- Un año de tragedia y pérdidas ³²
¿Tan rápido podía pasar un año? Mina estaba segura que ese mismo día, hace un año, estaba totalmente nerviosa por conocer a lo que esperaba fuera su pareja predestinada. Estaba mirando alterada hacia el cielo esperando la hora, luego sintiendo sensaciones tan abrumadoras cuando estaba a punto de ver a la alfa que le mencionaron tanto.
Después cuando miró a la princesa Im había sentido tantas sensaciones que le eran imposibles contarlas. Ese mismo día en el baile Myoui estaba pensando en qué haría cuando viera a lo que era su prometida.
Fue inevitable que de desconocidas comprometidas, pasaran a novias juntas donde ambas se conocían y pasaban su tiempo hablando sobre todo de ellas.
Un día fue suficiente para enamorarse, y un año para estar juntas.
Nayeon recuerda en el pasado donde incluso se escondía debajo de su cama mientras sus padres la sacaban con un ratón. Recuerda las risas de sirvientes y la situación tan vergonzosa que tuvo que pasar. Ahora no era menos infantil, pero tenía a Myoui Mina como novia, lo que era un ganar para ella porque lo que más quería era a su novia siendo solo de ella.
Los reyes iban a cancelar el baile Myoui pero la, casi proclamada, dirigente Myoui Hikaru les dijo que sería mejor que llamara a una reunión a sus amigos de otros reinos para comunicarles lo que pasaba y si podían contar con su ayuda. Así que ambos reyes dieron invitaciones junto a otra carta que decía las razones de la reunión.
Y era lo mismo que se discutía en el reino Son, donde la reina Son Wendy peleaba con su esposa por el pedido que ésta le dijo. Ambas habían leído la carta de la reunión y estaban dispuestas a ayudar, pero la reina omega Sooyoung quería que su hija hiciera lo que tanto le gusta, pero la alfa de la familia lo consideraba muy arriesgado.
— No la dejaré allá, Sooyoung. Dejarla para que ayude sería de gran riesgo porque Chaeyoung solo tiene diecisiete años, ni siquiera es mayor de edad —recalcó la alfa conteniendo su gritar porque sabía que eso solo podía asustar a su esposa— Chaeyoung sigue pensando y actuando como niña —aseguró.
Su hija beta la escuchaba detrás de la puerta con los labios apretados y una expresión que no demostraba nada, solamente mirando con ojos bien abiertos a la puerta como si eso la ayudara a escuchar más la pelea entre sus madres.
— Sabes bien que no piensa así. Es una casi adulta joven, y aunque tiene su personalidad un poco infantil, sigue estando grande para tomar decisiones —Chaeyoung estaba más de lado de su madre omega, pues ella ya había sido informada de la situación del reino Im y quería ir allá a ayudar a su amiga alfa.
— Chaeyoung es mi hija y no puedo dejar que se ponga en peligro. Todavía no es reina, y lo soy yo para poder decir que ella no se queda —a la finalización de su madre alfa, Chaeyoung abrió la puerta lentamente para adentrarse.
Podía ser una beta y en ese reino no eran muy bien recibidas al punto de que no la querían mucho como reina en el pueblo Son, pero Chaeyoung tenía la idea que ir al reino Im le traería, a parte de cumplimiento a sus propios deseos, la aceptación del pueblo.
Sus dos madres la miraron y ella con una sonrisa alegre se acercó para sentarse delante de su madre alfa, quien estaba detrás de un escritorio donde veía algunas hojas con escrituras que, Chaeyoung supone, son las obligaciones del mes.
— Quiero quedarme en el reino Im después del baile Myoui —clara y directa, Chaeyoung dijo mientras miraba fijamente a los ojos de su madre alfa, quien parecía maldecir su rostro con ira.
Chaeyoung no le tenía miedo, ya había aprendido a vivir con ello y sabía muy bien que su madre Wendy no le haría daño a su propia familia. Bueno, no físico ya que los insultos iban a veces aunque luego se disculpaba sinceramente por ello.
Ahora la alfa estaba teniendo un golpe a su orgullo, lo que no la dejaba poder aceptar que su hija se alejara.
— No. Ya dije que soy la reina y tú no te quedas allá en el peligro. ¡Hubieron más de diez muertes de la mejor caballería del mundo, Chaeyoung! —se exaltó por un momento intentando hacer reaccionar a su hija y esposa. Suspiró y negó— Tú no te quedas allí —otra vez negó rotundamente, pero Chaeyoung esperó a que se relajará un poco.
— Te voy explicar. Shhht —puso su dedo en sus labios cuando su madre quiso replicar que no había nada qué explicar— Ya te escuché, ahora me vas a escuchar —la reina alfa asintió desganada pues porque su orgullo estaba herido desde que su omega y su hija le replicaron— A parte que esta es una gran oportunidad para ejercer mis deseos de estar relacionada con esos tipos de asuntos, esto sería una oportunidad para que la aceptación del reino llegue y puedan darme una oportunidad como reina —dijo suavemente mientras jugaba con su brazalete.
— Es peligroso —volvió a decir la alfa de la familia pero su esposa la interrumpió.
— Estar cerca del reino Kang ya es peligroso —Chaeyoung estuvo de acuerdo con su madre omega.
— Uhum. Lo único que cambiaría es que yo ayudaría en solucionarlo. Ustedes volverían aquí después del baile Myoui y yo me quedaría a ayudar con los asuntos —Chaeyoung quería saborear el triunfo cuando vió a su madre alfa cediendo.
— Llevate a tu sirviente personal —la cara de Chaeyoung cayó, y más cuando su madre omega asintió, estando de acuerdo con eso.
— No. Sé que le dirían que cada semana les mande una carta de qué hago, y quiero hacer todo esto dependiendo solamente de mí, sin ustedes dos —ambas madres ni lo pudieron negar, pues era cierto y Chaeyoung lo sabía completamente— Nadie me acompañará, allá estará todo vigilado. Es el castillo Im, después de todo.
— Si te pasa algo, vas a vivir porque la que te matará soy yo —su madre alfa le amenazó divertida, mientras Chaeyoung sonrió y aún así asintió.
— Ahora tenemos que irnos. Debemos llegar temprano —la reina omega comentó haciendo que su esposa y hija se apuraran en tomar algunas cosas, más Chaeyoung porque ya había decidido que se quedaría allá así que empacó algunas cosas que ocuparía.
Regresando al reino Im y la pareja de chicas que ahora estaban juntas, muy diferente a hace un año que estaban por separado escogiendo lo que usarían.
Mina no tenía que usar algo parecido al atuendo de caballero, sino que ahora podía vestir algo más majestuoso para dar el aviso de que su novia era su prometida. Un vestido que encontró simple pero con la tela más cómoda y fina que pudo ver, también del mejor bordado y tejido que se podía hallar. Un corsé apretaba ligeramente alrededor desde por debajo de sus senos hasta la cintura baja. Unas zapatillas eran vistas solo si se alzaba un poco el vestido, y su rostro llevaba un poco de maquillaje. Su cabello seguía corto así que no tuvo que hacer mucho más que acomodarlo para que quedara espectacular con su rostro.
Nayeon iba con ahora un pantalón negro elegante y digno para estar en un aviso tan importante, con la camiseta manga larga, blanca, de botones, que decía elegancia por todos lados, con líneas finas doradas por el final de la mangas y por la parte del torso. Unos zapatos negros con líneas blancas por la suela. El maquillaje era poco pero le daba muy bien para su atuendo.
Estaban casi al revez de cómo se conocieron, ya que el año pasado Mina era la que usaba camisa y pantalones mientras que Nayeon usaba vestido. Ahora Nayeon usaba camiseta y pantalones, mientras que Mina vestía de un vestido.
Nayeon se tomó el tiempo de ver aquel cuerpo elegantemente vestido, y ese cuerpo más ese perfil concentrado en acomodar un cabello alborotado, daba un majestuoso espectáculo que la princesa Im le encantaba admirar siempre. Mina podía sentir que la miraban, pero hasta que pudo acomodar su cabello fue que volteó hacia Nayeon, la cual estaba en la cama sentada con la espalda recargada en el cabecero de la cama, con la vista más específicamente en su cuerpo sin siquiera pestañear.
— ¿Te gusta? —Mina preguntó, mirándose a sí misma en el espejo y notando que estaba perfectamente. La alfa despegó la mirada del cuerpo de su novia para sacudir la cabeza y mirarla con confusión.
— ¿Eh?
— ¿Si te gusta? —se volteó para hacer una seña hacia su cuerpo bien vestido al cual Nayeon no le molestó para nada mirarlo nuevamente para verificar que lo que veía era perfecto.
— Me encanta. Te queda maravilloso —y era pura verdad.
El vestido se ceñía a su cuerpo para parecer totalmente hecho para ella, dejando marcada su cintura, su torso y sus hombros hacia atrás que estaban ejercitados. Se le veía perfectamente bien y Nayeon no podía mentirle que le maravillaba la vista de su novia. Se le ponía el corazón en la boca solo Mina volteaba hacia ella y le sonreía mostrando las encías y sus dientes en un hermosa sonrisa.
En un año, sí habían avanzado mucho.
¡Incluso Mina dejaba que Nayeon tocara a Pingu!
Aunque eso lo pudo hacer más fácil porque practicó no ser tan posesiva con su peluche, pero aún así ahora Nayeon podía tomarlo y tenerlo entre las manos sin ningún problema.
— ¿Deberíamos dejar que Seulgi pueda ver a la princesa Joohyun? Todavía no me trae mucha confianza —la alfa habló cuando salieron de la habitación y caminaron por los pasillos en busca de los reyes Im.
— Seulgi dijo que confía en ella porque la quiere. Aunque Seulgi parezca que confíe en todos, ahora no es así. Es muy observadora y no se daría la libertad si no supiera que la princesa Joohyun fuera buena —Mina ya había hablado del tema con la omega Kang.
Había hablado seriamente del tema y también con la princesa Bae de que era totalmente serio y estricto que no dijese nada a ninguna otra persona, nadie debía enterarse. Recibió que la alfa Bae se pusiera muy seria y le prometiera hasta por su vida que no diría nada por la protección de la princesa Kang. Eso dejó con satisfacción a Mina que luego recibió de Seulgi que confiaba totalmente en aquella alfa.
— Y probablemente la princesa Joohyun se quede, o incluso nos pida llevarse a Seulgi —a lo dicho por Mina, Nayeon la miró inmediatamente no estaba muy de acuerdo con lo último— Ambas son buenas si te las explico —Mina se apresuró a agregar— Si la princesa Joohyun se queda, protegerá a Seulgi porque la ve como su omega aún cuando apenas se estaba conociendo mejor. Si Seulgi se va con ella, con la condición que siga oculta, ya no estará en peligro porque el problema con el reino Kang es con nosotros. Así que todo bien cual sea la decisión de Seulgi, y aún no sabemos si realmente la princesa Joohyun hará alguna de las dos —¿cómo una explicación corta pudo cambiar la perspectiva de Nayeon? Bueno, tal vez sea lo que la convenció fue su novia.
— Entonces está bien —murmuró asintiendo para sí misma— ¿Haru asistirá? —era una duda que le venía en la cabeza desde hace ya tiempo, pero que no se había atrevido a preguntar porque era un tema delicado.
— Creo que sí. Asistirá mi padre, mi madre, Hikaru, tal vez Haru, y Jisoo... o sea, la niña alfa del año pasado —aclaró Mina cuando la cara de Nayeon se tornó confundida— Momo y Sana también estarán allí como mis amigas —agregó sonriendo, ya había hablado con ellas ese día y simplemente le dijeron que apoyarían como el año pasado.
— ¿Y tus dos hermanos? —se dió cuenta que ni Daiki ni Kai estaban entre los que iban a estar presentes— Siempre asisten —se arrepintió de mencionarlos cuando vió el rostro de Mina caer en tristeza.
— Kai era padre de una alfa de trece años, llamada Yuqi. En el ataque de Kang ella simplemente traía un gatito herido en manos y la atacaron. Daiki acompaña a Kai en su pérdida. Yuqi fue una de las víctimas asesinadas —pararon un momento para quedarse en silencio. La alfa no sabía cómo disculparse por recordárselo de esa manera.
— Lo siento mucho. No debí preguntarlo —su voz a avergonzada hizo reaccionar a Mina, quien solo le tomó la mano para salir por un balcón que daba vista al patio.
Quería tener un poco de privacidad para hablar y también tener un poco de afecto.
— Está bien, pregunta siempre lo que quieras —Mina le dijo sin mucho problema, sonriendo y abrazando a su novia. Nayeon esperó a que continuara— Es solo que Yuqi era cercana a mí, mi sobrina, ella fue la que hace un año me estaba atendiendo en mi preparación para el baile Myoui —eso hizo a Nayeon entender el por qué las emociones de Mina.
— ¿Por qué me ocultas cosas, Mina? —la pregunta hizo a la omega Myoui morder su labio y desviar la mirada.
Nayeon ya le había preguntado si en las víctimas estuvo alguien importante para ella y si necesitaba una compañía alguna vez, pues allí estaba ella para acompañarla y apoyarla si tal vez era así. Pero Mina solo había negado a aquellas preguntas, diciendo que lo único afectado en ella era el estado emocional de Haru y el estado delicado de Mashiro, la cual ahora seguía en estado grave pero parecía aferrarse a vivir y sanarse lo más eficiente posible.
Pero al parecer sí hubo víctimas que Mina todavía siente. Le mintió.
— ¿Quiénes? —la princesa preguntó recargandose en la barandilla para recibir a su novia en un abrazo.
— Jin y Yuqi fueron víctimas cercanas a mí. Jin era solo un niño de once años y Yuqi mi sobrina de trece. Jin parecía tener un futuro asegurado en la caballería Myoui, junto a su hermana Jisoo, y lo asesinaron —la voz vacía de la omega hizo a Nayeon separarse para ver el rostro en blanco que tenía su novia.
Mina estaba realmente afectada, y Nayeon no había preguntado porque pensó que la omega Myoui le contaría cuando estuviera lista.
— ¿Jisoo no debería tomarse un tiempo? —preguntó al recordar que la menor asistiría al baile Myoui esa misma noche.
— Ella dijo que, por su hermano, sería la mejor y quería asistir por ambos —entre dientes pudo decirlo, pues hace un año Jin le había regalado un pastelillo con una mordida tan inocentemente.
Jisoo se había disculpado por su hermano y también los vió reír muchas veces mientras el baile estaba en curso. Mina podía sentir en su pecho un revuelo de enojo y tristeza.
— Yuqi ni siquiera quería estar en la caballería Myoui. Quería ser veterinaria o algo relacionado con los animales —la voz se iba siendo ahogada mientras respiraba más pesadamente, tenía su frente pegada el pecho de Nayeon y su mirada hacia el piso.
— Te has estado guardando esto siempre... ¿no? —Mina asintió a la pregunta de la princesa.
— Lo que más me persigue es lo último que me dijo Yuqi hace un año, lo ultimo que me dijo en esa fecha porque en otras fechas sí me habló. Pff —aclaró riendo un poco para intentar quitar lo que estorbaba en su garganta.
Nayeon estiró su cuello y se inclinó para poder dejar un beso cerca de la quijada y de la mejilla de la omega, un ánimo para que siguiera contando, para que sacara lo que tenía guardado desde aquel suceso trágico para la familia Myoui.
Mina se aclaró la garganta y cambió su tono de voz un poco.
— 'Usted es alguien que, si se lo propone, puede hacer que una guerra mundial empiece solo por ganar un poco de tiempo a su lado. La princesa Im no será excepción. Puedo jurarlo por mi amor a los animales, tía Mina'... —el primer sollozo escapó de lo más profundo de su garganta, mientras su mente recordaba aquel bonito recuerdo.
"— ¿Qué apostaron?
— Un mes de dulces para la ganadora —Momo le respondió, dudaba que ganaría ahora pero tenía esperanza y fe.
— ¿En serio? —bufó Hikaru— No lo creo. Se enamorará cuando Mina la invité al centro del salón a un baile —agregó haciendo que Mina la mirara y bufara.
— ¡Yo me sumo a Sana! Mina-yah es hermosa, mucho —Haru dijo. Mina bajó su cabeza con su rostro lleno de sonrojos por los constantes halagos.
Yuqi fue la única que no dijo nada pero fue con su tía Mina para dejar un pequeño abrazo sonriendole, susurrarle algo al oído y luego irse a cualquier lado.
Mina asintió sonriendo, aún cuando Yuqi ya no estaba allí."
— Hace un año yo estaba insegura, nerviosa y inquieta... necesitando algo de confianza para poder salir de las emociones que me dominaban. Yuqi solo me dijo aquello y se fue, lo cual fue más que suficiente para sentirme mucho mejor —susurró sintiendo las lágrimas calientes empapando su rostro— Me dijo Kai, que lo último que dijo fue... que el gatito herido se llamaba 'Kira' y que lo cuidaran por ella ya que estará ausente... —lo último lo empezó a decir con pizcas de rabia— ... Lo dijo con sangre en la boca y una apuñalada grave en el abdomen.
Terminó el relato que la venía persiguiendo hasta en las noches, mientras Nayeon podía sentir su camisa un poco mojada de las lágrimas que Mina libremente dejaba salir.
Un abrazo podía hacerle sentir libre de expulsar todo lo que la llevaba a una tristeza profunda en las noches, todas esas noches donde acariciaba a Kira recordando a Yuqi, esas noches en las que acompañó a su hermano, el cual ahora desarrolló una protección obsesiva hacia el gatito Kira, pues fue lo último que le pidió su hija antes de morir en sus brazos.
Kang antes tenía desprecio y disgusto de parte de Myoui, pero realmente ahora se estaba ganando el odio y repudio de la más grande caballería. Eso solo hacía que Mina se prometiera una cosa a sí misma.
— ¿Sabes? —la voz ronca de Nayeon la hizo alzar un poco su cabeza para ver como la alfa también lloraba silenciosamente— Yuqi tenía toda la razón, yo no fui la excepción de caer por ti. Así como puedes con muchas cosas, podrás salir y superar todo esto... pero no lo guardes para ti misma.
Mina dejó de sollozar pero seguía hipando mientras veía a la alfa en busca de cualquier duda en su rostro.
— Quiero apoyarte, ayudarte, dedicarte mi tiempo... y amarte, sin alguna restricción, Mina.
Mina se preguntaba, ¿cómo es que una alfa podía ser tan perfecta en sus ojos? ¿Cuándo empezó a sentir que su hogar era perteneciente a estar junto a Nayeon? Nayeon era la definición de majestuosa, perfecta y hermosa en todos los sentidos.
— Quiero las mismas cosas hacia ti, Nayeon.
Mina miró los labios de Nayeon por unos segundos dándole a entender bien a la alfa que era lo que quería y necesitaba en ese momento, algo que Nayeon no impidió ni negó porque de inmediato se inclinó para presionar delicadamente sus labios con los de Mina.
El aroma a cacao frío y uva con dulce dejaba expuesto que debían tomar supresores para el aroma ya que todos en el baile Myoui debían usarlo. Pero, como todavía no iniciaba aquel suceso, ambas podían deleitarse con el aroma ajeno que ahora solo podía describirse de dos formas:
Dulce y agradable.
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