thirty, ¡Chloe despertó!
Dallon
Tres semanas después
Diciembre 19, 2015.
Devon se lanza a mis brazos en cuanto me ve, lo recibo sin pensarlo, quedando así por quizá un minuto. Golpeo su espalda en un gesto de fuerza, siendo reconfortante. Sonrío con tantas ganas que, al verlo a él llorar, siento tal necesidad igualmente.
-¡Te lo dije! -lo separo de mí, sacudiéndolo de sus hombros. Su carcajada sale temblorosa, pero sonríe. Mi jodido hermano sonríe-. ¡Te lo dije!
-¡Devon!
La agitada voz de Zoe llega a través del pasillo. Cuando lo ve lo abraza de inmediato, casi tirándolo. Me ve a sus espaldas y toma mi brazo, tirando de mí hasta que nos vemos en un abrazo triple.
-¡¿Cómo está?! ¡¿Está estable?! ¡¿Podemos pasar a verla?! -hace cientos de preguntas en lo yo siento dos segundos. Devon asiente y niega, aun secando sus lágrimas y haciendo a Zoe confundirse.
-Ella está bien, pero no podemos pasar hasta las cinco -se ríe. Todo mi interior revolotea. Mi novia respira con total alivio que puedo percibir enseguida, y la tomo entre mi brazos.
Hemos estado esperando este momento por casi cuatro meses. Cuatro jodidos meses del infierno.
A penas ha pasado un día desde que el doctor avisó que Chloe ha despertado, cuando mi hermano ya está brillando nuevamente. Su felicidad es palpable, su renacimiento es notorio y su alivio se sale hasta en su respirar.
Papá llega un poco después de Zoe junto a mamá, puesto que vienen del trabajo y creo que ella ha venido con ellos, no me lo ha avisado, pero están aquí y abrazan a Devon con el mismo fervor que Zoe y yo hemos hecho.
Más atrás aparecen Abigail y Brendon, la castaña siendo regañada por mi mejor amigo gracias a su exaltación cuando no debe reaccionar de esa manera por ponquecito, y luego entran Nathan y Brad con impetuosidad saltándoles del rostro.
La sala de espera se llena con todos nuestros amigos, desde mis padres hasta el papá de Zoe y Keith, esperando a que llegue la hora para poder ver a Chloe. Quedamos todos en silencio, sólo observando el reloj. Saltamos cuando se hace la hora.
El doctor Dewey aparece desde el pasillo y suspira, lanzando una mirada furtiva a todos, pero nos sonríe.
-Considero que usted debería ser el primero en entrar, señor Devon -hace un mohín acercándose a él. Devon sonríe tras pasar sus manos por sus pantalones y exhala. Le damos algo de ánimo-. Sígame.
Y los vemos desaparecer por el mismo pasillo. Zoe y Abigail se abrazan, siendo rodeadas luego por Nathan. Le doy una mirada a Brendon y terminamos por darnos un abrazo entre risas.
Contamos con mantener esta fecha en las memorias de todos nosotros. El día en el que se hizo realidad algo por lo que ninguno perdió las esperanzas, jamás. Ni siquiera debo contarme a mí, porque muy el fondo siempre las tuve. Yo sabía que Chloe algún día despertaría; y ese día ha sido hoy.
Devon regresa a lo que sabemos es regañadientes, sé que no ha querido irse de ahí, pero sabe que tendrá más tiempo así que nos da paso a nosotros para poder entrar.
Las siguientes son Abigail y Zoe quienes nos arrastran a Brendon y a mí junto a Nathan con ellas. Sólo son cinco personas por grupo, por lo que Brad debe quedarse junto al resto en la sala de espera.
Seguimos nuevamente al doctor Dewey, la han traslado a otra habitación y desconocemos el camino. Dewey se detiene frente a nosotros cuando parece que llegamos.
-Aun está algo débil, pero puede hablar. Sé que saben cómo son este tipo de situaciones en las que no deben alterar demasiado a la paciente puesto que no es saludable. Espero que por favor lo consideren.
