Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

thirty one, Ponquecito está aquí.

Zoe

Febrero, 2016.

Considero que las mejores cosas en la vida suceden cuando menos te lo esperas. Cuando todo está en su punto bajo y no queda nada más que puedas esperar, o que puedas intuir. Ahí es cuando sucede.

Todo alguna vez toca fondo. Todo alguna vez acaba, bien sea para bien o para mal. De ambas formas es increíble.

Si me hubiesen dicho hace unos cinco años que estaría en una habitación con mis dos mejores amigos; Abigail a unas semanas de dar a luz y Nathan a horas de casarse, me reiría y diría que es lo más loco que hayan podido imaginar.

Claro que toda perspectiva cambia una vez se hace realidad; estoy en una habitación, con Abigail a unas semanas de dar a luz y Nathan a horas de casarse.

Su traje es elegante, camisa blanca debajo y corbata negra. Su cabello algo despeinado -porque va con la vestimenta y porque Brad lo ha requerido "discretamente"- y zapatos de cuero que brillan a simple vista.

Mientras que Abigail y yo vamos de un tono de blanco y pedrería plateada. Ambas intentando no largarnos a llorar. Chloe estaría acá con nosotros de no ser porque Devon se la secuestrado, queriendo hacerla parte del resto de los invitados junto a él, y no ha tenido más remedio.

Dejo mi pequeño ramo de rosas, otorgado como una de las damas de honor en manos de Abigail que juega con su celular, y camino hacia Nath que se mira frente al espejo, su mirada está cristalina. Lo abrazo desde atrás, subo hasta estar de puntas sobre mis pies y consigo recostar mi barbilla de su rostro.

-Mamá estaría orgullosa -susurro. Es cuando una silenciosa lágrima corre por su mejilla, sin siquiera pestañar. Sólo cae humedeciendo su rostro.

-Lo sé -susurra de regreso.

-Y no hay nadie que esté más orgullosa de ti que nosotras, y nuestra familia desastrosa allá afuera.

Él asiente.

-Lo sé.

Se gira, dándome un abrazo de esos en los que no necesitas decir palabra alguna o dar palmadas en la espalda. Hablo de un verdadero abrazo, de esos en los que sólo rodeas a una persona con fuerza y cierras tus ojos.

Abigail parece darse cuenta un poco después de eso y se acerca. Sin importar su panza enorme, Nath la atrae hacia nosotros. Pronto todo lo que habíamos contenido mientras lo veíamos vestirse se queda atrás. Caemos en un mar de llanto.

Te das cuenta de que no necesitas de todo el dinero del mundo, ni cosas materiales que al día siguiente olvidarás. Nada de eso importa cuando tienes una familia, cuando tienes amigos, esos que sabes que siempre estarán ahí.

Los amigos también son familia.

Esos que aceptaron tu rareza y tu silencio, que no se inmutaron cuando les presentaste tus gustos extraños en música y los que te hacían reír en los talleres escolares por cosas mínimas. Los que te escribían cartas para navidad o te invitaban a reuniones familiares, así sabiendo que no podrías asistir.

Esos son los que valen la pena. Los que se quedan aun cuando te preguntas porqué mierda siguen ahí en vez de huir antes de que sea muy tarde. Son esos.

Son Abigail y Nathan.

Lo volvemos a abrazar con fuerza cuando es hora de que salga. Keisha, su madre, aparece por la puerta ya que sería la que llevaría a su hijo al altar. Su padre no se ve por ninguna parte, no vino con Keisha, y no diré que a Nathan no le duele.

Nathan nunca fue aceptado por ese señor, pero Keisha a dado la cara. Se han incluso dado planes de divorcio, esos a los que Keisha le vale mil y un mierdas porque se trata de su hijo, de su bebé. Ese que es una persona, no un fenómeno animal. Ella lo ama tal cual el primer día que lo tuvo entre sus brazos, ella siempre estaría ahí para él y es lo que importa.

Por otro lado, han decidido que sería Brad quien esperaría por Nathan en el altar. Al parecer para "recuperar" su hombría tras haber sido el pasivo en las relaciones sexuales. Abigail y yo lo creemos nulo, Brad tendría aire de pasivo el resto de su vida.

La ceremonia empieza. Nathan llora, Brad llora, Keisha llora, Liz, Abigail y yo lloramos, el culo de la abuela de Tutankamon llora, y agradezco que Dallon pueda abrazarme para calmar mis nervios debido a que ha sido seleccionado por Nathan para ser padrino y está a mis espaldas.

Un "sí" por ambas partes es dado y estallamos en gritos de celebración. La fiesta sería justo en este mismo lugar, en un gran salón que Nathan se ha peleado por conseguir por lo que parece siglos y todo está bien organizado.

Me siento honrada de poder haber sido parte de aunque fuese la mitad de todo esto, ya que prácticamente fue a último momento.

Hay un brindis, luego Nathan y Brad deben partir el hermoso pastel de bodas y el primer baile. Nathan mira a Brad con una sonrisa de extremo a extremo, puedo asegurar que ninguno es consciente de qué tanto sonríe.

Se miran y se sonríen, estrechándose el uno al otro.

Miro risueña hacia los dos. Sobre todo porque reconozco tal mirada. Viene cargada de amor, afecto, respecto y alivio al mismo tiempo.

Dallon sigue mirándome así.

-¿No te recuerda a algo? -oigo su voz llegar a mi lado. Sus brazos me estrechan contra sí y siento mi labio temblar. En cualquier momento largaré a llorar nuevamente.

Le asiento mientras me doy la vuelta. Claro que me recuerda a algo.

-¿Qué le dirías al Dallon de hace diez años en este momento? -pregunto curiosa. Se lo piensa un momento. Jamás había querido indagar tanto en sus pensamientos.

Amo tanto a este hombre que quisiera no deshonrar a mi papá, a pesar de que jamás amaré a Dallon de la manera en la que lo amo a él. Siempre fue el padre que tuvo a su hija como su princesa, y ahora no sé qué es lo que piensa.

Anotaré en mi lista de cosas pendientes el tener esa conversación con John.

-Que deje de ser un imbécil con el amor de su vida, porque si lo hace la tendrá consigo de una vez por todas -risotea-. Lástima que no llegó hasta hace unos seis meses.

Ha visto que varias parejas se han unido a la pista para bailar una vez Nathan y Brad acabaron e hicieron que éstos entraran para acompañarlos, por lo que me lleva a pasos lentos hasta ella.

-El servicio en McDonald's es de veinticuatro horas, hazme saber si esto en algún momento se vuelve aburrido y vamos por un BigMac -susurra en mi oído. No evito soltar una carcajada abiertamente.

-¡Eso! -exclamo-. ¡Eso es lo más romántico que has dicho en todos éstos seis meses!

Es hermoso verlo reírse conmigo, pareciendo nada pero tontos enamorados. Después de todo eso es lo que somos.

-¿De qué te ríes? Fue una sugerencia bastante seria, pecas. Es eso, o podemos ir a casa y hacer el amor, conseguiremos nuestro propio ponque.

Golpeo su brazo.

-¿Qué pasó con nuestras pizzas y mierdas cliché?

-Hemos sido bastante cliché hasta los momentos. Te estoy sugiriendo ir a McDonald's como una cita, busca algo más cliché que eso.

-Hay que quedarnos acá y ver a todos ser felices, Dal. Mi sobrino no deja de preguntarle a Abi que cuando llegará su bebé.

-¿Aun no hay nombre para ponquecito?

-Hasta ahora sólo hay uno, y es ese -paso mis manos por su cuello. Acaricia mi cintura-. Y la cesárea será el mismo día que el cumpleaños de Nick. Tendrán el mismo cumpleaños.

-Febrero sí que ha sido un buen mes -hace una mueca-. ¿Pero no te has dado cuenta de algo?

-¿De qué?

-Pues... -sus labios se fruncen. Lo miro con desdén-. Todos tienen algo de lo que alegrarse, en realidad no quiero que me malinterpretes, sólo no sé cómo explicarlo.

Parece tan consternado que ni me mira, absorto a sus pensamientos. Acaricio su rostro en silencio, dándole algo de ánimo para que así pueda organizar un poco sus ideas. Es un poco de lo que él suele hacer siempre que me hallo frustrada, intento transmitirle lo mismo que él a mí.

-Es que... -chasquea con su lengua tras carraspear-, Abigail y Brendon están esperando a ponquecito, Nathan y Brad acaban de casarse y Devon tiene a Chloe después de cuatro meses de todo lo ocurrido, y luego estamos tú y yo, ¿comprendes?

Me lo pienso. Y sé que tiene razón. Nos tenemos el uno al otro, pero tanto entusiasmo a nuestro alrededor lo ha emocionado al punto de que necesita celebrar algo también. Como un pequeño arranque de felicidad.

Quiere celebrar su propia felicidad.

-Zoe, suena mal si lo digo, por eso no lo he dicho, pero te lo tengo que decir. Es sólo que ha llegado a carcomerme. No quieres ir tan rápido, no estás lista para el matrimonio, ni para un embarazo o algo de ese calibre, y eso está bien, ¿de acuerdo?

Hace que lo mire. Pero ahora quien se encuentra absorta a sus pensamientos soy yo. Quiero disfrutar a su lado en cada segundo de mi día.

