo al pequeño Ethan. Recuerdo haberlo tenido en nuestro grupo reducido de "personas populares". Pero él en realidad nunca fue uno de nosotros, él nunca fue alguien más. Él siempre fue especial.

Especial de la manera en la que no era muy hablador, tampoco salía tanto a fiestas o tiraba con alguna chica cualquiera. Porque ese no era él.

Siempre fue muy inocente e ingenuo, si llegaba a hacer algo era porque alguno de nosotros se lo pedía, y lo hacía a regaña dientes, todo eso desde que comenzamos la secundaria.

Él siempre fue especial.

Y buscando la razón que llegué a encontrar alguna vez del porqué era así, mi mente se volvió a iluminar.

—No —sacude su cabeza—, tú sí llegaste a serlo, pero Reynolds no. Y entonces tú llegaste a hacer lo mismo por complacerlo a él. Arruinaron parte de mi vida.

—Gallagher, estamos hablando de primaria y secundaria —dice Brendon—, somos adultos, por favor, ya no estamos para éstas.

—Claro que sí. No tienen idea de lo mucho que me afectó eso, de todo lo que tuve que pasar y aguantar de las demás personas, incluso hasta de mi propia familia. Todo porque a ustedes les parecía divertido.

—Ethan, escucha, siempre supimos que eras gay, amigo —le digo—, pero comprende que eso nunca nos fue un problema, sólo éramos niños, no sabíamos qué hacíamos. Zoe y Abigail, ¿recuerdas a Abigail?

Sus ojos se han tornado cristalinos y su mandíbula tiembla, al borde del llanto asiente con parsimonia.

—Zoe es mi novia, y Abigail espera un hijo de Brendon, ¿sabes cómo nos hace sentir todo eso?

—Siempre quisiste a Zoe —se ríe—, pero nunca se lo hiciste saber, porque eras una mierda. Lo de Abigail no me lo esperaba. Felicitaciones, supongo.

Brendon hace un mohín, ese que disfraza el agradecimiento.

—¿Qué es lo que te lleva a estar aquí? —pregunta Devon—. Debe haber una buena razón.

—La hay —vuelve a reír—. De hecho, la hay, para mí. Estoy enamorado. Y yo... Lo haría todo. Completamente todo por hacerlo feliz. Y si esto lo hace feliz, pues entonces creo que de mí depende.

—¿De Wesley? —risotea Brendon. Ethan lo mira.

—¿Wesley?

—Grant —aclaro. Él se tarda, pero termina por asentir.

—Ethan, escucha, me disculpo por todo lo ocurrido en años anteriores, ¿vale? —Brendon ladea su cabeza—. Lo hice con Abigail y olvidé que todo aquello te afectó a ti también, pero todo eso está olvidado, no le hago daño a más nadie, todo está bien.

—¿Y qué es lo que piensas? ¿Que con eso todo va a arreglarse y de repente Ethan va a ser feliz? ¿Que lo voy a olvidar todo?

—Coño, ¿podrías buscar al imbécil del que estás enamorado y traerlo aquí? —masculla Devon—. Estamos aquí porque él nos lo dijo, no para un bonito espectáculo de la escuela, de nada.

Ethan vuelve a dar una de esas miradas que suelen asesinar interiormente. Presiona su mandíbula, y de espaldas camina a lo que se ve como una puerta pero de metal. Joder, este lugar no puede ser más mierda.

Y ellas llevan aquí tres jodidos días, ¡tres!

—¡¿Gallagher?! ¡¿Me estás jodiendo?! —exclama Brendon hacia mí en un murmullo. Sacudo mi cabeza.

—¿De dónde mierda lo conocen? —pregunta Kenny.

—Escuela, solía ser de nuestro grupo, pero siempre fue diferente, no era exactamente como los demás —le explico—, era bastante tímido y... Gay.

— ¡¿Y por qué demonios nunca me lo dijiste, Dallon?! —se queja mi amigo—. ¡¿Sabes todo lo que nos podríamos estar ahorrando ahora mismo?!