Su tono es tan suave y Zoe le ha tomado tanto cariño que Abigail ha optado por que sea él quien se ocupe de su cesárea y por ende ha hecho que Nathan, Brendon y yo le tomemos el mismo cariño. Así que asentimos accediendo a los términos, y con cautela abre la puerta.
La cabeza de la pelirroja se gira, y desde su rostro aun pálido y adormilado se muestra una mueca, que termina siendo una pequeña sonrisa, dando su todo por mostrar su dentadura y lo logra.
-Chloe -dice Abigail acercándose a ella. La pelirroja hace un esfuerzo por inclinarse hacia delante para poder rodearla con sus brazos.
Se ve más repuesta de lo que imaginé. Su aspecto no sale de una persona que ha estado durmiendo por tres meses y dos semanas seguidas, tiene su tacto sombrío y se mueve con lentitud. Su cabello se ha vuelto un poco más opaco, pero debe ser por la luz del lugar, ya es un poco tarde y la luz de afuera no ayuda.
Sus ojos también son poco visibles para ser ojos claros. Y le doy la razón a Keith cuando habla de lo mucho que detesta los hospitales, a pesar de que él tiene razones diferentes.
Lo vuelve todo más triste, todo más lúgubre, todo más apagado. Como cualquier otro hospital. Ninguno nunca será un lugar bonito. En éstos lugares son los que se van cientos de vidas por año.
Mientras que la razón por la cual nosotros estamos aquí justo ahora nos está sonriendo, estando viva.
Y veo a Zoe riendo y llorando de felicidad. Todo lo vale. Mi pequeña Zoe es feliz, yo soy feliz con ella a mi lado. Mi mejor amigo va por el mismo camino.
¿A quién hay que agradecerle esto? Porque realmente siento que, no sólo quiero, sino que también debo agradecerle a alguien.
-¿Ponquecito? -pregunta Chloe en un murmuro, pasando sus manos por los costados de la panza de Abigail, la cual está bastante crecida y nos hace dudar en si realmente hay un sólo bebé ahí adentro. ¿O fue una idea que se le metió a Brendon en la cabeza y nos ha contagiado su preocupación? Joder-. ¿Qué ha pasado?
-¿En tres meses y dos putas semanas? -bufa Nathan-. La verdadera pregunta es: ¿qué no ha pasado?
-¿Tres meses y..., dos semanas? -dice confudida-. ¿De verdad dormí tanto? Devon no quiso decirme.
-Estabas en coma, mujer, nos tuviste preocupados a todos como no tienes ni puta idea -le dice Zoe atrayéndola hacia ella.
-Lo siento, de verdad -su voz se apaga por un segundo. Nathan no deja que sea así por mucho.
-Hay demasiadas cosas que nos quedan por contarte, pero creo que debemos esperar un poco hasta que estés mejor.
-Me siento bien -alarga-, y estuve en esta mierda por tres meses. Sólo estoy recién despierta, ya díganme.
Reímos porque esta es la Chloe que conocíamos. Pero entonces nos vemos las caras de idiotas los unos con los otros; ella no sabe nada más allá de lo pasado en aquel almacén.
-Wesley murió -murmura Zoe con cautela, esperando por su reacción. Chloe asiente, al parecer sabiendo eso de ante mano ya que ni siquiera se sorprende-. Yo... Yo lo maté.
-Eso..., está bien, Zoe -aprieta sus manos cuando Zoe se aflige. Pero Zoe lo sabe, y le regresa el gesto tras ladear su cabeza de arriba hacia abajo-. Yo maté a Ethan igual, ¿no? Estamos a mano. No somos asesinas, ellos casi nos matan a nosotros.
Su voz sigue siendo baja y débil, puede que hable entre susurros y murmuros a la vez. No es difícil el entenderle.
-Aquí nadie es un asesino, ustedes se defendieron -recata Brendon acariciando la mano de Abigail a su lado-. La policía habló con Zoe cuando despertó, quizá vengan a hablar contigo de igual forma.
-Lo cual sigue siendo una mierda porque el jodido FBI no ayudó para nada en ese momento -refunfuño. Chloe parece reírse.
-No vuelvan a tratar con el FBI -dice-, me terminarán clavando otro cuchillo de lo contrario. Está en la biblia, en la constitución y en tablero de Jumanji.
-¿Te duele la cortada? -pregunta Zoe, sin darse la oportunidad de reír por la broma de la pelirroja tal cual el resto hizo. Chloe respira hondo.
-Cuando me muevo mucho. Intento no hacerlo tanto. Acaban de ponerme anestesia, estoy bien por ahora pero Dewey dijo algo sobre drogarme más tarde para que el dolor cese un poco más. Me tendrán aquí por otro tiempo, ¿cierto?
-A Zoe la tuvieron otras tres semanas después de que despertó -sopla Abigail. Ella rezonga.
-Vale. ¿Me dirán todo lo que ha pasado entonces? ¿Me perdí navidad? ¿Ya estamos en el 2016?
-No -risotea Zoe-, ni siquiera ha pasado noche buena. Estamos a tiempo y creo que, partiendo desde las circunstancias, pasaremos parte de noche buena aquí.
-No, no -Chloe agita sus manos. Vaya que sigue algo adormilada-. No dejaré que pasen su noche buena metidos en esta pocilga.
-Chloe -dice Abigail firme-. Fueron tres meses en los cuales estuvieron a punto de desconectarte. Una jodida máquina era lo único que te mantenía respirando, ¿y crees que te dejaremos sola en navidad? Jódete. He pasado demasiado como para algo así ahora.
Chloe se ríe, sin poner resistencia. Toma su mano sin quitar su sonrisa. Mierda, sólo puedo imaginar cómo debe estar Devon si yo estoy sintiéndome así.
-Gracias -dice moviendo sus labios. Abigail se inclina para besar su frente. Cuando se aleja da una breve mirada de ella a Brendon-. Por favor, díganme que ya se besaron siquiera. Mi ausencia tuvo que haber aportado algo.
Brendon da un silbido.
-Uh, más que eso, querida amiga.
-Especifiquen -los mira con detonación-, porque he llegado a mínimo cinco conclusiones en menos de dos segundos con eso.
-Somos novios -dice Abigail, en un tono de "¡sorpresa!" expandiendo sus manos, gesto que Brendon imita.
-Maldición, al fin -suspira cerrando sus ojos-. La anestesia no me deja alterarme, pero en mi mente hice cuatro clases de Parkour distintas. Estoy feliz por ustedes.
Ellas se abrazan, mientras discretamente, mis brazos se pasan por la cintura de Zoe atajándola a mí. Beso su cuello en un movimiento rápido y ella entrelaza los dedos de sus manos con los míos.
-¿Dónde está Brad? ¿Todo bien con él, pequeño Nath?
-Hay nuevas noticias -ladea él. Movimiento erróneo porque la pelirroja comienza a insistir en que lo sepa.
Puede que la chica esté recién levantada de lo que parecía una tumba, pero vino con las baterías bien cargadas. Brendon y yo salimos de la habitación para dejar que el padre de Zoe y Brad entren, como después Abigail sale y Keith entra.
Zoe se quedaría hasta que las horas de visitas acaben, y hablan con el doctor Dewey para que acepte el grupo de seis a siete personas, puesto que un par más no es dañino. Es divertido cuando accede actuando como si traficara algún tipo de droga, sólo para que ningún otro doctor sepa sobre algo.
Brendon se despide porque debe seguir con su turno de trabajo hasta más tarde y me quedo con Cameron. Vemos a Keith pasar frente a nosotros, pero ellos ni se miran. Él se despide de mí y luego me veo con Cam en la cafetería cerca del hospital.
Aprovecho de hacerle de curioso.
-Amigo, ¿todo bien con Keith?
-¿Keith? -alza una ceja. Terminando de verter el azúcar en su café, se encoge de hombros-. ¿Que pasa con Keith?
-Dime tú -encojo mis hombros-. Hace unos días hablaban entretenidamente y hasta salían juntos, pero ahora ni cruzan miradas. ¿Hay algo mal?
-Dal, ¿qué insinúas? -su ceño se frunce. Cuando estoy a punto de responder, me veo interrumpido por él -. A ver, déjame adivinar, ¿es lo mismo que Kenny insinúa?
-Desconozco lo que Ken insinúa, Cam.
-¡Pues que estoy en una "relación" con Keith! -hace comillas con sus dedos-. Dallon, vamos, lo sabes, no soy gay, amigo.
-Es que -balbuceo-, hacen parecer que es lo contrario.
-Escucha -deja su taza a un lado-, ¿salgo con Keith? Sí, ¿disfruto de su compañía? Claro, ¿tenemos una relación? No, la respuesta es no. Me gusta estar con alguien que no está pendiente de alguna novia o esposa, o ese tipo de cosas, ¿comprendes?
»Tú estás con Zoe, Kenny tiene a Phoebe y Brendon está embarazado, seamos realistas. ¿Yo dónde quedo? Prácticamente no tengo amigos. Además, ayer me encontré con Pam. Si tengo suerte, la veo esta noche.
Su canturreo al subir y bajar sus cejas con picardía hace a mis ojos entre cerrarse. Lo miro suspicaz.
-¿Así que nada con Keith?
-Nop -presiona sus labios-. Y créeme que si fuese gay, tendría gustos muchísimo mejores. Algo así como Tatum Channing o Matt Bomer.
Río sacudiendo mi cabeza. No he salido de la idea de Cameron y Keith teniendo algo ni porque el primero lo haya intentado. Además, eso ha sido bastante gay.
-Creí que habías dejado todo el tema con Pamela.
-Uh, no -risotea-. Intenta encontrar a alguien que te dé un mejor polvo que Pamela Johnson. Estaré esperando.
-Pues yo tengo una novia con un gran culo, y es sólo mío -guiño un ojo tras reír. Él rueda sus ojos-. Cam, ¿sí sabes que no todo se arregla con sexo? ¿Que no todo siempre será sexo? ¿Que no puedes utilizar a alguien sólo porque te da un buen polvo y listo?
-No, no, no, Dallon. Alto, no. No me vengas con ese tema cliché de que algún día encontraré a alguien que me hará caer y luego no volveré a sentir nada por más nadie.
-¡Es que es cierto...!
-¡No, no lo es...!
-¡Cameron!
-¡Hermano, sólo vivo!
-¿Sabes qué? -hago un ademán-. Está bien, "vive", haz lo que te venga en gana. Pero espero que me recuerdes cuando te suceda. En algún momento todos caemos, así sea por una mujer o por un hombre.
-¡Y ahí vamos de nuevo! -resopla-. Está bien, está bien. Tú ganas. ¿Dices que algún día caeré? Bien, me supongo que es ley de vida. Dejaré de negarlo. Pero jura que falta mucho para ese momento, Dallon, ¿oíste? ¡Mucho!
La silla rechina y un furioso Cameron sale por la puerta de cristal, sin siquiera importarle el casi haberse llevado a Zoe por el medio cuando venía entrando.
Mis codos se apoyan en la mesa, y me permito pasar mis manos por mi rostro con cierta frustración. He comenzado a darme cuenta de que me pongo un poco a la defensiva cuando las personas no aceptan lo que son o fueron, o lo que hacen o hicieron. Incluso lo que serán o lo que harán.
-¿Qué pasó? -pregunta mi castaña oscura tomando asiento frente a mí. Suspiro.
-Ha negado tener algo con Keith -cierro los ojos-, esta vez a mí.
-¿A quién fue primero?
-Al parecer Kenny también tuvo su arranque de curiosidad. Cameron sabe que nosotros le tenemos el teatro montado con todo este tema de Keith. Igual él no hace más que sólo negarlo.
-Bueno -suspira-, yo no estoy mejor. Me encontré con Keith llorando. Keith, Dallon; ¿conoces a Keith? Es mi hermano, el fuerte, el rudo, el rompe bolas, Keith, ¡Keith estaba llorando!
-¿Cuándo?
-No sé -sus hombros caen-, ayer o antier, no recuerdo. Pero no me dijo, no quiso decirme. Sólo se desplomó. Habló sobre mamá, sobre Abigail, sobre tú y yo. Parecía ebrio, pero no olfatee nada, estaba sobrio.
-¿Crees que tenga que ver con Cameron?
-Escucha, Dal, estoy preocupada por mi hermano. Keith nunca se comportó así. La última vez que recuerdo haberlo visto llorando fue cuando llamó a Abigail "puta" inconscientemente. Estuvo recostado contra su puerta pidiéndole que lo perdonara hasta que se quedó dormido. Abigail lo hizo esperar a eso de semanas.
Hago una mueca. Parece que sí ha pegado algo fuerte todo este problema de Keith y Cameron. Aun no se confirma nada, ellos lo niegan todo a su par. Ni siquiera por aquella vez donde escuché gemidos provenientes de su habitación, cuando hice a Zoe escuchar a través de la pared.
Me he visto en la tentación de hablarles a ambos, algo como sentarlos uno al lado del otro frente a mí y hacerlos hablar sobre ello, teniendo como testigo a Zoe de lo sucedido aquella noche.
Pero luego me doy cuenta de lo lunático que sueno de sólo pensarlo y todo se va. Quedo yo con mi tortura en el fondo de mi mente como todo este tiempo. A pesar de que Nathan ha pasado a estar de mi lado.
Una parte de nosotros desea que esos dos hijos de puta estén juntos.
Zoe me arrastra fuera de la cafetería. Terminamos en algún centro comercial, ojeando vidrieras que, casualmente, contienen pequeñas vestimentas. Como si no fuese obvio lo que está pasando por su mente.
He ignoro el hecho de que sea ponquecito. Mi Zoe no piensa exactamente en el ponque de Abigail; mi Zoe piensa en algo más como..., como su propio ponque.
¿Mientras que yo? Yo sólo me limito a observala, risueño de todas sus expresiones faciales, apaciguando risas cada vez que lanza un chillido una vez encuentra un atuendo nuevo.
Antes de que se aproxime a una tienda para entrar, la tiro por su brazo hasta tenerla apegada a mí.
-Déjame llevarte a un lugar por mi parte -le digo, pegando brevemente su frente con la mía. No la dejo contestar, antes de que sea tarde me estoy dirigiendo hacia el lado contrario con ella tomado de manos.
No recuerdo bien el camino, debo cruzar dedos mentalmente para poder llegar a mi destino deseado. Sonrío cuando lo consigo, y me aseguro de atraerla frente a la vidriera.
Sus ojos brillan, podría decir que embelesada con su panorama. Presiono su mano con la mía, depositando un beso en su mejilla.
-Yo no..., tú no... -balbucea sin poder quitar un ojo de la vitrina-. No..., no podemos pagar algo así, Dal, no...
-Quizás no, pero podemos hacer un esfuerzo. Creo que te mereces uno de esos, pecas.
-Dal...
-Pecas, te amo -tomo su rostro entre mis manos, queriendo hacer que me mire. Pero ella lo evita-. No importa cuánto sea el costo, creo que mereces algo así. Hemos pasado por muchos cosas...
-Sí, pero no quiero ir rápido, Dallon -me interrumpe hablando con rapidez, toma sus manos entre las mías apartándolas de su rostro.
-¿Rápido?
-No sabes... La cantidad de cosas que debemos hacer como pareja antes de... -su mirada recorre la vitrina-, antes de un anillo, ¿comprendes?
Y piso tierra. Estrepitosamente.
Rápido. Estoy yendo muy rápido.
-Yo te amo, Dal -ahora es ella quien posa sus manos en mi rostro-, de la misma manera en la tú me amas. Pero incluso si tuviésemos seis años de relación a partir de ahora, no necesitaría de un accesorio para saber que es así.
»Nunca fui como las demás niñas. Nunca planeé mi boda perfecta con el príncipe perfecto, ni la fiesta perfecta, nada perfecto. Yo nunca pensé en un futuro lejano, siempre viví en el inmediato, un poco más que en el presente. Y sigue siendo así hasta hoy.
-Tienes razón -murmuro. Mis manos van a su cintura-. Tienes razón. No necesitamos un anillo.
-Sí, pero -alarga-, eso no significa que no vaya a quererlo. Hablando de un futuro lejano. Podemos permitirnos mirar un poco más allá.
-Lamento haberte espantado. No fue mi intensión. Es que te vi mirando los atuendos para bebés, y lo primero que vino a mente fue una vida hecha. Pero tienes razón.
-¿Qué tal si nos graduamos primero, señor Flash? -pasa sus brazos por mi cuello, deja un beso en mi barbilla.
-Suena a muchas recompensas. Suena a bastantes recompensas. Me agradan las recompensas.
Comenzamos a caminar lejos del ventanal, su mano entrelazada con la mía.
Soy un completo idiota. Un completo idiota enamorado. Y no tengo idea de cuál tiene mayoría.
-Nunca hablé de recompensas, Hag.
-¿Quieres decir que si me gradúo no obtendré mi premio?
-Si tú tienes un premio, entonces estoy en la libertad de exigir el mío.
-Con bastante gusto, señorita.
Tenemos tanto que vivir antes de tener un anillo. Viajes, películas, cenas llenas de pizzas, encontrar nuevas bandas, nueva música, conciertos, cumplir nuestros sueños, lograr más mañanas a su lado, estar en buenas y malas, más recompensas...
Y la lista sólo sigue.
-Y quiero mi propio ponquecito.
-Ya lo sabía. Pero no podríamos llamarlo ponquecito. Tendría que ser algo más que venga por nuestra parte.
-Algo como..., ¿brownie?
-No, no. ¿Tiene que ser comida? ¿Cada vez que la llame o lo llame por su apodo tiene que darme hambre?
-Ponerle un apodo ñoño a un niño es vergonzoso, Dallon.
-Entonces debemos pensar para ambas partes.
-¿Imaginas tener mellizos?
No necesitamos de una firma sobre un papel para saber que siempre estaremos ahí el uno con el otro.
-Eh, eh, con calma, señorita "futuro inmediato".
-No quieras burlarte de mí, Haggart.
No necesitamos de una enorme fiesta para celebrar al máximo nuestra unión. Estamos más unidos ahora de lo que alguna vez estaremos.
-No me burlo. Es que eres tan linda. Es tu único problema.
-¿Mi problema es que soy linda?
-Todos querrán tenerte. A todos nos gustan las chicas lindas.
-¿Te estás escuchando? Primero palmeas mi trasero ¿y luego dices que soy linda?
-Linda linda.
-¿Bastante linda?
-No creo que sea mi mejor elección de palabras, pecas.
No necesitamos de un anillo para demostrarnos lo mucho que nos amamos el uno al otro.
-Te amo -risotea. Beso su mano.
-Y yo ti.
Pero sin dudas algún día te veré vestida de un precioso blanco, mi amor.
__________________________________
#DomingoDeSuMirada no es mi capítulo fav, pero amé el final y Chloe despertó, así que, mis pequeños lectores fantasmas, es todo por esta vez.
Capítulo dedicado a la grandiosa omahagxrl. Gracias por siempre leerme y darme fav y a veces comentar y hacerme feliz, usualmente eres la primera en hacerlo y me das motivación para seguir escribiendo éstas porquerías <4-1.
RECUERDEN PASAR POR "COCAÍNA" ES UNA SUBHISTORIA DE SU MIRADA Y ES SOBRE LA RELACIÓN ENTRE CAMERON Y KEITH. (Estoy de verdad emocionada por escribir esta historia, deberían ir y darle amor).
Espero verlos el miércoles :) <5-2.
Gracias por leer xxx.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro