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- Siguiente paso a la gloria ³⁶

[M]

— Ese plan no me gusta y no se llevará a cabo —la princesa Im ordenó mientras salía de aquella habitación con un semblante serio y severo. Nunca se le había visto tal expresión en ella, pero ahora simplemente caminaba por los pasillos con un humor para nada amigable.

Dejó en aquella habitación a su novia junto a algunas personas más que le habían explicado todo. La princesa Im no encontraba el por qué de todo eso, simplemente no veía la posibilidad de que todos piensen que aceptaría tal cosa.

No refunfuñaba, ni puchereaba como si fuera un berrinche. Tenía su rostro lejos de enojo, pero cerca de que si le hablaban te tendrá gravemente herido debajo de ella. Su semblante podía asustar a cualquiera.

La princesa Mina iba apresuradamente detrás de ella para explicarle mejor, sabía muy bien que ella podría convencer a su novia de alguna manera, le explicaría cómo era todo.

El rey Im le había dicho que Nayeon podía reaccionar alterada por la posibilidad de aquella opción, pero no creyó que la princesa Im se hubiera puesto tan dominante ordenando que no se lleve a cabo nada de eso, ni siquiera era un plan asegurado realmente.

— ¡Nayeon! —la llamó pero no le daba ni una mirada— ¡Nayeon! —repitió pero la princesa sólo se apresuraba más, casi al punto de correr así que Mina corrió a alcanzarla— ¡Im Nayeon! —se colocó delante de ella parando la rapidez de la alfa.

— ¿Qué? Mina, ya dije que eso no se llevará a cabo —la evitó haciéndose a un lado para seguir caminando, queriendo llegar a su habitación la cual ya estaba cerca.

— Lo interpretaste de diferente manera, solo te lo explico y de allí me dices lo que piensas de ello, ¿bien? —la alfa quiso negar de nuevo y entrar a la habitación, pero Mina no le daba paso y también tenía esa cara que le pedía escucharla.

La alfa Im bajó la mirada con una expresión cansada.

— En la habitación —dijo apuntando a la puerta cerca de ellas, a lo que Mina asintió y tomó la mano de su novia para entrar rápidamente— Ven —palmeó sus muslos cuando se sentó en la cama, para recibir que la omega se sentara encima de ella como era costumbre— ¿Cómo es?

— Es por si acaso —empezó susurrando— Cada situación posible debe tener una solución y estamos buscando de éstas, por lo que es un plan porque es para una situación posible, pero no por eso la más cerca a pasar —apresuró a agregar lo último al escuchar gruñidos pequeños que salían de la alfa debajo suyo— También hay un plan por si atacan al pueblo, por si atacan a reinos aliados, por si tienen a alguien de los nuestros. Todas esas situaciones tienen soluciones aunque no sabemos si puede pasar, son por si acaso se tienen que llevar a cabo —se esperó un momento esperando ver la aceptación en la alfa pero esta seguía con el rostro serio.

Sabía bien que tal vez el plan que le contaron no era de su agrado, pero era necesario.

'Por si alguien es capturado'

Tampoco fue buena idea usar de ejemplo a la princesa Mina para esa situación. La alfa Im inevitablemente imaginó que capturaban a su novia y todo lo que podía pasar allá. No eran buenas escenas las que su mente le enseñó y simplemente había salido de allí seria y disconforme.

— No necesariamente seré yo. Todos tienen que escuchar el plan y memorizar todo porque cualquiera puede ser capturado, y deben saber qué hacer en esa situación, ¿sí? —Nayeon por fin asintió suspirando.

— Lo siento. No me gusta nada la situación y no pensé mucho —murmuró un poco avergonzada, pero su novia empezaba a acariciar sus mejillas para calmarla un poco.

— Fue fácil escuchar. Trata de no impulsarte tanto —la alfa asintió al consejo y cerró los ojos disfrutando de la calidez del momento. Las veces juntas se habían reducido y cada vez prefería disfrutar mucho más el tiempo que estaban abrazadas.

Antes lo disfrutaba, pero ahora tenía que aprovecharlo la máximo. Y por eso mismo se separó un poco para tomar las mejillas de la omega y acercarla a besarla, directamente adentrando su lengua a su cavidad bucal buscando encontrarse con la de Mina. Mayormente la omega la dejaba hacer lo que quisiera con ella, todo le gustaba mucho de todos modos, y Nayeon solamente buscaba el gusto de ambas para un afecto.

Un afecto que les llenará de satisfacción a ambas, de una emoción cálida, la calidez que ahora parecía volverse ardiente a la vez que Mina parecía hacerse cargo del beso entre ambas, mientras la alfa Im se dejaba llevar por la sensación completa de su novia empezando a dominar el beso que empezó.

Movió sus manos de las sábanas hacia la cadera firme de la omega Myoui, solo para apretar allí haciendo exaltar a Mina por ser su zona sensible. Sonrió por ello y volvió a unirse en el beso, moviendo sus manos desde la cintura hasta los muslos de la omega que suspiraba entre el beso varias veces.

Los suspiros calientes de Mina chocaban contra sus labios, mejillas o mentón, mientras las manos de la alfa exploraban de nuevo por sus glúteos cerca de la zona que estaba empezando a tener una calidez cada vez mayor.

Solo fue hasta que Nayeon la tomó bien de las caderas y la alzó para sentarla justo encima de su parte íntima todavía vestida, ocasionando que Mina pudiera sentirlo directamente chocando con su propio calor.

El primer gemido fue el de Mina, un poco alto y ronco con un toque agudo al final. El segundo fue el de Nayeon, que sonó junto a un gruñido mientras recargaba su frente en el hombro de Mina.

La alfa quiso besar de nuevo a su novia pero ésta se separó tomándola de los brazos para pararla, y ahí Nayeon se preguntó qué había hecho o qué sucedió para que Mina haya hecho esa acción.

— Tú lo dijiste, no quieres hacerlo todavía —murmuró Mina intentando separarse más pero Nayeon la tomó de la cadera haciéndola quedarse sentada en sus muslos.

— Yo no dije eso —negó completamente aquello, mientras apretaba los labios buscando besar de nuevo a su novia pero esta la esquivó. Mina sabía que no se podría apartar si Nayeon la vuelve a besar así.

— Nayeon, te prometí que si no querías que pasara, no pasaría —dijo y estaba a punto de separarse firmemente pero Nayeon habló haciéndola parar.

— Si acaso estaba en celo... No estoy en celo ahora, Mina —comentó, con una sonrisa alegre surcando por su rostro. Mina recordó aquello, y era completamente cierto.

Parpadeó un poco, pensando en eso y era totalmente cierto. Nayeon no estaba en celo todavía, lo estaría en pocos días pero ahora estaba totalmente conciente de sus acciones y de su decisión a tomarla.

La alfa Im esperó que aceptara, pero se intrigó cuando Mina se levantó aún así y caminó hacia la puerta.

Pensó que tal vez Mina no quería y se avergonzó bajando la cabeza, pero que el seguro de la puerta sonara y nadie haya salido la hizo alzar la cabeza, recibiendo observar que Mina terminaba de poner el seguro para girarse y caminar hacia la cama. La omega sin mucha distracción se posicionó de nuevo en las piernas de la alfa y miró esa expresión deseosa.

— Las situaciones íntimas se hacen muy en privado, su majestad —susurró colocando sus manos en los hombros de la alfa, para empezar a remover su blusa. La alfa igual puso sus manos en la cintura de su novia, escuchando lo que decía— Y también los asuntos íntimos se hacen sin interrupciones, ¿está de acuerdo con eso? —la alfa asintió vagamente, mirando los labios de la omega moverse pero sus palabras estaban quedando grabadas en ella.

Mina bajó sus manos hasta el dobladillo de la camisa que tenía la alfa y la alzó para querer quitarla, siendo ayudada por Nayeon quien tomó rápidamente la prenda y la quitó por arriba de su cabeza.

La alfa, con las mejillas tomando más color rosado, enseñó su abdomen plano con dos líneas a los costados. Se sentía expuesta aún cuando sólo fue la blusa, pero dejó completamente que la omega colocara sus manos por sus costados para que tocara su piel visible. Solo sus senos estaban tapados por el sujetador, pero no fue para mucho tiempo, porque Mina se apresuró a desabrochar y apartar aquella prenda, dejando ver la parte superior de la alfa completamente desnuda.

Tal vez no habían tenido mucho tiempo, pero tenían toda la noche ahora que acababa de terminar la reunión en la que antes habían estado. La manera en que, aún sin el tiempo de antes, podían mantenerse con la misma vibra, era fascinante para ambas.

Nayeon, al sentir una mano acariciando su miembro por encima de las prendas, sintió un cosquilleo por toda su cadera que recorrió hasta la punta de su miembro y terminó hasta en el centro de su espalda, donde tuvo un escalofrío hasta la nuca.

Las sensaciones estaban tan a flor de piel que podía sentir cada roce pequeño.

No tenía experiencia en relaciones sexuales, ninguna de las dos, y cada pequeño toque parecía muchísimo para ambas. Un poco abrumador, pero tolerable y satisfactorio.

— Mina... —murmuró cuando la mencionada no paró sus caricias por encima de su bulto erecto, sino incluso presionó la mano apretando un poco.

— No sé muy bien qué estoy haciendo. Dime cómo se siente y si te gusta, por favor —Mina pidió en un susurro sin saber cómo interpretar aquel murmuro que contenía su nombre. Nayeon la escuchó y asintió, sintiendo la otra mano de Mina en uno de sus senos.

— Se siente maravilloso, mi amor —confesó entre dientes cuando un gemido se atoró en su garganta al sentir su cadera hormiguear en cosquillas junto a su pelvis. Mina sonrió ante sus palabras y se separó solo para desabrochar los pantalones y jalarlos levemente hacia abajo, así como también quitó su propia camisa de caballero.

Traía pantalones y camisa porque estos días siempre traía la preparación para estar a defensiva si lo necesita.

Pero necesitaba quitarse las prendas en ese instante, así que arrojó su sujetador fuera de su cuerpo para seguir con su labor de principalmente emocionar a Nayeon más de lo que ya estaba.

Sus manos se movieron por las piernas expuestas de la alfa, acariciando la piel así como algun vello corporal común. Todo admiró y acarició hasta llegar a la ropa interior donde acarició por encima, viendo por un segundo la expresión de Nayeon que tenía los ojos cerrados, disfrutando de la sensación.

A eso, Mina se alegró y bajó su rostro para lamer un poco el abdomen de la alfa, subiendo poco a poco entre besos húmedos hasta su cuello donde se animó a succionar un poco la piel sensible.

— Eso está muy bien, Mina —Nayeon dijo pesadamente, enorgulleciendo a Mina por ello. La alfa se había quedado completamente quieta por esos momentos, pero en ese segundo movió sus manos para tomar la cintura de su novia y sentarla suavemente en su regazo— Te ves muy bien —halagó, mirando ahora con atención el torso desnudo de la omega encima suyo— Realmente bien.

— Diría lo mismo pero 'bien' queda corto para lo fascinante que me pareció la imagen de ti disfrutando de mis caricias —Mina ahora no encontraba palabras para pensar qué decir, porque no las pensaba, salían como si de nada se tratase, pero en realidad estaba siendo tan sincera como su ser se lo permitía— Ahora esto se va —murmuró en el pecho de la alfa para apartarse y deslizar la ropa interior de la alfa fuera de su cuerpo.

Al fin admirando el cuerpo desnudo de una sonrojada Nayeon que miraba hacia cualquier otro lado menos hacia su novia, pero le fue inevitable verla cuando Mina se desnudó frente a ella para quedar ambas sin ninguna prenda en sus cuerpos.

El cabello corto de la omega caía por su cara al no poder estar agarrado detrás de su oreja por mucho tiempo, mientras que su cuerpo relucía de un pálido color.

A Nayeon se le hizo tan suave tocar parte de su abdomen que no pudo evitar tocar lentamente todo su torso en busca de explorar y acariciar toda su piel, en memorizar cada zona y ver cada reacción para anotar cualquier parte que pareciera gustarle más a Mina.

Un ejemplo era la cadera, donde parecía siempre ser sensible y donde Mina suspiraba con cada apretón... o se podía escucharla gemir, jadear o ronronear si era un apretón o caricia que le gustara más que cualquier otra. Nayeon se grabó eso.

El aroma de ambas no era tan fuerte, porque los supresores morados que tomaron antes estaban apenas quitando el efecto, pero aún así el aroma de ambas se combinaba alrededor de ambas.

Las sabanas debían tener una combinación entre cacao con frío y uva con dulce.

Mina podía sentir cada vez más pulsaciones en su zona íntima con cada apretón en su cadera, cosquillas que picaban un poco por alrededor de su cadera y vientre, junto a una caricia en su seno derecho donde Nayeon se tomaba el gusto de tocar.

Tanta sensación le daba, una abrumadora sensacion de que tenía que inclinar su cabeza para enseñar su cuello. Pero según ella no tendría que sentir aquello, pues sus instintos siempre estuvieron controlados y ahora parecían encenderse para querer una marca en su cuello de la alfa que acariciaba su cuerpo.

Se dejó llevar por ello en ese momento y abrazó a la alfa dejando su zona de marca justo delante del rostro de Nayeon. Después de todo, le encantaría muchísimo una marca de la alfa, y si ésta no quiere también la comprendería.

Nayeon solo mordisqueó un poco pero ignoró sus colmillos que empezaban a alargarse y se separó para sellar sus labios, empezando a dejar besos sin sus dientes incluidos en ello.

— Mina... —llamó obteniendo la mirada atenta de la omega— ¿Puedes tomarme ahora, por favor? —pidió ya sintiendo su miembro dar tirones leves por la excitación sexual del momento. Palpitaba levemente y la punta estaba ya muy húmeda. Mina miró de nuevo el cuerpo de la alfa y asintió, acomodándose cara a cara para besar los labios de Nayeon en muestra de su cariño.

— ¿Tú lo haces o yo? —la omega se dió en la necesidad de preguntar pero recibió un sonrojo lindo de Nayeon.

— Preferiría que al principio tú para que lo hagas a un ritmo que no te lastime —seguía teniendo el temor de ser bruta o brusca en el momento de penetración, simplemente tenía el temor allí y Mina la comprendió sonriendo de ternura por el sonrojo rosado en la mejillas de la alfa.

Si era realmente buena la información de los libros que tuvieron en la isla, Mina sabía que podía doler, incomodar o arder por la intromisión en una zona tan estrecha como su intimidad, así que mejor era hacerlo lentamente para evitar heridas y dolor en el acto o después de este.

Si era buena información, Mina podía estar sintiendo alguna de aquellas tres opciones, y sintió las últimas dos.

En cuanto se acomodó encima de la alfa, sintiendo de ánimos, caricias y besos por todo su pecho y cuello, sintió un ardor por alrededor de su centro que la hizo parar un momento su bajar, y una incomodidad se instalaba en su abdomen.

Solo que su pecho alterado por emociones positivas le contrastaba al ardor en su centro, logrando que pudiera poder bajar poco a poco hasta sentir sentarse completamente en los muslos de Nayeon, la cual había cerrado los ojos por la sensación y estaba gruñendo un poco junto a jadeos pesados. Su miembro se hizo pasó hasta estar rodeado de completa calidez y se sentía bien, pero aún así, miró el rostro de Mina intentando ver cualquier rastro de dolor o disgusto con algo, notando que la omega suspiraba con los ojos cerrados pero no con dolor.

Al no ver dolor de su parte, alzó un poco su cadera para moverse, logrando el gemido bajo de la omega por el estremecimiento que le llegó.

Hubo un momento donde sintió sus paredes vaginales estirarse y doler pero cuando le siguieron algunos movimientos circulares empezó a gustar de la sensación en su vientre y centro.

— ¿Quieres que lo haga yo? —Nayeon preguntó al verla un poco perdida.

La omega Myoui solo pudo asentir, luego sintiendo como su cuerpo era empujado levemente hacia atrás para sentir su espalda chocando con el colchón. El frío dió un estremecimiento por su espalda pero gimió de placer por él y por la forma en que Nayeon se acomodaba encima de ella moviéndose lentamente contra sus caderas. Las sabanas hacían ruido al removerse por los movimientos de ambos cuerpos, pero nada comparados contra el movimiento que Nayeon ejercía.

Sentía la necesidad excesiva de moverse rápidamente en busca de placer pero también sentía la necesidad de satisfacer a su novia, y no creía que hacerlo rápido fuera algo bueno para evitar dolor.

Solo se decidió por acelerar un poco, después de preguntarle si estaba bien con eso.

La alfa no era muy buena captando cosas ni siquiera de su propio cuerpo, pero podía decir que estaba en su punto límite de placer ahora mismo al sentir una presión en su parte baja del abdomen, por su pelvis. Un cosquilleo la persiguió por todo su cuerpo, mientras escuchaba los gemidos de Mina siendo soltados en su oído.

La necesidad excesiva ahora era de morder justo en el cuello de la omega que le ofrecía con toda confianza aquel juramento de unión, y esta vez pareció que no importó mucho el hecho de que tenía que preguntar, pues Mina la miraba a los ojos pidiendo aquella marca.

Los senos de la omega moviéndose por los empujones hicieron a Nayeon tocarlos y colocar sus labios en la zona de marca, donde Mina tanto deseaba que estuviese.

— ¿Puedo marcarte, Mina? —antes de abrir su boca para morder, prefirió abrirla para preguntar porque quería estar segura.

— Por favor, marcame, mi amor —Mina le respondió, mostrando una sonrisa y luego soltando un gemido inesperado por el apretón que Nayeon dió en su cadera, el cual pretendía hacer más grande el placer, algo que sí logró porque Mina se perdió en eso mientras mostraba más su cuello— ¡Nayeon! —dijo suspirando y casi exigiendo la marca que Nayeon se tardaba en darle.

Los colmillos se alargaban y sus ojos parecían dilatarse mientras se colocaba exactamente en la zona, apretando sus dientes de repente para clavarle sus colmillos en la zona correcta.

Mina soltó un grito pequeño por lo inesperado que le fue lo rápido que sucedió, pero aún así parecía muy feliz con ello y lo demostraba con la sonrisa ladeada que mantenía en su rostro aún con el pequeño ardor que había en su cuello.

Podía no ser tan cercana a su lobo interno, pero éste compartía la felicidad con ella al sentir el lazo haciéndose entre ambos lados. Era totalmente una vibración que les decía que compartían sentimientos y estos podían decirles qué sentían la otra por algunos segundos.

Y ambas sentían lo mismo en ese momento.

Una inmensa felicidad, así como un límite de placer al estar llegando a la liberación que tanto esperaban.

Solo fue que Nayeon bajó su mano para dar otro apretón en su cadera y luego siguiéndole varias más para hacer a Mina arquear su espalda y estirar su cuello hacia atrás.

Inevitablemente mostró su reciente marca la cual Nayeon pudo ver con orgullo y alegría.

Solo fue hasta que Nayeon dió un último empujón que Mina pudo llegar al límite, siguiéndole poco después la alfa que se interesaba mucho en lamer la reciente marca.

Ambas respiraciones, jadeos y suspiros se escucharon en la habitación cuando Nayeon hizo sus movimientos realmente lentos hasta luego detenerse cuando fue muy sensible para ambas.

Mina subió una de sus manos, que casi todo el tiempo estuvieron agarradas a la espalda de la alfa, hacia el cabello negro de su novia para acariciar un poco al verla adormilada y cabeceando en su hombro.

— ¿Quieres dormir ahora? —preguntó suavemente, con su voz un poco ronca por la situación anterior pero aún así alegre por todo. La princesa Im hizo un ruido avergonzado y asintió con pesar.

— Se supone que estamos en algo íntimo —comentó la alfa con un tono renegón y berrinchudo que a Mina se le hizo divertido.

— Dormir juntas y desnudas es algo intimo, su majestad —comentó Mina mirando como la alfa tomaba las sábanas para taparlas a ambas con estas— Algo íntimo y cálido, si me permite decirlo —agregó sonriendo al tener de nuevo a Nayeon frente a ella más sonriente. La alfa giró su cabeza hacia el cuello de su novia y calló en cuenta.

Era ahora su omega oficialmente, antes su novia, ahora su omega.

— Eres mi omega, mía de mí y solo mi omega —susurró dejando un pequeño beso en aquella marca de colmillos que brillaba por un poco de líquido que desprendía, como sudor.

— Uhum. Tu omega, totalmente tuya como tú mi alfa —murmuró la omega, con sus ojos brillando en adoración y amor solo por al alfa encima suyo que parecía querer dormirse arriba de ella, algo que no le molestaba— ¿Te has dado cuenta de lo perfecto que es ahora? —preguntó feliz haciéndose un poco al lado para que Nayeon se acostara a su lado y no encima.

— Tanto que me asusta y me encanta a la vez. Prefiero disfrutarlo en su totalidad —confesó abrazandola por la cintura— Y lo disfruto en su totalidad en tus brazos —agregó con una voz soñadora y adormilada. Mina sonrió en grande cerrando los ojos para dejar un beso en la frente de Nayeon.

— Eres mi perfecta alfa —le susurró para ya dejarla dormir, aunque parecía que Nayeon ya había caído totalmente en el sueño mientras la abrazaba.

#♡>☆

Una leve sensación de incomodidad al removerse pudo hacer despertar a Mina, pensando que tal vez la ropa se le había removido y estaba molestando en su zona baja. Pero solo bastó con despertarse un poco para saber que ni siquiera la ropa tenía puesta. Cuando intentó bajar su mano para querer acomodar su pantalón, tento solo su piel cálida y rozó con una mano ajena que rodeaba su vientre. Una mano que bien conocía.

Su estómago revolotea pidiendo comida, y demostrando un poco de vergüenza por estar desnuda con su alfa al lado.

Volteó lentamente su cuerpo. Todo en ella se sentía diferente, sus emociones se conectarán por un tiempo con las de Nayeon hasta reducirlas un poco con el paso del tiempo. Mayormente pasaba que con el tiempo solo puedes sentir emociones y sentimientos de tu pareja cuando estás son muy fuertes.

El ceño fruncido de Nayeon le hizo saber que no estaba muy tranquila ni siquiera estando dormida, pero su leve sonrisa entre sueños le decía que su ceño fruncido era más como una ayuda para la expresión de malicia divertida que tenía la alfa.

Mina la miró por un momento, ladeando la cabeza mientras sonreía y dejaba caer su mano en la mejilla de al alfa que iba soltando pequeños gruñidos con ronquidos bajitos.

La princesa Im, inhala y se estira aún dormida mientras gruñe por sus huesos tronando entre sí. Inconscientemente se volteó bocabajo para dejar su rostro enterrado en la fría almohada, logrando suspirar por la helada tela que chocó con su cara.

Unas caricias en su espalda se hacían presentes y luego estas bajaban antes de llegar a su trasero para volver a subir.

Una mano medianamente grande bajaba por toda su columna vertebral logrando darle escalofríos y una alegría extraña al ser mimada de esa manera. De alguna manera la hacía soltar un gruñido tipo ronroneo involuntario, mientras se removió buscando más de ello pero esas caricias pararon, haciéndola fruncir el ceño y enojarse con lo que sea que detuvo su sensación mimada. Iba a voltearse sin pensar mucho, pero un peso se subió a su espalda para luego sentir una respiración en su cuello.

Y ahí Nayeon pudo procesar todo recuerdo.

Abrió los ojos adormilados encontrándose con Mina mirándola alegre por verla por fin despierta, aunque era la causante de su despertar.

— Hola —saludó la omega mirando todo con sus ojos brillando en emocion. La alfa abajo suyo bufó incrédula.

— Pff. ¿Hola? —se burló un poco, tomando a una confundida Mina de la nuca para atraerla a un beso, del cual luego se avergonzó y se escondió pero aún así la omega quedó alegre por ello.

— Un regalo de buenos días; ¿Quieres que te ayude con esto? —Mina decía mientras bajaba su mano y palpaba la erección que la alfa tenía en plena mañana.

Nayeon dió un pequeño salto por la repentina manera en que Mina tomó parte de su miembro erecto para acariciarlo lentamente de arriba abajo. La omega se acercó a su oído y suspiró allí, susurrando tentativas palabras que hicieron a Nayeon asentir de inmediato.

— Mejor te enseño algo que probablemente te guste —y bajó su cabeza hacia la excitación de la alfa, haciéndola soltar un gemido cuando atrapó la punta del miembro con su boca.

Les faltaba un largo camino que recorrer, y que estaban gustosas de explorar.








Siento que esta bien cagado, la verdad. Pero ni modo, no lo iba quitar.

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