—No nos estuviésemos ahorrando nada, seguiría siendo la misma mierda —dice Devon—. Ahora, lo importante, ¿cómo le avisamos a Catanssaro sobre esto si estamos amordazados?

—No es necesario, tienen el lugar rodeado —Kenny se apresura a contestar—. Nos tiene rastreados, sabe donde estamos y donde estaremos. Si lo tienen todo bien planeado, pues entonces estaremos bien. A veces hay que confiar en toda esa gente, ¿saben?

Kenny ha resultado ser un respaldo para Devon, comprende todo y está en todo. Es como otra mente líder, cosa que necesitábamos.

—Dal —llama Brendon—, ¿Abigail está esperando un hijo mío? No quieras meter a mi bendito ponque en todo esto, imbécil.

—Fue pensarlo de inmediato —ladeo—, mentira exactamente no es.

Escuchamos un jadeo, y al alzar nuestras vistas; Keith está de pie, removiendo la cinta de su rostro y sobando sus muñecas.

—Ocho años de Boy Scout me tienen que servir de alguna mierda.

Antes de intentar soltar los nudos del infierno que nos amarran a la silla, procuró avisarle con suma rapidez a Catanssaro por el pequeño parlante que nos proporcionó y empieza a desanudar. Ethan se está tardando demasiado para ser verdad.

Un sonido estruendoso a nuestras espaldas lo detiene, y por ende a nosotros también. Pareciera que este lugar tiene puertas por todas partes, porque siento que son los mismos tipos que nos trajeron hacia acá los que nos trasladan a otra parte.

Catanssaro y el resto del equipo del FBI tiene todo asegurado, Wesley no puede huir simplemente porque no tiene escapatoria. Puedo asegurar el estar hasta tres pasos delante de él justo ahora.

Así de seguro estoy.

Quiero verte, Zoe. Quiero que brilles, quiero que sigas iluminando mi mundo con tu sólo ser. Quiero que estés ahí, en todo momento. Quiero verte crecer, quiero conocerte cada día mejor.

Quiero saber cómo te gusta tu café, o qué piensas exactamente del café. Quiero que me cuentes sobre tus bandas de Rock, prometo no ponerme celoso cuando hables bien de Pete Wentz o Kellin Quinn, incluso Billie Joe.

Quiero que leas muchos libros, que seas libre y la que la vida te alcance. Quiero saber si eso es suficiente para que me ames, para enamorarte de .

Quiero.

—Siempre queriendo destruirme, ¿no es así, pequeño Haggart? —oigo la voz burlista de Wesley llegar a donde estamos, amordazados nuevamente, y esta vez más fuerte. Maldición.

—Te conozco desde hace un mes y medio, hijo de puta, ¿por qué no dejas de decir idioteces y vamos a lo que realmente importa? —gruño. Su sonrisa va decayendo poco a poco, en esa típica chaqueta marrón que muchas veces le he visto desde que lo conocí.

Y estampa su puño contra mi rostro. Quizá una, dos, seis veces. Luego mi estómago, la misma cantidad de veces, dejándome escupiendo sangre en el suelo.

Toma mi cuello con fuerza, la suficiente para enderezarme y no asfixiarme tanto. Sólo un poco.

—Te interpusiste en mi camino con Zoe, y eso yo no lo perdono. Las cosas son sencillas, cuando digo que algo es mío, lo es. Y sí, soy como un niño y su juguete favorito. Creo que es un gran ejemplo para compararme, porque es cierto.

—Das maldito asco, Kirdsey —consigo decir. Lo cual creo que estuvo mal porque su uñas de incrustan a mi piel y me jode.

—La policía ya me encontró, ¿no? —se ríe—. Debo admitir que fueron inteligentes, bastante inteligentes. ¿Pero saben algo? Yo no me voy a ir sin antes haber hecho algo. Sé que voy a morir, ya sea aquí o en una celda por el resto de mi vida, pero tengo que hacer algo.

Suelta mi cuello, vuelve a caminar. Como todo criminal.

—Violador, asesino, psicópata, obsesivo, enfermo, hasta canibalista—, me han puesto tantas etiquetas que yo simplemente ya no sé ni cual soy.

