- 'Nayeon es esencial, llevatela' ²¹
— Creo que nos despedimos hoy, su majestad —ya habían llegado al portón de la gran casa Myoui donde la señorita Mina debía bajar del carruaje.
Habían pasado un maravilloso tiempo. Mina se detenía a sí misma cuando quería cortejar seriamente más íntimo a la princesa. Se detenía ya que se conformaba de ir poco a poco. Y así pasó el tiempo rápido, con Kim avisando que era hora de marcharse, pues estaba oscureciendo.
Habían estado tanto tiempo en sí mismas que no se dieron cuenta del tiempo que estuvieron platicando o solo dentro del carruaje donde Nayeon con más confianza la abrazaba.
Sin decir ninguna palabra habían llegado ahora, donde una pelicorto estaba allí, esperando lo que sea de la alfa pero ésta estaba estoica sin saber cómo reaccionar a la despedida del día.
— Emm... Sí, me gustó poder pasar tiempo contigo, Mina —asintió para sí misma mientras veía como la omega todavía no se adentraba a su hogar y eso la ponía más nerviosa. ¿Qué estaba esperando la omega?— Espero volver a salir, pronto, si lo permite tu horario —de todo lo que hablaron allá, Nayeon aprendió varias cosas de su prometida, como los estrictos o fuertes horarios diarios.
— Sí, le haré un espacio cuando sea que usted me diga, solo con anticipación y estaré para usted —la omega no la miraba, sino que solo miraba hacia la gran mansión Myoui y decía las palabras con una admirable confianza y disposición.
— Y, emh... Bueno —Nayeon no sabía qué más decir pero la omega la interrumpió.
— No diga algo que no quiere decir, está bien —la omega por fin miró a la princesa Im y se acercó ocasionado que el cuerpo de la alfa pudiera captar un leve aroma a cacao. El efecto de los supresores para ocultar el aroma en el hospital ya estaba yéndose, y Nayeon no podía estar más agradecida porque le encantaba ese aroma, el cual no pudo oler en toda la salida.
Entre su cuerpo estático por los nervios y lo embobada que cayó por el aroma tan bonito, la princesa sintió como Mina se acercaba más hasta chocar sus labios con su mejilla.
Un pequeño y tierno beso fue el que la omega dejó en la mejilla de la alfa.
Mina rió alegre del solo ver como la alfa no reaccionaba y la miraba como si fuera todo, le encantaba que la mirara así. Pero tenía que irse ya.
— Ahora sí. Nos vemos, su majestad —Nayeon quiso preguntar muchas cosas, quiso hablarle o tal vez devolverle una muestra de afecto ya que le gustaba pero la omega se fue a una velocidad rápida y después de darle una sonrisa desapareció dentro de aquella mansión.
Todo eso lo recuerda desde la comodidad de su cama donde mira el techo, pensando y descansando a la vez, teniendo unas ganas inmensas de ver a aquella omega, pero no queriendo interrumpir sus horarios o que cancele algunos por ella. Suspiraba cada tanto y hacía un mohin mientras que Kim la miraba esperando algo y Yoo solo se entretenía leyendo un libro de ahí.
Ninguna decía nada y las tres estaban metidas en sus propios pensamientos, donde Nayeon se preguntaba por su prometida bonita, Dahyun el por qué la princesa Im estaba tan rara, y Yoo donde descubría el misterio de quién mató al príncipe en esa interesante historia que estaba leyendo.
El día había empezado tan tranquilo, que hasta los reyes quienes tuvieron un pequeño descanso se mantuvieron extrañados porque no había una Nayeon quejándose por los pasillos cercanos, tampoco había una Nayeon llena de lodo como siempre... o una Nayeon simplemente; en los pasillos no había nadie más que los guardias y sirvientes comunes que ya habían siempre.
Hasta la princesa Seulgi se extrañó de que la princesa Im no llegara a acompañarla en su comida como casi diariamente lo hacía pero supuso que algo importante había pasado y comió con la joven Yeri aunque ésta se negaba al principio, como siempre.
Mina la visitaba cada semana sin perder ni un solo minuto para abrazarla y darle de comer como si fuera una niña, pero la pelicorto se va en minutos porque apenas y tiene tiempo. Ni siquiera estando un poco en el castillo, Mina podía ver a la princesa Im por su apretado horario con su padre.
Aunque ese día en especial estaba libre pero su padre quería presentarle dos personas a las cuales no conocía, y a otra que llegó para ayudarla y que según Mina ya conocía, lo que causó la curiosidad de parte de la omega.
— ¿Puedo preguntar el por qué me trajiste tan lejos y por qué duramos diez horas? —había estado esas tantas horas en el carruaje a velocidad rápido y en un asiento que con el tiempo se hizo incómodo a pesar de tener un cojín para la comodidad del individuo que se sentara— Esto está desolado —comentó la pelicorto, notando todo por la ventana abierta.
Su padre la miró por la ventana que daba hacía los caballos -ya que estaba dirigiendo el carruaje- y sonrió apuntando a un lugar afuera que Mina observó pero no captó nada allí.
— Tenemos que caminar —informó y Mina apretó los labios para luego asentir— Tu abuelo me trajo aquí, solo un mes después de entrenarme por completo y dejarme todo. Estoy adelantando esto para ti porque puede que lo necesites —Mina miró fuera de nuevo, más emocionada por salir y entonces lo hizo siendo seguida por su padre.
Hinata bajó teniendo una expresión extraña y luego sonriendole a su hija para que lo siguiera. Nadie los acompañaba porque su padre aseguró que nadie debía saber más que los reyes, las princesas o príncipes que haya, y el dirigente o futuro dirigente de la familia Myoui; eso convierte en que los reyes Im, la princesa Im, Myoui Hinata y Myoui Mina son los únicos que saben sobre que padre e hija visitaron allí.
La omega caminaba solo un paso detrás de su padre, más a un lado para ver todo con detenimiento. Había podido observar el camino y memorizarlo porque su progenitor alfa le dijo que necesitaba aprender a llegar allí.
Era un camino rocoso y se notaban diversas cuevas o algunas plantas por allí o por acá. Entre más avanzaban habían más rocas gigantes pero había todavía un camino plano. Su padre no decía nada pero le indicaba que por allí era.
— Esto te lo enseño porque presiento que es necesario aunque se lo debería de enseñar a Hikaru —comentó su padre. Mina recordó el momento en que le dijeron a Hikaru que ella sería buena dirigente Myoui.
En cuanto lo dijeron sonrió y abrazó a su tío Hinata por la oportunidad, estaba realmente feliz de tomar eso. Aunque Haru estaba emocionada por ser casi elegida, no se lo tomó mal, aún así felicitó y abrazó todo el día a su prima Hikaru, recibiendo muchísimas quejas pero también risas por parte de la beta. Mina le gustaba cómo sucedió esa situación.
— Pronto la traeras también, ¿no? El camino es muy complicado pero logré ya tener una imagen de cómo es y por dónde es.
— Sí. Aquí te darán varias cosas que necesitas también —llegaron a una cueva donde Mina cohibida no quiso entrar aunque su padre dió pasos dentro— Vamos. Aquí viven —eso la confundió, pero con desconfianza entró mirando todo.
Era bastante grande que su padre no necesitaba agacharse o algo, sino que solo caminaba dentro encendiendo una lámpara de vela mientras la luz se volvía solo proveniente de la lámpara.
— ¿Podría vivir alguien aquí? —murmuró Mina para sí misma mientras escuchaba murmuros que le confirmaron su pregunta.
— ¡Myoui Hinata! —una exclamación la puso alerta y agradeció tener su espada enfundada en su cintura, mientras veía como un hombre se acercaba a su padre y se saludaban alegremente— ¡Mira que viejo estás, ya te falta descanso! —el hombre pellizcó sin cuidado una de las mejillas del alfa Myoui, para luego dirigir su mirada hacia la omega— Oh.
Mina no hizo movimiento porque todavía desconfiaba completamente, pero el hombre solo observaba analizandola. Habían llegado a una zona más grande, como una habitación con muchas cosas y velas por donde sea para alumbrar todo.
— Myoui Mina omega, próxima gobernante de el reino Im, junto a la princesa Im Nayeon alfa —le sorprendió todo lo que dijo que olvidó su desconfianza y lo miró curiosa.
— ¿C-Cómo sabe eso? —preguntó la omega, relajando su cuerpo y mirando a su padre.
— Tengo que dejarte sola —y en igual de contestar, su padre se fue dejándola allí sin nada más que una espada y con, al parecer, dos desconocidos.
Ya que otro hombre había salido detrás del hombre que habló primero. Pudo distinguir a ambos como betas ya que no veía rasgos de otro género. Tragó saliva y esperó, pero ambos hombres la miraban solamente con ojos analizadores, poniéndola incomoda.
Se movió nerviosa y murmuró un simple 'Mmmh', que hizo reaccionar a ambos hombres.
— Mina, cierto. Perdónanos, nos esperamos la visita pero no a esta hora —decía el otro mientras veía un reloj de arena— Me llamo Taehyung y el es Yoongi, recordé que tú no los puedes saber tan fácil como nosotros —rió y miró con detenimiento el rostro confundido de la omega.
— Bueno, es mejor que te sientes aquí —el tal Yoongi tomó una silla y la corrió para ponerla en el medio de la gran habitación rocosa. Ahora Mina ponía atención, y era bonita, con muchas botellas y libros— Esto será un poco largo, siéntete cómoda. En mis setecientos ochenta y un años no había visto a alguien con tan buena aura y tan bonita —la omega se sorprendió, boqueando un poco.
Yoongi rió.
— ¿Sabes lo que somos, Mina? —Taehyung se acercaba, tal vez mucho, a el rostro de Mina para mirarlo con ojos bien abiertos y curiosos.
— Amh... ¿Betas? —dudosa le respondió pero ambos chicos rieron.
— S-Sí, somos betas. Me refiero a que nos dedicamos a la magia —la omega no sabía que decir y entonces guardó silencio por un rato— Los dirigentes o reyes vienen aquí desde hace muchísimo, antes con nuestros ancestros y ahora somos nosotros. Ayudamos y tenemos las cosas perfectas para ayudarte a ti —el beta Yoongi relamió sus labios pensativo y alzando una ceja para examinarla.
— ¿Son dedicados a la magia? —más calmada y procesando todo, preguntó mientras se acomodaba en la silla e intentaba ponerse cómoda.
— ¡Exacto! —exclamó feliz Yoongi mientras daba un salto y tomaba un libro, con manos rápidas poniendo cosas en un tazón y haciendo más cosas que Mina no pudo ver por estar a sus espaldas— Nosotros en cuanto entraste pudimos ver que estás preocupada, Mina. ¿Por qué estás preocupada? —la omega frunció el ceño.
No recordaba estar preocupada tanto como para que le pregunten.
— No preocupación que se siente así genuina en el momento y desaparece; hablamos de la que te queda en el fondo y está siempre —Taehyung también parecía hacer algo con manos rápidas que Mina tenía curiosidad para ver, pero no se animaba a levantarse y verlo— ¿Es por la próxima guerra entre el reino Im y el reino Kang? —eso había petrificado a la omega quien quedó estática en la silla.
O sea, sabía que había peligro de guerra, pero no que en realidad estaba asegurada que habría una guerra.
— ¿Habrá guerra? —preguntó en un murmuró mientras impulsivamente se levantaba para suspirar y frotarse la cara un poco, la nueva información le cayó de repente.
Taehyung se acercó a ella, muy cerca para el gusto de Mina. Seriamente la observó y luego de repente rió feliz, como si fuera nada lo que dijo.
— Era inevitable, Mina —volvió a semblante serio mientras tomaba botellas y echaba a un tazón el contenido— Esa guerra estaba destinada a suceder para cambios completos, pero tú decides que tipo de cambios, dependiendo quién gana —se volteó para mirarla y luego a Yoongi.
En realidad a Mina se le hacían bastante... raros; primero tenían una expresión y luego tenían otra de repente, la miraban de forma extraña, hacían señas entre sí, y parecían preparar comida pero con líquidos e plantas o algunas cosas que la omega no identificaba. También parecían con movimientos detenidos y muy rápidos. Les tenía mucha curiosidad.
— Tal vez hay muchas cosas que no decimos pero son reglas que impusimos y respetamos por el bien de todos —Yoongi hablaba dándole un líquido a Mina quien intentó tomarlo con su mano pero el chico se lo impidió y lo llevó a la boca de la omega— Tomalo. Es algo importante para impedir que te desconcentres de nosotros —la omega lo bebió con desconfianza pero si su padre la dejaba allí es porque confianza había entre ellos.
— Bueno. Es normal que en veinticuatro horas no podrás prestar atención a nada más que a nosotros o que nuestras palabras se repetirán en tu cabeza, pero tu padre sabrá qué hacer cuando llegues a tu casa —Taehyung le avisó pero de todos modos la omega ya había tomado el líquido.
Suspirando porque en realidad era delicioso, le sabía muy parecido a la uva... y a ella le encantan las uvas.
— ¿Se supone que debo hacer algo en específico? —preguntó cuando pasaron los minutos y ambos hombres parecían ignorarla y se ponían a escribir o a arreglar cosas con rapidez envidiable, y lo opinaba Myoui Mina, alguien muy veloz.
— Tenemos que darte algunas cosas, las tenemos que preparar ahora que te observamos y sabemos qué es lo que necesitas —Yoongi se tomó la molestia de decirle mientras leía un libro grueso y miraba a Mina de vez en cuando— ¿Sabes lo que es la infidelidad, Mina? —preguntó casualmente aquel beta ocasionando que Mina pensara claramente.
— Le soy fiel a él reino Im, la infidelidad sería si yo traicionará mis palabras de serle fiel a el reino que yo juré proteger, traicionandolo... sería infidelidad —respondió después de un rato y mostró una pequeña sonrisa que enternece a Yoongi, quien se acercó para acariciarle un poco la mejilla pero luego volvió a su trabajo.
— Conoces muy bien eso... y lo conocerás mejor —murmuró lo último para sí mismo pero recibiendo risas de parte de Taehyung, quien lo escuchó y sabía muy bien a qué se refería— La magia es imposible de controlar por completo, Mina —sacó tema de repente y volteó para mirar seriamente a la omega.
— Ni siquiera pensé que la magia la dominara alguien de tan cerca, así que creo que nadie la domina por completo. Es inexplicable su inicio —Mina le respondió mientras suspiraba.
Era cierto lo que decían los dos hombres, no podía pensar en otra cosa que no sea lo que ellos están diciendo. El líquido funcionó en ella correctamente.
— Exacto. Pero tenemos suficiente control en la magia por experiencia y tenemos la satisfacción de hacer cosas que muchos desean, pero le damos a los que más lo merecen —Teahyung comentó, mirándola con una sonrisa traviesa y acercándose poco a poco con sus manos en su espalda. La omega tardó en reaccionar pero es que ella sentía la confianza que le transmitían y entonces se relajó.
— Son dos regalos, y otros más pequeños —Yoongi le mencionó mientras Taehyung se concentraba en poner un collar alrededor del cuello de la omega. Era una cadena negra, delgada y pequeña, sosteniendo un cristal blanco que Mina tocó con admiración por lo bonito que era— Abrelo —Mina lo hizo con mucho cuidado, notando que parecía cristal por fuera, duro y lleno del mismo material pero tenía hueco dentro— Esto es lo especial —Yoongi mostró unos pedazos de hojas que mezcló con un poco de líquido, haciendo a las hojas humedecer pero también pudo machacar y rellenar el cristal con esa preparación— Nunca más se abrirá. Tampoco te lo quites, no se lo des a nadie, no le digas a nadie lo que contiene o que es especial. Solo di que es un collar barato de por ahí —las explicaciones serias del beta las tomó y asintió.
— Ni siquiera tu padre debe saberlo, solo tú, y puede que tu prometida, pero debes explicarle lo grave que es que alguien lo sepa. Lo más fiable es que se quede entre nosotros tres —Taehyung le decía mientras abrochaba con seguridad el collar, cerrandolo con otro tipo de hojas que se sellaron para asegurar que nunca se abrirá.
— Este collar te podrá hacer ver la muerte pero regresarte a la vida, Mina —Yoongi lo dijo tan simple que sonaba tan casual pero no lo era, eso a Mina la dejó estática sin poder procesarlo muy bien.
Solo en un tiempo más pudo asentir.
— Si algún día toca tu hora de muerte, este collar te dará una oportunidad para revivir tu corazón y, en minutos, tu cuerpo completo. No lo uses mal, no te dejes llevar o desperdicies esa oportunidad —Mina asintió a lo de Yoongi, mientras éste acariciaba su mejilla y la miraba directo a los ojos— ¡Bien! Tocan los demás —y fue a la mesa donde tomó algunas cosas y la llevó al suelo, justo delante de la omega.
— Sientate aquí —le dijo Taehyung sonriente mientras le indicaba el suelo. Mina lo hizo sin cuestionar y miró con curiosidad todo lo que traían— Esto también puede ser especial, se lo das a una persona y si este brilla cuando la persona lo tenga puesto, es tu pareja destinada de toda la eternidad. ¡Podrás saber si la princesa Im lo es realmente! —mostró un anillo que parecía común pero era blanco y con destellos pequeños como estrellas.
— Lo demás es cosa medicinal, para cosas comunes, para enfermedades difíciles o sin cura exacta. Es difícil y no sabemos si necesitas esto exactamente pero es por precaución y regalo —Yoongi metió todo en una bolsa de cuero y la amarró para que nada salga— Tiene etiquetas con buena escritura, lo entenderás —aseguraba emocionado.
— Ya pasaron horas aquí, debes irte y todo está asegurado —Taehyung metía otras cosas en otra bolsa— Estas cosas son de lo mismo, tienen etiquetas y explicaciones fáciles para comprender.
Mina apenas y procesaba bien pero el líquido que le dieron fue correctamente haciendo su trabajo de hacerla pensar en lo que decían los betas.
— Mina... Cuidate mucho —Yoongi le dió un pequeño beso en su frente y la miró directamente— Lo digo muy en serio; no le digas a nadie sobre el collar o que tu prometida no se lo diga a nadie. Tus familiares tienen prohibido saber sobre lo que hablamos, todos lo tienen prohibido. Piensa y confía en ti misma —lo decía con un tono de voz tan grave que Mina frunció el ceño y asintió firme.
La voz de Yoongi había sonado como una orden, que ella cumpliría.
— Estas cosas, solo tú puedes abrir esta bolsa, está especializada para ti —Taehyung le sonrió feliz y dió ambas bolsas que Mina tomó sin decir mucho, seguía pensando en lo que dijeron ambos betas.
En segundos fue que Hinata Myoui llegó por llamado de Taehyung.
— Bien, creo que ya está todo-... Wow... —se sorprendió por las dos bolsas que Mina tenía pero la omega no le prestaba atención a su padre— Es mucho, pero bien. Tenemos que irnos si no queremos que tengamos frío en la noche como el inicio del camino hacia acá —Taehyung a eso, empujó a Mina hacia la salida, ya que esta estaba en efectos del líquido y solo podía oir las voces de ambos betas en su mente o las que digan en el presente.
— ¡Hinata, todo está bien! Tu hija es alguien especial, está todo correcto y esperamos pronto a la dirigente oficial aquí. Cuida mucho a Mina, eh —Taehyung sacudió su dedo índice, como amenazando que la cuidara bien o haría algo al respecto. Hinata asintió firme.
Yoongi fue encargado de llevar a Mina empujándola levemente por el camino hasta el carruaje, metiéndola y sentandola en su asiento correspondiente, dejando a la omega perdida en sus pensamientos.
Ambos betas se pusieron delante de Hinata.
— Fue mucho placer verla, es muy interesante —Taehyung comentó mientras veía de reojo por la ventana del carruaje— Pero Hinata —su voz y semblante se volvió serio— Cuidala —repitió junto a un tono de voz grave y advertido, lograba asustar a el alfa.
— Cuidala muy bien —volvió a decir pero esta vez Yoongi.
— Hay tres cosas que yo veo en su futuro, en personas terceras también —Taehyung alzó tres dedos mientras Hinata los miraba confundido.
— ¡Deshonor! —exclamó Yoongi haciendo un saltito en su lugar, asegurándose que Mina escuche y ponga atención, lo que la omega hizo enseguida.
— ¡Infidelidad! —exclamó Teahyung exagerando en alzar su dedo y cerrar sus ojos, recalcando lo que que dijo con tono firme.
— ¡Desconfianza! —exclamó Yoongi, haciendo un puño y luego fingir una expresión de dolor.
Luego ambos hacer una reverencia y sonrieron en grande.
Yoongi se acercó a la ventana del carruaje para susurrar al oído de la omega.
— Nayeon es esencial, llevatela —Mina más asintió firme y sonrió por lo dicho del beta— Y cuídate, no siempre encuentras a alguien de esencia atrayente e intencionada buena como tú, eh —le dejó un ultimo beso en la frente a la omega para marcharse con su pareja hacia su hogar, la cueva.
— ¡Desconfianza, Hinata! —gritaron a los lejos ambos betas hacia el alfa que confundido asintió y se apresuró a meterse en su asiento para irse lo más pronto.
— ¿Debemos mudarnos? —preguntó Taehyung en un susurro cuando se perdieron de la vista del carruaje.
— Es peligroso quedarnos sabiendo lo que viene. Tenemos que movernos algunos kilómetros o podemos hacemos otra cueva más adentrada —Yoongi le contestó de la misma forma— No nos tienen que encontrar —repuso en tono firme para luego reír como niño y correr siendo seguido por su pareja.
Hinata se dedicó a solo estar en silencio ya que sabía que su hija no le prestaría atención; a él también le pasó eso y su padre lo guió por esas horas restantes, eso tendría que hacer cuando llegasen a casa.
Mina... pues Mina solo tenía pensamientos repetitivos sobre las palabras de ambos betas, procesando y asimilando todo lo que había por venir.
Sin esperarlo, ya habían llegado a casa Myoui donde Hinata estaba terriblemente cansado por estar más de un dia entero despierto. Fueron veinte horas las que guiaba a caballos y algunas otras que estuvo despierto.
Mina solo salió cuando su padre la bajó, empujandola y guiandola por los pasillos de la mansión. Muchos familiares que pasaban veían con curiosidad el estado perdido de la omega, pero Hinata les hacía una seña como diciendo que no era nada importante.
Hasta que llegaron a la puerta de la habitación de Mina, y Hikaru la esperaba allí.
— ¿Y qué le pasa a ésta? —bueno, Hikaru no pensaría que no es nada importante. Había apuntado a su prima y presionado un dedo en su frente haciendo que Mina se inclinara para atrás pero regrese hacia adelante con la misma mirada perdida, mirando a todos pero no prestando atención a nada— Parece ebria. ¿Qué le dieron? —acusó frunciendo el ceño.
— Es algo que entenderás cuando vayas ahí tambien, no es nada malo pero tampoco es algo que debamos decir —Hinata palpaba el hombro de su hija para luego intentar meterla a la habitación.
— Es algo de que tengo curiosidad. Tú también estuviste así y es algo inexplicable, pero raro —una mujer llegaba, hermana mayor de Hinata, y éste le sonrió— No le hacen nada malo allá, ¿verdad? Su estado parece el de alguien perturbado o traumado —miró el semblante de la omega y sí, parecía perdida en todo.
— No es nada malo, pero tampoco algo que alguien más debe saber. Descansará y yo también, el camino fue largo —entonces acostó a su hija en la cama y se fue cayendo como tronco a su propia cama, quedando dormido enseguida.
Ese día había terminado.
Mina se quedó en su cama, tapada, acostada, perdida y con Hikaru mirándola con extrañeza, pero la omega no respondía a nada y solo tenía sus pensamientos en Yoongi y Taehyung, las palabras de ambos.
Sus dos bolsas ya hacían en el suelo en la esquina de la habitación, su collar escondido en su ropa, el anillo en una cajita dentro de aquellas bolsas, mientras ella esperaba que el efecto del líquido se fuera.
Mirando el techo, pensando en las casi últimas palabras de Yoongi.
'Nayeon es esencial, llevatela'.
Claro que lo haría.
A esto me refería que habría temas relacionados con magia.
No es un tema muy difícil de entender ya que no es largo, pero sí necesario.
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