- Referencia ³⁴
— Puede ser por dos zonas —la beta Son empezó apuntando por donde ella creía, mientras que la omega Myoui asentía.
— Por las fronteras del reino Son y el reino Park, en donde abundan los pantanos y algunos lagos de menor tamaño —puso sus dedos en ambos lugares mientras serpentea por todo donde era aquel lugar.
— Luego de pasar las fronteras de alguno de esos, pasarían por la frontera Im sin mucho problema, ya que como reinos aliados no tenemos problemas ni tanta protección en las fronteras —la princesa Son terminó dando por terminado el tema.
— Pero es imposible. Está rodeado de animales salvajes, venenosos, agresivos y territoriales —la reina Sooyoung murmuró mientras apuntaba al mapa donde tenía escrito que esas zonas había serpientes terrestres y acuáticas, insectos peligrosos, y abundante cantidad de cocodrilos.
— Difícil, sí, pero no por eso es imposible. Hay maneras... Como ir rápido y matar a todo ser vivo desconocido que se les atraviese —la princesa Son dijo con un poco de desdén— No tienen empatía por personas, menos por animales ya que los ven como más insignificantes —explicó.
— Eso es... cruel —la princesa Jieun murmuró, escuchando atentamente todo.
— El reino Kang es cruel —la princesa Kang alzó la voz un poco teniendo la atención de todos— Sí es capaz de enviar grupos completos para hacer solo y puro daño —ella lo conocía perfectamente, toda su vida presenció atrocidades aunque mayormente siempre huía de ellas y las ignoraba porque no sabía qué hacer, y ni podía hacer algo.
— ¿Siempre grupos completos? —la princesa Kang asintió a la pregunta.
— ¿Completos? ¡Y fueron treinta y un caballeros Kang los que encontramos en todo acá! —Hikaru exclamó levantándose para ver el mapa igual.
— Fue número impar, probablemente eran como cuarenta o cincuenta y solo pudieron llegar treinta y uno, ya que compañeros murieron en el transcurso —Haru hablaba por primera vez levantándose para ver aquel mapa, mirando atentamente mientras imaginaba todo cómo pasó.
— ¿La caballero Kang que tenían capturada no les soltó esa información? —la reina Jihyo preguntó, mirando desde su lugar todo.
— El doctor dijo que tiene la incapacidad de hablar por un tiempo, aunque yo la escuché esta mañana murmurar cosas. Probablemente perder un brazo no sea la cosa más bien que ha visto y sentido —Momo lo dijo tan simplemente que la sala quedó en silencio un momento.
— ¿Perdió un brazo? —la princesa Son se animó a preguntar.
— Bueno, puede que en mi forma lobuna le haya dado una pequeña mordida en su hombro y así quedó —un total silencio de nuevo para luego ser eliminado por el carraspeo de la reina Im.
— Medidas drásticas para una situación drástica. Lo que pasa es que tendríamos que esperar a que pueda hablar para reunir información, si es que nos las da —la reina Im dijo dirigiéndose a la dirigente Hikaru.
— Una "pequeña mordida" en el otro hombro y sí suelta hasta sus más intensos sueños —la princesa Son bromeó un poco haciendo el ambiente más ligero. Momo la miró y rió asintiendo, sí lo haría de nuevo si era necesario.
— Solo con que hable podríamos confirmar completamente que por cuál frontera entraron, si la del reino Park o la del reino Son —la princesa Mina dijo mirando todavía el mapa— O tal vez entraron en dos grupos por ambas zonas —dió opción.
— Pueden ser ambas pero lo mejor por ahora es intentar hablar con la caballero Kang o que ambos reinos manden a un grupo para investigar si por ahí hay cadáveres tanto de animales como de personas —la princesa Son dijo, mirando a su madre.
— En cuanto llegue al reino dare una orden a un grupo de investigar cuidadosamente por allí —prometió la reina Wendy mientras que la reina Jihyo asentía en hacer lo mismo.
— Pues podríamos traer a la caballero Kang ahora —Haru propuso pero los reyes Im negaron suavemente.
— Es muy noche y es mejor ir a descansar. Mañana podríamos hacer eso. Aunque los reyes se vayan temprano, los mantendremos informados si eso desean —el rey Im dijo recibiendo que la mayoría estuviera de acuerdo y los demás aceptarán un poco a pesar ya que querían seguir, pero aún así todos pudieron irse a sus correspondientes habitaciones que el castillo Im les proporcionaba.