Camina hacia Devon. Los demás están callados, creo que por seguridad propia. Puedo percibir el pavor de Cam hasta donde estoy, que es prácticamente al otro extremo de lo que observo, es un almacén.

Las miradas de Keith puede que sea lo único que lo mantiene cuerdo de no colapsar ahora mismo.

Me siento culpable por haberlos dejado involucrarse en esto. Pero no es momento. Sigue sin ser el momento.

»Escuché una conversación entre Zoe y Chloe no hace mucho, ¿saben? Quizá unos minutos antes de que ustedes llegaran. Me sorprende que el grandioso Nathan no esté aquí, me hubiese gustado el poder golpearlo un poco. Supongo que está cuidando a la bonita Abigail.

Se ríe. ¿Por qué coño todos tienen que reírse? ¿Por qué?

» ¿Sabes sobre qué hablaban, Devon? -se pone en cuclillas frente a él-. No es un secreto que la hermosa pelirroja te ha cautivado, y que tú has logrado llevar el mismo efecto en ella, no se cuestiona. Pero tu bonita Chloe, se estaba despidiendo. Porque ella sabe cuál es su final en esta historia, y supongo que me haré cargo de que se cumpla.

Un escalofrío recorre mi espina cuando mi hermano le grita, le grita con todas sus fuerzas, y sus movimientos se ven en vano por seguir atado a la silla. Y lo golpea, igual que a mí o hasta peor.

¿Chloe también es suya? ¿Es eso lo que le está diciendo?

Lo deja después de un minuto, sin importarle absolutamente nada, no puede lidiar con nuestros gritos, se aleja.

No recuerdo haberme sentido tan inútil.

Da un grito, parece que llama a otras personas. Dónde mierda está Catanssaro, ¿qué demonios es lo que está esperando? ¿Que asesine a alguien?

Chloe no se pudo haber despedido con Zoe, no puedo imaginarlo. No puedo imaginarla diciendo "adiós" porque "sabe" cómo esto terminará. Ella no puedo irse. Mi hermano la quiere, Chloe no puede dejarlo, no puede rendirse así como así.

Es cuando aparecen; Zoe y Chloe aparecen por una de las puertas, siendo sostenidas sin nada de delicadeza por dos tipos enormes, y la veo.

No está brillando, está pálida, tiene hematomas y sus ojos están entrecerrados. Está débil, su cabeza está caída, no puedo ver sus ojos, no se percata de nosotros, ninguna de las dos lo hace, porque Chloe está incluso peor.

El grito ahogado de agonía por parte de Keith abarca todo el espacio. ¿O fue el mío junto al de Devon?

—Zoe —la llamo. Pero mi garganta duele como el demonio, Wesley me golpeó en ella un par de veces. Ella sigue inmuta—. ¡Zoe!

Su cabeza se levanta, puedo observar su ojo, tiene un morado en su párpado. El coraje se apodera de mí, la impotencia, la rabia. Todo acumulado.

—¿Dal? Dal... —murmura. Está frente a mí.

—Todo va a estar bien -tiemblo, todo yo tiemblo—. Todo... Todo estará bien.

—No, nada va a estar bien —afirma Wesley, los suficientemente para ir acompañado del sonido del arma que le tiende Ethan—. Al fin los tengo a todos en una sola habitación
Era como mi fantasía, y ahora se está haciendo realidad.

—No les hagas nada —se le oye decir a Chloe, bajito, casi un susurro. Pero lo vuelve a repetir una y otra, y otra vez.

Ella sabe que estamos aquí. ¿Ella realmente se despidió?

Ella realmente lo hizo.

—No lo voy a hacer, no le haré nada a nadie —carga el arma—. Pero tú eres la que quiere morir, ¿no?

Zoe le grita, sacando fuerzas de donde no las tiene, eso lo sé. Wesley gruñe a lo alto y la toma bruscamente de su cabellera ondeante negra, y el tipo que la tiene tomada de los brazos la suelta.