-¿Lo quieres? -le pregunto, en mi forma más seria posible-. Dallon, ¿lo quieres?

-Lo quiero, pero no ahora. Estamos jóvenes, ¿sí? Estamos bien. Vivimos juntos, quiero verte con un jodido título y seguir admirando tu precioso culo, porque te amo y me pertenece.

»A la mierda todo lo demás, te tengo a ti, me tienes a mí, ¿cuál será la diferencia de estar en un matrimonio? Si te quiero ahora, te tendré ahora. Lo mismo puedes hacer conmigo. Punto.

Y no pude haberlo amado más. Nunca busqué al hombre perfecto, lo que me lleva nuevamente a: considero que las mejores cosas en la vida suceden cuando menos te lo esperas.








-¿Estarás conmigo siempre?

Es lo que me pregunta una drogada Abigail, perdida en los estribos de la anestesia. Desmaquillada, despeinada, débil y con una enorme panza. Aún.

La miro con los ojos cristalinos. Poso un beso en su mano. Jamás la había visto tan hermosa.

-¿Recuerdas lo que te prometí a los trece? -susurro. No puede hacerse mucho ruido en estos lugares, y en cierta parte es lo que menos necesita -. Prometí que me quedaría siempre. Que estaría en este momento, sosteniendo tu mano.

-Estás sosteniendo mi mano -sonríe adormilada. Una lágrima se escurre por mi rostro entre sonrisas, lo que hace que su rostro se arrugue y comience a llorar silenciosamente. Acaricio su mano.

-Brendon estará aquí contigo también. Yo no me iré. Nath estará afuera pero yo me quedaré aquí.

-Lia -murmura lento-. Quiero que se llame Lia.

-¿Lia? Me recuerda al color lila. Es bonito.

-Sí -da una sonrisa. Arrastra sus palabras-. A Brendon le gustan los apodos. Pero a ti también, y pensé que si le ponía Lia, podrían decirle "Lili" o "Lil" como "pequeña" en inglés. A lo gánster.

-Es gracioso que digas "gánster" estando anestesiada -risoteo-. Suenas como un algodón de azúcar escuchando a Green Day o Fall Out Boy.
-Tú eres un jodido algodón de azúcar que escucha a Green Day y Fall Out Boy.

-¿Algo que quieras decir antes de que todos los locos con bisturís se integren a la habitación? -digo mirando cómo un par de enfermeras se adentran con mesas de metal rodantes y muchos instrumentos interrumpiendo nuestra tonta conversación.

-Sí, dile a Billie Joe que si muero, lo estaré esperando en el cielo. Haré que me cante American Idiot con toda la ira con que la escribió.

Me río sin prestarle atención a las dos enfermeras que nos miran entre extraño y tierno, y es porque una nos mira extraño y otra nos mira tierno. Probablemente parecemos una pareja lésbica y la tipa es homofóbica. Probablemente estoy alardeando y ha tenido un largo día.

Me vale verga de ambas formas.

-¿Por qué American Idiot? -cuestiono-. ¿No puede ser Boulevard Of Broken Dreams o Wake Me Up When September Ends?

-Y yo creía que estaba siendo demasiado típica con mi elección -bufa-. ¿Acaso quieres que me duerma cuando conozca a una de mis bandas favoritas? No conoces a tres dioses del rock todos los putos días, Zoella.

-¡Baja la voz! -mascullo golpeando levemente su brazo cuando su tono se eleva. Claramente me ignora porque suelta una sonora carcajada que sólo hace que me ría junto a ella-. Iré por Brendon.

-Oye, oye -me llama antes de que me levante de la silla-. Y si conoces a Pete Wentz, asegúrate de hacer que firme papeles de adopción. Al lado de Pete Wentz, ¿quién coño es Brendon?

-Estás empezando a delirar, pequeño desastre. Trataré de contratar a Fall Out Boy para tu funeral. Patrick cantará con un grupo gospel y Joe tocará la guitarra sobre tu ataúd. Como en el vídeo de This Ain't A Scene, It's An Arms Race.

-Maravilloso -levanta sus manos-, ¿qué más puedo pedir?

Sin dejar de reírme me acerco hasta ella para dejar un beso en su frente. Justo cuando estoy por llegar al umbral de la puerta, la escucho replicar:

-¿Qué haces mirándole el culo a mi novia? ¿Acaso no puedes tener algo de respeto?

Y sé que se refiere a la tipa antipática. Amo a mi mejor amiga.






Luego de diez horas; tres kilogramos y cincuenta centímetros de pura ternura abandonó los adentros de Abigail para volverse parte de este cruel mundo.