Sólo hasta el día siguiente que la caballero Kang parecía querer dar su último suspiro, porque parecía muerta en vida, acostada en aquel piso no muy limpio. Su brazo notablemente ya no estaba en su hombro, mientras intentaba levantarse para recibir la comida que una beta le traía y daba en la boca muchas veces.
Ahora también ya que la beta castaña se acercó y la ayudó a sentarse para darle la comida con gentileza que la alfa nunca había visto a alguien darle. De alguna manera se sentía mejor, el afecto mínimo le faltaba mucho y la caricia que a veces le daba en su cabello o en su espalda cuando tose la hacían estar incluso feliz.
— ¿Puedes hablar ahora? —aquella castaña le preguntó mientras le daba sorbos de agua para que pasara la comida— Necesitamos que aportes más —y con esa amabilidad la alfa no pudo decir que no.
Le daban mejor trato ahora que su propia madre en toda su vida.
Le daba un enojo inexplicable ser la soplón pero ella nunca hubiera querido perder un brazo y ahora no lo tenía por no colaborar a tiempo. Realmente no creyó que sobreviviría a la pérdida de su extremidad.
— Sí... Para ser la mejor caballería del mundo, ¿no les parece que arrancarle el brazo a alguien es cruel? —estaba al tanto de que ella no era muy piadosa porque la criaron para matar. Ha cobrado vidas de inocentes en sus manos cuando la realeza Kang se lo ordenó y todo, pero no creyó algo así de la rumoreada caballería Myoui.
— No soy Myoui, me llamo Minatozaki Sana —la beta aclaró primero, sin quitar su expresión serena ni su suavidad al hablar— La caballería Myoui no es realmente conocida por ser buena en el termino de misericordia, es conocida por proteger con fervor, dedicación y devoción, a quienes juraron proteger. Y tú —apuntó al pecho de la alfa— Junto a tu grupo, atentaron contra lo que Myoui juró proteger. Son crueles cuando hay que serlo, son serviciales cuando hay que serlo, protegen inocentes —la propia Sana estaba profundizando más por ella misma, ya que también se quedó pensando un poco. Sacudió la cabeza y miró a la alfa que la miraba como meditando todo aquello— Pero bien. Ya terminaste, ya debes hablar.
La alfa gruñó molesta cuando la tocó intentando ayudarla, pero Sana ni se inmutó mientras la ayudaba a pararse correctamente.
Caminó tanto que sus piernas querían ceder ante sus rodillas y chocar contra el suelo, pero su orgullo no la dejaba dejarse ver tan miserable -aunque ya lo era- ante nadie.
La sentaron en una silla y por fin ahí pudo estar mejor descansando sus pies. Podía ver hacia una mesa rectangular donde personas la rodeaban, y ella estaba en un lado corto donde también era el centro de atención. Miró a la alfa que le quitó el brazo y inevitablemente quiso temblar pero no dejaría ver aquello.
Estaban cinco personas a la vista de la caballero Kang; Mina, Nayeon, Hikaru, Momo y Sana.
— Bien, habla —la que tomaba la palabra primero fue Hikaru quien simplemente se limitaría a hacer preguntas a la caballero Kang. La caballero Kang pudo ver a una chica detrás de la beta, la que le hablaba, pero no le pudo reconocer al estar siendo oculta por el cuerpo
— Especifica —pidió suspirando y mirando la madera con una mirada molesta y harta.
— ¿Por dónde entraron al reino Im? —Hikaru preguntó estando seria y concentrada, todo mientras Mina estaba escuchando todo para anotarlo en una hoja, la cual enviaría a los reyes Im.
— No lo sé —la respuesta seca hizo a Hikaru impacientarse y hizo una seña a Momo quien se acercó con firmeza y, con la misma descripción, tomó a la alfa del cuello para levantarla, haciendo que esta se alterara— ¡No! ¡En serio no lo sé, joder! ¡Casi ninguno del grupo lo sabía!
— Afloja, Momo —la alfa con aroma a fresas lo hizo enseguida, dejando a la caballero Kang sentarse de nuevo mientras que con su mano se tocaba el cuello— Explica.
La caballero Kang tomó una respiración larga para llenar sus pulmones.
— Yo estuve subida en una carreta mientras mirando al suelo, no mire el paisaje ni el camino, casi nadie lo hizo porque todos sabíamos que íbamos a morir y no importaba realmente —se apresuró diciendo de todo para luego recostarse en la silla mirando con un miedo a la alfa que seguía delante suyo.
— Pero sabes qué había y con qué se encontraron —Hikaru confirmó y más cuando la caballero Kang asintió.
— Allí perdimos a más de quince o veinte porque había cocodrilos agresivos y serpientes venenosas... era como un pantano —a eso Mina sonrió porque era exactamente lo que habían dado como una respuesta el día anterior— Luego entramos por una frontera aliada al reino Im, no sé cuál —terminó.
— ¿Cuántos eran? —preguntó Mina cuando Hikaru se había quedado pensando.
Sana se limitaba a ver y la princesa Im se quería ir porque nunca estuvo en algo como eso y la incomodidad la estaba atacando. La princesa Mina le dijo que estaba bien que se fuera y la princesa Im pudo despedirse para salir de allí.
— Sesenta pero llegamos como la mitad hasta aquí —fueron muchos, Mina apunta eso en la hoja mientras aprieta los labios por saber de tantas muertes.
— ¿Cómo es eso de la enfermedad del rey Kang?
— Algo del corazón, solo lo sé porque el príncipe Kang causó rabietas por todo el castillo al enterarse que no tendrá alguien que lo guíe. No puede levantarse de la cama y probablemente incluso puede que ya haya muerto —mencionó pensando un poco. Hikaru la miró intentando ver cualquier pizca de mentira en su rostro.
— ¿Algún reino está involucrado ayudando al reino Kang? —Sana preguntó cuando Hikaru iba a dar por finalizado el interrogatorio.
— Cierto —murmuró Hikaru.
— El reino Jang —Mina sonrió al ver que todo lo habían pensado bien y ahora lo confirmaban bien— El rey Kang tenía pensado eso desde hace mucho, que lo tiene bajo amenaza con algo desconocido para todos —todas allí fruncieron el ceño.
— ¿Con qué crees que pueda ser? —Hikaru no se refirió a nadie específicamente, se lo decía a todas en la habitación.
— Realmente nadie lo sabe, solo el rey Kang, ya que asesinó a los que estuvieron involucrados en el conocimiento de su amenaza.
La habitación quedó un momento en silencio.
Mientras Hikaru pensaba, sintió a la omega detrás suyo susurrarle algo en el oído.
La princesa Kang estaba detrás de ella, presente y atenta a la información para confirmar algunas cosas que puede saber ella.
— ¿Los denominados Aoi están involucrados? —Hikaru preguntó lo que la princesa Kang le pidió. La caballero Kang abrió mucho los ojos por la pregunta.
Los Aoi era el nombre de las personas más despiadadas y psicópatas del reino Kang, quienes se encargaban de hacer todo sin miedo a morir. Unos suicidas con ganas de matar, aunque solo eran impulsivos pero podían ser peligrosos al no importarles ni un poco sus propias vidas, y por lo tanto se lanzaban a todo.
Los Aoi eran seleccionados por el reino desde pequeños para torturarlos y hacerlos alfas que derramar sangre.
Pero también eran muy ocultos, solo caballeros cercanos a la realeza Kang y la realeza Kang podía saber de los Aoi. ¿Cómo es que personas del reino Im lo sabían?
— ¿Cómo saben sobre ellos?
— Tenemos fuentes informativas —Hikaru le respondió simple.
— Estaran involucrados cuando el reino Kang piense que está perdiendo. Es un plan final —dijo y era todo lo que tenían que saber.
— Cambia su celda por otra y llévala —Sana asintió a la orden de Hikaru y tomó a la caballero Kang para llevársela, esta alfa estaba cansada así que se dejó llevar casi arrastrando para poder dormir en su encierro— Vamos al castillo. La princesa Son puede ayudar, debimos invitarla —Mina estuvo de acuerdo con su prima beta.
La noche anterior tuvo que ir por un vaso de agua, así que se había separado de los brazos de su novia para ir por agua a la cocina del castillo, ahí se encontró con la princesa Son teniendo una lucha mental mientras tenía en manos un vaso con té.
Platicaron un poco y Mina pudo ver lo interesada que estaba la princesa Chaeyoung en la situación, como queriendo averiguar de todo y teniendo una pasión por los casos como esos. Era inteligente y muy observadora por lo que vió la omega Myoui.
Pudo reconocer a la beta Son como amiga, hasta que Nayeon llegó con el ceño fruncido por no encontrar a Mina a su lado a media noche. La alfa Im también se quedó un rato pegada al hombro de Mina con sueño, pero esperando a que la omega se despidiera apropiadamente de la amiga que tenían ahora en común.
Incluso Nayeon le dijo que harían buen equipo porque así se observó en el hecho de que ambas, Myoui Mina y Son Chaeyoung, fueron las únicas que notaron las respuestas de dónde entraron los caballeros Kang al reino Im.
La princesa Mina ahora no sabía muy bien qué pensar con la información que su novia le dió esa noche. Pronto sería el celo de Nayeon, y la alfa solo se lo había dicho así:
"— Pronto será mi celo".
Para después caer dormida a su lado, dejando preguntas en la omega Myoui, quien no supo interpretar aquella palabras como algo en específico. ¿Quería que la ayude o le avisaba para que sepa que esos días estará ausente? Mina no lo sabía.
Y tenía que hablarlo, ahora que lo recuerda.
— También debo preguntarle a la princesa Seulgi qué son los Aoi's —Hikaru la sacó de pensamientos.
— Ve yendo. Yo iré por Nayeon porque tengo algo que hablar con ella —Hikaru asintió mientras se retiraba junto a Momo y a la princesa Kang, para irse las tres... o cuatro, si es que Sana se apresura.
Mina podía notar la leve desvergüenza que su novia había tenido estos días, muy afectuosa y menos avergonzada por besos robados o palabras íntimas. Desde la noche anterior supo el por qué de estas.
No es que en lo que llevan de conocidas ninguna haya entrado en celo. Ha pasado un año, obviamente ya tuvieron sus temporadas de celo pero la cosa es que no la pasaron muy juntas, ni eran tan cercanas en la relación cuando estuvieron en ese tiempo.
Pero Nayeon, ahora que podía tener mucho contacto con Mina, quería tener más y realmente no por su celo cercano.
La omega Myoui caminó por un rato hasta encontrar a la persona que buscaba, la cual estaba tiernamente puchereando y pensando, recostada en una pared del pasillo.
Llegó con ella solo para darle un beso y sonreírle, haciendo que la alfa sonriera en grande al verla abrazandola.
— ¿Ya finalizó? —la alfa preguntó, pasando sus manos por la cintura de Mina para atraerla a su cuerpo. Mina asintió con una sonrisa.
— ¿A qué querías llegar con el aviso que me diste anoche? —preguntó directamente, sin sonar de ninguna otra forma más que suave para que Nayeon no se sienta incómoda. La princesa Im podía verse con confianza estos días, pero no lo suficiente como para no esconderse en ese momento.
Y el cuello de su novia era buen escondite. Uno fantástico.
— ¡Nayeon! —exclamó cuando la alfa escondida en su cuello trató de distraerla besando su zona de sensible— ¡Deja, alfa infantil, solo dime! —al tono quejoso y divertido de Mina, Nayeon rió pero no se dejó de esconder.
— No lo sé. Quería decirte solamente —Mina obviamente no le creyó a su excusa casi convincente— Bueno... No era exactamente para que me entregues tu cuerpo, no me gusta el hecho de pasar mi primera vez contigo cuando yo esté en celo porque sé que me dejaré llevar mucho por impulsos, puedo ser más bruta de lo que ya soy, y no quiero lastimarte de ninguna forma —¿Mina antes creía perfecta a Nayeon? Pues actualmente lo sigue pensando— Sino para preguntarte si me podías dar ropas con tu aroma. ¡No quiero que pienses que la usaré para calmar mi calor de forma sexual! —se apresuró a agregar, aunque a Mina no le cambió la expresión suave y atenta— Solo pienso que si tengo algo con tu aroma me ayudará a que los supresores me hagan más efecto, ya que tu aroma me calma.
Su rostro seguía escondido en la zona sensible de Mina, pero ahora ansiosa, esperando la reacción y respuesta de la princesa que tenía enfrente suyo.
Una verdadera princesa. En su opinión.
— Primero que nada, no eres bruta —Mina aclaró frunciendo el ceño por la palabra que usó la alfa para referirse a sí misma— Y segundo, solo dime la fecha o, si no sabes específicamente cuándo es, puedo ir personalmente a acompañarte.
Nayeon explicaría de nuevo que no quiere tener relaciones sexuales en su celo pero Mina se adelantó.
— Y soy lo bastante fuerte para pararte si tus instintos se elevan. Si no quieres que nada pase, nada pasará, mi amor —dijo Mina acariciando el cabello negro de su novia.
A la última palabra Nayeon se apartó inmediatamente tomando los hombros de la omega, luego alzando una ceja como preguntando. Pero, al segundo, sonrió y abrazó a Mina para dar pocas vueltas, escuchando las risas que soltaba la omega Myoui.
Mina solamente sentía que su alrededor daba vueltas mientras su nariz chocaba con el pecho de la alfa al abrazarla.
— Mi amor —repitió Mina sonriente mientras escuchaba la carcajadas cortas de su novia, un sonido alegre y apasionado en alegrarse al solo ver a su novia.
— ¡Mi amor! —Nayeon exclamó un poco alto, con una gran sonrisa, una alteración en todo su pecho y unas cosquillas en su estómago que creyó odiar muchas veces por la sensación vergonzosa.
— ¡Mis amores! ¡Apresurense que las estamos esperando! —tenía que ser Momo, claro que tenía que ser Momo la que le quitara el buen humor a Nayeon. La alfa Hirai gritó aquello sonriendo y yéndose corriendo para salvarse a sí misma de el enojo inevitable que causó en la princesa Im— ¡Mi amor, apresurate! —gritó a propósito y a lo lejos, refiriéndose a una de ellas.
Y claro que Nayeon supo que era para Mina.
Su ceño se bajó hasta su nariz del disgusto mientras abrazaba a su novia.
— Solo eres mi amor —aseguró totalmente segura.
— Tonta alfa nudista —murmuró la omega Myoui, recibiendo a Nayeon en sus brazos como esta pedía, o más bien, exigía. La alfa Im se separó viéndola con el ceño ligeramente fruncido.
— ¿La has visto desnuda? —preguntó mientras Mina alzó una ceja queriendo reírse.
— Me has visto abrazarla desnuda —ahí Nayeon recordó en el segundo día de su novia en el reino Im, cuando la observaba desde una torre y aquella alfa quedó debajo de Mina, al Mina querer cubrir su cuerpo con el propio.
Gruñó bajo por el recuerdo, porque Yoo se rió de ella por molestarse por algo que podría ser tan normal y común entre las amigas de la que era su prometida.
— ¿Pero sabes algo? —la pregunta de Mina la sacó de sus pensamientos violentos donde se encargaba de darle un lindo golpe a Hirai. Murmuró para hacerle saber que la escuchaba totalmente.
— ¿Sí?
Sintió como las manos de Mina bajaron hasta su cadera y luego su rostro se inclinaba hasta llegar a su oreja. Unos suaves pero lentos labios dejaron un pequeño y húmedo beso allí, lo cual hacía reaccionar con solo calor en el abdomen y una revolución en su pecho.
Le fue inevitable un pequeño sonido ronco, como ronroneo y gruñido, cuando Mina se presionó contra su cuerpo restregandose contra su piel sin mucha duda, con descaro, audacia y una delicadeza que podía tener a Nayeon a su merced. La alfa sentía que no podría calmar su zona baja si Mina no paraba de dejarle pequeños y cortos besos húmedos en su cuello.
La omega Myoui regresó a su oreja para dejar otro beso allí, mirando de reojo la expresión perdida de Nayeon.
— Si no es mucho atrevimiento, me gustaría verla a usted desnuda, su majestad —confesó en un susurro, como si fuera su confesión más grande que tenía guardada.
Una confesión íntima que solo causó un cosquilleo insoportable y poderoso en la zona baja y en el pecho de Nayeon.
La alfa Im no supo cómo pudo corresponder el beso que Mina le dió en los labios. No exactamente fue como los que usualmente daba o recibía, sino húmedo con saliva haciendo unos chasquidos con cada movimiento.
Afortunadamente nadie estaba en los pasillos aquellos, incluso Momo se había ido.
Nayeon estaría a punto de acercar a su novia más a ella, pero Mina solo sintió una presión en su abdomen y se separó para sonreír con travesura como una niña pequeña haciéndose la inocente.
— Tenemos que irnos, su majestad —y como Momo, se fue corriendo con risas saliendo de ella, dejando el ambiente de calor y pasional atrás. Incluso Nayeon quedó un poco confundida, pero luego se recargó en una pared del pasillo y rió por las acciones de su novia.
La siguió para poder irse, pero no sin antes esperar un poco cambiando sus pensamientos para poder apagar un poco su zona baja, lo suficiente para que no sea visible.
Después pudo verla jugando con Haru mientras hacían una pequeña pelea alegre. Mina fijó sus ojos en la princesa Im y sonrió de lado sabiendo el por qué de todo ese sonrojo. Y ahí Nayeon entendía lo que estaba haciendo Mina.
La estaba provocando, invitándola a empezar algo que ambas querían.
Y Nayeon quería cumplirlo.
¿Smut o no smut?
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