Por inercia cae al suelo, y sin embargo de esa manera llega a mi lado, pero la deja fuera de mi alcance, retorciéndose fuertemente contra la pared. Regresa a donde está Chloe, pero yo sólo estoy centrado en ella, en mi Zoe.

—Resiste, Zoe, resiste —intento decirle. Es imposible que no pueda hacer más nada—. Pecas, vamos.

Pero ella no contesta, sólo llora y no me escucha. Me hace desesperar.

Me hace saber que lo único que estoy haciendo es decepcionarla.

¡¿Dónde mierda está Catanssaro y su jodido FBI?!

Dios escucha mis plegarias justo en el momento exacto; cuando Wesley tiene el arma en la garganta de la pelirroja.

Hay un pequeño soldadito que Catanssaro nos presentó el día anterior como Burstwood, ese que se escabulle sigilosamente hasta su presa sin que este siquiera lo note. Lo que justo está haciendo ahora, porque toma a Wesley desde su parte baja, haciéndolo retorcerse hasta caer en el suelo.

Y sí, me hace sentir satisfacción plena por un segundo.

Le da oportunidad a los demás oficiales de debatir con el resto, que caen al suelo en un dos por tres. Si no estuviese en esta situación, supondría que sería algo divertido de ver.

Pero por ahora no lo es.

Wesley escapa de los retorcijones, intentando tomar el arma que dejó caer, Chloe está en el suelo y al darse cuenta de ello, intenta hacer lo mismo. Intento fallido; Burstwood está en suelo, los demás oficiales resultan inservibles y Zoe ha llegado a tomar la dichosa arma tirada.

Un segundo, ¿Zoe? Zoe.

—¡Zoe! —mis gritos se combinan con los de Keith, hasta Devon y Kenny, puesto que Brendon está paralizado y Cameron... A la mierda con Cameron.

Wesley tiene apresada a Chloe, asfixiándola, y luego está mi bonita novia, temblando con una jodida arma en sus manos, apuntando en dirección a ellos dos sin un blanco en concreto.

—Hazlo —le dice Wesley—. Me vale verga, Zoe, hazlo. ¡Maldición, vamos, dispara!

—Zoe, baja el arma —es la voz de Catanssaro que la hace sobresaltar, pero ella no suelta la pistola—. Es peligroso, Zoe, por favor, baja el arma.

—Chloe, yo te dije que no te iba a dejar morir. Tú sabes que no quieres morir —solloza—, sabes que eso es lo que menos quieres. Yo te conozco.

—No lo hagas, no lo hagas —le murmura—, no te arriesgues. Tiene un cuchillo, Zoe, tiene un cuchillo.

Todos están paralizados. Lo único que se escucha son las respiraciones pesadas, y el maldito FBI sigue siendo una mierda, porque lo estamos resolviendo nosotros. Zoe lo está intento hacer.

Y a pesar de la poca luz, puedo ver a Keith, soltándose de su silla nuevamente, tan sigiloso como un gato. Y el nudo lo tengo yo en la garganta por la escena que presenciamos.

Keith se desata por completo, nadie exactamente lo ha visto, pero Zoe sí, ella lo ha hecho, y parece que toma fuerzas.

Se escucha un disparo que me hace cerrar los ojos, luego de un grito sigue otro similar a ese, y otro disparo. Algo romperse, y entonces otro disparo más.

Para cuando abro los ojos, Wesley está en el suelo, un charco de sangre se comienza a deslizar, Zoe se retuerce en los brazos de Keith, y Chloe y Ethan están frente a frente, mirándose de boca abierta, con lo que parece un arma entre ambos.

Es Ethan el que cae al suelo de rodillas y luego de torso, desparramando sangre que se une al charco de Wesley, en una combinación escalofriante.

Mientras que Chloe, lo mira caer, aun con su boca abierta y lágrimas cayendo encima. Pero al girarse, también es ella la que tiene un cuchillo clavado en la parte baja de su abdomen.

Y entonces cae al suelo, literalmente, con el corazón en la boca.

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El hermoso Kenny Holland (multimedia) le hace de "Keith" en esta historia. Disfrutenlo :).

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