Con enormes mejillas, ojos saltones, manos y pies diminutas y nariz puntiaguda.

Creo que la mejor parte fue ver que Brendon estuvo ahí todo el tiempo, sosteniendo su mano mientras que yo me sentaba a su lado y le daba pequeños detalles a Abigail y mientras el doctor Dewey se encargaba de todo puesto que Brendon sólo quería a su bebé y nada más.

Lia Marie es una niña grande y hermosamente sana, enseguida supimos que la amaríamos. Ponquecito al fin está con nosotros.

-No sé cual es -dice Nick posando su mano sobre el cristal. Lo sostengo entre mis brazos.

-Después la conocerás mejor, cariño -beso su cabecita.

-¿Nació hoy?

-Sí, el mismo día que naciste tú pero hace cinco años -lo abrazo. Dallon nos mira con una sonrisa desde el comienzo del pasillo.

-¿Su cumpleaños es el mismo día que yo?

-Sí, ese es el bebé de Abigail. Su nombre es Lia -apunto nuevamente a la camilla del otro lado-. ¿La cuidarás siempre? ¿Cuando sea grande?

-Dijiste que sería mi mejor amiga -dice bajito y atropeyando sus palabras. A duras penas puedo entenderle pero lo consigo, y vuelvo a abrazarlo.

-Puede serlo. ¿Lo intentarías?

Él asiente. En ningún momento gira a verme, aseguro que ha encontrado a la que he señalado como Lia, y ahora le cuesta quitar un ojo. Dallon llega hacia nosotros llamando su atención.

-Amigo, ¿vamos por tu regalo de cumpleaños? -le extiende sus brazos. Nick le ha tomado bastante cariño puesto que enseguida se mueve hacia ellos. Lo termina posando con diversión encima de sus hombros.

Divertido para ellos, claro está.

-¡Dallon! -mascullo estremeciéndome-. ¡Te he dicho que eso me pone nerviosa! Se puede lastimar.

-Pecas, por favor. Es divertido, ¿verdad, campeón? -intenta preguntarle al niño sobre sus hombros, que se sostiene de su cabeza con su pequeños brazos. Río por el apodo que le ha adaptado, el típico, pero Nick se inmuta. Su vista es fija al cristal.

-¿Nick?

-Es pequeña -se le oye murmurar.

-Tu también fuiste así de pequeño, amigo -le asiente Dal. Pero quiere desviar su atención de nuevo-. No habrá churros ni helado si no nos vamos ahora, es tarde.

Le habla a él, soy ajena a este momento. Presiono mis labios, envuelta en la imagen de Dallon con un niño en brazos.

-O podemos quedarnos aquí hoy y vamos por el helado y los churros mañana.

Nick niega casi de inmediato.

-Me quiero ir.

-¿Te quieres ir? ¿No quieres ver a Lia?

-Sí..., no...

-¿Y si vamos por el helado y los churros ahora y vienes a ver a Lia mañana conmigo y tía Zoe?

Nick vuelve a asentir, esta vez girando a verme con una sonrisa adornando sus regordetas mejillas.

-Tía Zoe está molesta -murmura en su oído. Dallon alza ceja intentándolo verlo, su mirada va de él a mí. No están prestándome atención exactamente.

-¿Y te gusta molestarla? -pregunta suspicaz. Es muy tarde para cuando Nick le ha respondido en una risa con un "sí"-. Entonces sujétate fuerte, ¿bien?

Y me doy cuenta lo mucho que lo detesto cuando sale corriendo con Nick aun sobre hombros y me deja teniendo un ataque cardiaco.

Pero maldición, yo no detesto a ese idiota, yo amo a ese idiota. Por más idioteces que realice. Y es el jodido punto.

_________________________________

#JuevesDeSuMirada éste fue un capítulo dedicado a los amigos gg.

Como podrán ver, estoy de todo menos inspirada. ¿Se nota mucho que no cómo terminar esto?

Easy, encontraré alguna manera y será genial.

Capítulo dedicado a xadkarajitaxx. Chama, admito que no podía faltar agradecerte a ti bc eres de las que me apoya con cada voto y comentario para seguir con esta vaina, y el cap es medio mierda pero ajá, cero maricoteo, se te quiere<9-6.

Ayer no pude subir por asuntos de la empresa(?). Espero poder hacerlo el domingo de todas formas.

NO OLVIDEN PASAR POR "COCAÍNA" ES UNA SUBHISTORIA SOBRE LA RELACIÓN ENTRE KEITH Y CAMERON. (Y admito que me está quedando zukistrukis, vayan a darle amor plox, háganme feliz).

Gracias por leer xxx. Nos vimos :) <7-4.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro